Me he acercado a Budapest en un vuelo operado por Wizzair desde Târgu Mures. La política de esta compañía con el equipaje me parece suicida, pero aún así me salía a un precio parecido al tren y unas doce veces más rápido (32€, incluidos los 16 que cobran por llevar equipaje de mano en cabina; la reserva la hice hace un mes aproximadamente).
El vuelo ha sido puntual en salida y llegada. De hecho he salido a las 18:55 y he llegado a 18:55, por cosas esas de diferentes husos horarios.
Para llegar al centro desde el aeropuerto F. Liszt he optado por lo más barato. Coger el bus 200E, que te deja en la última parada de metro de la línea 3. Allí con un par de tranasbordos llegaría a mi destino. Lo pongo en condicional, porque ha sido una auténtica odisea.
Me explico. Salir del aeropuerto, sin problemas. El bus 200E justo salía al de unos 2 minutos. Llego a la parada última del bus, pero resulta que hay obras y no funcionan las últimas cinco paradas de la línea 3 del metro. Hay un bus gratuito que lo suple (así explicado parece fácil, pero en húngaro es jodido entender algo).
Más adelante he encontrado este cartel en inglés y húngaro que lo explica:
Como tenía un pequeño mapa del transporte público que me han dado al comprar el bono de 7 días (4950 HUF), he pensado que podía cambiar el plan y bajarme antes para pillar algún tranvía, pues me resulta fácil orientarme con ellos y voy sobre tierra.
Dicho y hecho, me bajo en una parada donde hay correspondencia con el tranvía nº1, que me permite transbordo con el nº28 que me deja al lado de destino.
Hasta ahí, más o menos fácil de seguir. Peeeeeeeeeeeeeero... Las obras también afectan a la parada del tranvía de marras. Jodé, que tengo que volver a coger otro autobús gratuito para hacer las dos paradas que han desaparecido de este tranvía.
Todo esto lo sé porque he preguntado y la fortuna ha hecho que el chico al que he preguntado me ha explicado el problema, me ha acompañado a coger el bus, ha venido conmigo las dos paradas, me ha vuelto a acompañar hasta el tranvía... vamos un chaval que tiene mis votos para que San Pedro le permita la entrada. Por cierto, rumano tenía que ser.
La verdad es que estoy sorprendido de lo encantadores que son los rumanos que me he encontrado en mi viaje, incluso aquí, en budapest.
Bueno, pues ya no ha habido más sustos, por fin he llegado a destino, hacia las 8:15.
En Budapest hay un montón de albergues muy baratos (aunque no tanto como en Rumanía). Sin embargo, quería poner a prueba una página que te permite reservar habitaciones o casas a particulares. (www.airbnb.es). El hecho es que en mi viaje por Hungría y por Eslovaquia es posible que me aloje en pueblos que no tienen hostels, y ésta es, tal vez, una alternativa. Por eso, para probarla he preferido utilizarla en Budapest, que había mucho donde elegir.
Si no conocéis la página, consiste en ponerte de acuerdo con un propietario particular sobre la estancia (en plan hostelbookers, pero particular). El principal problema que le encuentro es que se llevan una comisión quetecagas. Yo lo he solucionado reservando un aparamento-estudio completo (20€/noche) para dos noches. Y cuando he llegado le he reservado otras tres más en mano, así me evito pagar unos 8 euros más de comisiones a airbnb. Por lo demás, la página parece muy formal.
Por cierto, el apartamento es una gozada. Está situado junto a una parada de metro de las líneas 2 y 4 (ésta última es nueva); además de 5 líneas de tranvía. Está en la plaza Blaha Lujza.
El chico que me lo ha alquilado, Norbert, que además habla castellano, lo ha comprado hace unos 10 días y soy su primer inquilino. Me parece un chollo. Tiene cocina equipada (eso que me ahorraré), lavavajillas, lavadora (que me sale gratis), un baño enorme y un dormitorio tan grande como dos de mi casa. Además tiene wifi. Vamos que aún estoy flipando.
Bueno, pues ahora toca hacerse un pequeño planing para estos cinco días en Budapest, en los que espero oir algún concierto, ir a un montón de baños públicos y ver los principales atractivos. De momento, mañana tengo reservada la visita en castellano al interior del parlamento (2000 HUF).
Domingo 13 de Julio: VISITAS GUIADAS (parlamento y ópera) + MUSICAL
Hoy es mi primer día propiamente dicho en Budapest y me toca visitar el parlamento a las 10:15 (visita guiada en castellano). La reserva la hice por la página www.jegymester.hu/eng/Index, de tal forma que pago 200 HUF por el servicio, pero me aseguro no tener que hacer cola y elijo franja horaria para el recorrido.
Hace 16 años estuve en un viaje organizado en Budapest, pero la verdad es que apenas recuerdo gran cosa del viaje aquél, por lo que para mí casi todo es nuevo. Tal vez lo que más guarde en la memoria es el edificio del Parlamento. Pero ha sido verlo otra vez, in situ, y me ha maravillado.
Para llegar a la zona me he desplazado en metro. No recuerdo si ha sido entonces cuando he cogido la línea 1, la más antigua. He tenido la sensación de haber montado en la máquina del tiempo de H.G.Wells. Vamos, que creo que Felix J. Palma creo que se inspiró en esta línea de metro para su entretenida novela "El mapa del tiempo".
Volviendo al Parlamento, se trata de uno de los edificios más bonitos que he visto en persona. No me cansaba de mirarlo y hacerle fotos, a pesar de que por su tamaño no me entraba en el objetivo de mi cámara compacta-barata. Habrá que sacarle mañana más fotos desde el otro lado del Danubio.
Es simplemente espectacular.
La visita guiada en castellano ha sido más numerosa de lo que pensaba. Seríamos cerca de 30 personas, aunque nos han manejado con buena mano, dándonos tiempo a hacer fotos (no se paga por ello) y a escuchar las explicaciones correspondientes.
Por dentro no se queda corto. Por ejemplo, la sala de la antigua Cámara Alta (ya sólo hay una cámara baja)
Detalles de la Sala de descanso anexa a la Cámara Alta
Si bien, la más expectacular es la sala de la cúpula, que alberga la sagrada corona de San Esteban, símbolo de la nación húngara. Aquí, por desgracia, no dejaban hacer fotos.
Por supuesto, los pasillos y escalinatas también eran dignas de apreciar
El tour ha durado exactamente 45 minutos y ha costado (para ciudadanos de la U.E) 2000 HUF, si compras la entrada en taquilla. Realmente merece la pena.
Acabada la visita me he quedado por la zona, ya que no está incluida en el tour "gratuito" que tengo pensado realizar mañana por la mañana. Muy cerca, por ejemplo, en la ribera del Danubio se encuentra un conjunto escultórico reciente (no existía cuando vine yo en los 90') en recuerdo a los ciudadanos húngaros de religión judía que fueron ejecutados por los asesinos fascistas de la cruz flechada en esta misma zona. Asesinaban de un disparo en la cabeza a uno, que arrastraba a la otra persona que estaba esposada con el anterior, de tal forma que moría ahogado.
Aunque me repita no puedo dejar de insistir en que la emotividad no se logra con enormes obras escultóricas (como en Berlín, por ejemplo). Basta un par de docenas de zapatos (Budapest), unas sillas (Cracovia), el ruido infinito de un metrónomo (Majdanek, Lublin) para sobrecogerte y emocionarte.
La zona del Parlamento a la que hago referencia, por ejemplo, en las proximidades de la Plaza de la Libertad, me recuerda un montón a París. Avenidas relativamente amplias, calles limpias, edificios con unas fachadas espectaculares.
Por ejemplo, la casa Bedó
El Banco Nacional
La Real Caja Postal de Ahorros
Y tantos otros
En la zona he visto una librería en un edificio con una fachada muy elegante y al entrar a curiosear he llegado a la cafetería más espectacular en la que jamás haya estado.
Allí me he tomado un café con leche y un croissant a un precio razonable para estar donde estaba (3'5 €)
El edificio se llama Alexandra (www.alexandra.hu) y en la fachada pone book cafe
Está en el segundo piso, como muestra la foto
Así se me ha ido la mañana. Toca duchita, comer algo en casa y acercarme a la ópera. Tengo intención de hacer la visita guiada en castellano a las 16:00
La verdad es que es una pena que en Julio y Agosto no haya temporada de música clásica, danza, ópera, opereta,... Porque a posteriori puedo afirmar que lo lógico sería visitar la ópera para presenciar algún concierto. De hecho, el precio de la entrada no sería muy superior al de la propia visita guiada (2900 HUF, más 500 HUF por sacar fotos).
El edificio está bastante sucio por fuera, pero es realmente bonito por dentro.
Durante la visita lo recorres prácticamente en su integridad.
No es excesivamente grande. Hoy en día los audiotorios al menos duplican su aforo
Pero está claro que tiene el encanto del edificio de época.
Cerca de la ópera se encuentra la Academia de Música, donde también suele haber conciertos frecuentes. El edificio, nuevamente precioso.
Presidido por F. Liszt, de quien toma su nombre.
Pues resulta que tampoco hay conciertos hasta que llegue agosto. Me temo que me voy a quedar sin escuchar nada en Budapest.
En dirección hacia el tranvía (lo prefiero al metro) paso por el teatro Madách Színház. Ni aparece en la Lonely Planet. Pero es que van a representar el musical Mary Poppins (hoy el último pase, a las 19:00). Pues no habiendo nada mejor... he comprado la entrada más barata (al cambio no ha llegado a 4'5€).
Jodé, qué acierto. Me lo he pasado en grande; aunque parezca una contradicción, he disfrutado como un enano.
Para los que estéis pensando... sí, era en húngaro (pero con subtítulos en inglés). Y por otra parte qué importa, si ya te conoces la historia y además Chim Chim chery o Supercalifragilísticoespialidoso (Szuperfenofrenetikomaxikapitális en su versión) son universales.
El musical, original producido por Mackintosh y Disney, aún no se ha estrenado en España. No creo que tarde, porque es el típico musical para toda la familia. No he visto más de media docena de musicales, pero el dinamismo en la puesta en escena de éste es incluso superior al clásico Fantasma de la ópera. Hay cambios de escenarios continuos y está hecho con un buen gusto envidiable.
Ha durado 160 minutos (con un descanso de 10´).
A pesar de tener que competir con la final del Campeonato Mundial de Fútbol, el teatro estaba hasta la bandera.
De allí me he dirigido hacia el apartamento. En el descanso del musical he estado mirando un poco la Lonely y resulta que tengo la suerte de que en la misma calle hay un restaurante-cafetería recomendada (www.ladocafe.hu), donde todas las noches (de 20 a 22 h) hay música en directo de estilo jazz-soul. He llegado justo a escuchar un par de canciones de una cantante húngara, Eszter Munkácsy, que lo ha hecho realmente genial. Una pena que a las 22:00 se ha marchado.
He tomado un café melange. No sabía lo que era, pero tenía un nombre curioso: café con leche, con miel y espuma de leche, todo ello en una copa (2€). Creo que, si puedo, voy a ir todas las noches que me resten en Budapest (3 más).
El vuelo ha sido puntual en salida y llegada. De hecho he salido a las 18:55 y he llegado a 18:55, por cosas esas de diferentes husos horarios.
Para llegar al centro desde el aeropuerto F. Liszt he optado por lo más barato. Coger el bus 200E, que te deja en la última parada de metro de la línea 3. Allí con un par de tranasbordos llegaría a mi destino. Lo pongo en condicional, porque ha sido una auténtica odisea.
Me explico. Salir del aeropuerto, sin problemas. El bus 200E justo salía al de unos 2 minutos. Llego a la parada última del bus, pero resulta que hay obras y no funcionan las últimas cinco paradas de la línea 3 del metro. Hay un bus gratuito que lo suple (así explicado parece fácil, pero en húngaro es jodido entender algo).
Más adelante he encontrado este cartel en inglés y húngaro que lo explica:
Como tenía un pequeño mapa del transporte público que me han dado al comprar el bono de 7 días (4950 HUF), he pensado que podía cambiar el plan y bajarme antes para pillar algún tranvía, pues me resulta fácil orientarme con ellos y voy sobre tierra.
Dicho y hecho, me bajo en una parada donde hay correspondencia con el tranvía nº1, que me permite transbordo con el nº28 que me deja al lado de destino.
Hasta ahí, más o menos fácil de seguir. Peeeeeeeeeeeeeero... Las obras también afectan a la parada del tranvía de marras. Jodé, que tengo que volver a coger otro autobús gratuito para hacer las dos paradas que han desaparecido de este tranvía.
Todo esto lo sé porque he preguntado y la fortuna ha hecho que el chico al que he preguntado me ha explicado el problema, me ha acompañado a coger el bus, ha venido conmigo las dos paradas, me ha vuelto a acompañar hasta el tranvía... vamos un chaval que tiene mis votos para que San Pedro le permita la entrada. Por cierto, rumano tenía que ser.

Bueno, pues ya no ha habido más sustos, por fin he llegado a destino, hacia las 8:15.
En Budapest hay un montón de albergues muy baratos (aunque no tanto como en Rumanía). Sin embargo, quería poner a prueba una página que te permite reservar habitaciones o casas a particulares. (www.airbnb.es). El hecho es que en mi viaje por Hungría y por Eslovaquia es posible que me aloje en pueblos que no tienen hostels, y ésta es, tal vez, una alternativa. Por eso, para probarla he preferido utilizarla en Budapest, que había mucho donde elegir.
Si no conocéis la página, consiste en ponerte de acuerdo con un propietario particular sobre la estancia (en plan hostelbookers, pero particular). El principal problema que le encuentro es que se llevan una comisión quetecagas. Yo lo he solucionado reservando un aparamento-estudio completo (20€/noche) para dos noches. Y cuando he llegado le he reservado otras tres más en mano, así me evito pagar unos 8 euros más de comisiones a airbnb. Por lo demás, la página parece muy formal.
Por cierto, el apartamento es una gozada. Está situado junto a una parada de metro de las líneas 2 y 4 (ésta última es nueva); además de 5 líneas de tranvía. Está en la plaza Blaha Lujza.
El chico que me lo ha alquilado, Norbert, que además habla castellano, lo ha comprado hace unos 10 días y soy su primer inquilino. Me parece un chollo. Tiene cocina equipada (eso que me ahorraré), lavavajillas, lavadora (que me sale gratis), un baño enorme y un dormitorio tan grande como dos de mi casa. Además tiene wifi. Vamos que aún estoy flipando.
Bueno, pues ahora toca hacerse un pequeño planing para estos cinco días en Budapest, en los que espero oir algún concierto, ir a un montón de baños públicos y ver los principales atractivos. De momento, mañana tengo reservada la visita en castellano al interior del parlamento (2000 HUF).
Domingo 13 de Julio: VISITAS GUIADAS (parlamento y ópera) + MUSICAL
Hoy es mi primer día propiamente dicho en Budapest y me toca visitar el parlamento a las 10:15 (visita guiada en castellano). La reserva la hice por la página www.jegymester.hu/eng/Index, de tal forma que pago 200 HUF por el servicio, pero me aseguro no tener que hacer cola y elijo franja horaria para el recorrido.
Hace 16 años estuve en un viaje organizado en Budapest, pero la verdad es que apenas recuerdo gran cosa del viaje aquél, por lo que para mí casi todo es nuevo. Tal vez lo que más guarde en la memoria es el edificio del Parlamento. Pero ha sido verlo otra vez, in situ, y me ha maravillado.
Para llegar a la zona me he desplazado en metro. No recuerdo si ha sido entonces cuando he cogido la línea 1, la más antigua. He tenido la sensación de haber montado en la máquina del tiempo de H.G.Wells. Vamos, que creo que Felix J. Palma creo que se inspiró en esta línea de metro para su entretenida novela "El mapa del tiempo".
Volviendo al Parlamento, se trata de uno de los edificios más bonitos que he visto en persona. No me cansaba de mirarlo y hacerle fotos, a pesar de que por su tamaño no me entraba en el objetivo de mi cámara compacta-barata. Habrá que sacarle mañana más fotos desde el otro lado del Danubio.
Es simplemente espectacular.
La visita guiada en castellano ha sido más numerosa de lo que pensaba. Seríamos cerca de 30 personas, aunque nos han manejado con buena mano, dándonos tiempo a hacer fotos (no se paga por ello) y a escuchar las explicaciones correspondientes.
Por dentro no se queda corto. Por ejemplo, la sala de la antigua Cámara Alta (ya sólo hay una cámara baja)
Detalles de la Sala de descanso anexa a la Cámara Alta
Si bien, la más expectacular es la sala de la cúpula, que alberga la sagrada corona de San Esteban, símbolo de la nación húngara. Aquí, por desgracia, no dejaban hacer fotos.
Por supuesto, los pasillos y escalinatas también eran dignas de apreciar
El tour ha durado exactamente 45 minutos y ha costado (para ciudadanos de la U.E) 2000 HUF, si compras la entrada en taquilla. Realmente merece la pena.
Acabada la visita me he quedado por la zona, ya que no está incluida en el tour "gratuito" que tengo pensado realizar mañana por la mañana. Muy cerca, por ejemplo, en la ribera del Danubio se encuentra un conjunto escultórico reciente (no existía cuando vine yo en los 90') en recuerdo a los ciudadanos húngaros de religión judía que fueron ejecutados por los asesinos fascistas de la cruz flechada en esta misma zona. Asesinaban de un disparo en la cabeza a uno, que arrastraba a la otra persona que estaba esposada con el anterior, de tal forma que moría ahogado.
Aunque me repita no puedo dejar de insistir en que la emotividad no se logra con enormes obras escultóricas (como en Berlín, por ejemplo). Basta un par de docenas de zapatos (Budapest), unas sillas (Cracovia), el ruido infinito de un metrónomo (Majdanek, Lublin) para sobrecogerte y emocionarte.
La zona del Parlamento a la que hago referencia, por ejemplo, en las proximidades de la Plaza de la Libertad, me recuerda un montón a París. Avenidas relativamente amplias, calles limpias, edificios con unas fachadas espectaculares.
Por ejemplo, la casa Bedó
El Banco Nacional
La Real Caja Postal de Ahorros
Y tantos otros
En la zona he visto una librería en un edificio con una fachada muy elegante y al entrar a curiosear he llegado a la cafetería más espectacular en la que jamás haya estado.
Allí me he tomado un café con leche y un croissant a un precio razonable para estar donde estaba (3'5 €)
El edificio se llama Alexandra (www.alexandra.hu) y en la fachada pone book cafe
Está en el segundo piso, como muestra la foto
Así se me ha ido la mañana. Toca duchita, comer algo en casa y acercarme a la ópera. Tengo intención de hacer la visita guiada en castellano a las 16:00
La verdad es que es una pena que en Julio y Agosto no haya temporada de música clásica, danza, ópera, opereta,... Porque a posteriori puedo afirmar que lo lógico sería visitar la ópera para presenciar algún concierto. De hecho, el precio de la entrada no sería muy superior al de la propia visita guiada (2900 HUF, más 500 HUF por sacar fotos).
El edificio está bastante sucio por fuera, pero es realmente bonito por dentro.
Durante la visita lo recorres prácticamente en su integridad.
No es excesivamente grande. Hoy en día los audiotorios al menos duplican su aforo
Pero está claro que tiene el encanto del edificio de época.
Cerca de la ópera se encuentra la Academia de Música, donde también suele haber conciertos frecuentes. El edificio, nuevamente precioso.
Presidido por F. Liszt, de quien toma su nombre.
Pues resulta que tampoco hay conciertos hasta que llegue agosto. Me temo que me voy a quedar sin escuchar nada en Budapest.
En dirección hacia el tranvía (lo prefiero al metro) paso por el teatro Madách Színház. Ni aparece en la Lonely Planet. Pero es que van a representar el musical Mary Poppins (hoy el último pase, a las 19:00). Pues no habiendo nada mejor... he comprado la entrada más barata (al cambio no ha llegado a 4'5€).
Jodé, qué acierto. Me lo he pasado en grande; aunque parezca una contradicción, he disfrutado como un enano.
Para los que estéis pensando... sí, era en húngaro (pero con subtítulos en inglés). Y por otra parte qué importa, si ya te conoces la historia y además Chim Chim chery o Supercalifragilísticoespialidoso (Szuperfenofrenetikomaxikapitális en su versión) son universales.
El musical, original producido por Mackintosh y Disney, aún no se ha estrenado en España. No creo que tarde, porque es el típico musical para toda la familia. No he visto más de media docena de musicales, pero el dinamismo en la puesta en escena de éste es incluso superior al clásico Fantasma de la ópera. Hay cambios de escenarios continuos y está hecho con un buen gusto envidiable.
Ha durado 160 minutos (con un descanso de 10´).
A pesar de tener que competir con la final del Campeonato Mundial de Fútbol, el teatro estaba hasta la bandera.
De allí me he dirigido hacia el apartamento. En el descanso del musical he estado mirando un poco la Lonely y resulta que tengo la suerte de que en la misma calle hay un restaurante-cafetería recomendada (www.ladocafe.hu), donde todas las noches (de 20 a 22 h) hay música en directo de estilo jazz-soul. He llegado justo a escuchar un par de canciones de una cantante húngara, Eszter Munkácsy, que lo ha hecho realmente genial. Una pena que a las 22:00 se ha marchado.
He tomado un café melange. No sabía lo que era, pero tenía un nombre curioso: café con leche, con miel y espuma de leche, todo ello en una copa (2€). Creo que, si puedo, voy a ir todas las noches que me resten en Budapest (3 más).