Nos levantamos a las 7 y picoteamos bizcocho de Kuching y a las 8 ya estábamos en la parada del autobús para ir al templo Kek Lok SI. Es muy fácil llegar, nosotros cogimos el autobús 501 (4 MYR los dos) pero hay bastantes más que llegan. Al bajar en la parada que toca había un mercado enorme así que nos dimos unas vueltas por allí, compramos unos bollos para desayunar y buscamos un chiringuito para tomarnos un buen café Kopi.




Este templo chino fue construido a finales del SXIX y también es conocido como templo de la felicidad suprema y se dice que es uno de los más grandes del sudeste asiático. A los pies del templo encontramos un enorme pasillo lleno de tienduchas que restaban encanto al lugar.
El gran atractivo es la pagoda de los 10000 budas, sus paredes están forradas de pequeñas estatuillas de buda cuyo diseño le da un aire a las de Tailandia.









Lo que más nos llamó la atención fue la estatua de 35 m que hay en el tercer nivel del templo, para subir hay que coger un funicular que cuesta 6 MYR i/v.
Al acabar la visita deshicimos el camino bajo un sol abrasador y cogimos el mismo autobús en el que vinimos pero sin pensar en que deberíamos haberlo cogido en sentido contrario, pero bueno aprovechamos para refrescarnos en el autobús rodeados de adolescentes que salían de la escuela.
Después de 45’ bajamos en lebuh Chulia para comer en los puestos que vimos la noche anterior (según la Lonely abría a medio día) y no había nada de comida, compramos un coco y un batido en bolsita y nos fuimos a ver la mansión azul. Sólo se puede entra en visita organizada pero faltaba casi una hora (la guia no estaba actualizada) así que nos dimos una vuelta por el hotel Oriental por fuera e intentar coger un autobús para visitar dos templos más pero fue casi misión imposible. Las paradas de autobús estaban muy mal indicadas y perdimos muchísimo tiempo hasta encontrar la parada correcta (agradecimos mucho tener datos de móvil).
En dos paradas llegamos al templo birmano Dhammikarama Burmese, estuvimos un buen rato curioseando, es pequeño pero se tarda un buen rato en ver todos los rinconcitos.



Al acabar tan solo tuvimos que cruzar la calle para ver el templo tailandés Wat Chaiya Mangkalaram, donde se encuentra el buda durmiente y en su parte trasera están las cenizas de algunas personas y con foto incluída. Nos gustó mucho esta visita y estábamos casi solos!



Para la vuelta cogimos un taxi de nuevo a Lebuh Chulia (15MYR) porque se puso a diluviar y como no paraba nos metimos a comer otra vez en el Capitán. Esta vez la comida buenísima per el trato nefasto, tardones y muy mal educados.
La siguiente parada fue el barrio Colonial atravesando Little India y entramos en Fort Cornwalis (40 MYR), bastante estafa, y decidimos que al día siguiente nos iríamos a Langkawi, no porque Georgetown no nos estuviese gustando si no porque no me encontraba muy bien y en Langkawi podría descansar algo más. Compramos los tíquets de barco para la salida a medio día (140MYR).

Queríamos entrar en la Pinang Perankan Mansion pero… ¡SORPRESA! Está cerrado, así que seguimos caminando por la bonita zona colonial hasta Clan Jetty, pasando por el puesto de nuestro coleguilla el vendedor de cocos.



Después del paseo caminamos a Little India y paseamos entre el bullicio de hindúes que celebraban el Diwali y alucinaba con los preciosos saris que llevaban las mujeres, que ganitas de hacerme un tatoo de hena. Pasamos de largo por los puestecillos de Lebuh Chulia ya que estaba cansadísima y necesitaba sentarme para cenar y decidimos ir a cenar al mercado de comida nocturno de Red Garden Food Paradise. Estaba bien pero demasiado turístico. Allí había un escenario dónde un Lady boy actuaba pero nos fuimos pronto ya que mis tobillos estaban fatal. Las supuestas picaduras habían triplicado la cantidad y el tamaño así que nos fuimos a hacer gestiones con el seguro médico.