Entramos al parque aún con el miedo en el cuerpo después del accidente. El inicio es seco y una llanura sin fin, que es lo que significa serengueti en swahili. Nos adentramos y poco a poco tiene más vegetación, árboles, acacias, grandes piedras y muchos animales, en este parque veremos todos los que no habíamos visto aún.... Los guepardos a una distancia mínima y leopardos con la caza en un árbol.
Nuestro guía se esfuerza por compensar el mal rato, buscando los maravillosos felinos.
Ha sido un día muy emocionante, llegamos al camp Angani Serengueti, y es de los sitios más silvestres, estamos en medio del parque y sin nada alrededor. No hay agua corriente, ni luz, ni wc, sino un wc químico portatil. Y justo esta tarde me duele la barriga y necesito urgentemente ir al baño.... al que corro nada más llegar.
Pero la verdad que pese a no tener muchos lujos, estamos genial en este lugar, y no nos falta nuestra “ duchita africana”, que es un saco que llenan de agua calentita y nos relaja y quita el polvo del camino.
El sol se pone y nos deja un maravilloso atardecer en la sabana.
Pese a estar en medio de nada, en la tienda comedor nos piden puntualidad inglesa para asisitir a las suculentas comidas.
Esta mañana temprano vemos a amanecer y como a quien madruga Dios le ayuda… encontramos un león copulando con una leona, lo hacen repetidas veces pero dura un suspiro, vamos que no le da tiempo a la leona ni a enterarse, ni se fuman el cigarrito ni nada.
El león ha de ser un animal muy triste porque es, en muchas ocasiones sin quererlo, un animal solitario. A ver, este Rey es diferente al que teníamos nosotros: éste no va a cazar. Es un poco vago: solamente come de lo que les quita a las leonas. En este sentido es todo un gigoló africano. Con esas melenas las pone cardíacas y le cuidan como un marajá. Sentadito o tumbado durante el día, por la noche sale a dar unos paseos y ruge, (se puede oír a cuatro kilómetros), para dar a conocer a la gente que está allí, es como el antiguo sereno.

Y esas cebras: cuando los miras siempre te viene a la mente la misma pregunta : pero son blancas y las rayas se las han pintado de negro o son negras y han tapado los huecos de blanco. Las ves en corrillo y entre ellas le dicen a la más pesada: Tía, no me ralles.
Bueno, lo que os decía, son preciosas y cariñosas, se juntas entre ellas, se abrazan y rozan sus cuellos. Una de las tardes, estuvimos junto a un riachuelo y vimos a un grupo muy numeroso que iba a beber pero estaban muy nerviosas. Daban giros de cuello a todos los lados mientras se acercaban al agua y sólo con algún movimiento imprevisto salían huyendo despavoridas. El motivo estaba oculto entre las hierbas, un grupo de leonas estaba oculto y esperaban alguna despistada. Y es que allí los despistes no son perder las gafas o el móvil o llegar tarde a una reunión, si no estás atento acabas en los huesos sin haberte sometido a ninguna dieta milagro
Ñú, la gente comenta que es un animal estúpido porque cuando uno salta al agua al final le siguen otros aunque sean el plato preferido del grupo de cocodrilos que se han congregado para darse un festín. Pues no diré que no es tonto porque tiene una cualidad muy apreciada por otros que le acompañan, tiene la habilidad, don o cómo querías llamarle de encontrar agua, de detectar hacía dónde debe ir para beber. Algo es algo.
El mayor objetivo de un safari es ver a los cinco grandes de África, los “Big Five”. La denominación no es literal porque no todos son los más enormes, supongo que hay algún criterio distinto o el que los catalogó no los vio todos o era corto de vista. Los cinco grandes son: Leopardo, León, Elefante, Búfalo y Rinoceronte. A ver, y nosotros estábamos gozosos porque los encontramos a todos.
Las leonas son muy listas, porque no se molestan en ir buscando una presa, prefieren sentarse tranquilamente al lado de una pequeña charca a que alguien venga a beber agua y zas. Así no hay quien beba.
No sé si ya os expliqué que nuestro jeep tenia un sistema super moderno “el techo airelico”, ¿que es?, pues que el techo no quedaba enganchado a nada cuando se abría y con el aire se movía y te podía aplastar la cabeza.
Una manera fácil de saber si habíamos hecho el mismo safari , era la marca del safari, no era un sello en la mano como cuando sales de la disco,ni un carné VIP, eran unos cardenales que nos salieron en los brazos de agarrarnos y colgarnos de las barras con un brazo mientras con la otra aguantamos la cámara e hincamos los pies en los asientos, y a veces como los flamencos con una pierna en equilibrio.
Durante este día vimos al famoso cocodrilo, cerca de unos hipopótamos. Y una charca tan abarrotada de hipos que estaban amontonados y nadando en sus propias heces. Pudimos observar de nuevo como los hipos defecan por aspersión, si, girando la cola hacen que sus excrementos salgan hacia todas direcciones.
Ya de vuelta a camp, se nos para el coche, ¡Horror!, pero el guía se pone manos a la obra a arreglarlo, resulta que sólo es que nos hemos quedado sin gasolina en mitad de la sabana, pero nos dice que no problem , el coche tiene dos depósitos, pero lo que ocurre es que no se acciona el segundo, pero como arreglar el depósito de gasolina cuando no funciona la bomba, pues a chupaditas hasta que funciona el de repuesto. Si nuestro guia con la boca, tragando gasoil , pues así solucionó el incidente.
Y a descansar a nuestra tienda con el sonido de los rugidos de leones alrededor.
Nuestra salida del parque al dia siguiente fue igual de espectacular que nuestra entrada... Vemos una leona con sus tres cachorros caminando por la pista y los podemos seguir durante un rato, y para despedirnos vemos dos guepardos tumbados en un montículo al l lado de la pista diciéndonos con su mirada : hasta la vista.