Me despierto algo desorientado…no tenía idea de donde me encontraba jejejeje. Miro el reloj… Qué????!!!! Las 4:30 de la mañana… maldito Jet Lag. Y yo que me creía que no iba a despertar a las 7:00… pues es cierto, no me he despertado a las 7. Doy un par te vueltas en la cama, cierro los ojos, intento dormir… nada… una hora en esta lucha. Olvídalo, mejor así! Me le levanto e intento no despertar a mi compañero, pero sufría del mismo mal que yo, lo que era perfecto. Así que a ducharnos y a desayunar para irnos de viaje. Seguramente nuestro estomago tenía el tamaño de un garbanzo, porque no podíamos comer nada… todo era “demasiado”, la variedad del buffet era muy buena… hasta sopa tenias! Platos calientes de arroz con cerdo o arroz con pollo frito, todo con muy buena pinta. Al final comimos…, fruta, unos zumos, huevos revueltos y tostadas. Teníamos que alimentarnos por mucho que nos costara! Solicitamos el check out y a las 7 en punto estábamos en el coche camino a Kanchanaburi (unos 160 km de Bangkok).
Os comento, las carreteras están muy bien! Saliendo de Bangkok termina la confusión de tantos coches y tantas motos. Terminan los atascos. No vas rápido, tampoco vas lento. Disfrutas del camino sin estrese. El coche se comportaba muy bien, gastaba muy poco (la gasolina a menos de un euro el litro). Los demás conductores respectan bastante las distancias, la velocidad y nunca nos pitaron. Lo único que nos confundimos un par de veces con el embrague como freno… es la reacción de pisar el embrague y frenabas el coche casi de golpe… pero como digo, un par de veces. Luego de acostumbras. Ah!! Y también en vez de darle a las luces de señalar el cambio de dirección (no sé como se llaman en España lo siento) le dábamos al limpia parabrisas… lo normal y muy comentado aquí en el fórum.
Llegamos a Kanchanaburi sobre las 8:30 y vimos la indicación hacia el puente Kwai, el famoso puente cuya historia está relacionada con la segunda guerra mundial. Pues allí fuimos, únicamente para ver un puente y sacar un par de fotos, que bonito bonito no lo es, interesante, bueno, depende del punto de vista. Antes de irme me sentí en la obligación de recordar todas las muertes fruto de una época terrible de nuestra historia, y mostrar respeto por los fallecidos que vivieron esos tristes momentos. Me negué a visitar el cementerio, que no me parece ser correcto visitar para turismo (pero esa es mi opinión, una vez más sin cualquier intención de crítica).
Seguimos viaje hacia el norte, el destino era el Parque Natural de Erawan y todavía faltaban 70 km. El camino precioso, las carreteras buenas. Aquí encontramos dos operaciones policiales. Estaban deteniendo camiones y pararon a unos turistas que iban justo delante y por detrás de nosotros. Vaya suerte la nuestra. No que tuviera miedo, porque lo teníamos todo en regla (incluso el carnet internacional), pero no quería perder tiempo.
Llegamos al parque sobre las 10:00. Estábamos prácticamente solos. Este parque es famoso por sus 7 cascadas. La 2ª y la 4ª son realmente bonitas. Para llegar a la 7ª tenéis que estar preparados para una buena caminada (subida y bajada) de unos 2 km que parecen 10. Es realmente una caminada fuerte, el calor, la humedad, el camino que no es muy bueno. Llevad unas buenas zapatillas pero estad preparados que se ensucien de barro. Las cascadas me recordaron los Lagos de Plitevice en Croacia, y aunque no son tan impresionantes (ni poco más o menos) lo bueno de Erawan es que puedes nadar en cada una de ellas y como he dicho antes la 2ª y la 4ª son increíbles.
Bueno, lo primero que hicimos fue el hiking o caminada hasta la 7ª cascada. Sacando fotos, disfrutando de la belleza del lugar. Tardamos dos horitas en subir todo y bajar nuevamente. Al final descansamos en la 2ª, y nos bañamos. Aquí utilizamos lo que nos fue muy útil, las zapatillas acuáticas de Decathlon, una compra muy acertada que terminó por ser muy útil en otras situaciones más adelante. Que refrescante era! Y los peces? Enormes!!!! Sacamos fotos bellísimas y lo pasamos genial entrando y saliendo de las cascadas. Los monos. Los peces. Fue un día muy bien aprovechado y vale muchísimo la pena. Pero hay que llegar temprano como nosotros, para que estéis solos o casi solos, lo vais a disfrutar muchísimo más. Y evitad los fines de semana, que nos comentaron que está siempre lleno de gente.
A las 16:00, una vez más sin almorzar porque nos faltaba el hambre, nos fuimos a Ayutthaya, que se encuentra a 230 km de Erawan (y a 80 km hacia el norte de Bangkok). Las carreteras muy buenas y sin problemas. Anocheció sobre las 18:00, conducimos una horita más por la noche sin problemas y llegamos al hotel en Ayutthaya sobre las 19:00. El hotel (Baan Kong Homestay) no era un hotel, si no unos bungalós con muy buena pinta, habitaciones muy grandes, los bañeros privados grandes, no era de lujo pero era muy limpio, muy confortable, no tenia desayuno pero en la habitación tenias unas galletas, café, té y unas aguas oferta del hotel, muy barato y la gente muy, pero muy simpática. El parking privado, gratuito y dentro del recinto del hotel. Relación calidad / precio perfecta (15 Eur noche y por bungalow)
El hotel estaba muy bien situado, al lado del centro histórico de Ayutthaya, así que decidimos aprovechar para pasear un poco y ver los templos por la noche, que suelen estar iluminados. Se trata de una bonita y diferente visión. Los Templos se encuentran situados dentro de un espacio que no está delimitado. Entre ellos pasan las carreteras, jardines etc. No puedes (o no pudimos) entrar específicamente en el recinto de cada uno de los templos, pero si se puede ver bien desde la calle porque los muros son relativamente bajos, y siempre puedes caminar entre los distintos monumentos que existen. Desde un primer momento pudimos sentir una gran diferencia con Bangkok. El olor de las calles había cambiado, no era tan pesado el ambiente, espacios más abiertos, muchísima menos gente… vamos que estábamos 4 o 5 en la calle, y una vez más, en ningún momento hemos sentido inseguridad.
Buscamos un famoso 7eleven (mini mercado) para comprar algo de comer. Lo encontramos en una esquina, compramos un par de bocadillos que me costaron bastante comer (seguía con el problema de las nauseas) y apenas un Eurito. Esos mini mercados lo tienen todo muy barato. Me compré unas galletas (Oreos de varios sabores que nunca he visto en Portugal! Fresa, naranja, frutos del bosque hummmmm), agua y yogures por si me daba ganas de comer más tarde, lo que era altamente improbable.
Cerca de las 22:00 volvimos al hotel, a dormir que una vez más estábamos muertos. El sueño no tardó en llegar, la cama buenísima.
Os comento, las carreteras están muy bien! Saliendo de Bangkok termina la confusión de tantos coches y tantas motos. Terminan los atascos. No vas rápido, tampoco vas lento. Disfrutas del camino sin estrese. El coche se comportaba muy bien, gastaba muy poco (la gasolina a menos de un euro el litro). Los demás conductores respectan bastante las distancias, la velocidad y nunca nos pitaron. Lo único que nos confundimos un par de veces con el embrague como freno… es la reacción de pisar el embrague y frenabas el coche casi de golpe… pero como digo, un par de veces. Luego de acostumbras. Ah!! Y también en vez de darle a las luces de señalar el cambio de dirección (no sé como se llaman en España lo siento) le dábamos al limpia parabrisas… lo normal y muy comentado aquí en el fórum.
Llegamos a Kanchanaburi sobre las 8:30 y vimos la indicación hacia el puente Kwai, el famoso puente cuya historia está relacionada con la segunda guerra mundial. Pues allí fuimos, únicamente para ver un puente y sacar un par de fotos, que bonito bonito no lo es, interesante, bueno, depende del punto de vista. Antes de irme me sentí en la obligación de recordar todas las muertes fruto de una época terrible de nuestra historia, y mostrar respeto por los fallecidos que vivieron esos tristes momentos. Me negué a visitar el cementerio, que no me parece ser correcto visitar para turismo (pero esa es mi opinión, una vez más sin cualquier intención de crítica).
Seguimos viaje hacia el norte, el destino era el Parque Natural de Erawan y todavía faltaban 70 km. El camino precioso, las carreteras buenas. Aquí encontramos dos operaciones policiales. Estaban deteniendo camiones y pararon a unos turistas que iban justo delante y por detrás de nosotros. Vaya suerte la nuestra. No que tuviera miedo, porque lo teníamos todo en regla (incluso el carnet internacional), pero no quería perder tiempo.
Llegamos al parque sobre las 10:00. Estábamos prácticamente solos. Este parque es famoso por sus 7 cascadas. La 2ª y la 4ª son realmente bonitas. Para llegar a la 7ª tenéis que estar preparados para una buena caminada (subida y bajada) de unos 2 km que parecen 10. Es realmente una caminada fuerte, el calor, la humedad, el camino que no es muy bueno. Llevad unas buenas zapatillas pero estad preparados que se ensucien de barro. Las cascadas me recordaron los Lagos de Plitevice en Croacia, y aunque no son tan impresionantes (ni poco más o menos) lo bueno de Erawan es que puedes nadar en cada una de ellas y como he dicho antes la 2ª y la 4ª son increíbles.
Bueno, lo primero que hicimos fue el hiking o caminada hasta la 7ª cascada. Sacando fotos, disfrutando de la belleza del lugar. Tardamos dos horitas en subir todo y bajar nuevamente. Al final descansamos en la 2ª, y nos bañamos. Aquí utilizamos lo que nos fue muy útil, las zapatillas acuáticas de Decathlon, una compra muy acertada que terminó por ser muy útil en otras situaciones más adelante. Que refrescante era! Y los peces? Enormes!!!! Sacamos fotos bellísimas y lo pasamos genial entrando y saliendo de las cascadas. Los monos. Los peces. Fue un día muy bien aprovechado y vale muchísimo la pena. Pero hay que llegar temprano como nosotros, para que estéis solos o casi solos, lo vais a disfrutar muchísimo más. Y evitad los fines de semana, que nos comentaron que está siempre lleno de gente.
A las 16:00, una vez más sin almorzar porque nos faltaba el hambre, nos fuimos a Ayutthaya, que se encuentra a 230 km de Erawan (y a 80 km hacia el norte de Bangkok). Las carreteras muy buenas y sin problemas. Anocheció sobre las 18:00, conducimos una horita más por la noche sin problemas y llegamos al hotel en Ayutthaya sobre las 19:00. El hotel (Baan Kong Homestay) no era un hotel, si no unos bungalós con muy buena pinta, habitaciones muy grandes, los bañeros privados grandes, no era de lujo pero era muy limpio, muy confortable, no tenia desayuno pero en la habitación tenias unas galletas, café, té y unas aguas oferta del hotel, muy barato y la gente muy, pero muy simpática. El parking privado, gratuito y dentro del recinto del hotel. Relación calidad / precio perfecta (15 Eur noche y por bungalow)
El hotel estaba muy bien situado, al lado del centro histórico de Ayutthaya, así que decidimos aprovechar para pasear un poco y ver los templos por la noche, que suelen estar iluminados. Se trata de una bonita y diferente visión. Los Templos se encuentran situados dentro de un espacio que no está delimitado. Entre ellos pasan las carreteras, jardines etc. No puedes (o no pudimos) entrar específicamente en el recinto de cada uno de los templos, pero si se puede ver bien desde la calle porque los muros son relativamente bajos, y siempre puedes caminar entre los distintos monumentos que existen. Desde un primer momento pudimos sentir una gran diferencia con Bangkok. El olor de las calles había cambiado, no era tan pesado el ambiente, espacios más abiertos, muchísima menos gente… vamos que estábamos 4 o 5 en la calle, y una vez más, en ningún momento hemos sentido inseguridad.
Buscamos un famoso 7eleven (mini mercado) para comprar algo de comer. Lo encontramos en una esquina, compramos un par de bocadillos que me costaron bastante comer (seguía con el problema de las nauseas) y apenas un Eurito. Esos mini mercados lo tienen todo muy barato. Me compré unas galletas (Oreos de varios sabores que nunca he visto en Portugal! Fresa, naranja, frutos del bosque hummmmm), agua y yogures por si me daba ganas de comer más tarde, lo que era altamente improbable.
Cerca de las 22:00 volvimos al hotel, a dormir que una vez más estábamos muertos. El sueño no tardó en llegar, la cama buenísima.