Ya la primera mañana de playa que llegamos, paseamos por el Cortecito, bien temprano, nada más acceder al Cortecito se nos van acercando varias personas, nos saludan correspondemos al saludo y avisados ya por el Foro, sabíamos lo pesados que llegan a ser, pero mi mujer más tranquila se va parando con todos y cada uno, charlando un rato con ellos, que insistían una y otra vez en llevarnos a sus tiendas… a todos les prometíamos que a la vuelta del paseo… todos nos entraban con la misma cantinela: de donde somos y al decir que de España de Sevilla Andalucía, nos preguntaban por el Barsa y el Real Madrid, muy buenos equipos decían, pero por lo visto del Sevilla y del Betis no parecían conocer nada… es lo que pasa con tanto bombardeo en los medios de los dos equipos con más poder económico de España, en fin, todos nos dicen sus nombres “lo que sea” Pocoprecio parece que es el apellido nacional, al preguntarme mi nombre me decían Ramón nombre dominicano, les decía que no era nombre dominicano sino español, y a continuación añadían Ramón Pagapoco, pues eso, todos tenían la misma cantinela, a mi mujer le hacía mucha gracia a mí la verdad al principio si, luego ya se hace pesado, sobre todo cuando todos intentan arrastrarte a sus tiendas y te dicen que no vayas a las otras hablando mal de sus vecinos, hay que vender que se les va a hacer…
A la vuelta del paseo todos como enjambres asaltándonos diciéndonos que les habíamos prometido que a la vuelta, que cumpliésemos nuestra palabra, que nos habían esperado, etc.… a todos lo mismo, ante el agobio, les prometíamos volver cuando quedasen pocos días para irnos… ufff. No volvimos a pisar el Cortecito hasta pasados unos días…
Pasados unos días uno de los chicos que habían en el Lobby del Royal, que se encontraba junto a los representantes de los tour operadores, que siempre muy amable nos saludaba y preguntaba por como estábamos, que ya nos invitó a un evento para el Club de Palladium, un día nos dijo que si íbamos a comprar souvenirs… les comentamos que si pero que en el Cortecito nos habían agobiado bastante, nos dijo si nos gustaría ir fuera del resort al pueblito y les dijimos que si que nos gustaría pero no sabíamos cómo, el dijo que el hotel nos ponía un medio de transporte y nos dejaba allí y nos recogía al terminar, todo ello sin coste. Aceptamos en mala hora… Resultó que no era el hotel que nos ponía un transporte, era un “amigo” de él que nos llevó directamente a una tienda de souvenirs de un señor que nos presentó como su “hermano”, no nos llevaba al pueblo para que paseáramos y viéramos tiendas no, nos llevó directamente a la tienda de su hermano y entró con nosotros para una vez terminásemos llevarnos de inmediato al hotel. El dueño de la tienda con toda su verborrea intentaba que nos lleváramos el máximo de regalos posibles, nada tenía precios puestos, cuando preguntábamos qué precio tenía alguna cosa, nos decía que el que le quisiéramos poner, que no había problemas y que todo saldría al precio más barato y ajustado, que nada de qué preocuparnos, que el precio lo pondríamos nosotros, total, que por dos cuadros normalitos no muy grandes, que en el Cortecito los había a porrón, y no costaban más de 20 dólares cada uno en el primer precio, que luego regateando salían por menos, por una botella de mamajuana, tres o cuatro imanes para la nevera con una guagua, un anillo de “larimar” según decía, muy pequeña la piedra y un collarcito pequeñito de larimar según decía, nos quería cobrar casi 500 dólares, un timo en toda regla, le dijimos que era muy caro, pero no aceptaba rebajas y encima se indignó, que eso valía mucho más, etc.… viendo la mala cara del hermano taxista, viéndonos en medio de un sitio que no conocíamos, sin saber volver al hotel y viendo el cariz de la cosa, la verdad yo me “acojoné” y acepté llevarme una botella de mamajuana, un par de imanes para la nevera y el anillito ridículo de supuesto larimar, que la piedra era más bien pequeñita por 160 dólares, un timo en toda regla, y encima tuvimos que aguantar las malas caras de los dos hermanos… por supuesto al señor del hotel no le dijimos nada, y ganas no nos faltaron, estaba clarísimo que estaba compinchado y que nos habían tomado el pelo. Mosqueo que me duró casi tres días, sobre todo cuando nos cruzábamos con dicho señor, que de repente había perdido su interés con nosotros excepto el último día que se despidió como si nada hubiera pasado.
El Domingo 3 de Junio ya si teníamos que ir a comprar los regalos, se iba acercando el momento de partir y teníamos que quitarnos ya eso de encima. Fuimos junto con una pareja de Córdoba que ya había comprado días atrás y sabían cómo capear el temporal, la verdad es que ese día sí que valió la pena, nos trajimos muchos regalos del Cortecito y sobre todo 4 cuadros súper bonitos, que no eran los típicos que habían en todas las tiendas, nada más los vimos que por cierto estaban medio ocultos muy altos, nos quedamos prendados, cuadros dos de ellos de 2 metros por uno y medio y los otros dos de metro y pico, con un colorido excepcional, nos dijeron que 200 euros cada cuadro grande, y 60 los pequeños, que se podían quedar a 40 si nos llevábamos los cuatro, al final conseguimos los 4 cuadros y regalos apartes como camisetas, etc. Por 160 dólares, curiosamente la misma cantidad que el día del engaño… está claro que no hay color. Ese si fue una compra provechosa, y cada vez que miramos los cuadros colgados, ya en casa con su nuevo bastidor y su marco… nos acordamos de ese día.


