DIA 6 (08-Abr-09): MALBORK y TORUN
Nos levantamos algo mas tarde. La propietaria del apartamento deja la despensa llena de comida para el desayuno así que lo aprovechamos. Los dos días anteriores habíamos visitado Breslavia y Poznan mas rápido de lo que habíamos previsto así que decidimos tirar hasta Malbork para comprobar si en vivo su majestuoso castillo es tan espectacular como dicen, el camino era largo y justo antes de llegar en una de las pocas autovías del país nos detuvimos a repostar y comer, salimos lo más rápido posible, habíamos leído en la Lonely Planet que se tardaba unas 3 horas en visitarlo, eran las 14.00 y la hora de cierre las 17.00, estábamos a menos de 20 minutos. La Lonely también decía que para visitarlo es necesario un guía pero o eso ha cambiado o es un error, si no eres polaco la puedes visitar por libre, compramos una pequeña guía en un puesto de la entrada, sacamos los tickets y empezamos la visita.
Antes de llegar a pies del castillo cuando lo vimos desde la carretera me impresionó, solo esas vistas habían merecido el rodeo de ciento y pico kilómetros.
El Castillo se divide en el Castillo Alto y el Medio se pueden ir visitando las distintas estancias, como la capilla, habitaciones, la cocina que está muy bien recreada con ollas, vasijas, comida y olores de la comida de la época… La visita está fenomenal pero es imprescindible ir a la parte del castillo que da al río y atravesar el puente que hay para hacer fotos desde el otro lado, las vistas son una verdadera pasada.

CASTILLO DE MALBORK

CASTILLO DE MALBORK

CASTILLO DE MALBORK

CASTILLO DE MALBORK
Tras unas dos horas y media nos dirigimos al coche realmente satisfechos de la decisión que habíamos tomado, un gran acierto de visita.
Ahora teníamos ciento y pocos kilómetros hasta Torun, nuestro siguiente destino. Aun quedaba como una hora de luz cuando llegamos, dejamos el equipaje en el hotel Pod Orlem (céntrico, muy sencillo pero económico unos 35€ la doble si se hace reserva) y nos fuimos a la plaza que estaba a menos de 5 minutos andando. Dimos un corto paseo y decidimos descansar una hora en el hotel, había conducido bastantes horas y estaba un poco cansado, salimos para cenar y lo hicimos en la plaza en una de las muchas terrazas que hay.
Torun me pareció diferente del resto de ciudades en las que habíamos estado por varios motivos, es muy pequeña, hay muchísima menos gente que hable inglés y el que lo habla lo hace de forma muy básica, se ve más gente de nivel económico bajo que en las otras ciudades en las que habíamos estado.
Tras cenar dimos un paseo nocturno por las mayores atracciones de la ciudad pero quedamos en repetirlo a la mañana siguiente para hacer fotos con buena luz.
Al despertar visitaríamos: TORUN y VARSOVIA