Calcuta: Sentimientos encontrados ✏️ Diarios de Viajes de India

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18/03

8:10 Llegamos a Calcuta, a la estación de Howarh, una de las que hay; la segunda ciudad más grande de India con 14 millones de habitantes (censados), se habla de dos o tres millones más de pobres y desarraigados.
Cogemos un taxi, la cola del pre pago era larga, compartido con una familia local, nos ha cobrado 100, por un trayecto de media hora. El tráfico es muy lento a veces, donde se producen embotellamientos. Y los semáforos tardan mucho en cambiar; cuando les hay.
Proverbio hindú:
Lloraba por unos zapatos…
Hasta que vi a un hombre sin piernas…

9:20 Ya estamos en el hotel, el Jaapan G.H., R-405. Negociamos 500, para lo que hemos visto está muy bien; sábanas “limpias” el aseo “limpio”. Un conductor de rickhaw-wallas; es el que, sin motor alguno, un hombre tira del de un carro con capota “con forma de abanico que se abre y se cierra”; tracción humana total y encima, casi todos van descalzos, nos ha acompañado hasta los siete u ocho hoteles que hemos visto.
En la calle, los conductores de rickhaw-walas, llevan un gran cascabel, que hacen sonar al pasar los turistas, ofreciendo así sus servicios.
10:30 Desayunamos en el Blue Sky, un local con el A/C a tope que hay en Sudder. Hamburguesas, cola y cafés por 160. Las hamburguesas muy ricas, aunque muy diferentes a las nuestras.
13:45 Volvemos al hotel, después de dar vueltas y más vueltas por los alrededores de Sudder. El mercado es un lio de callejuelas que no se hace mal ya que nada más entrar, un hombre con una camisola roja te hace de guía, llevándote hasta la tienda que necesitas. Al final se ponen un poco agobiantes, ya que no entienden que sólo estás dando un paseo y que no necesitas un sari ni unas babuchas. Este paseo termina por cansar del todo nuestro cuerpo, por lo que volvemos al hotel a descansar. Hemos comprado unas sandalias para la nena, 70 y bebidas por 120. Aquí también hace un calor fuerte, sobre todo al mediodía.
18:00 Vamos a mirar el billete a Darjeeling, pero las agencias son caras y además tienen unas exigencias que no nos terminan de gustar.
En todos los locales tienen, a la entrada, sus limoncillos y guindillas, a modo de talismán.
Media hora de internet, 30.
Seguimos dando vueltas por el mercadillo callejero; venden desde puños americanos hasta DVD porno o corbatas.
Dos colas más, 50. Una moneda antigua de Kali, de una Anna, que ya no se usa; de 1818, cuando aún estaban los ingleses, 50.
Encontramos a las gallegas y tomamos una coca cola con ellas en el Blue Sky, 64.
Compramos una flauta que suena como un saxo, 100 y de camino al hotel cogemos cinco muslos de pollo y un samusa 60.
22:00 En el canal de N. Geographic vemos un documental sobre IKEA y a descansar. Mañana hemos quedado con las gallegas para visitar la ciudad.

19/03

7:00 Diana, desayuno en Blue Sky 60.
9:00 Salimos para el templo de Kali, en Kaligart (ya que hay varios templos repartidos por toda Calcuta dedicados a esta terrible diosa). Según dicen las guías, es el lugar más sagrado de Calcuta.
El taxi nos cuesta 100 y nos deja muy cerca del templo. La entrada está llena de lisiados y mendigos. Este templo si se puede visitar hasta el mismo símbolo (que hay suerte y podemos ver bien); una cabeza grande con grandes ojos y sangre por todas partes (sin llegar a ser desagradable). Por supuesto hay cola para ver la imagen y los sacerdotes te piden algún donativo (la entrada es gratis).
Salimos y compramos una copia de Kali. Llegamos hasta el metro y vamos hasta la Oficina de Turismo (que está escondida al otro lado de la ciudad) cerca de Victoria Memorial, 8. Allí nos dan un permiso para visitar mañana el Palacio de Mármol y unos folios con información sobre Sikinn y Darjeeling. Colas 50.
Pasamos por el Planetario Birla, hay sesión en inglés a la 13:30 y 18:30.
11:30 Entramos en el Victoria Memorial. 300. Es una mole blanca, al estilo inglés. Con una cúpula, no menos grande y salas dedicadas a pintores-exploradores (muy interesantes los cuadros). Otras salas exponen arte moderno de alguna escuela local. Compramos un mapa de Calcuta, 40.
De ahí nos dirigimos hacia el Jardín Botánico, 70 el taxi, atravesando el nuevo puente de tirantes, al estilo del de S. Francisco, inmenso.
Este jardín, entrada 100, cámara 10, que hace las veces de parque urbano, es una gran extensión de césped y árboles de distintos países (casi todos tropicales del hemisferio norte), se extiende a lo largo de muchos cientos de metros y es un remanso de paz. El sol cae a plomo y pocas son las sombras que se pueden aprovechar, así que, después de intentar ver alguna curiosidad, nos vamos directos a disfrutar de la joya del jardín, el Bannian Tree.

Bannian Tree
Es una variedad de higuera de Bengala, que tiene la particularidad de no tener tronco central; todo el ser vivo lo sustentan sus grandes raíces, hasta 600 ramas caen al suelo dándole la sujeción de verdaderos pilares vegetales. Es precioso y muy curioso de ver; ya que intentas descubrir el tronco, pero no hay. La parte más antigua, se cree que tiene más de doscientos años, aunque escritos hindúes antiguos dan más de mil años a esta curiosidad botánica con la segunda copa más grande del mundo. Coca colas 50.
Volvemos a a Sudder en taxi, 70.
15:10 Comemos en el Blue Sky una pizza y unos rollitos de primavera, dos colas y dos cervezas sin alcohol, 330.
Conocemos a Gloria, una simpática madrileña que viene de Katmandu.
16:30 Salimos a por unas chancletas con Lidia y cogemos un taxi hasta el planetario, 40. Por no esperar a la sesión en inglés, nos metemos en la sesión en bengalí (para el caso, no nos enteramos de nada). El planetario es muy austero, pero me ha gustado mucho (es mi primer planetario y eso pesa). El audiovisual no mata pero me ha gustado mucho la representación de las estrellas en su enorme cúpula; la exposición de fotos era muy antigua. En fin, genial.
Taxi hasta el hotel, 40.
20:00 Vamos a coger el billete de Siliguri, pero es carísimo y decidimos esperar a mañana.
Llamamos a casa por el día del padre, 100.
Cenamos en Raj, el sitio donde se reúnen muchos de los cooperantes que hay por esta zona de Calcuta. Pan con tomate, tortilla de patatas y dos cervezas sin y dos colas, 170. La tortilla estaba muy rica.
Antes de ir al hotel, compramos dos Kingfisher 100, en una tienda que hay en la esquina. Es una odisea coger una cerveza, ya que está cerrada y hay que pedir por la reja; todos se ponen en la escalera esperando el turno o colándose y metiendo los billetes entre los barrotes; me he visto como un alcohólico, esperando mi dosis diaria; por supuesto, hay mucho borracho por los alrededores.

20/03

7:30 Diana.
800 Raj, donde desayunamos muy mal, las magdalenas y el croisant, más duros que un ripio, el café bien; además de un poco caro, 110.
10:00 Un taxi, 20, nos deja en la Oficina de Reservas, (cerca del edificio G.P.O.) donde después de colarse, la nena, nos dan el mismo billete por el que nos pedían más de 1000, nos sale a 510. Estupendo y sólo media hora de espera. Salimos hacia el puente de Howard, 20, el más transitado del mundo, donde está prohibido hacer fotos (el puente es feísimo) y al cercano y colorido mercado de flores, que está debajo del puente. Unas sandalias para la nena 80, un candado 50, colas 50.
Después de un cansado, pero interesante paseo de casi dos horas, llegamos al Marble Palace, donde en menos de 10 minutos nos han despachado; mucho tiene que ver que el guía no iba a recibir ni una rupee, nos han hecho el recorrido corto. De verdad parece la guarida de algún viejo conde, con viejos mármoles y todo a oscuras. Es muy lúgubre pero a la nena le ha gustado.
Otro taxi, 40, hasta el metro de Guirish Park, dos paradas más y salimos en Central Norte. Allí preguntamos a un hombrecillo y nos acompaña hasta la misma calle que buscamos. Hay muchas chabolas hechas de plásticos y maderas. A Lidia, una local la ha amenazado con una cazuela de barro. La verdad es que a veces no deberíamos entrometernos tanto en su vida, total para nosotros no deja de ser una foto más, para ellos es orgullo y pudor.
Otro buen paseo hasta que cogemos un taxi que nos deja el Blue Sky, 50. Comemos, no sin hambre, unos huevos fritos con patatas y coca-cola 140.
15:00 Ya en el hotel ducha y arreglar las notas (que se amontonan por momentos); también descansamos un poco.
Otro buen paseo por el mercadillo callejero, cerca del New Market, buscando unas sandalias, 100. Dos carteras 50. Terminamos la tarde en el Raj con un grupo de españoles. Cooperantes todos, cada uno dedicado a una cosa. También estaba Gloria; nos encanta, tiene una vitalidad que sorprende, no para de hablar y es muy entretenida y amistosa.
Mientras el grupo, debatía; muy interesante, ya que cuentan por menores de sus respectivos trabajos, pasaba el tiempo y terminamos este día con un buen sabor de boca.
Calcuta, pese a ser un lugar que puede ser muy negativo es a la vez muy atractiva y estos encuentros hacen aún más agradable la visita a esta imponente ciudad.

21/03

8:00 Diana.
9:00 Desayunamos en Blue Sky, café y tostadas 70.
Compras en el New Market, 4 pulseras 200. Periódico 10, cola 22.
11:15 Volvemos a hacer la mochila y a ducharnos y hacer el check out, 1500. Dejamos las mochilas en el hotel.
12:30 Entramos en el Museo Indio, 300.
Salas y salas de polvo y mala iluminación, ausencia de control de humedad y temperatura, y sin embargo deambular por ellas es hacerlo también en el tiempo, tanto por el contenido como por el continente. Es un descontrol y desorden y muy general.
La sala de los mamíferos, hay algunos que tienen una expresión horrible y de los insectos están especialmente sucias (habría que cerrarlas y ponerlas al día), con los insectos sin alas.
Sin duda es una visita recomendada (para los que nos gustan esta clase de museos), y no es caro el recordatorio.
Una sala egipcia para el primer contacto, salas de mineralogía llenas de piedras. Pintura algo de escultura. Mucho relacionado con India.
Sala de antropología (que deberían de actualizar).
Cerca había una maqueta de la Tower of Silence, un sistema funerario muy curioso.

Dokhma
De los Parsis, pensamos que es una especie de cementerio, donde por sexos, dejaban a los muertos expuestos a los elementos, siendo pasto de buitres y cuervos. Mirar en internet.
Una sala donde tienen una copia de la puerta de Bharhut, un templo que está cerca de Satna y que nos ha gustado hasta el punto de incluir una visita a esta ciudad.
15:30 Salimos del museo y encontramos a las chicas, con las que seguimos dando un paseo. Comemos en el Blue Sky.
Compras y paseos hasta que terminamos en el Fairlaw Hotel, un lugar de reunión de españoles, 300. Éramos unos veinte. Ahí conocemos a María, una chica que viene a Darjeeling también. Compramos dos camisetas, con el lema de Gonzalo (uno de los cooperantes) “Kolkata me mata”, por 120. Cogemos un taxi, 60, compartido con María y a la estación de tren de Sealdah.
21:45 Ya en la estación compro unas samusas y algo de beber, 100. Esperamos un poco y montamos en el tren, María viaja en 2ª, ya nos veremos a la llegada.
22:05 Salimos en hora. Nos acompañan, en el vagón, cuatro ingleses, dos de ellos están dando la vuelta al mundo, llevan un año viajando. Muy majos.
Calcuta ha sido todo un descubrimiento (y no queríamos pasar), sus calles no son tan desastrosas como en un principio pensábamos; aunque cerca de las misiones la gente muere en ellas. Los voluntarios con los que hablamos, nos cuentan historias muy diferentes unas a otras, aunque todas llenas de emoción. La comunidad de la Madre Teresa, donde muchos españoles ponen su trabajo y su tiempo. Otras instituciones de igual labor y reconocimiento.
Nos quedamos con la imagen de una Calcuta viva y llena de esperanza con montones de gente con ganas de hacer de ella una ciudad mejor para todos.
La calle Sudder, donde hemos estado hospedados, es un crisol de gentes; guiris, voluntarios, locales, comerciantes, taxistas, mendigos, niños de la calle, lisiados y visitantes compartiendo espacio. Emocionante.
El café Raj, escondido en un callejón de Sudder es un lugar donde hacer amigos y charlar en la compañía de compatriotas.

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