Hoy fue un día perdido. Literalmente. Había visto que a las afueras de Kaunas, había una especie de finca-palacio que merecía la pena conocer. Cogimos el autobús y cada vez llovía más. En la recepción nos dieron un mapa pero la mitad de cosas no se podían visitar. Fuimos a un museo interactivo que había en una sala de un músico lituano de órgano y nos volvimos. Resumen: Deberíamos haber ido directamente a Druskininkai.
Subo un par de fotos más del día de Kaunas.

