Es una región que atrae muchos turistas, gracias a sus zonas naturales famosas como Abel Tasman, y a que es la región de NZ donde el clima es más permisivo. Ningún viajero debería perderse las playas de este lugar.

Primera visita 7-27 Enero
Aunque mi primera estancia en ésta zona fue bastante larga, no estuve realizando una visita exhaustiva. Reservé los mejores lugares para cuando viniera mi amiga de Bilbao y me centré en conseguir un empleo.
Los alrededores de Motueka rebosan campos de cultivo de varios tipos de frutas y bayas, pero no conseguiréis ningún empleo sin un permiso de trabajo, lo tienen muy controlado, y la gente que si tiene permiso, acude en masa.
Abandoné Picton con mi pulgar mágico que me lleva a todas partes, y tuve la suerte en el camino de conocer a otra familia de Kiwis, que me aceptaron en su hogar una noche y que además me llevaron con ellos a un sitio donde suelen ir a pasar la tarde en vacaciones. Por el Lee River Valley, al sur de Nelson, en un desvío en Brigthwater, hay varios puntos donde la gente va a bañarse en las gélidas aguas y a tostarse al sol mientras las sandflyes se dan un banquete. Hay varias cuerdas de Tarzán que los kiwis han ido llevando para saltar al rio.
Tras ello me dejaron en Motueka, donde pasé hasta 10 noches. Primeramente intenté buscar un trabajo, que sin permiso era imposible, y finalmente busqué WWOOFing por la zona.
Me alojé en Motueka en el White Elephant, una bonita casa de aire Victoriano, que también ofrece batchs independientes en la parte de atrás, e incluso la opción de acampar en el amplio jardín trasero. Durante la temporada de recogida de fruta, el ambiente en estos hostels es inmejorable. La gente que busca trabajo se aloja en un mismo hostel durante gran parte de la temporada y no es nada fuera de lo común hacer barbacoas sin motivo alguno y estar en el jardín hasta altas horas de la noche. No es raro que el propietario alemán se apunte a todas.

La pequeña ciudad de Motueka es muy tranquila y pasear en sus calles y parques es un placer. El ambiente es mucho más cercano, y siempre hay alguien que quiere ir a algún lugar a pasar la tarde a la playa o ir a pescar, a lo que no dudan en invitarte. Así es como descubrí Kaiteriteri y una pequeña cala que se esconde tras la colina que delimita uno de los extremos de la playa. En uno de los chiringuitos de la playa se comen muy buenas hamburguesas.

Tuve la gran suerte de ver esta cala cuando los Pohutukawas estaban en flor. Se les llama el NZ Christmas Tree, por que florecen con un vistoso rojo en fechas cercanas a las navideñas. Dan a las playas y paisajes de NZ un toque muy especial.

Tras la negativa rotunda a los intentos de conseguir un dinerillo, busqué un WWOOF por la zona, y acabé de nuevo en Brightwater, realizando tareas de acondicionamiento a un particular en su enorme jardín. Me alojé en una pequeña batch que ofrecía.

Durante mi estancia en Brightwater me prestó su bicicleta para poder moverme libremente al pueblo cercano de Richmond y Lee River Valley.
En mi día libre también me metí una paliza de casi 70Km en bicicleta, recorriendo el Nelson Bike Trail y desviándome para visitar Rabbit Island.

Vistas desde el paseo marítimo de Nelson

Rabbit Island, mucha gente viene a realizar Kite Surf a este lugar, que recibe fuertes vientos.

Realicé una breve visita a Nelson, junto con varios compañeros de Freeman´s Lodge que andaban por el lugar, y subimos a la colina cercana, donde se supone se encuentra el centro geográfico de NZ y desde donde se tienen unas buenas vistas de la ciudad de Nelson y la bahía.
También tuve tiempo de hacer un poco de artesanía, y fabriqué un arco y flechas rudimentarias con unas ramas de un avellano del jardín. No tenía mucha precisión, pero la suficiente para atravesar algunas naranjas de los árboles.

Tras mis idas y venidas en bicicleta, terminé el trabajo que tenía y me dirigí a Christchurch, donde dentro de poco llegaría mi compañera de viaje a lo largo y ancho de la Isla Sur.
Segunda visita 15 – 18 Febrero
En ésta ocasión llegaba junto con Sarai, desde la West Coast, y una vez más me alojé en el White Elephant. Aprovechamos los últimos rayos para ir hasta Kaiteriteri, pero ya era tarde para ver los Pohutukawas en flor.
A la mañana siguiente, conseguí convencerla para que también ella saltara desde un avión. Bueno no tuve que esmerarme mucho, que ella tenía ganas.

Hacerlo en la región de Nelson tiene varias ventajas, entre las que no se encuentra el precio, aunque no llega a ser tan caro como Queenstown. Es supuestamente el único salto desde donde puedes ver las dos islas, tienes unas vistas muy buenas de Abel Tasman National Park y el tiempo suele ser mejor, por lo que se puede saltar casi todos los días. También hay opciones de pilotar un avión de acrobacias sobre Abel Tasman.

Tras la descarga de adrenalina, cogimos el coche y nos dirigimos hacia Takaka, siguiendo una sinuosa carretera que sube hasta un puerto que se encuentra tras Kaiteriteri, y desde donde se tienen unas buenas vistas de la Golden Coast. Bajamos a Takaka y continuamos hasta los Waikoropupu Springs, para acortar, llamados también Pupu Springs.
Los Pupu Springs son conocidos por ser unas de las aguas más claras del mundo, y además por el enorme volumen de agua dulce que emanan, hasta 14 000 Litros por segundo. Tienen una gran importancia para la cultura maorí, ya que es el hogar de la Taniwha (espíritu guardián) Huriawa, una de las tres principales de Aotearoa. Esta considerado Taonga (Tesoro) y Waahi Tapu (sagrado) y está prohibido tocar las aguas.
Tiene una combinación de espejos gracias a la que es posible ver el fondo del lago.


Tras esta parada de ensueño, y con unas ganas descomunales de beber agua por algún extraño motivo, seguimos recorriendo la Golden Bay hasta Collingwood primero y después hasta Puponga, donde termina la carretera convencional. A través de una carretera de grava se puede continuar hasta el parking de Wharariki Beach.
Recorrimos los 20 minutos a pie a través de bosque bajo y dunas que nos separaban de la playa de Wharariki.

Es otra de esas largas playas desiertas que ofrece NZ, un remanso de paz sólo alterado por las rachas de viento y las sandflyes, que están en todas partes.

A veces, algún desalmado con complejo de cangrejo, también tiene algo que ver, pero brevemente.

A la vuelta, nos desviamos en la carretera para llegar hasta Cape Farewell

Al día siguiente, pasamos por el I-Site para reservar un Water Taxi, que nos llevaría al comienzo de la Track más conocida de ésta zona, Abel Tasman Coastal Track
www.doc.govt.nz/ ...ast-track/
La ruta, según las indicaciones lleva entre 3 y 5 días, pero es muy facilita, para alguien medianamente en forma sería perfectamente posible hacerlo en 2 días. Aunque es verdad que tampoco es plan de estresarse, pudiendo pasar toda la tarde tirado en la playa.
Esta Track cuenta con infinidad de campings y cabañas, por lo que se pueden hacer muchas combinaciones, y encontrar siempre sitio en algún lugar. Os dejo el mapa de la zona.
www.doc.govt.nz/ ...ck-map.pdf
Finalmente el Water Taxi lo cogimos a las 12:00, que es bastante tarde, y como no nos cuadraba muy bien con las siguientes mareas, tuvimos que desembarcar antes, para no tener problemas.
Después de dar mil y un vueltas para intentar encontrar la entrada a Apple Split Rock por tierra, y no conseguirlo, resulta que era la primera parada del barco.

Paró en un par de playas más, para que la gente desembarcara en los puntos del paseo de 1 día o 4h, y a nosotros nos llevó a una pequeña colonia de focas en Tonga Island. Desembarcamos en Goat Bay para poder hacer con tiempo el cruce de la Awaroa Inlet, que queda inundado por la marea.
He de decir que estas partes que nos perdimos, son posiblemente las mejores, ya que no están tan abarrotadas de gente, que en tramos del camino se hace un tanto pesado.
Cruzamos rápidamente Goat Beach y nos adentramos en bosque bajo durante un buen rato, cruzando pequeños arroyos y viendo los reflejos del mar que se colaban entre la maleza. Por fin salimos de la maleza en un punto que parece una enorme marisma, donde cruzamos Awaroa Inlet.
Es recomendable hacerla descalzo o con un tipo de calzado que no usemos en el resto del recorrido, ya que puedes meter el pie en el fango hasta el tobillo. Para algunos pisar este tipo de tierra es muy agradable y relajante, mi cara no dice lo mismo.

A la hora de planificar la ruta, es el punto al que más atención debemos prestar con las mareas, ya que no tiene ninguna ruta alternativa por tierra.
Tras cruzar Awaroa Inlet, tenemos la primera cabaña, donde podremos quitarnos el barro de los pies y parar a por un tentempié. Desde aquí podemos ver como la marea poco a poco va engullendo el cruce.
Seguimos caminando por la playa cercana un buen rato, para finalmente meternos hacia el interior una vez más.

Aunque la ruta no discurra por la costa en todo el recorrido, nunca nos alejamos mucho del mar, y es posible verlo la mayor parte del tiempo. Desde los altos y miradores, los helechos propios del lugar le dan un aspecto tropical a las fotos.

En Onetahuti Bay hay un camping que está bastante bien, cerquita de la playa, pero nosotros habíamos reservado en Tonga Quarry, que está a unos 15 minutos, cruzando una colina que separa ambas playas.

He de decir, que no recomiendo en absoluto el camping de Tonga. Era una antigua cantera, y la mayoría de emplazamientos de tienda tienen el suelo lleno de piedras. Los que no, están directamente en la arena, que el primer día puede parecer divertido, pero cuando acabas sacando kilos y kilos de arena de la tienda, te das cuenta de que no es más que un engorro.
La playa, eso sí, era muy tranquila, ya que nadie se quedaba en éste camping.
En todo el recorrido por Abel Tasman, duermas donde duermas, hay que prestar especial atención a las Sandflyes y mosquitos, que en las zonas de playa y marismas, están rabiosos. Lo ideal es manga larga y repelente cuando el sol empieza a caer.

Después de una incómoda noche que nos dejó la espalda un poco hecha polvo, levantamos el campamento y seguimos caminando hacia Bark Bay. Éste tramo del camino es muy poco vistoso, va por el interior y no recuerdo haber visto el mar hasta llegar a Bark Bay.
Hay ciertos puntos y campings a los que sólo se puede acceder por mar, así que si puedo volver algún día, seguramente lo volvería a hacer en kayak, que puedes disfrutar más ésta ruta.

Seguimos caminando con furtivas vistas al mar hasta llegar a Torrent Bay. Ésta bahía, a pesar de estar enclavada en una reserva natural, es terreno privado, que por algún motivo es apto para construir. Las casas de ésta bahía dependen de paneles solares u otras formas de energía, son autosuficientes, y por lo que dijo el hombre del Water Taxi, como poco te valen 1 Millón de $NZ
Es un buen lugar para parar a por un tentempié, ya que hay puntos con agua potable y bancos. El siguiente paso es, bien cruzar la marisma con marea baja, o tomar la ruta alternativa por tierra con marea alta.
Si nuestra intención es visitar Cleopatras Pool, lo mejor es ir por la ruta terrestre directamente.

Teníamos las mareas bien cuadradas, así que pasamos sin problema la marisma hasta Anchorage Bay, posiblemente la bahía más popular entre los turistas que están de paso y desgraciadamente frecuentada en exceso por diferentes embarcaciones.
En ésta larga bahía también se encuentra el camping más grande de todo Abel Tasman y una cabaña.
Pasamos furtivamente por el camping y tomamos el camino que lleva a Te Pukatea Bay, donde cogimos nosotros el camping, y donde, ésta vez sí, acertamos de pleno.
En éste camping puedes disfrutar de una gran playa, que no tiene el ajetreo que su vecina Anchorage, y que es incluso más bonita. También hay un pequeño paseo hasta Pitt Head, desde donde podemos ver las cercanas Anchorage y Torrent Bay, hasta casi Tonga Island a lo lejos.


El camping también tenía las parcelas para las tiendas en buenas condiciones, y había varias mesas de picnic entre la vegetación, pero con vistas a la playa. En ésta playa sí que es muy recomendable pegarse un chapuzón. Las aguas, como en el resto de Abel Tasman, son cristalinas y limpias, y es buena idea llevar un tubo y gafas, para explorar el fondo marino, y si hay suerte, incluso nadar con delfines. A mí se me rompieron las gafas el día antes de comenzar el Track, que mala pata.

Por la noche, una vez más, cuidado con las sandflyes y mosquitos, pero al menos el suelo no era tan incómodo como la noche anterior.
Al día siguiente nos levantamos sin mucha prisa, e hicimos el último tramo casi sin mirar. El tráfico en ésta última parte es intenso, montones de turistas que se amontonan en las cuestas, mientras hacen el recorrido de unas 4 horas o llegan desde el final del track para ir a Anchorage Bay.
Cuando llegamos de vuelta al coche, nos dirigimos hacia Picton, y ya he contado todo lo relativo a Marlborough, así que me temo que ésta será la última etapa que escriba sobre NZ.
Es posible que más adelante mencione alguna última sección de consejos y trucos, sobre todo enfocados a una estancia superior a un mes en NZ, o gente que quiera moverse por hostels y campings, pero ya veré si reúno suficientes datos como para poder hacerla interesante y completa.
Si habéis disfrutado leyendo y viendo las fotos tanto como yo disfruté preparando el diario, habrá merecido la pena. Eso sí, el relato jamás estará a la altura de lo que vives estando allí, eso tendréis que recorreros medio mundo y comprobarlo por vosotros mismos.