Costa Oeste: 3 ciudades, 8 parques nacionales y alguno más. ✏️ Blogs de USA

A las 4´45 horas de la mañana del 24 de agosto nos levantamos volando y recogimos todo sin orden ni concierto, teníamos que ver amanecer y dejar preparado todo, acto seguido preparamos el desayuno, afuera se oía gran cantidad de ruidos y pasos. Nosotros una vez que teníamos todo, levantamos el store y abrimos la puerta para sentarnos en nuestra terraza a contemplar el paisaje, hay dos mantas que puedes utilizar por si es necesario. Madre mia!!! Que cantidad de gente, menos mal que respetan tu medida de tu cabaña y tú puedes verlo desde tu terracita e incluso sentada en las escaleras ,como quieras. El silencio es total, poco a poco se van viendo los “monumentos” en todo su esplendor, los reflejos sobre el terreno no dejan indiferente. Seguimos con el plan y cuando está recién amanecido aun con gente alrededor de la cabaña, cogemos cerramos cabaña y volamos al coche. Empezamos el Loop porque estamos al lado. Ni trescientos metros llevamos cuando vemos un cuatro por cuatro semihundido por la parte derecha trasera y dos jóvenes sentados en el suelo con un par de Rangers, esperando, imagino que la grúa. Nunca hagáis el loop sin luz, es muy traicionero. Seguimos nuestro camino para empezar el recorrido, no hay ni un coche, recuerdo que vamos tres en un Toyota Camry. Al estar solitarios, el camino no es por la derecha o la izquierda sino por donde el piso este más seguro para el coche. Paramos a ver Elephant Butte y echamos unas fotos, luego nos tocaban las Three Sisters, atención venía un plato fuerte con John Ford´s Point Overlook, después fuimos a The Hub bordeando Rain God mesa (no os olvideis de tótem Pole y Sand Springs que chulada como se te hunden los pies aqui), el camino hacia Artist´s Point Overlook fue muy lento y con mucho cuidado pues había bastantes baches y se levantaba mucha polvareda. Hay una pequeña cuesta para subir al mirador y nos bajamos del coche tanto a la subida como a la bajada. El piso estaba bastante mal, esta fue la única vez que nos asustamos. Arriba en el mirador y en algunas partes del camino te advierten de la presencia de escorpiones y serpientes. Nosotros fuimos en deportivas. Sinceramente, no se me ocurre llevar sandalias a un sitio así. Cuando acabamos el recorrido en total soledad, empezaban los tours navajos y vino un par de coches , salimos del loop y volvimos a la cabaña, cogimos maletas, revisamos.. y al hotel a desayunar. Teníamos casi todo el comedor para nosotros solos, no es el desayuno de tu vida pero hay mandarina en almíbar, varias cajas individuales de cereales y café, cola cao, baguels y tostadas, mermelada y mantequilla, leche de dos tipos, creo que había algo de bollería y galletas. Nos lo tomamos con tranquilidad mirando el paisaje, pues el comedor tienes unos ventanales para disfrutar de las vistas.
Salimos a la terraza, hicimos varias fotos y partimos para Lower Antílope Canyon contratado por Dixie´s Tours para las 12´30am.
Lo reservamos unos siete meses antes y nos regimos por opiniones de internet. Al llegar allí te desvías a la izquierda y hay una gran explanada de tierra donde los coches aparcan siguiendo un orden por filas, hay mucho movimiento y no hay problemas de huecos ni de inseguridad, recuerda que no puedes llevar ni bolsos, ni mochilas. Entras en la oficina principal y vas al mostrador comprueban que tienes reserva y pasas a un recinto exterior donde te avisaran a tu hora y vienen los diferentes guías, nos dividen en grupos de 10 y caminamos con el guía unos 500 metros o un poco más hasta llegar a unas escaleras donde entras por turnos todo cronometrado con tiempo (no sé si por Covid, allí lo hicimos con mascarilla). Entran unos, esperas como unos 5 minutos, entran otros. El guía te explica hasta que entras diferentes cosas, aunque no son muy parlanchines si son muy amables si les preguntas. Nos dijo que jamás se entra al cañón si ser revisado por ellos a primera hora, cuando vimos la serpiente que tuvieron que desalojar ese día en su móvil, lo entendimos todo. La visita es con varios tramos de empinadas escaleras, con el primer tramo, entras en las entrañas de la tierra. El guía hace diferentes paradas donde explica las diferentes formaciones (dragón, fantasma, velo de la novia) y te para en los puntos exactos de los fondos de pantalla que tiene tanto Apple como Android.

El famoso velo de la Novia
Salida de Lower Antelope
Al final de la visita en el que nadie te atropella, subes un buen tramo de escaleras para salir y te encuentras con un señor sentado en una silla con sombrilla aguantando estoicamente el calor y controlando todo el que sale y anotándolo. Impresión, muy buena, indudablemente me hubiera gustado estar más rato pero estuvimos bastante y comprendo que todos queremos verlo. Cogimos coche y partimos para Horseshoe, llegamos con todo el calor, sin comer y con hordas de gente, no obstante pagamos nuestros 10 dólares y entramos, como hay un movimiento constante aparcar es muy fácil, hay un camino hasta llegar al mirador, al final, a ese horario las vistas son increíbles, no hay zonas de sombras y se ve en todo su esplendor.
Hicimos bastantes fotos, algunas de ellas intrépidas (te vas colocando al borde para sacar la imagen perfecta) y pasados unos 20 minutos nos marchamos hacia el Gran Cañón. Mal comimos por el camino pues teníamos por delante unas dos horas.
Elegimos la típica zona, el South rim porque nos cuadraba más y pensamos que hay más puntos de interés. Entramos por la zona este y aparcamos en Desert view, a estas alturas del viaje ya sabíamos que habría buenos aparcamientos, baños, y servicios varios.
Nos acercamos a las vistas y la primer sensación es indescriptible pues es tan inmenso que la vista no te alcanza, además hay varios puntos que captan tu atención entre ellos el punto donde en 1956 tuvo lugar un accidente aéreo de la TWA-UNITED AIRLINES, después de pasar un rato nos fuimos a ver la torre pero no se puede visitar (al menos cuando fuimos), solo la parte de abajo, la cual es una tienda de souvenirs. Aquí nos quedamos con el nombre de Mary Colter, la cual diseño varios edificios del Cañon. Seguimos a Navajo point, un mirador de pasada pues no hay que desviarse prácticamente y puedes ver el rio Colorado serpenteando abajo, muy buenas fotos para parar cinco minutos. Otra vez al coche pues vamos a Moran Point, otro pequeño desvío y ya estamos, volvemos a ver el rio y más formaciones rocosas inmensas, el sol va bajando. Seguimos aprovechando el día para desviarnos y ver Gran View point, es un lugar bastante concurrido, unos escalones bastantes descuidados te permiten bajar abajo del cañon. Fue muy importante en su tiempo (1897-1913) como un lugar de extracción de cobre, incluso hubo un hotel.
No veo personalmente un trail adecuado y más cuando se puede bajar al cañón desde otros puntos pues el camino (apenas bajamos 100mts) nos pareció bastante empinado y con mucha piedra suelta. Debíamos continuar pero mucha gente estaba esperando ver el atardecer allí. Ahora el tiempo apremiaba y no paramos en Duck on a rock point seguimos pero paramos dada la cercanía desde el parking al mirador en Pipe Creek. Desde ahí ya no paramos en ningún sitio hasta llegar al Bright Angel Lodge. Llegamos al anochecer ya y la culpa la tuvo la fauna del parque. Sorprendidos de la cantidad de gente que había en la cuneta frenamos para cotillear, un gran venado se paseaba de lado a lado comiendo hierba mientras niños y mayores lo inmortalizaban con sus fotos.
Al final llegamos al hotel, checking rapidísimo, ya era noche cerrada las habitaciones están bastante bien, hay nevera y cafetera con diferentes cafes e infusiones, el baño genial y hay una puerta con mosquitera que da a un porche donde dispones de sillas y bancos de madera. El porche da a la parte delantera del lodge, lastima no poder aprovecharlo. Cenamos allí, muy rápido hamburguesas y ensalada, nos pareció bastante caro, aunque no recuerdo bien cuánto. Las camas eran muy confortables y enseguida nos dormimos tocaba madrugón para ver amanecer, al necesitar bus para los mejores puntos donde la gente va a ver amanecer decidimos que si nos levantaríamos pero lo veríamos desde donde nos alojábamos.

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A estas alturas del viaje, el corazón puede más que la razón y sinceramente levantarse para ver amanecer era ya mucho pedir aunque la frase de “ ya que estas aquí..” pues nos levantamos.
No nos movimos de nuestra zona y salimos a pasear por Kolb studio, Lookout studio hasta el hotel Tovar. No es el mejor sitio ni de lejos, pero vimos amanecer y salir aquel sol ante esa inmensidad. Las fotos son preciosas pero nuestras caras son un poema.(lo siento pero esas fotos estan censuradas, no hay una solo de paisaje) Volvimos a la habitación y como el desayuno no estaba incluido, decidimos desayunar en la habitación; la leche garrafa de tapón azul me dio un buen chute para seguir. Despertamos a nuestro hijo, recogimos y dejamos las cosas en el coche, hicimos el check out porque no queríamos tener que venir de propio a la hora indicada. El coche lo dejamos en el parking. Un apunte, este hotel lo reservamos a través de la página de Xanterra (125 euros triple)y debo decir que fue un acierto total pues está al lado de la parada de autobuses de la línea roja esta ruta funciona cada 10-15 minutos y cada 30 minutos en las horas de antes de amanecer y durante y al ocaso. De todos los mapas que te proporcionan a la entrada está el de los recorridos de los buses y es muy útil, no solo porque te indica cuantas millas y kilómetros hay de un mirador a otro sino porque también te da planos de las paradas . Importante la línea roja para a la ida en todos los miradores y a la vuelta desde Hermist solo en Pima; Mohave; Powell y Village route. Como es normal lo quieres ver todo pero es difícil…paramos en Maricopa, un mirador en el que hay que andar un poquito para llegar al borde un promontorio rodeado por una barandilla, de ahí fuimos a Powell point ( aquí hay un memorial dedicado al explorador John Wesley Powell geólogo realizo exploraciones que sirvieron para comprender la geología del gran cañón) y de allí a Hopi point, no era muy tarde pero el sol pegaba de pleno. Estos tres miradores están próximos, por lo que se puede hacer un paseo por el borde del cañón las vistas entre los mismos son muy parecidas pero no por ello poco espectaculares.
Pero es en Hopi point cuando podrás divisar el rio Colorado. Y varias formaciones que terminan en unas crestas reseñables.
Continuamos nuestra ruta en el autobús, vamos a la siguiente parada que es Mohave point aquí busca en los laterales fuera de las vallas para captar la instantánea del rio Colorado a la izquierda adivinándose más a la lejos el zigzag de su curso.
Volvimos a coger el bus pues nos apetecía ver The Abyss, nos dijeron que no merecía mucho la pena pero el cortante de la pared hacia abajo es abrupto e impresionante, aquí también apreciaras el rio y un apunte, no veras mucha gente, es de los menos visto.
Saltamos Monument Creek Vista para parar en Pima point y finalmente llegamos a Hermits Rest. Al llegar un arco de piedras con una campana da la bienvenida. Construido en 1914 al final de la carretera para los que iban a descender al cañón por Hermit trail.
Hay baños y tienda de regalos así como un bar. Toda la arquitectura está en consonancia con el ambiente y recuerda las construcciones delos mineros.
Tras unas fotos y descansar un poco cogíamos el bus de regreso hasta el Bright Angel, donde cogimos el coche y nos detuvimos en la estación del Gran Cañon (train Depot) Por si alguien tiene tiempo el tren sale a las 9´30 cada día de Williams para llegar al Gran Cañon South Rim a la11´45 y luego vuelve a las 15´30, hay otro servicio más en verano pero no había horario del mismo en la estación. La estación ofrece servicio desde 1901. Las máquinas de tren son vintage y si se dispone de tiempo es curioso detenerse, enfrente hay dos zonas donde se aparca con facilidad .
Como ya era la hora de comer, decidimos parar en la zona del Market plaza, pues entramos en Canyon Village Market &Deli y tras cotillear y comprar una navaja multiusos personalizada y unas mantas para sofá (estaban en promoción muchas cosas y eran muy bonitas) vimos que había una zona con servicio de comidas calientes. Pedimos una pizza familiar para tres, una ensalada y unas bebidas rellenables.(35,49 euros) La comida pues normal, pero de cantidad sobradísimo. Estuvimos en la terraza exterior, comiendo y disfrutando con el personal de mantenimiento que nos invitaron a sus comidas y nos contaron su trabajo y su día a día en el parque. No me podía imaginar lo que conlleva mantener un parque de esas características.
Después de comer teníamos claro que nos quedaba por ver Yaki point, pues no pudimos hacerlo el día anterior ,ya que os recuerdo que ese mirador a pesar de ser del este no puedes entrar con tu vehículo propio. El paseo en bus fue un breve recorrido de venados pastando y campando a sus anchas. El mirador es perfecto para atardeceres y amaneceres, nosotros lo vimos sobre las 16´30 y los colores van cambiando, sinceramente no te lo pierdas el promontorio que sale te da una idea de lo que hay más al oeste. La pena es que este fue el último y hubiera sido mejor en orden correlativo. Al salir, cogimos bus para volver al visitor center, donde habíamos dejado el coche. No llevábamos ni dos minutos cuando la conductora paró bruscamente y señalaba a la derecha entre matorrales…allí pudimos ver un cachorrillo de puma que se escondía al oír ruidos. Increíble!. Volvimos al visitor center, esto se acababa, cogimos el coche y conforme íbamos saliendo del parque íbamos viendo como la fauna descansaba a ambos lados de la carretera, solos, en manada, comiendo, descansando una despedida con buenísimo sabor de boca.
Partimos para nuestro siguiente destino de Williams, tiramos de un motel de la cadena Travelodge ( 103,11 euros) ,checking rapidísimo y a tiempo para jacuzzi. El hotel nada del otro mundo pero la situación muy buena accesible, silencioso y con posibilidad de andar hasta lo más turístico. Tras el jacuzzi y ducharnos fuimos a ver Monument park, un sitio curioso donde está la estatua de Bill Williams un hombre de la montaña fundador del pueblo y en la otra parte hay una estatua de un soldado en memoria de todos los soldados que combatieron en la diferentes guerras por su país. Hay placas conmemorativas y se ve que dejan monedas sobre las placas que nadie toca (civismo total) De allí cruzamos enfrente para ver Route 66 museum and gift Shop, es una gasolinera con tienda de regalos ambientada totalmente en la ruta, tiene mogollón de coches con ojos imitando a los de la película Cars . Despues nos acercamos a la calle principal (íbamos en coche porque estábamos reventados y era fácil aparcar)a ver la decoración típica de pubs y tiendas. Regresamos al hotel aparcamos y cenamos enfrente del hotel (Goldies Route 66 Dinner).
Dios mío, parece que estábamos en la típica película americana y aparecería Michael J Fox en, regreso al futuro. Al final, muertos, volvimos al hotel con un muy buen sabor de boca, mañana más, era enteramente ruta 66.

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Nuestro hotel no era un lujo, pero las camas estaban bien, teníamos la puerta de la habitación pegada al coche (creerme que a estas alturas se agradece) y no había ni un solo ruido. Dormimos fenomenal. El desayuno en unas cuantas mesas en la recepción del hotel es correcto, leche garrafa tapones rojo y azul, yogures, dos o tres clases de cereales, mantequilla, mermelada, tortitas (las hacia una máquina que no le echabas nada solo apretabas y te las iba sacando) y alguna bolsita con magdalenas y galletas. Para nosotros, por el precio pues normal. Volvimos habitación recogimos y nos paseamos un poco más por Williams, partimos a Seligman dejábamos Williams a la 9´50 y estábamos en Seligman a las 10´35. Es muy curioso como a lo largo de esta ruta, sobre todo entre los tres primeros pueblos (Williams, Seligman, kingman) vas conduciendo y ves como paralelos a ti van larguiiiiiiiiiiiisiiiiiimos trenes de incontables vagones.
En Seligman elegimos callejear por la avenida principal, paramos en Historic Seligman
Sundries
a lo largo de la visita los coches de otras épocas se suceden y cuando entras en las tiendas un barroquismo decorativo y un merchandaising peculiar te dan la bienvenida. Estuvimos media hora viendo lo típico y con la sensación de que ya habíamos visto todo.
De ahí, partimos para Kingman, el viaje es comodísimo, la tranquilidad de la carretera y los paisajes es un disfrute para el que conduce, hora y media después llegamos. Aparcamos cerca de La Locomotora de vapor Santa Fe y fuimos directos subimos para verla bien por dentro y la rodeamos, está muy bien conservada.
Como nuestra idea era comer en Mr D´z decidimos visitar edificios representativos y creedme que aquí hay unos cuantos. Aun hay que moverse un poco (podéis ir con el coche ningún problema de aparcamiento), un inciso, la ruta 66 es bastante republicana por tanto,” Dios salve a Trump y su familia” en fachadas, escaparates e incluso en rótulos y vallas en mitad de la carretera es normal. Bueno cerca de la locomotora hay un panel con un mapa y los edificios más representativos, haced foto y así vais viendo los que más tiempo o ganas tengáis.
Nosotros no visitamos ningún sitio por dentro pero es que tampoco había tiempo para eso, resumiendo vimos Mohave County court house, Casa Bonelli, templo masónico, el museo del ferrocarril, y la emblemática Thunder-rode con un pedazo de Harley-Davidson tuneadisima para fotografías y deleite de turistas y aficionados a motos. Ahora si, después de un buen paseo bajo un sol de justicia ya era la hora de comer y nos dirigimos a Mr D´z ya desde fuera presientes que vas a entrar y allí estarán Rizzo y las pink ladies esperando a Danny y a Kenickie.
El restaurante en question no solo se te mete por los ojos sino también por la boca, y para rematar los batidos, los hay de decenas de sabores, nosotros cuando entramos vimos esos plátanos maduritos y de eso lo pedimos, no solo te dan tu batido todo decorado y buenísimo sino que te traen el resto que hay en la batidora, con lo cual lo rellenas y lo vuelves a rellenar, Dios mio que placer!!. Bueno se nota que soy más de dulce, pedimos hamburguesas y ribs con guarniciones y todo de 10. Sinceramente, me gusto más la comida aquí que en Peggy Sue, decoraciones aparte, otra cosa, no me dio la impresión de ser el sitio solo para turistas ya que el 80% eran locales. De ahí, cogimos el coche y cruzamos al otro lado del restaurante para ver el edificio del museo del ferrocarril y por supuesto pasar por el arco de kingman para hacernos la típica foto.
Cambiamos de conductor (en bendita hora) y nos fuimos al siguiente punto. Oatman, salimos de ”Grease” y nos metimos en tierra de forajidos, el auténtico oeste te espera. El pueblo en sí, no es más que una calle y algún ramal más, pero es tan auténtico que lo único que sobran son los coches. Conducir de Kingman a Oatman es solo 50 minutos pero desde luego la última parte de la carretera está llena de curvas y piensas que no vas a ningún lado.
Estuvimos media hora, lo justo para ver el pueblo, un pueblo que nació ante la demanda de gente que venía a las minas en busca de oro desde 1906 a 1931 este experimentó un auge llegando a tener hasta 10000 personas, continuamos pero la carretera es de burros y si tienes que parar porque están en medio, te aguantas.
Hay varios puntos en el pueblo en el que venden comida para burros, como parte de la atracción turística de la zona.
Continuamos viaje hasta llegar a Barstow, el hotel California Inn (96´32 euros) nos esperaba. Seguimos viendo Josua trees por la carretera y el paisaje seguía siendo desértico. Descartamos totalmente ir a Calico, nos parecio una turistada y después de Oatman dimos por finiquitado los pueblos. Cuando llegamos al hotel una limonada de fresa helada hizo más placentero el checking. Esta vez nos tocó en la segunda planta y con vistas a la piscina, sobre las 19 nos dimos un baño y subimos a la habitación, muy espaciosa , con nevera y microondas y nos dimos una ducha, queríamos encontrar un sitio para cenar Peggy Sue ya habíamos estado e íbamos a la contra así que cogimos coche pero no estaba casi nada abierto y nos dirigimos a Food4less un super que había en una plaza comercial, allí compramos algo para el desayuno y una cena que nos supo a gloria ya que había unos arcones que guardaban comida caliente y pudimos llevarnos unas alas de pollo, una pizza y una ensalada para los tres. Volvimos al hotel y nos acostamos pronto pues al día siguiente había plato fuerte para mi hijo y debíamos madrugar.

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