Nos despedimos del cañón y pusimos rumbo hacia el norte. Pasados pocos kilómetros empezamos a ver dunas, arena, más dunas, más arena y es que estábamos acercándonos al desierto de Namib

Nuestro siguiente destino: Lüderitz, una bonita ciudad costera conocida por la extracción de diamantes, aunque en la actualidad esta actividad se ha visto bastante menguada. La ciudad cuenta con coloridos edificios coloniales de la época alemana, un tranquilo muelle para dar un paseo agradable y varios cafés donde comer algo y pasar un rato tranquilo.
Nos alojamos en Element Riders Place, una guesthouse muy económica y bien cuidada en el centro. Pagamos 300 NAD por la habitación, teníamos derecho a cocina y un salón para nosotros solos, ya que no había nadie más alojado, vamos, toda la casa para nosotros enterita

Por la tarde fuimos a dar un paseo hasta Shark Island, hoy en día es una península, así que se puede ir andando. ¡Como soplaba el viento! Se nos había olvidado la fuerza del Atlántico por estas tierras

Nuestro verdadero motivo para elegir Lüderitz como etapa del viaje fue su cercanía a Halifax Island. En esta isla vive una colonia de pingüinos de el Cabo



Pingüinos en Halifax Island