Llegamos a Carcassonne a primera hora de la mañana, aparcamos en un parking subterráneo que había en una plaza, bastante barato por cierto y muy bien ubicado. Pagamos algo así como 2,50 euros por 4 horas creo que fue. Parking Bambetta Carcassonne.
Nos dirigimos a la oficina de turismo que hay cercana, la del centro de la ciudad, paseamos por esa zona un poco, había mercado de frutas, verduras, productos típicos... y nos dirigimos después a lo más turístico de Carcassonne...la ciudad medieval.
En 10 o 15 minutos andando llegas a ella, con una empinada cuesta antes de llegar, y una gran fuente y baños donde reponerse después del calorazo que hacía. Está situada en la ribera derecha del río Aude y solo el paseo hasta allí ya merece la pena.
Consta de 52 torres y forman casi 3km de murallas, que puedes visitar gratuitamente casi en su totalidad.
El complejo medieval de Carcassonne (La Cite), acarrea en sus espaldas mas de 2500 años de historia, en los que han pasado, romanos, galos, visigodos sarracenos y francos, pero a pesar de ello su conservación es extraordinaria.
[img]

Dentro del complejo, las calles están divididas, como en un pueblo, y actualmente los bajos de muchas de ellas, son restaurantes y comercios de souvenirs o de productos artesanales.
Eso sí, estaba a tope de gente. Menudo negocio!
Os pongo algunas fotos...allí pasamos toda la mañana, picoteamos algo en sus innumerables puestos y nos dejamos una cantidad importante de euros en recuerdos.
Precioso, nos encantó, aunque nos hubiera gustado verlo con algo menos de gente. No quiero pensar lo bonito que debe ser en navidad.
[img]

[img]

[img]

Reiniciamos la vuelta a casa y en poco rato cruzábamos la frontera española...Ya huele a casa!!, paramos a comer y repostar y continuamos hasta Llinars donde pasamos un ratito con la familia, bañito en su piscina, café y rumbo a levante.
A7 hasta llegar a Gandía bien entrada la noche y con Hugo completamente dormido. Nuestra residencia de verano nos esperaba. Empezaba una nueva y diferente etapa del verano.
Llevamos a nuestras espaldas 4800km en los que nuestro espartano no ha dicho ni mu. Ahora solo queda hacer balance y empezar a pensar en el siguiente viaje...
"El mundo es demasiado bonito como para verlo desde casa. Sal. Descúbrelo"