Después de la excursión de los pingüinos pusimos rumbo a Sesriem. ¡Por fin íbamos a ver el desierto de Namib! ¡Si vais a Namibia, no os lo podéis perder por nada del mundo!
Nuestra idea era alojarnos en Sesriem Camp Site (gestionado por la NWR), porque queríamos ver el amanecer en la Duna 45 y quedándote en los campings que están fuera del parque es imposible llegar a tiempo para verlo. Al alojarte dentro del mismo te permiten circular antes de que abran las puertas de acceso al parque Namib-Naukluft. Precio de la entrada 80 NAD/persona más 10 NAD por el vehículo.
Sabíamos que teníamos muy pocas probabilidades de encontrar sitio en este camping, ya que la gente suele hacer las reservas con bastante antelación...Pues allí que nos presentamos ¡y tuvimos suerte!. Había una explanada adyacente al camping que llamaban "over-flow" sin electricidad y con los baños a bastante distancia, ¡pero menos da una piedra! Teníamos sitio dentro del parque . Eso sí, nos pareció muy caro... 225 NAD/persona .
Al día siguiente madrugón para el cuerpo, pero no fuimos los únicos. Cuando llegamos a la puerta (aún cerrada) para ir hacia la duna 45 ya había una fila de vehículos esperando. Abrieron poco antes del amanecer y allí íbamos todos en procesión. Las máximas del parque son de 60 km/h pero todo el mundo iba a bastante más velocidad, de lo contrario resultaría imposible llegar antes de que salga el sol. ¿No podrían abrir las puertas un poco antes?.
Aparcamos y empezamos a subir por la famosa duna, ¡cómo costaba subir! Y menudo fresquito hacía... El caso es que Álvaro metió la quinta y yo me quedé a algo más de la mitad de camino. Vi que el sol estaba empezando a salir así que me senté en la arena a contemplar el espectáculo. IMPRESIONANTE. Las dunas del desierto iban cambiando de un color oscuro, pasando por una mezcla de colores que brillaban y acabando con su anaranjado característico ...... y de repente ves el horizonte, un mar de arena naranja infinito.
Amanecer en la Duna 45
Después de semejante espectáculo nos dedicamos a hacernos un book de fotos en esas dunas tan fotogénicas y a hacer un poco el cabra, corriendo cuesta abajo por las dunas, ¡parece que vuelas! Con lo que costaba subir .
Siguientes visitas dentro del parque, pues lo típico, Deadvlei, Sossusvlei con sus dunas de más de 300 metros de altura. Pero que sea lo típico no quiere decir que no sea PRECIOSO.
También os podéis acercar a Elime Dune, Hidden Vlei, Sesriem Canyon (si vais con el tiempo justo no merece la pena visitar este cañón) entre otros.
Deadvlei
Como podéis ver tenéis muchos sitios para visitar por la zona. Si os gusta la naturaleza, los paisajes y los trekkings también podéis visitar Las Naukluft Mountains donde se pueden hacer varios trails con muy buena pinta. Nosotros lo descartamos porque nos quedaban pocos días de viaje y había algo que nos llamaba....¡Sí Etosha! Podrá parecer una locura por la kilometrada que nos separaba del parque, porque ya habíamos visitado muchos otros parques en Botsuana....Pero queríamos cerrar este increíble viaje volviendo al lugar donde más habíamos disfrutado con diferencia.
Así que pusimos rumbo a Solitaire donde pensábamos hacer noche y probar la famosa tarta de manzana que allí hacen.
Solitaire es una pequeña población en medio de una zona árida y desértica. La verdad es que parecía sacada de una película de indios y vaqueros. No encontramos sitio para acampar allí porque estaban de obras (la primera vez que nos pasaba) pero llamaron por teléfono a varios alojamientos y encontraron camping para nosotros .
No estaba lejos, a unos 30 km, Tended Camp Gecko, 90 NAD/persona. Es un camping/lodge que recomendamos a todo el mundo, ¿por qué? Porque los dueños son amables a más no poder, por su emplazamiento, os vais a sentir muuuy relajados, por su precio y por sus ESPECTÁCULARES puestas de sol en la sabana africana. De esas que quitan el hipo .
Atardecer en Tended Camp Gecko