Si ya en el mapa el pequeño pueblo de Ä parece que está en el fin del mundo, la realidad no se queda tampoco muy lejos. El día amaneció nublado y frío. Para ese día habíamos programado una excursión a Reine y de allí coger un barquito que te lleva por el Reinefjord hasta Vindstad. Habíamos visto en internet que el trayecto era muy bonito y que desde allí se puede ir caminando hasta una playa. Pero nuestro gozo en un pozo. En temporada baja los horarios de esos crucero se reducen considerablemente y encima los sábados directamente no hay servicio (creo que sí que hay los domingos un viaje y también algún día suelto entre semana).
La verdad es que tuvimos muy mala suerte en Las Lofoten porque las islas prometen, son una maravilla. Queríamos haber hecho un montón de cosas y al final no pudimos hacer ni la mitad. Estuvimos valorando ir de todos modos a Reine a pasar la tarde, pero eso, con los horarios de bus de fin de semana significaba ir al pueblecito (que estaba muy cerca de allí) a las 6 de la tarde y volver a las 11 y pico de la noche. Y con el frío que hacía y teniendo en cuenta que allí ni hay bares ni hay nada, nos ibamos a helar.
Ese día, como os digo, estaba muy desapacible, hacía mucho frío y llovía. La oficina de turismo cierra el viernes al mediodía y hasta el lunes no vuelve a abrir. Si vais, preguntad por alguna ruta de senderismo, también alquilan bicis. Por la mañana estuvimos viendo el Museo de Pueblos de Pescadores Noruegos (100 NOK entre los dos, 13 euros). La chica de la recepción nos pareció sudamericana. El museo se reparte en varias cabañas tipo rorbu a lo largo del pueblo. Está bien, pero tampoco es una maravilla. Eso sí, casi todo el mundo que va Ä lo ve (y seguro que más de uno también se cuela porque nadie vigila quién entra y quién sale).



Ä es bastante bonito. A lo largo del pueblo se reparten un montón de casas rojas de pescadores, y muchas sobresalen al mar. Es un sitio muy especial, pero fuera de la temporada de verano está totalmente vacío. Sólo rompen la paz los turistas que llegan en coche, dan un paseo, hacen sus fotos y se van.




Ese día ya fuimos a dormir al albergue de Hi Hostel. No nos alojaron en una cabaña sino en una casa que daba un poco de miedo, la verdad. Nadie controla quién entra y quién sale. Las habitación están bastante mal y sinceramente, y después de alojarnos en Hi Hostel de varios países, este es el peor con diferencia. Hemos de decir que también es el más barato de todo el viaje (400 NOK en habitación doble) pero aun así nos parece caro teniendo en cuenta cómo están las instalaciones y que la ducha se paga aparte (hay que comprar unas fichas que cuestan 1,5 euros). Para instalarte, hay que llamar a los dueños a un número de teléfono y ellos te dan la habitación. A nosotros nos explicaron por teléfono dónde nos teníamos que meter (la habitación era desoladora) y menos mal que enseguida nos dimos cuenta de que el radiador no funcionaba y nos metieron en la habitación de enfrente, que era algo más decente.
Lo mejor del albergue era la cocina, acogedora, y también tenía un saloncito con muebles de hace dos siglos, que estaba más o menos decente. No es que os desaconsejemos totalmente ir a este albergue. Es lo más barato que hay allí, pero creo que ya que vas a las lofoten, por un poco más merece la pena ir a una rorbu que puedes alquilar allí mismo, sobre todo si vais 3 ó 4 personas, que te sale muy bien de precio.