A primera hora nos acercamos hasta el lago Gjende y el punto de partida de las rutas de la cresta Besseggen. La verdad es que nos quedamos con muchísimas ganas de hacer esa ruta, pero es bastante larga, hubiéramos necesitado echar el día entero allí y no salían las cuentas. Tendremos que volver en algún momento para hacerla
Había muchísima gente subiendo hacia allí, se nota es una de las rutas más famosas de Noruega.
La mañana consistió básicamente en conducir tranquilamente por paisajes de montaña noruegos y parar a hacer muñecos de nieve y fotos a glaciares gigantes a lo lejos y lagos a nuestros pies mientras recorríamos la carretera turística Valdresflye. Es muy interesante ver el contraste entre la zona de los fiordos tan verdes y estrechas y estas zonas de montaña tan extensas y nevadas.
Por la tarde nos quedaba la segunda carretera turística, Hardangervidda y su highlight que es la cascada Voringfossen. Yo que me había leído este foro de pe a pa, había leído cosas de ir hasta el parking del hotel y así, y cuando llegué no entendía tanto comentario sobre dónde estaban las mejores vistas. Pero es que resulta que están construyendo un mirado nuevo (que ya estará construido del todo supongo) y ya no hace falta hacer peripecias para tener la peRspectiva. Simplemente dejas tu coche en el parking y a disfrutar de la cascada. Me encantó el sitio. Ya no tanto la cascada en sí, que para ser tantos metros no parecía mucho, pero me encantó el lugar en el que está enclavada, esas montañas curvas separadas por un río… me pareció un sitio espectacular.
Y después de la cascada nos fuimos hasta nuestro destino final, el pueblo de Eijfjord, que es un pueblo que no tiene nada especialmente interesante pero ¡en algún sitio teníamos que parar!
Por el camino, mi novio casi quema sus megas intentando reservar una cabaña en algún sitio para poder descansar a gusto. Y por fin lo consiguió. A través de booking reservamos al típica cabaña noruega en Hotel Eidfjord Gjestgiveri. Matamos dos pájaros de un tiro y además de poder descansar, conocimos esas clásicas cabañas. La verdad es que son monísimas. Estas estaban como en la zona de parking de un hotel que era una enorme casa antigua de madera, perfecta como escenario de una película de terror. Pero tranquilos que es sólo apariencia, no nos pasó nada y nos trataron muy bien.

La mañana consistió básicamente en conducir tranquilamente por paisajes de montaña noruegos y parar a hacer muñecos de nieve y fotos a glaciares gigantes a lo lejos y lagos a nuestros pies mientras recorríamos la carretera turística Valdresflye. Es muy interesante ver el contraste entre la zona de los fiordos tan verdes y estrechas y estas zonas de montaña tan extensas y nevadas.
Por la tarde nos quedaba la segunda carretera turística, Hardangervidda y su highlight que es la cascada Voringfossen. Yo que me había leído este foro de pe a pa, había leído cosas de ir hasta el parking del hotel y así, y cuando llegué no entendía tanto comentario sobre dónde estaban las mejores vistas. Pero es que resulta que están construyendo un mirado nuevo (que ya estará construido del todo supongo) y ya no hace falta hacer peripecias para tener la peRspectiva. Simplemente dejas tu coche en el parking y a disfrutar de la cascada. Me encantó el sitio. Ya no tanto la cascada en sí, que para ser tantos metros no parecía mucho, pero me encantó el lugar en el que está enclavada, esas montañas curvas separadas por un río… me pareció un sitio espectacular.
Y después de la cascada nos fuimos hasta nuestro destino final, el pueblo de Eijfjord, que es un pueblo que no tiene nada especialmente interesante pero ¡en algún sitio teníamos que parar!
Por el camino, mi novio casi quema sus megas intentando reservar una cabaña en algún sitio para poder descansar a gusto. Y por fin lo consiguió. A través de booking reservamos al típica cabaña noruega en Hotel Eidfjord Gjestgiveri. Matamos dos pájaros de un tiro y además de poder descansar, conocimos esas clásicas cabañas. La verdad es que son monísimas. Estas estaban como en la zona de parking de un hotel que era una enorme casa antigua de madera, perfecta como escenario de una película de terror. Pero tranquilos que es sólo apariencia, no nos pasó nada y nos trataron muy bien.