Tras un desayuno espectacular, preparamos las maletas, hicimos el check out y dejamos el equipaje en recepción. Nos montamos en el metro y fuimos hasta el mercado de Chatuchak. Es enorme, hay puestos tanto en el exterior como en el interior del recinto del mercado. Al principio andábamos un poco a ciegas, paseando entre los puestos, pero le pedimos un plano a uno de los comerciantes y ya vimos que el mercado tiene un orden. Las secciones y los pasillos están ordenados según la temática, aunque siempre hay alguno un poco desubicado.
Los precios son algo más caros que en Chiang Mai, pero la variedad en Chatuchak es mucho mayor, hay de todo. Compramos algunas camisetas para regalar y para nosotros y algún que otro recuerdo más. No nos gastamos mucho dinero, casi todo fueron baratijas. Fuimos a la zona de plantas, compramos alguna semilla que nos faltaba y preguntamos si había limoncillo. Ya conté en la etapa del curso de cocina que queríamos llevarnos ingredientes para cocinar comida thai en casa, y el limoncillo no se siembra por semilla sino que hay que llevarse la planta. En la mayoría de los puestos solo tenían plantas ornamentales, hasta que encontramos uno que tenía limoncillo. La vendedora no hablaba inglés, pero conseguimos entendernos y nos llevamos la planta por 20 baht. Allá fuimos cargando con nuestra maceta de limoncillo. Fue curioso, porque muchos thais nos paraban asombrados, no les pegaba ver a dos turistas con una planta de limoncillo. Nos señalaban y decían "takrai", que es limoncillo en tailandés. Fuimos la sensación de Bangkok ese día

Estuvimos dos horas en el mercado y después nos fuimos en metro a Chinatown, para ver el Wat Traimit. La entrada nos costó 40 baht por persona, para ver el Buda de oro. También hay entrada aparte para una exposición, pero ese día estaba cerrada. La estatua de Buda es impresionante. Mide 3 metros de altura, pesa 5,5 toneladas y está hecha de oro macizo.
Allí paramos un taxi para que nos llevase al centro comercial MBK. No teníamos ganas de comprar, pero decidimos comer allí y de paso echar un vistazo. No tuvimos problema para que nos pusiera el taxímetro, aunque luego se cobró la propina por su cuenta, con la excusa de que no tenía cambio

Comimos en el food court de la quinta planta "The Fifth", donde había comida de varios países, toda con muy buena pinta. Puedes pedir en diferentes puestos y ellos te lo llevan a la mesa. Al entrar te dan una tarjeta, donde te van cargando lo que pides y se paga a la salida. Nosotros pedimos en un japonés, omelet yakisoba, salmón teriyaki con arroz, sopa de miso y gyoza (empanadillas japonesas) y takoyaki, unas bolitas de pulpo. Mientras nos hacían la comida fuimos al puesto de las bebidas, donde nos pedimos una cerveza. También pedimos unas "bebidas gratuitas de bienvenida", que eran unos cócteles de fruta, bastante dulzones. Nos llevaron la comida a la mesa, el servicio fu excelente, y la comida estaba de lujo. Nos gustó mucho todo, pero lo más rico el takoyaki. En total pagamos 730 baht.
Después dimos una vuelta por el centro comercial. En la sexta planta hay otro food court, y le última planta un cine y salas de videojuegos. Fuimos bajando, echando un vistazo a lo que había. La mayoría de los puestos eran de electrónica y también había ropa y mucho maquillaje.
Volvimos al hotel en BTS, pero antes pasamos por un 7 eleven para comprar algunos ingredientes que queríamos llevar a casa. Como no teníamos límite de peso para facturar, compramos un poco de todo: arroz, salsas de varios tipos, fideos, comida preparada,… Solo nos faltaba un ingrediente que no encontramos por ninguna parte, la galanga. La habíamos visto en mercados de Chiang Mai, pero no quisimos comprar un producto fresco tan pronto, así que lo dejamos para Bangkok. Pero no la encontrábamos por ningún sitio, incluso preguntamos en restaurantes de la zona, pero nada. Nos resignamos y nos fuimos al hotel, concretamente a la piscina del hotel. Una piscina preciosa de agua salada, con vistas a los rascacielos y zona de burbujas. Allí estuvimos hasta un rato antes de que la cerraran. Nos duchamos y bajamos a acondicionar el equipaje para los vuelos de vuelta a España.
Queríamos cenar antes de ir al aeropuerto, pero habíamos comido tanto ese mediodía que no teníamos nada de hambre. Así que compramos algo de comer en el 7 eleven para cenar en el aeropuerto. Por la zona había unos pequeños puestecillos de comida y vimos que en uno de ellos estaban cocinando con galanga, así que le preguntamos si nos vendía. El señor hablaba poco inglés, pero nos entendimos, a pesar de que no es algo que le pidan habitualmente. ¡In extremis!

Recogimos el equipaje y nos fuimos al aeropuerto. Cogimos el metro hasta la estación de Petchaburi, que conecta con la estación de Airlink de Makkasan, que lleva al aeropuerto de Suvarnabhumi. El vuelo de vuelta transcurrió sin problema, y así se acababan nuestras vacaciones a Tailandia y a Camboya, nuestra primera experiencia asiática.
GASTOS DEL DÍA (2 PERSONAS)
Metro y BTS: 200 baht
Taxi: 80 baht
Comida: 730 baht
Cena: 250 baht
Traslado aeropuerto: 116 baht
FIN DEL VIAJE PERO NO DEL DIARIO. EN LA SIGUIENTE ETAPA, IMPRESIONES GENERALES, CONCLUSIONES SOBRE CADA ZONA, Y RECOMENDACIONES
