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Ahora tomamos carretera de montaña, vamos a rodear el monte para bajar hacia Dougga, aquí ya por carreteras sin arcén, recorrido suicida en algunos tramos,
adelantamientos en ralla continua, en curvas cerradas, pero así y todo nada comparable con Egipto, aquello si que era jugarse el pellejo…
Ascendiendo y ascendiendo llegamos a una zona de niebla total…¡Dios!!! No se veía nada de nada,.
Aquí mi marido ya se pone nervioso, que sabiendo que era el día con mayor probabilidad de lluvia deberíamos haber dejado esta excursión para otro día… yo le digo que los pronósticos eran para Sousse, a mas de 300km de allí, y que por pensar, también lo hubiera podido hacer él…pero bueno, en cuanto empezamos a descender, y nos falta solo media horita para Dougga, se nos va pasando la tontería.
Llegamos a Dougga sobre las 15 horas, la lluvia arreciado un poco, pero como vamos ya mojados no se nota demasiado. Esta ciudad romana está construida en una pendiente, en altura, inusual para una antigua ciudad romana, tal vez la explicación sea que está construida sobre un antiguo asentamiento.
La entrada nos cuesta 7 dt cada uno más 1 de derechos de foto (15dt). Decidimos coger un guía para no perder mucho tiempo deambulando bajo la lluvia, se nos acerca un hombre ya mayor, ofreciéndose como guía, pero no habla ni papa de español, por lo que pasamos de él, no estamos para perder el tiempo adivinando lo que nos explica,.
Aquí tampoco se ve gente, solo una pareja con un paraguas fresa. Nos vamos directos al Teatro, que en el mes de junio alberga el Festival de Teatro de Dougga, es algo que tenemos pendiente, asistir a un espectáculo en uno de estos antiguos teatros que tanto me gustan.
Subimos hasta lo alto de sus gradas para ver la panorámica de la ciudad y alrededores, las vistas nos recuerdan muchísimo a Pérgamo.
Está bastante mal indicado, si sigues las indicaciones te puedes ver dando vueltas por el mismo lugar, por lo que al final nos orientamos por intuición, puesto que al igual que en Bella Regia, a los 10 minutos el plano que llevábamos era un montón de papel mojado en el que no se veía nada.
Desde el Teatro creemos adivinar las columnas del Templo de Saturno. Como después el Teatro lo que más se ve es el Capitolio, allá nos dirigimos, en verdad es un edificio precioso, estada dedicado a la triada romana Júpiter, Juno y Minerva. De la estatua de Júpiter de 6 metros de altura solo se conserva la cabeza, que por cierto ni nos molestamos en buscar. En el frontón, un bajorrelieve que representa al emperador Antonio Pío en las garras de un águila enorme, una pasada. La escalera conduce a un pórtico por el que se accede al santuario, con una serie de columnas corintias, pero pasamos de explayarnos mucho y aprisita vamos a ver el resto.
Más abajo identificamos el Foro por el murete que lo rodea, nada del otro mundo.
Pasamos por la parte de arriba de la casa del Trifoliun, o lupanare…decidimos entrar más tarde, pero al final se nos olvida…y entramos en las termas de los Cíclopes, el mosaico que les dan nombre se encuentra en el Museo del Bardo, nos acercamos hasta las letrinas, con su suelo de mosaico, su pila, su pasamanos y su canalillo de desagüe, son las más cucas que hemos visto.
Llegamos al arco de Alejandro Severo, esperando nuestro turno para pasar entre los borregos que pastan libremente por el yacimiento, de allí divisamos la pirámide del Mausoleo líbico-púnico, algo que me llamó la atención y no pienso dejar de ver, se dice que es una rara reliquia de la época prerromana, como me gustan las cosas raras, no me lo quiero perder, construido en el siglo III es la sepultura de un príncipe númida Es una mezcla de las culturas númida, púnica, helénica y romana.
Su lápida en encuentra, como no¡ en el Museo Británico y es como la piedra Rosetta, puesto que permitió descifrar la lengua líbica. En sus lados unos altorrelieves que representan una carrera de cuadrigas, y una inscripción….En su parte superior a los lados de la pirámide que lo corona unas mujeres aladas y en su cúspide un león alado.
En verdad valió la pena llegar hasta él, aunque nos costó bastante, puesto que siguiendo las indicaciones no llegamos a ninguna parte, y encima depende de donde estés, lo ves en alto o hundido en la vegetacion, al final siguiendo el rastro de los borregos que pastaban por el yacimiento llegamos a encontrarlo.
En este punto la lluvia ya se hizo insoportable, salimos rapidito, apreciando los surcos del suelo, sus alcantarillas… no se por donde salimos que pasamos por detrás del Capitolio, por entre el barro, al final, jodidos pero contentos llegamos hasta la entrada, junto al Teatro, donde nos espera el taxi. Dios!!!
Llevamos los pantalones totalmente empapados, y los pies también… el chubasquero es una maravilla, no te pasa ni una gota de agua, pero como protejo la cámara dentro de él, tengo todo el pecho mojado de tanto hacer el Superman…pero el chofer es bueno
y nos pone la calefacción fuerte, son más de las cuatro y media, para la que ha estado cayendo hora y media de visita no ha estado mal…
Hay que ver lo que alimentan la piedras, desde las 8 de la mañana que hemos desayunado estamos con un té, son las 17 h, sin comer,
empapados, ateridos de frío, pero sin hambre…comemos un trozo de chocolate y nos acomodamos lo mejor posible para las casi 3 horas de viaje hasta el hotel…
Llegamos al hotel cerca de las 20h, le damos al chofer 10dt de propina, en la entrada nos encontramos con Abu Simbel, le digo que si tuviera que ganarse la vida como hombre del tiempo se moriría de hambre,
no lo a entendido pero se ríe… al entrar nos miran como si estuviéramos locos de haber salido con ese tiempo, no me extraña, parece que vengamos de la guerra y la hayamos perdido…. Vamos directos a la habitación, nos damos una ducha calentita y raudos nos bajamos al comedor, puesto que a las21h lo cierran. Nos pedimos una bien merecida botellita de vino blanco tunecino 
y nos disponemos a comentar el día… como siempre.Hemos llegado a la conclusión que si hubiera salido buen día no hubiéramos llegado a tiempo de verlo todo, porque nos conocemos,
en Bella Regia hubiéramos entrado en TODAS las casas y seguramente hubiéramos llegado a Dougga con poquísimo tiempo para verla, y más siendo invierno que cierran una hora antes (17’30h).Nos planteamos la posibilidad de ir en un par de días a Thuburbo Majus, que está cerca, a 70km, pero viendo lo que hay para ver, decidimos dejarlo, puesto que la descripción de “grandiosas ruinas” ya lo dice todo,
esta casi todo en ruinas, tienes que imaginar mas que ver….Nos vamos a la cama derrengaditos… mañana tenemos un día mucho más relajado….
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