Nos levantamos a las 8:30 y bajamos a desayunar. Hoy hay más gente que otros días. Estamos, además de nosotros, una señora y su hija (eso suponemos) que son francesas, una pareja de estadounidenses y otra pareja de australianos.
Las francesas se alegran de vernos porque no deben hablar mucho inglés y tienen problemas para comunicarse con las otras 2 parejas (ya os comenté que estamos todos sentados en la misma mesa). De hecho, la señora hace un esfuerzo y nos dice algo en español.
Los americanos son unos pesados. Bueno, en realidad sólo es pesado el señor porque ella no abre la boca. Él se ha encargado de monopolizar el desayuno y fuerza conversaciones cuando al resto se nos nota que sólo queremos desayunar. Son de Pennsylvania.
Y los australianos tienen más de 80 cada años cada uno. Desayunan con las pastillas encima de la mesa Eso sí, están estupendos.
Acabamos de desayunar, pagamos y nos vamos. La situación del B&B es muy buena y el desayuno es fantástico pero es caro para como es la habitación (unos 320€).
Vamos a una parada de taxi justo fuera de las murallas. Tenemos que ir al aeropuerto a por el coche. Es que cuando buscamos precios para el alquiler del coche, cogerlo y dejarlo en el centro de las ciudades era mucho más caro, por lo que al final decidimos cogerlo en el aeropuerto de Quebec y dejarlo en el Toronto.
El taxi tiene una tarifa fija al aeropuerto de 34,25$ (unos 27€).
Llegamos al aeropuerto y vamos a la oficina de Avis, con la que hemos alquilado el coche. No hay gente y nos despachan muy rápido. Es que la chica no es que sea muy atenta. Vamos al parking a por el coche y flipamos!!! Yo había reservado el modelo económico que es tipo Nissan Micra o Ford Fiesta, y me encuentro con una furgoneta de 3 filas de asientos, negra, con cristales blindados, ...
Es de marca Dodge. Lo bueno que tiene es que, si nos falla algún hotel, podemos quedarnos a dormir en la furgoneta
Salimos caminos a unas cataratas a 7 kms de Quebec. Las encontramos, más o menos, sin dificultad. Dejamos el coche en el parking de la iglesia del pueblo. Lo hemos leído en la Lonely. Así no pagas el parking de las cataratas.
Las cataratas son impresionantes.
Lo tienen montado para que las veas desde arriba...
... a media altura ...
... y desde abajo.
Eso sí, si no quieres usar el teleférico (nosotros no lo hicimos) tienes que darte un buen paseo por estas escaleras.
Decidimos ir ya de camino a St Sauveur y comer algo en un super. Paramos en Trois Rivieres. Compramos algo en un super y vamos a un parque. Se ve que el pueblo es turístico porque hay un montón de bares y restaurantes. Pero debe ser por la zona en la que está porque el pueblo no tiene mucho.
Llegamos a St Sauveur a las 18:30, ya casi de noche.
Nos quedamos en el hotel Les Laurentides por 160€ 2 noches. Está mejor de lo que esperábamos, teniendo en cuenta que 80€ es un precio casi barato en Canadá.
Vamos a dar una vuelta. El pueblo es muy curioso. Hay casitas con tiendas, bares, restaurantes, ... Todas organizadas en bloques. En cada bloque hay varias casitas y un parking.
Tomamos algo en una terraza. Después cenamos en Pizza Hut porque son las 20:30 y aquí ya es tarde. De hecho estamos solos y nos dicen que en media hora cierran.
Se ve que es un pueblo que en temporada alta de verano o de esquí (estamos en la zona de Las Laurentides donde hay un montón de estaciones de esquí) hay mucha gente por la cantidad de bares, restaurantes, tiendas, ... que hay.
Después, a cenar. Mañana nos espera un buen día porque vamos a visitar uno de los parques naturales más grandes de la costa este: Mont Tremblanc. Tenemos ganas de ir a un parque para ver si es verdad que impresionan.