![]() ![]() La Toscana 2022: entre termas y cipreses ✏️ Blogs de Italia
12 días por La Toscana en camper y Agriturismo con nuestro espartano de 10 añosAutor: Suga Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.3 (6 Votos) Índice del Diario: La Toscana 2022: entre termas y cipreses
01: Preparativos y salida Barcelona- Civitavecchia
02: De Saturnia A Terme San Giovanni, de terma en terma
03: Arezzo: Tras los pasos de Guido y Josué
04: Valle De Chianti, un domingo entre viñedos
05: San Gimignano Y Certaldo: helados con copyrigth y la cuna de Bocaccio
06: Volterra, Monteriggioni y Siena: etruscos, romanos y viceversa
07: Una Toscana de cine: Gladiator
08: Los cipreses creen en Dios...y más en Val D'Orcia
09: Pienza: La Toscana más romántica
10: Maranello: De cuando casi nos compramos un Ferrari...o un Lamborghini
11: Bolonia: no solo Pisa tiene torres inclinadas
12: Lucca, Pisa y tarde de playa en Torre del Lago
13: Abetone: vuelven las montañas
14: Portofino: el puerto de los delfines
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Etapas 10 a 12, total 14
Después de tanto ciprés, tanta foto y tanto etrusco decidimos dedicar un día para Hugo. Era sorpresa, nos íbamos a conocer el MUSEO FERRARI, en Maranello.
Sí, era una paliza de kilómetros, pero mi hijo después de Roma, lo que más le flipan en este mundo son los playmobil y los coches, así que bien recorridos estuvieron, y aprovechamos el día a tope. Lo más aconsejable para no esperar colas en el Museo Ferrari es sacar las entradas online con antelación. Nosotros pensamos que no habría mucha gente (ilusos) y cuando llegamos la cola para la gente sin entrada reservada era interminable. Suerte que me dio por preguntar y me dijeron que las personas con movilidad reducida y sus acompañantes no esperan cola, y además 2 entran gratis, así que solo pagamos unos 27 euros creo que fueron por la entrada de mi marido. Incluye el museo Ferrari y la casa de Enzo Ferrari, que está en Módena. A mi no me entusiasmaba mucho la idea pero los chicos estaban emocionados, analizaron coche por coche, foto prácticamente en cada uno de ellos...y aunque no es un museo muy grande nos tiramos 2 horas de visita. A la salida vemos que hay una tienda oficial enfrente del museo pero con unos precios más asequibles y entramos a ver qué recuerdo se podía llevar Hugo, cuando padre e hijo empiezan a mirar precios para alquilar un Ferrari...total que se emocionan el uno con el otro, se retroalimentan y terminamos montados en un Ferrari Portofino por las calles de Maranello, si no lo veo, no lo creo. 110 euros costaron 15 minutos pisando el acelerador, pero bueno, es una vez en la vida, y más en una ciudad tan automovilística como Maranello. La experiencia estuvo guay, nos encantó. Viajas con un tutor que te va explicando cosas y te indica por donde tienes que ir para que puedas pisar el acelerador. Te van grabando el viaje y luego te lo cobran si lo quieres también, nosotros ya de la grabación pasamos. Al terminar nos hicimos cientos de fotos y fin de la experiencia. Hemos compensado lo que nos hemos ahorrado en museos y parkings con montar en un Ferrari. Padre e hijo flipados para lo que quedaba de viaje, claro. Pensé que con el subidón de conducir un Ferrari ya estaría cubierto el cupo de ver coches y podríamos dedicarnos a otras visitas, pero no, los dos querían conocer la casa de Enzo Ferrari, así que nos vamos a MÓDENA, a ver donde vivía este señor. Por suerte para mi, esta visita fue mucho más corta y rápida, y ya que estábamos en Módena, dimos un paseo rápido por el centro, comimos en un restaurante y volvimos a la furgo, era insoportable el calor que hacía. Pero aún no parecían estar saciados de coches, así que localizan el MUSEO LAMBORGHINI, de camino a Bolonia (que era mi objetivo), y también nos toca visita... De nuevo Hugo y un adulto entran sin pagar y el otro paga alrededor de 15 euros, es más barato y más pequeño que el museo Ferrari. No hay demasiados coches que ver, pero coincidimos con una visita guiada privada a una pareja e iban abriendo y encendiendo todos los coches, y nos pegamos a ellos como lapas para que marido e hijito no se perdieran ni un detalle del interior de los coches. A estas alturas yo ya había desconectado por completo del mundo automovilístico, había buscado un sitio donde esperar y ya estaba organizando la visita a Bolonia. Etapas 10 a 12, total 14
40 km de soportales hacen que BOLONIA esté a punto de entrar, gracias a ellos, en el Patrimonio Mundial de la Unesco. Es la ciudad con mayor número de soportales del mundo, y tiene la calle con el más largo de todos, un total de 666 arcos, el soportal de San Luca.
A Bolonia se le conoce con 3 nombres distintos: la Dotta, por su famosa Universidad; la Rossa, por su pasado comunista y la cantidad de edificios rojos que tiene; y la Grassa, por su amplia variedad gastronómica. Con esta información básica abordamos Bolonia, borrachos de tanto coche de lujo durante todo el día. Aparcamos antes de que indicasen los carteles que llegaban las calles del centro y que había cámaras, y en una calle cercana dejamos la furgo. Recorrimos la avenida de los soportales maravillados, pensando lo afortunados que son los de Bolonia que pueden salir a pasear incluso con una Filomena, siempre a resguardo. Llegamos a la piazza del Nettuno, donde un imponente pero poco dotado Neptuno nos esperaba. Parece ser que la iglesia no dejó a su artista diseñarle las partes íntimas en consonancia con el tamaño de la escultura. Así que el escultor (Juan de Bolonia), ni corto ni perezoso, se vengó: si buscas en los alrededores una baldosa de diferente color al resto y miras hacia Neptuno te llevarás una sorpresa, es un efecto óptico producido por uno de los dedos de la mano del Dios. Me encantan estas curiosidades. Ahhh y por si habíamos tenido pocos coches el día de hoy...el tridente de Neptuno es la imagen de la marca italiana de coches Maserati, con sede en Bolonia. Continuamos bordeando la plaza hasta llegar a la piazza Maggiore, y volvimos a la calle principal por la plaza de Re Enzo, donde se llevaron a cabo miles de ejecuciones en la horca. Y finalmente llegamos a otro must en Bolonia: sus famosas torres: Asinelli y Garisenda. La torre Garisenda medía en su origen 60 metros, pero hubo que recortarla ya que empezaron a verse signos de un posible derrumbe debido a su inclinación, hoy en día ésta es casi imperceptible. Por su parte, la torre Asinelli tiene más de 97 metros de altura y 1,2 de inclinación. Fue utilizada durante la 2º guerra mundial como observatorio para avisar a los servicios de socorro durante los bombardeos. El hundimiento de la tierra y los cimientos hicieron que se fuese inclinando. Para nuestra decepción descubrimos que estaban cerradas y valladas, supongo que por rehabilitación. En su día, al igual que ocurrió en San Gimignano, Bolonia tuvo más de 100 torres, en internet encontré una recreación de cómo sería esta ciudad en la Edad Media: Nos compramos unos helados y nos sentamos a contemplarlas. Al terminar, deshicimos el camino andado, era tarde, estábamos lejísimos de nuestro agriturismo, casi sin baterías en los móviles ni en la cámara, y cansados de todo el día. Así que dejamos para otra ocasión terminar de ver esta ciudad con tantas curiosidades y misterios y emprendimos las más de 2h que nos separaban de "casa". Pero al abandonar la ciudad vemos que se está poniendo el sol y en una de sus muchas colinas destaca una especie de iglesia, así que terminamos de agotar la batería en buscar qué era eso y cómo llegar. Se trataba del Santuario de Nuestra Señora de San Luca, nos dirigimos con el coche hasta allí y por el camino descubrimos un auténtico peregrinaje de gente que subía. No exactamente por su fe religiosa (que también los habría) sino por el reto deportivo que supone llegar a ella, de hecho, ha sido hasta en 4 ocasiones una de las etapas del Giro de Italia. El famoso pórtico del que os hablaba al principio de esta etapa, el más largo del mundo, es el que os llevará al Santuario si decidís hacerlo a pie, es decir, casi 4km de escaleras en subida, ahí es nada. De hecho si se ve el pórtico desde las alturas, simula una serpiente, cuya cabeza sería aplastada por el Santuario de la Virgen. También existe la opción de subir en un trenecito, o bien en coche, como hicimos nosotros. Allí terminaron de morir nuestras baterías, con las últimas fotos de la jornada de hoy... Etapas 10 a 12, total 14
Hoy tenemos claro que dedicaremos la mañana a visitas turísticas, pero que la tarde será para pasarla en la playa, así que escribo a Mery de Mi viaje en La Toscana y ella me recomienda una que fue ideal, más tarde os cuento, ahora vamos a las ciudades.
El día comienza en LUCCA, parada obligatoria en todo viaje a La Toscana, lo tengo claro. Está enclavada entre el mar y la montaña, además de ser conocida como la Ciudad de las 100 iglesias. Aparcamos muy cerca de la muralla, de la Porta San Pietro, y tras seguir a la cantidad de gente que ya a esas horas caminaba por Lucca, llegamos a su primer must: la Piazza Dell 'Anfiteatro, construida sobre las ruinas de un antiguo anfiteatro, que se encuentra enterrado a unos 3m de profundidad bajo la plaza. Se puede acceder a ella por varias puertas, pero solo una de ellas, la más bajita es una reproducción exacta de la original. Desde allí y callejeando sin mucho rumbo, simplemente dejándonos llevar por la belleza de sus calles llegamos a su famosa TORRE GINIGUI, en la que se han realizado conciertos de música clásica, se han contemplado increíbles atardeceres e incluso dicen que las 7 encinas plantadas en su terraza predicen las desgracias. Los Ginigui fueron una familia de ricos, que como no, se dedicaron a levantar su torre en señal de su riqueza y fortaleza, como en otras tantas ciudades toscanas. Dicen que uno de ellos plantó una de las 7 encinas, la más alta, y al poco tiempo empezó a perder todas sus hojas, como señal de mal augurio. En efecto, Paolo Ginigui fue capturado por los Sforza, y encerrado en Pavía, donde murió dos años después. La subida consta de 230 escalones, y tras esperar una breve cola, subí para contemplar Lucca desde las alturas. Hugo se queda con papá visitando unas tiendas de recuerdos. La subida es cómoda, sobre todo al principio, permite parar y descansar si así se desea. El mayor agobio llega arriba, porque entre las encinas, la estrechez de la torre y la cantidad de gente que hay se hace difícil moverse guardando una mínima distancia. Tras refrescarme después de la bajada, visitamos la iglesia de San Miguel in Foro, con su escultura de más de 4 metros de San Miguel luchando contra el dragón junto a dos ángeles. Continuamos con la iglesia de San Justo, la de San Frediano y terminamos con la CATEDRAL DE SAN MARTÍN. En nuestra casa San Martín es de sobra conocido, puesto que es uno de los playmóbil favoritos de mi hijo. Aún recuerdo las vueltas que tuve que dar unas navidades, para conseguir el dichoso San Martín con el mendigo, ya que llevaba años descatalogado y terminé comprándoselo a un coleccionista alemán (imaginaros la broma), y no sé qué tiene de especial, pero en todas las batallas de playmóbil que monta mi hijo, ahí está su San Martín a caballo. Resulta que un día de invierno Martín que era soldado romano, iba en su caballo cuando un mendigo se le acercó temblando de frío y hambre, el soldado rasgó con su espada la capa y le dio la mitad, guardando la otra parte para el ejército al que defendía. La gente que lo vio, encendió farolillos y fueron hablando de la generosidad del soldado por toda la ciudad. Días más tarde Jesús se le apareció con la mitad de la capa para darle las gracias, y a partir de entonces Martín se dedicó a la vida religiosa. De hecho en Alemania, se festeja el día de Sankt Martin también. Bueno que todo esto venía para contaros que nos encantó la catedral de Lucca, levantada en honor a este soldado romano. Terminamos la visita de Lucca con sus MURALLAS, un auténtico oasis verde donde pasear en bici, caminar...a lo largo de más de 4km. Nosotros dimos un paseo corto y nos retiramos, deseábamos refrescarnos en la playa. Otro de los sitios turísticos de Lucca es el PUENTE DEL DIABLO, nosotros lo descubrimos al ir a comprar una postal de las que nos automandamos a casa cuando salimos de viaje, buscamos donde estaba y el sitio era espectacular. Está a media hora en coche hacia el norte, camino del Abetone. Así que decidimos pasar a visitarlo el día que nos íbamos de La Toscana; pero os lo pongo aquí con la visita a Lucca. A nosotros no nos impresionó debido a que estaba prácticamente seco (con el verano que hemos tenido no es para menos), pero hay fotos en internet realmente espectaculares tomadas en otros momentos del año. Me dio mucha pena verlo así. La jornada continuaba con PISA, lugar del que hubiese prescindido, aún sin conocerlo, de saber lo que allí nos esperaba...41º a las 14h, una humedad horrible y una masificación que ni en las manifestaciones...horroroso. Así que duramos allí lo justo para las 4 fotos de rigor, y un ratito para que a Hugo se le pasase el alucine con la torre. Nunca mais, lo tengo claro. Ahora sí, llegó el momento más deseado del día con esas temperaturas, nos vamos a TORRE DEL LAGO, la playa que nos ha recomendado Meri, que tiene una zona gratuita y súper tranquilita, y está a escasos kilómetros de Pisa, pero donde nos aguardaba por fin paz y tranquilidad. Aparcamos en el parking que tiene, cruzamos por la zona privada, pasamos a la pública y allí colocamos nuestras sillas, sombrilla y a disfrutar del Mediterráneo de nuevo, un gustazo. Llegamos al Agriturismo al atardecer, para darnos una ducha y cenar en su restaurante que previamente habíamos reservado junto con una cata de vinos. Cenamos súper bien (y barato) y la cata de vinos fue muy interesante. Compramos algunas botellas para llevarnos a España, nos despedimos del dueño del alojamiento y terminamos de hacer las maletas que habíamos comenzado el día anterior. Nos acostamos súper cansados, hemos conseguido tachar prácticamente todos nuestros destinos de la lista y ahora tocaba emprender el regreso, y con él, una nueva aventura; viajar en camper es lo que tiene. Etapas 10 a 12, total 14
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