Los tres últimos días de viaje. A lo largo de estos días, tuve un sentimiento de alegría por volver a España para empezar la rutina y pena porque el viaje estaba siendo muy bonito, y tocaba a su fin. Pero aún podíamos exprimir el tiempo que nos quedaba.
Este día madrugamos. Esta vez sí, nuestro bus a Kernavé salía a las 8:30. Como durante toda esta semana, desayunamos en el apartamento, y salimos temprano para la estación. Antes de salir en el bus, compramos en un puesto algo de comer para ese día. Llegamos bastante antes de que abrieran el museo y el parque arqueológico, así que dimos una vuelta por el pueblo (abren a las 10:00 al menos de Octubre a Abril, lunes cerrado).
Posteriormente, conocimos los restos de lo que fue la primera capital lituana. Las piezas estaban bien expuestas pero no me pareció demasiado impresionante para ser el sitio arqueológico más importante del pais. Algún bifaz, lasca, puntas de flechas, luego ya en la época medieval, alguna prenda de ropa, algún objeto... La ciudad fue destruida dos veces por el ejército teutónico. Lo que más destaca son las colinas tan altas sobre las que se supone había fortificaciones, pero en sí salvo una reconstrucción de una aldea medieval, fue bastante decepcionante. Lo único que me alegro el día fue saber que por suerte, no visité este lugar al comienzo de mi viaje, pues quizá mi percepción del país hubiese sido distinto. Y luego un gato y un perro domesticados con los que estuve jugando un rato

Tras esto, comimos, y volvimos pronto a la capital. Como teníamos unas horas, aproveché para comprar en la estación una maleta. Esta tarde fue de descanso, planeando nuestros dos últimos días en la romántica Vilnius.
