Mi impresión de esta ciudad, en la que estuvimos del 27-5-15 al 1-6-15, es que parece como un libro de historia alemana a cielo abierto, tiene restos de la época imperial, tiene restos de la época nazi, de la post guerra, del post caída del muro, y de la historia más moderna.
Llegamos en tren y desde la estación tomamos un bus hasta donde nos alojamos en un departamento que se llama Raja Jooseppís Green View, en la parte excomunista de la ciudad, nos habían avisado que nos teníamos que presentar en un bar para que nos dieran las llaves, lo que no sabíamos es que reservamos un departamento en un primer piso por escalera, menos mal que quien nos recibió nos ayudó con las valijas. El departamento era viejo y grande, con todo lo necesario para nuestro uso, lo único que recuerdo muy molesto era la ducha que tenía una bañera normal pero el caño de la cortina de baño era redondo y chico y se nos pegaba al cuerpo cuando nos bañábamos.
Desde Berlín como base hicimos excursiones de ida y vuelta en el día a Dresde, Potsdam y Erfurt.
Por la esquina del departamento pasaba la huella del famoso muro y a unas pocas cuadras estaba el Museo del muro al que no entramos.
La estación de tren muy cerca de Alexander Platz, centro neurálgico de la ciudad, donde se encuentra el reloj astronómico y la torre de la televisión (un símbolo de Berlín) fue el lugar desde donde empezaban y donde terminaban normalmente nuestros paseos.


A partir de ahí la Avenida Unter den Linden (Bajo los tilos) te lleva a la mayoría de los monumentos del centro de la ciudad, lástima que cuando fuimos estaban en obra, haciendo una nueva línea de metro, y la cruzaban distintos caños de colores (según nos dijeron desde hacía ya muchos años) que afean bastante parte de la avenida que, con tanto monumento majestuoso en su recorrido sin la obra debe verse preciosa, aun así lo es.
La Catedral a un costado de la avenida tiene una cúpula enorme y frente con columnas, la plaza de la Catedral un lugar muy bonito donde poder sentarse a refrescarse un poco.

Cruzando la avenida esta la Bebelplatz cuya característica es un monumento muy atípico que conmemora la quema de libros que se hizo en ese lugar por los nazis, es una placa transparente al nivel del piso de la plaza por la que se ven por debajo del nivel del piso un cuadrado con estanterías como si fuera una biblioteca, pero vacías, sin libros, realmente conmovedor.

La plaza a su vez está rodeada de grandes edificios como la Opera y la Universidad.

Siguiendo por la avenida se llega a La Nueva Guardia un edificio con columnas que solo alberga la estatua de una mujer llorando con el cuerpo de su hijo muerto en combate en sus brazos, una imagen muy emocionante y conmovedora.
