Nos levantamos a las 6:45 h. Desayunamos, dejamos las maletas en el hotel y vamos al puerto (10 min. andando). Nosotras visitamos las islas (Uros, Amantaní y Taquile, pasando la noche en Amantaní) por nuestra cuenta, y en esto tengo que agradecer al forero anto36 su insistencia para hacerlo así, ya que es igual de fácil que hacerlo con una agencia, y de este modo todo el dinero va íntegro para el capitán del barco y las familias. A lo largo del viaje más de una vez nos han comentado que las agencias que organizan los tours por todo Perú sablean a lxs turistas y pagan muy poco. Yo lo de sablear a lxs turistas no lo tengo tan claro, porque en general los tours suelen ser bastante baratos y a veces no hay demasiada diferencia con hacerlo por tu cuenta (aunque en un viaje largo al final cada poquita diferencia va sumando). Por lo tanto si a ti no te cobran demasiado quiere decir que la ganancia la sacan de pagar poco a lxs que ofrecen los servicios (conductores, guías, familias que ofrecen sus casas, etc.), y en este caso la mujer que nos acogió en su casa nos explicó que las agencias se están haciendo con todo el negocio de las visitas a las islas, y que a las familias les pagan una miseria. Así que en casos como este, en los que además hacerlo por tu cuenta es tan fácil, recomiendo a todo el mundo que pase olímpicamente de las agencias y los hoteles que intentan venderte los tours.
Después de este speech, al grano: en el puerto están las casetas de las 3 islas. La segunda por la izquierda es la de Amantaní. Allí compramos el ticket del barco (30S) y el ticket de entrada en Uros (5S). En unos puestos cercanos compramos también algo de comida para la familia (arroz, leche,…) y unas pinturillas por si hay niñxs (recomiendo hacer estas compras antes en alguna tienda del pueblo, porque aquí está todo mucho más caro).
El barco sale a las 8:30 h. y tarda ½ hora en llegar a Uros ( www.hellopuno.com/isla-uros.htm ). En el barco la mayoría somos turistas, y alguna lugareña que se queda en Uros. Bueno, las islas Uros no sé cómo describirlas. Son unas islas flotantes hechas con totora (una especie de junco). Es un sitio precioso, pero se ha turistizado tanto que se ha convertido en una especie de parque temático. El barco nos paró en una de las islitas donde nos esperaban las mujeres de la isla, con sus trajes de colorines, cantando una canción.
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El presidente de la isla nos explicó un poco la historia y cómo se construyen las islas, te enseñan sus casas intentando que cada turista se quede con una mujer, y te intentan vender artesanía llegando a agobiar un poco. Si quieres te dan un paseo en un barco de totora (5S). Después de 45 min. aprox. nos despiden cantando “vamos a la playa, ohohoh”, para llorar (como comentó uno, “pero, qué hemos hecho con esta gente?...”

Bueno, y de ahí rumbo a Amantaní, 3 horas de viaje por el Lago Titicaca, el lago navegable más alto del planeta. Está a 3.820 m., y aquí se sienten los efectos de la altura. Amantaní ( www.punored.com/ ...index.html ) no tiene nada que ver con Uros, aunque se ha instaurado allí el turismo (la mayoría de las familias de la isla acogen viajerxs en su casa), todo es mucho más normalizado y la gente es más reservada.
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Al llegar a Amantaní están esperando las familias que nos va a acoger. Una de las familias no ha bajado, así que nosotras compartimos casa con 2 chicas estadounidenses. Nos recibe Betsy, la hija de Flora. Tras descansar un poco comemos y con Betsy subimos al santuario de la Pachamama, la Madre Tierra, que está en la otra punta de la isla (también se puede subir al Pachatata, algo así como el padre tierra, o roca, o montaña, pero como éramos todas mujeres, y además algunas de Bilbao, pues decidimos ir a la más alta y lejana).
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Es una caminata bastante dura, ya que aunque la colina no es demasiado alta, la altitud (4.100 m.) se nota y cualquier esfuerzo te pone el corazón a mil. Arriba hay un pequeño santuario circular que se mantiene cerrado salvo cuando realizan celebraciones (el santuario del Pachatata es cuadrado). El sitio es muy chulo, y con la puesta de sol espectacular, eso sí, hay que ir bien abrigada, porque arriba sopla bastante aire y en cuanto empieza a bajar el sol hace mucho frío. Volvemos a paso rápido porque anochecía y sólo llevábamos una linterna, y llegamos con un tremendo dolor de cabeza. Nos tumbamos un rato en la cama a descansar y nos quedamos inmediatamente dormidas hasta que viene la hija pequeña de la familia, un terremoto, a avisarnos para la cena. Después de una interesante sobremesa con Flor nos vamos a dormir agotadas.