En un lugar del sureste de Masai Mara, cuyo nombre, Olepolos, no nos dice mucho. Como tampoco lo de Makari Forest.
Pero si decimos que se encuentra en el sureste de Masai Mara, a unos veinte o treinta minutos del airstrip Keekorok, y otros tantos de Ololaimutiek Gate, pues ya va sonando a algo.
Es esta una zona poco transitada, dentro mismo de la Reserva de Masai Mara. Una zona privilegiada aprovechando un oasis en el Makari Forest. Un oasis de espesa vegetación que crece en la ribera de un arroyuelo llamado Makari. En concreto en un meandro de dicho río.

No distingues el campamento hasta que estás casi en él.

Atravesando un pequeño puente sobre el arroyo se accede a una explanada del meandro en la que se encuentra La tienda que hace de restaurante (Mess Tent) en la que pasaremos buenos y gustosos momentos.


Otra gran tienda contiene lo que vienen a llamar Lounge Tent, y que no es otra cosa más que un espacio para reunirse, leer, descansar, la exposición de algunos objetos de la tienda Enkewa….

En ambas hay bastantes enchufes para cargar los aparatos y baterías. En las tiendas no hay enchufes.
(Actualización de Magrat en Septiembre 2022: Esto ya no es necesario pues hay ya enchufes y wifi en las tiendas)
Se complementa con una pequeña tienda con funciones de baños, alguna hamaca colgada entre árboles, el espacio de la hoguera….
Cruzando otro pequeño puente sobre el río se accede a una amplia pradera sembrada de abundante vegetación con el telón de fondo de unas bonitas colinas. Colinas que se encuentran al otro lado del Sand River y pertenecen ya a Tanzania, en el Parque Nacional del Serengueti.


Al filo de la arboleda y con preciosas vistas a la sabana y esas colinas se disponen las tiendas. Unas cinco o seis.
Montadas al estilo tradicional, integradas en el entorno. Su colocación no es fruto del azar sino que ha sido estudiada para conseguir un equilibrio con la naturaleza, con la brisa. Abrazando el paisaje, el clima.


Las tiendas son amplias y muy cómodas. Se componen de zona de dormitorio con una cama enorme. Zona de vestidor y tocador, con cuarto de ducha y cuarto de WC. Una terraza que se puede convertir en habitación de una tercera persona o zona de lectura y siesta. Porche delantero para disfrutar de todo lo que te rodea.


La decoración corre a cargo de muebles de madera artesanales de Tanzania con un estudiado y marcado carácter de rusticidad. Puntos de luz tenue repartidos por las esquinas. Mantas masai de adorno y a tu disposición.
La tienda tiene varias aberturas, con cremalleras, protegidas con mosquiteras, que pueden ser abiertas o cerradas al gusto particular. Cuando te preparan la habitación, algunas lonas son recogidas en base al clima reinante.

Hay agua corriente durante todo el día. La misma proviene del caudal del río cercano, con tratamiento previo.
La ducha es de estilo safari, Ducha caliente de recarga que la tienes lista cuando lo desees. Los chicos de mantenimiento vienen a recargarla y se quedan por alrededor por si necesitas una nueva carga, que no suele ser el caso. El agua está en su punto exacto de caliente. Y es muy cómodo tirar del alambre de la alcachofa de la ducha y que te caiga el agua tan reparadora. Sin tener que pelearse con la manivela de la ducha y esperar a que el agua este en su punto. Ni te cae fría ni demasiado caliente.
(Actualización de Magrat en septiembre 2022: las duchas ya no son de tipo safari. Hay tanques de agua que se calientan por placas solares)
Todos los días al regresar de safari, ya sea al mediodía como a la tarde, te preguntan que si te vas a duchar. Y avisan al campamento para que cuando llegues a tu tienda no se demore mucho el momento ducha.
(Esto ya no es necesario)
Los geles de baño y del tocador tienen una textura y olor estupendos. Y las toallas ….. , esponjosas y mullidas… , con el nombre de Enkewa bordado. A mí particularmente, se me gana con muy poco. Con una toalla grande y esponjosa.
Y con la bolsa de agua caliente en la noche. Una para cada uno. Que delicia....Un placer de mi niñez ya olvidado
Por la mañana aún se mantenía algo caliente el agua dentro de la bolsa.
Pequeños y grandes detalles que sumados hacen tan confortable el descanso y la estancia.
Quizá no sean tiendas de lujo. Si por lujo entiendes, bañeras con hidromasaje, sábanas de seda, cortinas de satén o terciopelo… Pero sí que son de lujo todos los detalles con los que cuenta si nos percatamos en qué lugar nos encontramos, en medio de la sabana, al borde de un bosque de ribera, muy lejos de la civilización.

Dormir dentro de la Reserva de Masai Mara, en plena naturaleza, oyendo el ruido de la vida salvaje, el aullido de las hienas detrás de la tienda…., mientras descansas en una placentera y calentita cama con su mullida almohada,…. eso sí que es un lujazo.
Todos los elementos del campamento son de un lujo relajado y discreto, sin querer ser el centro de atención de toda la estancia.
El punto fuerte y el centro de atención de la estancia en Enkewa son sus safaris, como ya iremos comprobando día a día. El safari y sus guías es lo que realmente distingue a Enkewa. Es la esencia de que Enkewa juegue a otro nivel
Una jornada cualquiera comienza con la llamada del guarda nocturno a las 6 de la mañana. Con su Hello, Hello, que el primer día no sabes ni lo que es porque aún estás en brazos de Morfeo. Porque has estado oyendo el aullido de las hienas que no han parado en toda la noche. A las 6:15 un café ligero con galletas y a las 6:30 montados en el jeep para salir a destino.
Los madrugones son fundamentales. Los animales están más activos al amanecer y al atardecer aparte de que los paisajes lucen mejor con la luz de los primeros y últimos rayos solares.
Se vuelve al campamento a comer y descansar un rato. Son las horas de más calor y más pesadas. Y a eso de las 4 o 4:30 un nuevo safari vespertino.
Suele atardecer sobre las 18:30 (en el mes de agosto).
En alguna jornada puede que no se vuelva al campamento al mediodía, si el programa así lo requiere, en cuyo caso se hace un picnic. Pero no un picnic de los clásicos de huevo duro, sándwich y muslo de pollo asado. Sino comida normal bien elaborada y preparada en tarteras, servida en mesas de madera y con mantel.
Tiempo de ducha y descanso.
Cerveza con tertulia a la espera de la cena. En las hamacas o en la zona de hoguera.
Cena. Retirada a la tienda. Normalmente pronto, debido a los madrugones.
Yo echaba de menos los ratos de tertulia alrededor de la hoguera. Pero el cansancio nos vencía.
El diseño de la jornada se hace la noche anterior, en base a las preferencias de lo que te gustaría ver.
Es como una aventura personalizada en la que, lógicamente, interviene mucho la diosa fortuna.
Pero la diosa fortuna lo tiene fácil en esta zona privilegiada del Enkewa Camp. Una zona con gran densidad de vida salvaje del ecosistema del Mara que se compone, por supuesto, de los “cinco grandes”. Tienen localizadas en zona cercana a cuatro manadas de leones, a guepardos conocidos, a una gran familia de elefantes, piscinas de hipopótamos, manadas de búfalos. Cerca del campamento hay una zona boscosa que presume de tener la mayor densidad de la reserva de rinocerontes negros.
Y al encontrarse en pleno corredor de acceso de la gran migración, no hay más que salir del campamento para verse rodeados de los herbívoros que se mueven en la misma. A veces hasta los tienes enfrente de la tienda. Y el resto de animales que la acompañan. El leopardo es más escurridizo y su búsqueda sí que depende más del azar.
El azar y la diosa fortuna tienen una gran aliada, la pericia de los “spotters” de Enkewa, miembros de la tribu Masai. Rastreadores natos que han convivido desde críos con la vida salvaje y que por tanto han ido desarrollando una habilidad especial para interpretar las distintas señales, una vista de lince y yo diría que hasta un sexto sentido para encontrar la distinta fauna. Es increíble lo que pueden llegar a ver a larga distancia en la sabana africana.
También es fundamental un guía – conductor con experiencia, con buenos reflejos y dominio del volante y del terreno en el que se mueven. También son masais, a los que se añade el masai blanco que es el mismo José. Se conecta con ellos perfectamente en el idioma swajili, e incluso entiende el particular idioma de los masais, el maa.
La región en la que se localiza el Enkewa Camp es una zona remota y desconocida. No hay carreteras trazadas y la conducción por la misma es solo apta para vehículos 4x4. Por eso también es una zona en la que no hay apenas circulación y el encuentro con otros coches es meramente circunstancial.
Los vehículos de Enkewa son especiales. Potentes vehículos del estilo Land Rover, que han sido personalizados y tuneados para convertirlos en los 4x4 idóneos para safaris, fotográficos o de recorrido. Lo mismo pueden estar abiertos completamente, ventanas y techo, que estar resguardados en caso de necesidad. Son renovados cada cierto tiempo.

No todos los todo terreno son iguales de cómodos. Estos nada tienen que ver con aquellos del techo abatible que tanto veríamos en las zonas más concurridas de la reserva. Y con estos todo terreno circulábamos por donde fuera, campo a través, cruzando ríos, subir paredes de arena arcillosa, afloramientos rocosos,.. si el recorrido lo exigía o para acercarse más a algunos animales.

En las mañanas hacía bastante fresquete. Te encontrabas en el asiento una manta masai y en su interior una bolsa de agua super calentita.
Y a lo largo de la mañana, cuando el sol se hacía de notar, tenías la nevera de la que podías escoger una buena cerveza fresquita, un refresco o el agua que habíamos metido en la mañana. Cada uno en su bidón de aluminio personalizado.

En el campamento están eliminando todos los plásticos y al llegar te hacen entrega de un bidón con el anagrama de Enkewa para que lo rellenes del agua potable del bidón general y le pongas tu nombre. Cuando vuelves de viaje, te lo traes de recuerdo.
Esta política de eliminación de plásticos es continuación de la que siempre han tenido de respeto al medio ambiente. Instalaciones desmontables, utilización exclusiva de energía solar evitando el uso de generadores que violen el silencio del lugar e interfieran en el descanso de los clientes.
El capítulo de las comidas es una baza muy importante del campamento. Es una comida sabrosa, con presentación digna de restaurantes con estrellas y totalmente sencilla.
¿Como puede ser una ensalada, pechuga de pollo con guarnición de arroz y una salsa de champiñones y cacahuetes, más una tarta de postre, una comida deliciosa?. Pues lo era. Acompañada de cerveza, refresco o una copa de vino.
Como decía una amiga, lo sencillo lo convierten en extraordinario. Y eso solo se consigue con la buena mano en la cocina del Chef Charly y con provisiones de excelente calidad. Las provisiones se las traen directamente desde Nairobi.
El trato con todo el personal del campamento, ya sea los que sirven en el comedor, los que te acompañan a la tienda, los que vigilan por la noche, los que te reciben al bajar del jeep, los que cargan la ducha, los conductores, los rastreadores.. es cordial y cálido. Su amabilidad es innata y parece que solo quisieran mimarte. Hacer que la estancia en el campamento sea recordada. Y realmente lo consiguen.
Al ser pocas las tiendas que tiene el campamento no hay mucha gente alojada por lo que la atención recibida es exclusiva y amigable, te hacen sentir como parte de la gran familia que ellos forman en el campamento.
Y dejo para el final lo que hace a Enkewa más diferente aún si cabe. Lo que hace que tengas una experiencia de viaje y de safari única.
Todo suma. Pero la filosofía que tienen de ofrecer safaris auténticos, alejados de las rutas más transitadas de la reserva, safaris disfrutados en solitario o con la sola compañía de algún otro coche de la misma empresa, va marcando la diferencia.
El mes de agosto es temporada altísima en Masai Mara. La Gran Migración ya está en las praderas infinitas de la reserva. Y con ella llega la otra gran migración, la de los turistas que acudimos a miles en dicho mes. Los avistamientos por las zonas más transitadas de la reserva suelen ser multitudinarios. Un montón de coches optando por ocupar la mejor posición para sus clientes para un solo avistamiento. Como nos ocurrió en Samburu.
Los coches de Enkewa Camp no tienen la radio conectada en la frecuencia del resto de safaris. Radio por la que se avisan los distintos conductores de los avistamientos y por consiguiente acuden en gran número. Ellos tienen su radio particular que conecta los coches del campamento.
Pero, como ya he comentado, son personal experimentado, que conocen esta zona alejada al detalle, saben las costumbres de la fauna, perciben e interpretan las señales, Incluso saben el nombre propio y particular de varios animales. Con lo difícil que es para nosotros. Yo al menos me parecen casi todos iguales, dentro de su rango.
Por tanto encuentran oportunidades únicas de safari auténtico y exclusivo para ofrecértelo. En ocasiones los avistamientos son compartidos con más coches en alguna zona más transitada por la que se pasa en algunos desplazamientos. Si la ocasión lo merece y siempre que tu estés de acuerdo.
Por cierto. Enkewa es el nombre de un pájaro, en la lengua Masai. Un precioso y raro pájaro de color verde jade que se va desvaneciendo hasta llegar a un azul oscuro conforme se acerca a la cola. Su nombre es el Turaco de Schalow.
