![]() ![]() De viaje por Francia: diarios, viajes y excursiones en coche. ✏️ Blogs de Francia
Recopilación de todas las etapas que he publicado en el foro de nuestros viajes por Francia y que hasta ahora estaban desperdigadas en varios diarios, tanto de Francia como del norte de España. Las etapas escritas en mayúsculas corresponden al inicio de un viaje completo, seguido por sus etapas numeradas. Las etapas sin numerar son escapadas sueltas.Autor: Artemisa23 Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (3 Votos) Índice del Diario: De viaje por Francia: diarios, viajes y excursiones en coche.
01: Intención del diario y forma de utilizarlo (09/02/2024).
02: POR LOS CASTILLOS DEL LOIRA, NORMANDÍA, BRETAÑA Y AQUITANIA. (1) Introducción.
03: 2. Duna de Pilat, Arcachón, Marais Pointevin, Clisson, Nantes.
04: 3. Nantes, Champtoceaux, Saumur, Chinon.
05: 4. Chinon, Ussé, Azay-Le-Rideau, Langeais, Villandry, Amboise.
06: 5. Amboise, Loches, Montresor, Chenonceau.
07: 6. Amboise, Cheverny, Chambord, Chartres.
08: 7. Chartres, Les Andelys, Etretat.
09: 8. Fecamp, Honfleur, Playas del Desembarco, Villedieu-Les-Poeles.
10: 9. Villedieu-Les-Poeles, Fougeres, Vitre, Dinan, Le Mont Saint Michel.
11: 10. Le Mont Saint Michel, Cancale, Saint Malo, Costa Granito Rosa (Ploumanach).
12: 11. Costa Granito Rosa, Cap Frehel, Fort La Latte, Josselin.
13: 12.Josselin, Auray, Carnac, Vannes, Malestroit, Rochefort-en-Terre, La Rochelle.
14: 13. La Rochelle, Saint Emillion, Castets.
15: 14. Castets y Biarritz.
16: Ainhoa, St.Jean Pied Port, Puente Holtzarte, Cueva La Verna, Gargantas Kakueta.
17: SUR DE FRANCIA EN DOS SEMANAS. (1) Itinerario.
18: 2. Foix. La Fontaine de Fontestorbes. Castillo de Montsegur. Mirepoix.
19: 3. Carcasona (Carcasonne). Castillo de Lastours. Castres.
20: 4. Cordes-Sur-Ciel. Najac. Cueva de Pech Merle. Domme.
21: 5. Beynac-et-Cazenac. La Roque Gageac. Jardines de Marqueyssac.
22: 6, Sarlat-la-Caneda. Turenne. Collonges-la-Rouge. Carennac. Loubressac. Autoire.
23: 7. Rocamadur. Gouffre de Padirac. Cabrerets. Saint-Cirq-Lapopie.
24: 8. Cahors. Saint-Antonin-Noble-Val. Penne. Castelnau de Montmiral.
25: 9. Albi. Ambialet. Brousse-le-Chateau.
26: 10. Saint Rome-de-Tarn. Peyre le Rozier. Montpellier-le-Vieux. Aven Armand.
27: 11. Las Gargantas del Tarn (Gorges du Tarn).
28: 12. Remoulins. Puente del Gard (Pont-du-Gard). Aviñón (Avignon).
29: 13. Saint-Remy-de-Provence. Ruinas de Glanum. Les-Baux-de-Provence. Arles.
30: 1. Narbona. Cucugnan. Castillos Queribus y Peyrepertuse. Gargantas Galamus.
31: 15. Collioure. Resumen del viaje y comentarios.
32: AUVERNIA, PIRINEOS Y AVEYRON. (1) Itinerario.
33: 2. Viaje de ida: altos Pirineos franceses: Cauterets.
34: 3. Altos Pirineos: Lac Gaube, Circo Oulettes, Pont D'Espagne, Col Tourmalet
35: 4. Aveyron: Bozouls, Conques.
36: 5. Auvernia: Gargantas de la Jordanne, Puy Mary.
37: 6. Auvernia: Le Puy-en-Velay, Gargantas de L'Allier en tren turístico.
38: 7. Auvernia: Saint Nectaire, Pic Sancy, Col Guery, Puy Pariu, Puy de Dome.
39: 8. Auvernia: Clermont-Ferrnad, Montpeyroux, Issoire, Boudes (Vallée des Saints).
40: 9. Auvernia: Besse-et-Saint-Anastaise, Lac Pavin, Murol, Chateau de Val.
41: 10, Auvernia: Salers, Tournemire.
42: 11. Altos Pirineos: Luz Saint-Saveur y ruta a pie a la Brecha de Rolando.
43: 12. Altos Pirineos: Circo de Gavarnie (ruta a pie). Gedre.
44: 13. Altos Pirineos: Pic du Midi de Bigorre. Lourdes.
45: 14. Altos Pirineos: Saint Savin. Fin del viaje. Resumen y comentarios.
46: Pirineos: Excursión a Villafranca de Conflent (Patrimonio Mundial).
47: Pirineos: excursión a las espectaculares Gargantas (Gorges) del Carança.
48: Pirineos orientales. Cerdaña francesa: Cueva (Grotte) de Fontrabiouse,
49: Pirineos orientales. Cerdaña Francesa: Lagos de Bollosa (Lacs des Bouillouses),
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Etapas 16 a 18, total 49
![]() Ainhoa, St.Jean Pied Port, Puente Holtzarte, Cueva La Verna, Gargantas Kakueta.Excursiones a Francia que hicimos durante un viaje a Navarra: Ainhoa y Saint Jean de Pied de Port desde Zugarramurdi y el Puente de Holtzarte, la Cueva La Verna y las Gargantas de Kakueta desde Isaba.
Excursiones desde Zugarramurdi.
Durante un viaje que hicimos por Navarra, después de visitar Zugarramurdi y sus cuevas, ya muy cerca de la frontera, nos dieron publicidad del Petit Train de La Rhune. Unos años antes, habíamos tomado otro petit train de los pirineos franceses, el de Artouste, así que no es que tuviéramos demasiado interés, pero como nos encontrábamos tan cerca, decidimos probar. Naturalmente, fue una tontería porque la estación (que nos costó bastante encontrar, por cierto) estaba hasta los topes, con turnos de espera de más de dos horas de subida y ni se sabe cuánto tiempo para bajar. Era de esperar en pleno verano y es que, ya en Francia, volvían (volvíamos) a aparecer los turistas a decenas. Así que nos fuimos por donde habíamos venido y cambiamos de objetivo.
Ainhoa. Ubicado a escasos 9 Km. de Zugarramurdi, Ainoha está catalogado como “uno de los pueblos más bonitos de Francia”, lo cual no siempre significa demasiado. Realmente el paisaje es muy bello y sus casas muy pintorescas y cuidadas, aunque el gran número de coches aparcados junto a las casonas le quitaban algo de encanto. Ayuntamiento y casas en Ainhoa.
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Saint-Jean-Pied-de-Port. Seguimos por la carretera francesa D-918 hasta este precioso pueblo medieval, a una decena de kilómetros de la frontera española. Este sí es de los que se aconseja visitar sin recelos porque seguro que gusta a todo el mundo. No voy a relatar aquí la agitada historia de esta villa, fundada en el siglo XII, y que pasó por manos aragonesas, navarras y francesas porque me llevaría demasiado tiempo, solo decir que.su importancia se debe ante todo a ser camino natural de paso de los peregrinos en la ruta jacobea francesa.
![]() ![]() ![]() ![]() Mejor que describirlo es visitarlo y asomarse al puente sobre el río Nive (Errobi en euskera), perderse en sus animadas calles, recorrer la rue d’Espagne, que apenas ha variado su fisonomía desde los tiempos medievales donde los artesanos te ofrecen frutas, patés y mermeladas caseras, subir la empinada cuesta que lleva hasta lo alto de la fortaleza, bordeada de preciosas casas salpicadas de flores, todo ello en un entorno natural precioso. Quizás fue la luz maravillosa de aquel día, pero ni el gran número de turistas que abarrotaba el lugar (mejor procurar ir a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde para evitar las multitudes) menguaba el disfrute de la visita a un pueblo encantador.
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Siguiendo por la D-933 que ya en España se convierte en la N-135, ni un momento te abandonan los idílicos paisajes de montañas verdes que esconden recónditos valles y escarpadas gargantas, cuya vista resulta espectacular desde el mirador del puerto de Ibañeta. Y como el que no quiere la cosa llegamos a Roncesvalles y lo pasamos de largo casi sin querer, con apenas un vistazo de pasada porque tenemos intención de venir aquí algún día para iniciar nuestra ruta jacobea a pie. Ya en la NA-140, paramos en el espectacular mirador de Aizkatua, que ofrece una perspectiva de 360 grados de los valles circundantes (Aezkoa y Salazar). Hay que subir hasta lo más alto por un camino rocoso. No tiene ningún peligro, tiene vallas de protección y está señalizado, pero mejor no ir en chancletas sobre todo si ha llovido. No era nuestro caso, pero el sol, las sombras y el inminente crepúsculo pugnaban por ganar su sitio en aquel inmenso horizonte verde haciendo que las fotos no respondan ni mucho menos a las magníficas perspectivas. Para mí, uno de los mejores miradores de Navarra.
![]() Excursiones desde Isaba (Valle del Roncal). Dos días después, desde nuestro alojamiento en Isaba visitamos en una jornada el Puente de Holtzarte, La Cueva La Verna y las Gargantas de Kakueta, lo que supone un recorrido total de 119 kilómetros, que no son muchos, pero se circula por carreteras de montaña que no permiten muchas alegrías y las medias de velocidad son bajas.
Perfil del recorrido según Google Maps.
![]() Nos levantamos temprano, y dimos gracias por el nuevo día espléndido que había amanecido ya que la excursión de hoy requería buen tiempo. Dimos una vuelta por Isaba, a la espera de que abrieran alguna tienda para comprar fruta y el pan y el fiambre para los bocatas del día.
Fuimos por la NA-140 y luego por la NA-2011 hasta el Puerto de Larrau, en cuyo alto paramos para ver el paisaje y hacer algunas fotos en el mirador de Pikatua. Hacia la zona francesa se veían nubes bajas, pero nada preocupante. Había un buen grupo de ciclistas en el puerto. Nos llamó mucho la atención la cantidad de ciclistas que vimos en las carreteras navarras, hombres y mujeres, auténticos esforzados de la ruta, que a menudo en solitario afrontaban subidas que infundían respeto incluso en coche. Realmente hay mucha afición a la bicicleta en Navarra.
Puente de Holtzarte. Reconozco que estaba un poco equivocada con el punto de comienzo de la ruta hacia el PUENTE DE HOLTZARTE. No sé por qué me empeñé en pensar que salía de las proximidades del Puerto de Larrau cuando lo cierto es que sale de Larrau, el primer pueblo francés que te encuentras bajando el puerto del mismo nombre, ya en la carretera D-26. Allí está indicado y se deja el coche en una especie de aparcamiento que hay junto a una central eléctrica, desde donde arranca la ruta. Es de ida y vuelta, tiene 4,4 Km, un desnivel de 300 metros y según el cartel indicador se tarda unos 50 minutos hasta el puente colgante, con lo cual la ruta completa puede llevar 1 hora 45 minutos, quizás algo menos, teniendo en cuenta el ratito que se esté allí. El camino comienza muy suave, paralelo al río, con un paisaje realmente encantador.
Lo malo es cuando se pasa la cascada y el sendero empieza a empinarse (hay cadenas y cuerda a lo largo de casi todo el camino para sujetarse en caso necesario, seguramente cuando si el piso está mojado puede haber peligro de resbalones). Realmente la subida se las trae, sobre todo el tramo desnudo de árboles, que con un tremendo calor y un sol de justicia como fue nuestro caso, a las 12 de la mañana, te deja sudando a chorros y casi fulminado. Afortunadamente, el mal trago dura una media hora y, al final, obtienes la recompensa de ver una construcción espectacular y te das cuenta de que el pequeño esfuerzo merece la pena: el puente colgante de Holtzarte impresiona. Fue construido en 1920, se conserva en perfectas condiciones y si bien se balancea un poco al cruzar sus 100 metros de longitud, tampoco se nota inseguridad alguna salvo que se tenga vértigo. Se disfruta un montón pasando al otro lado y observando desde el mismo centro la caída en vertical de 200 metros que apenas permite ver el curso del río en el fondo del tremendo tajo en la roca. Por lo demás, el entorno que forman las hoces también es muy bonito.
Esto se ve desde el puente mirando hacia el abismo, a duras penas se adivina el río:
Cueva de La Verna. Volvimos al coche y pusimos rumbo a Sainte Engrâce, localidad en donde se encuentran las Gargantas de Kakueta. Sin embargo, antes de ir a las gargantas, teníamos reserva para ver la CUEVA DE LA VERNA. Me enteré de la posibilidad de realizar esta visita poco antes de partir para Navarra. Siempre me han gustado las cuevas, pero la espeleología me da bastante respeto y me tengo que conformar con disfrutarlas en plan turisteo. Mirando en internet, me enteré de que en Sainte Engrâce se podía visitar una de las cavidades subterráneas más grandes del mundo, y me puse manos a la obra para ver cómo podía compaginarla con la excursión a las gargantas de Kakueta y al Puente de Holtzarte. La jugada me salió perfecta, en parte gracias a las indicaciones del amabilísimo propietario de un quiosco de bebidas y helados francés, que me indicó el lugar correcto para visitar la cueva cuando estábamos totalmente perdidos y a punto de perder la reserva.
Entrada y túnel:
La cueva de la Verna es una inmensa sala subterránea de 62.000 metros cuadrados, 270 metros de longitud, 230 de ancho y 180 metros de altura, y se encuentra bajo la llamada Piedra de San Martín. Fue descubierta en 1953 por espeleologos franceses y se pensó en construir una central hidroeléctrica aprovechando el caudal del río que corre por su subsuelo, para lo cual se perforó un túnel de 800 metros hasta la misma sima. Finalmente, se descartó el proyecto de la central hidroeléctrica y el túnel se dejó para el acceso de los espeleólogos. En 2010 se acondicionó y se abrió al turismo en general, de modo que se puede visitar previa reserva por internet ya que hay límite de visitantes por turno. Existen varios tipos de recorridos, el más sencillo es apto para todo el mundo, incluso para discapacitados. Esta modalidad fue la que escogimos, entre otras cosas por cuestiones de tiempo. La visita dura una hora y cuesta 9,50 euros por persona. Además, se puede contratar transporte hasta la entrada de la cueva. Y así lo hicimos porque el acceso está en lo alto de un monte y se tarda bastante tiempo en llegar, en fin que sería otra marcha de unos 8 Km, media hora en todoterreno. En total, la entrada y el transporte, 15,5 euros por persona. Dentro hace bastante frío, sobre todo un viento fortísimo que congela hasta los huesos, más aún en contraste con el calorazo que hacía en el exterior. Con lo cual no hay que olvidarse de llevar prendas de abrigo. Por lo demás, el interior es impresionante, y se contempla la cascada subterránea que parece minúscula en comparación con las dimensiones de la cueva. Se puede hacer fotos sin flash, pero es imposible abarcar lo suficiente para dar una idea de su tamaño. Incluso con buenos equipos fotográficos es sumamente difícil conseguir imágenes que la capten en toda su magnitud, así que no digamos con mis modestos medios y con lo oscuro que estaba al principio, si bien la van iluminando poco a poco y en sitios estratégicos. De todas formas, pese a la poca calidad de las fotos, creo que es interesante poner aquí alguna ya que no hay demasiada información sobre esta cueva en el foro.
Detalle (malo, ya lo sé) de la cascada y una vista con personas a la izquierda: Aquí se aprecia la cascada minúscula en su entorno, debajo aparece un maniquí a tamaño natural, así se puede comparar el tamaño de la cascada y el tamaño de ésta respecto de la cueva (aquí no aparece más que una cuarta parte o menos de la misma).
Parte central de la cueva:
Parte derecha de la cueva:
Y para compensar la mala calidad de las fotos, el entorno exterior de la cueva:
Gargantas de Kakueta. La visita a la cueva nos llevo desde las 2 a las 4 de la tarde. Cuando terminamos, regresamos al aparcamiento de las GARGANTAS DE KAKUETA y compramos las bebidas para la comida al vendedor francés que nos dio las indicaciones para ir a la cueva de la Verna. ¿Quién ha dicho que los franceses son antipáticos y prepotentes? Tanto en nuestro viaje del año pasado al Valle del Loira, Bretaña y Normandía como en esta pequeña incursión en el Pirineo francés, he tenido que reconsiderar ciertos tópicos. Compramos la entrada a las gargantas en la cafetería (cinco euros) y comimos junto al pequeño pero bonito embalse de aguas turquesas que hay nada más empezar el sendero que lleva a “la Grotte”, se llama así porque el sendero que recorre las gargantas termina precisamente en una cueva.
Todo el trayecto está acondicionado con pasarelas y vallas de madera, lo cual quizás le reste algo de encanto y espíritu aventurero, pero dada la cantidad de gente que las visita, resulta más seguro para los niños y se minimiza la posibilidad de accidentes; incluso existe un sistema de alarma acústica pues en caso de tormenta con fuerte lluvia hay que abandonar las gargantas a toda prisa. El camino es un espectáculo natural para la vista, sucediéndose las cascadas, el alegre curso del río y las foces todo en medio de una exuberante vegetación.
El recorrido completo dura unas dos horas, pero te puedes entretener mucho más porque pese a las pasarelas el paraje es precioso e, incluso, permite bañarse o, para los frioleros, mojarse los pies en las numerosas pozas que forma el río.
![]() ![]() Para culminar el recorrido está la preciosa cascada de la cola de caballo, por detrás de la cual se puede pasar, y una gran cueva. No digo más, sólo que si tenéis ocasión, es un lugar que realmente merece la pena ver. Por la tarde tiene la ventaja de que hay menos gente y no da el sol de lleno, importante en un día con tanto calor como el que tuvimos.
No volvimos a Isaba por el camino que habíamos venido, sino que seguimos nuestra ruta circular avanzando por la carretera D-113 hasta el enlace con la D-132.
![]() En el Col de la Pierre de St. Martin empezó a bajar la niebla, aunque de vuelta a España volvió a aparecer el sol; no obstante, tuvimos que seguir con sumo cuidado pues no había prácticamente tráfico y nos encontramos con vacas y caballos no ya cruzando la carretera sino aposentados literalmente en ella. Vimos el sorprendente paisaje karstico de Larra y el precioso valle de Belagua, cierre norte del valle del Roncal: de toda la zona se tiene una visión perfecta desde el mirador de LARRA-BELAGUA.
Finalmente, llegamos a Isaba y tomamos otra cena suculenta en el Hostal Lola. Etapas 16 a 18, total 49
La idea de visitar el sur de Francia venía de varios años atrás, en concreto, yo estaba muy interesada en ver Carcasona y otros lugares relacionados con los castillos cátaros. Y como 2015 ha sido un año un tanto complicado para organizar viajes por diversos problemas familiares, con varias anulaciones incluidas, al fin pareció presentarse la oportunidad, ya que se trataba de un destino relativamente cercano y que no implicaba necesariamente depender de traslados aéreos. Claro que lo que empezó como una escapada de unos pocos días, acabó por convertirse en unas vacaciones de dos semanitas según fui incluyendo destinos que me iban resultando atractivos en el recorrido. Es el peligro que tiene leer mucho sobre los lugares, porque cuanto más lees, más quieres visitar.
Terminé trazando un itinerario de unos 3.200 Km. de los cuales alrededor de 2.000 constituirían el recorrido por tierras francesas, visitando fundamentalmente las zonas de Mediodía-Pirineos y Languedoc-Rosellon. Al final añadimos un poquito de Provenza. Para preparar el viaje utilicé la inestimable ayuda del foro y los diarios de los foreros; y también me fue de mucha utilidad la página web france-voyage.com. Los hoteles los reservé con bastante antelación en booking.com. Quizás se pueda encontrar alojamientos un poco mejor precio, pero en nuestras actuales circunstancias valoro muchísimo poder cancelar las reservas sin cargos ni mayores explicaciones. Por regla general, busco hoteles muy céntricos, con fácil aparcamiento y que permitan ir a pie a casi todos los sitios de interés. En esta ocasión dejamos a un lado las ciudades grandes, que requieren más tiempo y atención. Para este tipo de viajes, últimamente nos gusta utilizar el sistema “tour”, haciendo noche en un destino diferente cada jornada, según vamos avanzando en nuestra ruta, en lugar de una o dos bases desde donde hacer excursiones. Al ser dos adultos con poco equipaje que puede permanecer en el coche si es necesario, aprovechamos mucho mejor el tiempo así, ya que 100 km. son 100 km. y no 100 de ida más 100 de vuelta. Además, nos permite visitar algunos de los lugares más concurridos por la tarde, por la noche o por la mañana temprano, cuando hay menos agobio de gente en los periodos veraniegos. Naturalmente, es una cuestión sumamente personal y cada cual decide su manera de viajar. Y sin más rollos, comienzo el relato de esta pequeña aventura por el sur de Francia, que emprendimos con la misma ilusión que la de 2012, que tanto nos gustó, cuando visitamos los castillos del Loira, Normandía, Bretaña y un poquito de Aquitania. Salimos un 22 de julio, con la mayor parte de Europa sumida en plena ola de calor. ITINERARIO DEFINITIVO. 1. Madrid – Calatayud – Meritxell en Andorra (noche hotel). 648 km. 2. Andorra – Foix – Fontaine de Fontestorbes – Castillo de Montsegur – Carcasona (hotel). 216 Km. 3. Carcasona – Castillos de Lastours – Castres – Cordes-sur-Ciel (hotel). 139 Km. 4. Cordes-sur-Ciel – Najac – Grote de Pech Merle – Domme – Beynac-et-Cazenac (hotel). 158 Km. 5. Beynac-et-Cazenac – La Roque Galleac – Jardines de Marqueysac – Sarlat-la-Caneda (hotel). 43,7 Km. 6. Sarlat-la-Caneda – Turenne – Collonges-la-Rouge – Carennac – Loubresac – Autoire – Rocamadour (hotel). 129 Km. 7. Rocamadour – Goufre de Padirac – Cabrerets – Saint-Cirq-Lapopie (hotel). 82,2 Km. 8. Saint-Cirq-Lapopie – Cahors – Saint Antolin Noble Val – Penne – Montmiral – Albi (hotel). 150 Km. 9. Albi – Ambialet – Brousse-le-Chateau – Saint Rome de Tarn (hotel). 86,3 Km. 10. Saint Rome de Tarn – Peyre – La Rozier – Montpellier-le-Vieux – Grote de Aven Armand – Saint Chely de Tarn (hotel). 128 Km. 11. Saint Chely de Tarn – Point Sublime – La Rozier – La Malene – Reomoulins (hotel). 211 Km. 12. Remoulins – Pont du Gard – Avignon – Saint Remy de Provence (hotel). 62 Km. 13. Saint Remy de Provence – Ciudad romana de Gallum – Baux en Provence - Arles – Narbona (hotel). 227 Km. 14. Narbona – Castillo de Queribus – Castillo de Peyrepertuse – Gargantas de Galamus – Collioure (hotel). 177 Km. 15. Colliuoure y vuelta a casa. 795 Km. En total unos 3.200 Km., de los cuales algo menos de 2.000 fueron en territorio francés. DÍA 1. Madrid – Calatayud – Meritxell (Andorra). Total, 648 Km. Unas 7 horas de viaje en coche. CALATAYUD Partiendo desde Madrid hacia Francia, el primer día resulta inevitablemente largo, con muchos kilómetros de carretera. Así que paramos en Calatayud para comer y hacer algo de turismo en la localidad aragonesa, que no conocíamos. Merece la pena detenerse en esta pequeña ciudad, aunque solamente sea para ver las torres mudéjares de sus iglesias (Colegiata de Santa María, Iglesia de San Juan el Real, etc), realmente interesantes. Sin embargo, no llegamos en el mejor momento, tanto por el tremendo calor que hacía como porque sus principales monumentos y algunas de sus calles se encontraban en plena rehabilitación después de lo que parece haber sido un tiempo largo sin demasiadas atenciones. Será cuestión de volver dentro de algunos meses, cuando las obras estén concluidas.
![]() Teníamos pensado comer en un restaurante muy recomendado por su buena relación calidad/precio, la Taberna Restaurante Puerta de Terrer, en la calle Herrer y Marco, pero nos lo encontramos cerrado por vacaciones, así que fuimos a Casa Escartín, en el Paseo de San Nicolás de Francia nº 19 (también con obras en la calle), donde tomamos dos menús aragoneses (20 euros por persona, con vino de la tierra incluido). Muy rico el arroz (con un huevo frito encima), especialidad de la casa. Pero prefiero dejar el relato de esta visita para una etapa de mi diario “De Viaje por España” ya que este diario se refiere al sur de Francia.
![]() MERITXELL (ANDORRA) Continuamos hacia Andorra, tomando la autopista de peaje desde Zaragoza a Lleida para ir más rápidos y seguros en un tramo que era de pura transición (nos costó 12,90 €, creo recordar). Luego seguimos la C-12 y la C-14 hasta la Seo de Urgel, donde llegamos en plena tormenta, que descargó una tromba agua impresionante. Nada más cruzar la frontera, dejó de llover y poco después de las 20:00 horas pasamos por Andorra la Vella (repostamos gasolina a 1,13 euros/litro), para llegar a CANILLO-MERITXELL, unos quince minutos más tarde. Teníamos alojamiento en el Hotel La Hermita, un 3 estrellas, reformado y muy cómodo, que, por un precio de 55 euros, resultó una muy buena opción para pernoctar casi a las puertas de territorio francés. Además, está junto al Santuario de Meritxell, construido en 1976 para sustituir a la antigua capilla románica de Santa María, que resultó destruida por un incendio en 1972. El nuevo santuario es un llamativo conjunto de edificios, diseñado por Ricardo Bofill en una reinterpretación personal del románico, con una mezcla diferentes estilos, que trata de expresar la obra humana fusionada con el paisaje.
![]() En su interior destaca la talla de la Mare de Déu de Meritxell, que ha sustituido a la románica que también se perdió en el incendio. La antigua capilla fue restaurada en 1994 y alberga en la actualidad una exposición permanente sobre la patrona de Andorra. Pudimos verlo de noche, con una sutil iluminación, y de día, justamente antes de que empezasen a llegar varios autocares llenos de turistas. Por lo visto, es un lugar de parada obligatoria para los viajes organizados en la zona.
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Día 2: Recorrido: Meritxell/Foix/Fontaine de Fontestorbes/Castillo de Montsegur/Mirepoix/Carcasona.
Total: 216 Kilómetros y unas 4 horas de viaje en coche. Así se ve el perfil en Google-Maps. ![]() FOIX. Departamento de Ariège. Región: Mediodía-Pirineos. Población: unos 10.000 habitantes. Desde Meritxell hasta Foix, nuestra primera parada ya en tierras francesas, hay unos 90 Km. que se hacen en poco menos de hora y media. Se puede acortar algunos minutos utilizando el túnel de Envalira, que es de peaje y cuesta 6 euros. Esta opción seguramente resulta muy interesante en invierno, por la nieve, el hielo y los miles de vehículos que se mueven en temporada de esquí. Sin embargo, en verano, con un tiempo estupendo y sin prisas, decidimos ir por el puerto. Encontramos un bonito paisaje de nubes colgadas cerca de Pas de la Casa y mucha circulación de vehículos por la N-20, ya en Francia, pero sin problemas importantes. Poco antes de las 12 llegamos a Foix, que nos saludó enarbolando como un estandarte las imponentes torres de su castillo.
La primera palabra que se aprende al hacer turismo con coche en Francia nos saludó nada más cruzar el puente que desde la D117 lleva al centro de la población: “PAYANT”. La palabreja está escrita, bien visible, en cualquier lugar susceptible de aparcar un vehículo cerca de la zona centro de toda población de interés turístico (con alguna excepción que espero no olvidarme de mencionar). Y no es que me parezca bien, ni mal; lo encuentro justificado en muchos casos, pero también un absoluto sacacuartos en otros. En fin, hay que ir preparados para ello.
Nuestra primera experiencia en cuestiones de parking fue muy positiva, ya que el parquímetro de la plaza que queda frente en la Oficina de Turismo, en la Cours Gabriel Faure, señalaba que no se paga de 12:00 a 14:00 horas, y además conceden 15 minutos de cortesía. Así que pudimos dar un paseíto por Foix con parking gratuito en el centro. También hay aparcamiento junto al castillo, pero no sé si es de pago. Nos encontramos una población muy animada, con bares, restaurantes y comercios, y bastante gente por las calles. Teníamos pensado comprar pan y fiambre para hacer unos bocadillos que tomaríamos en la Fontaine de Fontestorbes, pero al entrar en una tienda vimos los bocadillos ya hechos, con una pinta estupenda (en Francia los llaman sandwiches aunque el pan sea normal y no de molde; por cierto, el pan en Francia nos pareció buenísimo). Compramos uno de jamón (jambon) con huevo, tomate, lechuga y queso; y otro de atún, con espárragos y mayonesa. El precio de los dos hermosos bocatas, dos cocas y una botella de agua grande fue de 14 euros. No estaba mal. Dejamos el almuerzo en el coche y nos dispusimos a patear la ciudad, lo cual no lleva mucho tiempo pues aunque está bastante extendida, la zona histórica es pequeña y se encuentra apiñada a los pies del castillo, su principal atractivo turístico. Enseguida llama la atención su imponente estampa, acechando entre las calles, con tres torres (dos cuadradas y una redonda) rematadas por almenas.
![]() También nos encontramos con un panel informativo con un completo plano de Foix:
La villa se forjó en el siglo IX, en torno a un oratorio erigido por Carlomagno, que en el siglo X se convirtió en la Abadía de Saint-Volusien, hoy situada en la plaza de su mismo nombre. Aprovechamos haber legado allí sin casi darnos cuenta para entrar a visitar la iglesia.
![]() Después, decidimos subir al castillo, ya que estábamos a medio camino de la empinadísima cuesta que lleva a él desde la plaza de Saint-Volusien. Sería mejor dejar el paseo hasta el Puente Viejo para después, ya con todo el recorrido en bajada. A unos 60 metros de altura, sobre una peña calcárea, se alza la que fue residencia de los condes de Foix, de la que se tienen noticias ya desde 987. Desempeñó un importante papel en la política medieval de la zona, constituyendo también lugar de refugio para los cátaros.
La entrada general de adultos cuesta 5,60 euros; en verano abre de 10:00 a 18:30 horas. Tiene un museo sobre la historia de la ciudad, pero sobre todo destacan las vistas que se obtienen de los alrededores desde las dos torres a las que se puede acceder. Hay explicaciones en castellano y creo recordar que también en catalán.
![]() ![]() Vistos el castillo y la Iglesia de Saint Volusien, dimos un paseo por las callejuelas medievales, con algunas casas de entramado de madera, las más animadas son la Rue de la Faurie y la Rue de Labistour. También fuimos hasta el Pont Vieux y lo cruzamos para ver las casas colgadas sobre el río y, sobre todo, la imponente estampa del castillo en lo alto. Esto se puede hacer tranquilamente en dos o tres horas, aunque tampoco es mal lugar para quedarse a comer ya que vimos muchos restaurantes y terrazas con buena pinta.
![]() Dejamos Foix, pero en vez de ir por la habitual y muy concurrida N-20, tomamos la D-1 hacia Lavelanet, una carretera estrecha y virada, pero poco transitada, que cruza unos preciosos paisajes verdes, en los que pasta el ganado. En otra época, hubiésemos ido hasta la cascada de Roquefort-les-Cascades, ya que pasamos justo al lado, pero a finales de julio sabíamos que estaría casi seca y preferimos no perder tiempo allí. En Belesta, nos desviamos por la D-9 que lleva a Montsegur, aunque previamente íbamos a hacer una parada intermedia.
![]() LA FONTAINE DE FONTESTORBES. Descubrí este lugar mientras preparaba el recorrido, me pareció sumamente curioso y decidí incluirlo en el itinerario porque nos pillaba de paso. Está al borde de la carretera D-9, a un kilómetro de Belesta, y a 12,8 kilómetros de Montsegur. Según señala el cartel informativo, la fuente es única por su regularidad y constituye uno de los fenómenos hidrogeológicos más relevantes del mundo subterráneo En invierno, con las lluvias y el deshielo, la surgencia mantiene un caudal estable, pero desde mediados de junio a principios de noviembre varía muy notablemente desde los 20/800 litros por minuto hasta los 1.800, en intervalos de unos 40 minutos, durando el ciclo completo entre 60 y 90 minutos.
![]() El manantial, en forma de pequeñas cascadas, surge de una cueva, a la que se puede acceder por una pasarela de piedras cuando el caudal es bajo. Cuidadito porque el agua sube muy rápidamente y si te descuidas te quedas bloqueado dentro hasta que vuelva a bajar, como les pasó a unas chicas durante nuestra visita. Cuando llegamos, apenas corría agua y pudimos entrar en la cueva; luego aprovechamos la espera para tomar los bocatas y un café (hay un bar); al volver, el agua caía a borbotones y había dejado atrapadas a dos incautas. El fenómeno resulta sumamente curioso y recomiendo pasarse a verlo si se está por la zona; pero hay que tener presente que sólo ocurre de julio a octubre y hay que permanecer allí al menos 40 minutos para poder apreciar las variaciones en el caudal. Os pongo unas fotos para que os hagáis una idea.
![]() EL CASTILLO DE MONTSEGUR. Y al fin nos dirigimos al primero de los castillos con reminiscencias cátaras que íbamos a visitar. Nada más dejar la Fontaine de Fontestorbes, divisamos su silueta acechando a lo lejos, en lo alto de un imponente risco, el monte del Pog, de 1.207 metros.
![]() El paisaje lucía magnífico a lo largo de la revirada carretera D-9, hasta llegar a Montsegur. Desde el aparcamiento (gratuito), se divisa el castillo (sus ruinas) y, también, la enorme cuesta que hay que acometer para conquistarlo. Nos pusimos las botas (es suficiente con botas ligeras de montaña o calzado cerrado con suela que agarre bien; mejor evitar sandalias y chanclas porque hay zonas de peñascos y tierra suelta bastante resbaladizas) y empezamos la caminata. Hacía bastante calor, aunque todavía se notaban los efectos de la tormenta del día anterior. ![]() Este castillo es uno de esos lugares míticos, envuelto en historias y leyendas, que renació de sus propias cenizas cátaras, ya los restos que hoy se conservan pertenecen a una ciudadela construida por Guy de Levis después de la completa destrucción del castillo en el que se refugiaron los cátaros hasta marzo de 1244. Los cátaros creían que el universo estaba compuesto por dos mundos opuestos y en eterno conflicto, uno espiritual, creado por Dios, y otro material, creado por Satán, en el que todo estaba contaminado por la maldad; y el único modo de salvación consistía en vivir una vida completamente ascética para evitar ser corrompidos por el mundo material. Negaban el bautismo, la encarnación de Cristo, las enseñanzas del Antiguo Testamento y condenaban por sus afanes terrenales a la Iglesia Católica, creencias peligrosas que llevaron al Papa Inocencio III a emprender la llamada cruzada albigense (algunas teorías apuntan que el nombre se debe a la relación de los cátaros con la ciudad de Albi) para exterminar a los herejes junto con los reyes de Francia, en el marco de una compleja trama de intereses, traiciones y confabulaciones. Y aquí, en el hasta entonces inexpugnable Montsegur, se libró el episodio definitivo, que terminó con el último bastión de la resistencia cátara. Tras diez meses de asedio por parte de las tropas del senescal de Carcasona y del obispo de Narbona, la guarnición se rindió a las tropas reales; se perdonó la vida a los nobles, soldados y mercenarios que se sometieron a la Inquisición; pero más de doscientos cátaros fueron quemados en una hoguera colectiva al negarse a abjurar de su fe. Al principio del sendero, hay una estela de piedra que los recuerda cerca del conocido como “Campo de los Quemados”. Cuenta la leyenda, que durante los 15 días de plazo que se les dio para decidir entre morir quemados o abjurar de su fe, los cátaros aprovecharon para sacar del castillo un gran tesoro, que incluía nada menos que el Santo Grial. Además, hay otro hecho que incrementa el misterio que envuelve a este lugar y es que el en el solsticio de verano, los primeros rayos de sol pasan por cuatro arcos, atravesando la torre del homenaje. Todo ello, unido al romanticismo que rodea las ruinas de los castillos medievales y su ubicación espectacular, dominando unos paisajes soberbios, hace que el castillo de Montsegur se haya convertido en una de las principales atracciones turísticas de la zona de Ariège/Midi-Pyrénées. ![]() Al principio del sendero, los árboles proporcionan una sombra gratificante; el final, es más descubierto. A unos cinco minutos de caminata hay una caseta donde cobran la entrada, 5 euros por persona. Por el camino, existen paneles informativos en varios idiomas (castellano incluido) y se puede contemplar el pequeño núcleo urbano de Montsegur, varios cientos de metros por debajo.
![]() ![]() La subida es dura pero corta, unos 30 minutos. Y la recompensa merece la pena, aunque solo sea por ver el gran panorama que se muestra alrededor. Del castillo poco queda, pero eso no importa. Al entrar al antiguo patio de armas, había un numeroso grupo de personas, sentadas en el suelo, escuchando las explicaciones de un guía. No existe comunicación interior con la torre del homenaje desde el patio, así que hay que salir al exterior por un arco y rodear los muros con unas sensacionales vistas que abarcan… no me imagino cuántos kilómetros a la redonda.
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() MIREPOIX. Desde el castillo de Montsegur fuimos por la D-9 hasta Lavelanet y allí tomamos la D-625 hasta Mirepoix, en total 30 kilómetros que hicimos en una media hora. Encontramos aparcamiento gratis fuera del casco viejo, a unos cinco minutos a pie.
![]() Casi todos los que lo han visto recomiendan hacer una parada en esta pequeña bastida medieval, que cuenta con una puerta fortificada del siglo XIV y, sobre todo, con una de las plazas porticadas más bonitas que nos podamos imaginar con pintorescas y coloridas casas de entramado sobre vigas de madera, adornadas con flores.
![]() ![]() Destaca la “Casa de los Cónsules”, cuyas vigas están decoradas con esculturas talladas en la propia madera con motivos típicos medievales. ![]() A un lado de la plaza se encuentra la Catedral de San Mauricio, de estilo gótico meriodional, con una nave de grandes proporciones, que según dicen es la más larga de Francia con sus 21 metros. Nos entretuvimos tanto en la plaza que cuando quisimos darnos cuenta, la iglesia había cerrado, así que no la vimos por dentro. Una pena. Todo estaba muy tranquilo, apenas quedaban unos cuantos turistas despistados, la mayoría tomando un refrigerio en las terrazas pues el calor apretaba de lo lindo. Por la mañana, el pueblo debió haber estado muy concurrido. Así que mejor visitarlo por la tarde.
![]() ![]() Desde Mirepoix fuimos a Carcasona por la D-119 (sin peajes). Hay una distancia de 46,8 kilómetros y se tarda unos 45 minutos. Se nos había hecho tarde y fuimos directamente a nuestro hotel. Etapas 16 a 18, total 49
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