![]() ![]() Sri Lanka (agosto 2023) ✏️ Blogs de Sri Lanka
Itinerario completo por libre de 12 días por Sri Lanka.Autor: Evaperez93 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (4 Votos) Índice del Diario: Sri Lanka (agosto 2023)
01: Preparativos e itinerario
02: Llegada al aeropuerto -Anuradhapudra
03: Mihintale- Boda Aukana - Sigiriya (Pirudangala Rock)
04: Polonaruwa – Safari Abdulla
05: Cuevas Dambulla y templo de oro, Mathale Hindu Templo y Kandy
06: Kandy -Nuwara Eliya
07: Nuwara Eliya- Ella
08: Ella - Mirissa
09: Mirissa
10: Mirissa - Ahangama
11: Galle
12: Vuelta a Colombo
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Etapas 10 a 12, total 12
Nos levantamos pronto para ir a primera hora al Coconut tree Hill que aun no habíamos ido y lo teníamos a menos de 5 minutos andando del hotel. Pero habíamos pensado que sería buena idea verlo a primera hora, que no habría gente... pues, efectivamente, lo que habíamos pensado nosotros lo pensó mucha más gente jejeje y aunque no había tanta como vimos los dos días anteriores durante el atardecer mientras nosotros lo veíamos tranquilamente en nuestro bar de confianza con las cervezas, había, así que nada, nos hicimos unas fotos y de vuelta al hotel para desayunar y ya marchar a nuestro siguiente destino.
El hotel de las dos noches en Mirissa fue Esprit d’Ici Hotel y aunque las instalaciones estaban bien y en el lobby podías jugar a diferentes juegos (billar, ajedrez, ping pong...), tenía piscina y la ubicación era muy buena, no lo recomendaríamos porque en nuestra opinión las habitaciones necesitan un lavado de cara importante. Aunque no están mal y son amplias, el aire acondicionado de la habitación hacía mucho ruido, la puerta de la terraza no cerraba bien, un grifo de la ducha no funcionaba, nos aparecieron varias cucarachas.... Nos pareció caro (25.425 rps. dos noches) en comparación con otros hoteles anteriores. Como era muy pronto, decidimos darnos unos masajes de Ayurveda en un local justo al lado del hotel. El precio de dos masajes de 45 minutos (espalda y brazos) fue de 6.000 rps. Nos metieron en una cabina juntos y nos lo hicieron a la vez y la verdad que, aunque son masajes fuertes, fue un gustazo y un momento de relax. Tras el masaje relajante, cogimos un bus local dirección Ahangama donde pasaríamos la siguiente noche. No entraba dentro de nuestros planes iniciales hacer una noche en Ahangama, pero como ya habíamos visto toda la zona más cercana a Mirissa, decidimos cambiar de aires e ir a otra zona más cercana a Galle (donde pasaríamos la última noche antes de volver a España) para explorar más zonas de la costa. El bus desde Mirissa a Ahangama nos costó solo 400 rps (los dos) y el trayecto duró una media hora. Nos dejó muy cerca del que sería nuestro hotel para esa noche: Crystal Oceanic. El precio del hotel fue de 8.257 rps y tomamos ahí el mejor y más abundante desayuno de todo el viaje, una pasada!!! Además, el personal es super atento y estuvimos solos con un único huésped. El hotel está situado al lado de Kabalana beach, que es una playa larguísima y espectacular y de palos de pescadores zancudos que te insisten para que les pagues y así hacerte una foto. Paseamos un poco por la playa, pero como estábamos solos, decidimos ir más hacia el centro de Ahangama, pensando que habría zonas con más ambiente. Pues bien, o no encontramos las playas con más ambiente o no las hay porque en todas estuvimos solos... la verdad es que nos esperábamos mucho más ambiente de Ahangama al tener tanta fama surfera, pero es cierto que la temporada en la que fuimos no era la adecuada y había muchos locales cerrados.... Se hizo la hora de comer y decidimos ir a Manori’s kitchen que, curiosamente, estaba a 5 minutos de la playa en la que estábamos. Habíamos visto el sitio recomendado por Instagram y fue un acierto total. Comes en el jardín de una casa particular y el menú que te hacen es alucinante... todo riquísimo!!! Además, te invitan a limonada muy rica!!! El precio fue increíblemente barato... 3.400 rps, pero como nos había gustado tantísimo, nos parecía “mal” pagar tan poco por esa pedazo de comida, así que le dejamos 1.600 rps de propina. De verdad, sitio muy muy recomendado si vais a Ahangama, una pasada lo rico que estaba todo. Tras la copiosa comida, pusimos rumbo de nuevo a la zona más céntrica de Ahangama a ver si encontrábamos algo de ambiente... y vimos un hotel con muy buena pinta, al que el portero nos invitó a entrar. El hotel se llama Dreamsea Surf Camp y es muy bonito, tiene una piscina que prácticamente da a la playa y un bar en la piscina, así que decidimos tomar unos cafés allí y nos dijeron que podíamos usar la piscina todo el rato que quisiéramos. Ahí ya se veía un poco más de “ambiente”, el problema fue que a la media hora de estar por allí, empezó a llover así que la piscina no la pudimos aprovechar mucho y recogimos nuestras cosas y decidimos ir hacia nuestro hotel paseando por el pueblo. Como el tiempo no acompañaba, acabamos la tarde en la habitación del hotel descansando (que la verdad también apetecía estar tranquilamente en la cama leyendo o con el móvil). Tanto que nos empezó a dar pereza volvernos a vestir para salir a cenar y como no teníamos hambre, nos planteamos quedarnos en la habitación... pero como era nuestra penúltima noche, nos animamos y decidimos salir a cenar para aprovechar todo el tiempo!!! Fuimos a cenar al restaurante Crust, que habíamos leído por Instagram que era uno de los locales de moda (otros que buscamos estaban cerrados por no ser temporada alta) y la verdad es que la cena estuvo bien, es más de snacks, pizzas, etc. así que nos decidimos por una pizza y unos tacos, con 4 cervezas. El sitio es guay porque cenamos en unos bancos sofás muy cómodos mirando al mar y el precio fue de 7.800 rps. Etapas 10 a 12, total 12
A la mañana siguiente decidimos ir a dar un paseo por Kabalana beach antes de desayunar, ya que la teníamos a menos de 5 minutos andando del hotel y habíamos quedado sobre las 10 horas con un tuk tuk para hacer un recorrido parando en diferentes puntos y que nos llevara a Galle (último destino de nuestro viaje).
La playa es espectacular e inmensa, además está super limpia. No había nadie más que algún local o algún turista haciendo deporte, por lo que estuvimos prácticamente solos. Una gozada poder disfrutar de una playa así, aunque había bastantes olas. Tras el paseo y un mini baño, volvimos al hotel para desayunar y recoger las cosas y ahí nos estaba esperando el mejor desayuno de todo el viaje!!! Aunque un poco lentos sirviendo, fue alucinante: un plato inmenso de fruta por persona (sandía, melón, mango, papaya y medio aguacate) con muchísimo sabor y luego una tortilla muy rica con mucho pan, mermelada, mantequilla y algún dulce típico. No pudimos acabarnos todo, una maravilla!!! Ya con el estómago llenito (muy llenito), nos recogió nuestro tuk tuk para llevarnos a Galle. De camino, fuimos parando en los sitios que le dijimos: lago Koggala, una granja de tortugas heridas que las rescataban y cuidaban (el precio de las entradas fue de 3.000 rps. y es una visita que merece la pena porque te hacen una visita guiada explicándote los diferentes tipos de tortugas y los problemas que tienen -mordidas de tiburones, demasiado plástico en su estómago y no pueden sumergirse, amputaciones, etc. La última parada fue Jungle beach donde decidimos quedarnos 1 horita y media, pero el tiempo no acompañaba y estaba nublado. Nos tomamos un coco (por 300 rps) en la orilla de la playa y disfrutamos del ambiente que había gracias a los niños de colegio. Resulta que era el último día antes de las vacaciones de verano de los niños y todos colegiales estaban en diferentes excursiones y nos topamos con un grupito en esa playa que se puso a cantar y fue muy auténtico. Un 10 a ese momento. Tras disfrutar de un ratito de relax y como el tiempo no acompañaba, decidimos volver al tuk tuk para que nos llevara ya a Galle y así poder comer allí tranquilamente después de dejar las mochilas. Al tuk tuk le pagamos 3.710 rps, que fue más del precio inicialmente negociado, pero nos trató tan bien y fue tan amable, que le quisimos dejar propina. Y a día de hoy tenemos que decir que de vez en cuando nos sigue escribiendo por WhatsApp y nos pone un “my friend, how are you?” que nos hace sonreír. Llegamos al hotel de Galle (que estaba muy céntrico en pleno fuerte), dejamos las mochilas y tras una ducha rápida, decidimos salir en busca de algún sitio para comer, pero como no teníamos mucho efectivo y no sabíamos cómo íbamos a ir al día siguiente a Colombo para llegar al aeropuerto, pensamos que sería buena idea salir del fuerte e ir a la estación de bus/tren a preguntar horarios para el día siguiente y aprovechar para sacar dinero. Pues bien, esa salida fue un error y ahí empezó nuestro “desencanto” por Galle. Justo cuando cruzábamos las murallas para salir del fuerte, nos empezó a hablar un hombre mayor y a decirnos que nos acompañaba a la estación y que no quería nada, simplemente charlar un rato porque los españoles le caíamos muy bien. Por lo que nos contó, él era pescador y el tsunami de 2004 destrozó su casa, mató a su mujer y su hija pequeña perdió las piernas, pero los voluntarios españoles le ayudaron a reconstruir su casa y estaba muy agradecido. La verdad es que escuchar su historia nos emocionó bastante, pero luego nos llevó a una tienda de especias en las que prácticamente nos obligó a comprar algo y darle una propinilla, por lo que nos quedamos con la duda de si la historia era verdad o formaba todo parte de una treta para pedirnos dinero... Pues bien, después de esa mala experiencia, con un calor axfisiante que hacía y esa zona que estaba llenísima de gente y muy caótico todo (después de la tranquilidad y la calma de la zona de playa, fue bastante estresante), fuimos a la estación y por horarios, el bus que llevaba directo al aeropuerto no nos cuadraba y el bus que lleva a Colombo tarda mucho más que el tren, así que decidimos ir a la estación de tren (que está al lado) para ver si podíamos sacar los billetes de tren para el día siguiente. No había ya de primera y segunda clase, por lo que nos dijeron que los teníamos que comprar el mismo día de la salida del tren. Con la idea ya más o menos clara de ir al día siguiente en tren a Colombo, fuimos en busca de comer algo, pero la verdad es que serían ya casi las 17h, así que decidimos picar algo en los puestos ambulantes de fuera de la estación (la verdad es que hay muchísimos) y así guardar un hueco para ir a una heladería famosa que habíamos leído que había en el fuerte y cenar prontito. Nos gastamos 530 rps. y compramos varias samosas y tentempiés, que la verdad es que estaban un poco duras y no acertamos con los sabores, pero nos las comimos de camino volviendo al fuerte porque la experiencia de salir fuera no nos había gustado nada. Ya de vuelta en el fuerte, empezamos a hacer el itinerario a pie de la guía de Lovely Planet y cuando pasamos por la heladería famosa (Dariy King), nos sentamos a comer unos helados que nos costaron 1.300 rps y no nos entusiasmaron para nada. Acabamos el tour del itinerario de la guía y disfrutamos del atardecer sentados en un césped, mirando el mar. Cuando anocheció, decidimos ir a tomar unas cervezas (serían casi casi nuestras últimas cervezas del viaje) a un bar que no recordamos el nombre y luego fuimos a cenar a Imal’s restaurant, que lo habíamos visto de pasada en el tour de la tarde y habíamos leído que tenía buenas referencias (además, anunciaban que tenían nuestro querido kottu y no queríamos irnos del país sin comer el último!!!). La cena nos costó 4.565 rps. y estuvo muy rico todo (cenamos kottu y unos noodles). Después de la cena, ya cansados decidimos irnos al hotel porque aunque era nuestra última noche, no vimos mucho ambiente en la ciudad y estábamos un poco desencantados con la misma. Además, al día siguiente teníamos que madrugar para ir a la estación con tiempo y comprar los tickets del tren dirección Colombo. La noche la pasamos en Wijenayake’s y nos costó 7.360 rps. El sitio está muy bien ubicado, pero las habitaciones son muy pequeñas y el baño también, además fue sin desayuno. Etapas 10 a 12, total 12
Madrugamos para ir con tiempo a la estación ya que la verdad es que yo estaba un poco nerviosa y dormí mal, con miedo a perder el tren, que se estropeara o cualquier cosa y no llegáramos a tiempo al aeropuerto porque aunque el vuelo salía a las 18.50h y el tren salía a las 10.10h, el tren duraba como unas 2h y media / 3h y nos dejaba en Colombo centro, por lo que aun tendríamos que coger otro autobús o taxi para llegar al aeropuerto y habíamos leído que a veces hay atascos de hasta 2 horas!!! Por lo que yo, la verdad, iba con un poco miedo de haber decidido coger esta opción de tren y no la del taxi que nos habían ofrecido en nuestro hotel, pero nos habían ofrecido el precio de 16.000 rps., cuando el tren a Colombo nos costaba 1.000 rps. (a los dos). Así que por esa diferencia de precio, nos decidimos por el tren y aunque fue un poco paliza porque no nos pudimos sentar en todo el trayecto (salvo algún rato en el suelo del tren), nos salió super barato y vivimos por última vez un trayecto en tren, que tenemos que decir que fue también precioso porque transcurre por todo el litoral del mar... así que las vistas son muy entretenidas!!! Además, según habíamos leído, el tsunami de 2004 arroyó trenes que cubrían ese trayecto y los desplazó kms adentro, por lo que fue también muy desolador hacer ese recorrido en el que casi 20 años atrás había pasado esa desgracia.
Llegamos a Colombo rápidamente y sin sustos, así que íbamos con tiempo y barajamos la opción hasta de intentar hacer un mini tour en tuktuk por Colombo, pero como eran nuestras últimas horas, habíamos leído que Colombo no merecía la pena y no queríamos ir con prisas ni estresarnos para llegar al aeropuerto, decidimos que seguíamos con nuestro plan de ir al aeropuerto sin visitar Colombo, así que nos fuimos a la estación de buses que está muy cerquita de la del tren (unos 10mins andando) y preguntamos por el bus express del aeropuerto, que es directo y cubre el trayecto en unos 45mins. Como ya lo teníamos localizado y sabíamos que salían cada 30 mins, decidimos ir a comer a los restaurantes de al lado de la estación de bus porque aun era muy pronto para ir al aeropuerto. Comimos en un sitio de por allí (no recuerdo ni el qué) pero fue barato, cogimos provisiones para el aeropuerto y ya fuimos al bus express, que nos costó 1.160 rps. y que también llegamos sin complicación alguna al aeropuerto. Así que la experiencia de tren + bus al aeropuerto desde Galle fue un acierto y aunque seguro que no tan cómodos como habría sido ir en coche privado, por 2.160 rps. (o lo que es lo mismo, apenas 7 euros) hicimos el recorrido completo dos personas. Es más, nos salieron más caros los dos cafés que nos tomamos en el aeropuerto mientras esperábamos el avión (3.200 rps!!!!). Y ya en el aeropuerto, sólo nos quedaba despedirnos de este maravilloso país que nos había acogido tan bien durante los 12 días que pasamos y que sin duda, siempre guardaremos en nuestro recuerdo!!! Etapas 10 a 12, total 12
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