03/08/2010
Nos levantamos a las 5 y desayunamos. Después nos montamos en el bus que nos lleva al aeropuerto.
Como ya tenemos la tarjeta de embarque, vamos directamente a la puerta de embarque y esperamos a que nos llegue el turno.
Embarcamos y con un cuarto de hora de retraso, despegamos al fin.
El vuelo se hace largo. Es de día. Hay mucho movimiento y aunque estoy algo cansado, es imposible conciliar el sueño.
Charla, por aquí. Paseo por allí. Un rato de televisión. Y darle vueltas a como me las voy a apañar en Baires.
Llegada a Baires
Finalmente a las 15:30 aterrizamos en el aeropuerto de Ezeiza.
Nada más salir de recoger el equipaje, pasas a una sala donde hay unos cuantos mostradores de empresas de alquiler de coches, transportes al centro, casas de cambio de dinero.
Como venimos prevenidos, pasamos de largo todos estos mostradores.
Quiero hablar con los de aerolíneas, así que me voy corriendo a la otra terminal.
Allí me dicen que tengo dos opciones, o tomo el vuelo del día siguiente o voy a Rosario que queda a 170 kms de Santa Fe.
Ninguna de las dos opciones me convence.
Regreso a la terminal donde hemos llegado. Y marcho hacia el banco de la nación para cambiar pesos.
Este está situado nada más salir de la recogida de equipaje, y tras pasar por los mostradores, en el hall, giras a la derecha y vas hasta el fondo. Al lado del mostrador de Manuel Tienda León.
Me aplican un cambio de 5,11.
Regresamos a la zona central y veo una casa de cambio, donde el mismo está a 4.8. Bueno, tenían razón los compañeros del foro de América del sur. Es mucho mejor cambio el encontrado en el banco de la Nación. Lo único, que este está un pelín más escondido.
Necesito un trago, algo de comer y una conexión a Internet. Aquí para conectarte tienes que ir a la cafetería del piso superior y tras pedirte una consumición, te dan la clave de acceso.
Ojo. Todos sabemos que hablamos el mismo idioma. También sabemos todos, que hay ciertas palabras que en España tiene un significado y en Argentina otro muy distinto… y hay palabras que son iguales, pero suenan diferente. La “ll” o “y” suena como una “s” rara.
El caso, que voy al camarero y le digo ‘ Hola, buenas tardes. ¿tienen ustedes conexión wi fi?’. ‘¿Como dice?’. ‘Conexión wi fi’. ‘¿conexión qué?’. Yo para estas alturas estoy un poco confuso. No sé si me está tomando el pelo o que es lo que pasa aquí. ‘Quiero conectarme a Internet con el portátil…’ ‘ Ahhhh, vale. Conexión wi fi (pronunciado como en inglés guay fay). Si por supuesto’.
Anda que no. No me jodas. Lo que hay que aguantar.
Busco alternativas de buses. Nada. Desde Rosario. Nada.
Finalmente, hablo con mis tíos de Santa Fe.
Ningún problema. Ellos vienen a recogernos a Rosario. Y asunto zanjado.
Volvemos a cambiarnos de terminal. En el mostrador de Aerolíneas, no ponen ninguna pega para realizar el cambio de avión.
Al lado de la puerta, está el mostrador de Manuel Tienda León. Son unos autobuses que realizan el recorrido hasta aeroparque o hasta la terminal que ellos tienen en Puerto Madero. Nos sale a 50AR$ por cabeza el traslado. Y tenemos que esperar casi tres cuartos de hora. Bueno, vamos a llegar un poco ajustados, pero yo creo que llegamos.
La chica me dice. ‘Si alquilas un remis (también tienen ellos remises), te sale 22AR$ más caro para los tres.’ ‘ ¿Y cuando sale?’ ‘Ya mismo’. ‘De acuerdo’.
Por fin llegamos a Aeroparque.
Nuestro avión esperando
A la hora exacta parte el vuelo (increíble).
A nuestra llegada, nos está esperando Oscar, así que sin más dilación nos marchamos a toda prisa a su casa.
Allí nos reciben con los brazos abiertos toda la familia. Una gran alegría nos embarga… también puede ser que todos tenemos mucha hambre y nadie ha cenado, esperando este momento.
Aquí degustamos nuestros primeros platos típicos argentinos. Empanadas, típicas allá donde las haya.
Tras terminar la cena, tocan retirada. Es tarde, estamos cansados, ha sido un largo viaje, pero al fin ya estamos en casa.
04/08/2010
A las 10 arriba.
Desayunamos tranquilamente, compartiendo nuestro primer mate, otra de las típicas cosas argentinas.
Nos vamos todos juntos a casa de los tíos. Por fin. Han pasado 11 años desde la última vez que nos vimos y la emoción se nota en el ambiente.
Esta tarde toca nuestra primera visita turística por tierras santafesinas. La idea es ir a Cayastá o más conocida como Santa Fe la vieja. Este lugar es donde se creó Santa Fe en sus orígenes. Pero con el paso del tiempo, tras diversos problemas de varios tipos se decidió cambiar la ubicación del pueblo por la actual.
La visita comienza en lo que fue la antigua iglesia. Se conservan los cimientos de la misma. Como en todas las iglesias, el suelo era empleado como cementerio. Así que no es raro ver, que esta es una más. Todo el suelo está lleno de tumbas. Algunas más ilustres y otras más normales. Aquí descansa por ejemplo, la hija de Juan de Garay, fundador de Santa Fe. Bueno, llegados a este punto, tengo que aclarar, que los huesos que se ven en el suelo de la iglesia son realmente de cemento. Los auténticos fueron guardados para evitar su deterioro y descomposición.
De aquí fuimos a una casa que recreaba aquellas en las que vivían los primeros moradores españoles de Santa Fe.
Atardecer en las marismas de Santa Fe
Regresamos a la ciudad nueva. Pero de camino hacemos parada en San José del Rincón. Este pueblo situado a escasos kilómetros de Santa Fe, tiene como única curiosidad que mantiene las calles de tierra. Es raro. Por lo que comentaban, los vecinos habían celebrado una votación y esta había salido por aplastante mayoría, mantener las calles como siempre habían estado. Sin comentarios.
Iglesia en San José del Rincón
Cenamos, y tenemos una agradable conversación… hasta las 3 de agradable.
05/08/2010
Esta mañana nos acercamos al museo etnográfico, y damos una vuelta por él. Va repasando en imágenes toda la historia de Santa Fe.
Tras esta breve visita, nos acercamos al convento de San Francisco. Está cerrado, así que damos una vuelta por sus exteriores.
Porches y plaza del Convento de San Francisco.
De ahí, caminamos hacia la plaza principal y visitamos el cabildo.
Jardines del Cabildo
Hoy toca noche larga, así que la gente se marcha a echarse la siesta. Yo me quedo apañando los distintos asuntos que todavía tenemos pendientes.
Celebramos el cumpleaños de mi tía. Preparando los días del viaje, nos dimos cuenta que tocaba su cumpleaños, así que hicimos coincidir esta celebración con nuestra presencia en este lugar.
Tras la cena, han traído una guitarra. Así que vamos desgranando poco a poco distintas canciones de la cultura navarra. Sonaron, el "No te vayas de Navarra", "A Pamplona por San Fermín", "Uno de Enero, Dos de Febrero..."
A eso de las 3, la gente comienza a irse a dormir. Pero allí nos quedamos el núcleo duro de la familia dándole a la “sin hueso”. Las 6 nos alcanza sin darnos cuenta y decidimos irnos a descansar.