11 de diciembre. Eran las 6 de la mañana cuando salía del hotel y me estaba esperando el conductor Ángel Cacho. El desayuno no empezaba hasta las 8 de la mañana por lo que me habían preparado una bolsa para llevar. El motivo de empezar tan temprano era porque las iglesias estaban abiertas supuestamente por la mañana como entre 7 y 12 y luego por la tarde como a partir de las 17:00, así que la idea era visitar primero las iglesias y luego Uxmal. En principio en el paquete estaba incluida la visita de la hacienda de Yaxcopoil, pero casualmente ese día la hacienda estaba abierta al público hasta las 12 debido a la celebración posterior de un evento privado. Como no estaba en la misma ruta que las iglesias no encajaba visitarla antes de esa hora.
Con la llegada de los franciscanos en 1524 se empezaron a construir templos, conventos y capillas en Yucatán.
El primer pueblo al que llegamos fue Acanceh, que significa “gemido de venado”. La iglesia de la Natividad fue construida en el siglo XVI y está pintada de amarillo, tiene dos campanarios y un reloj en el centro.
La iglesia no la pude ver por dentro al estar cerrada, a causa del Covid 19 y los antorchistas guadalupanos. Este día era el anterior al de la celebración de la Virgen de Guadalupe, que es el 12 de diciembre y las autoridades locales (o el párroco de la iglesia correspondiente) quería evitar que estos grupos acudiesen a las iglesias, dadas las restricciones en el estado de Yucatán.
Los antorchistas son una serie de personas que corren en carreras de relevos en honor a la Virgen de Guadalupe. Es posible encontrarse por las carreteras con camionetas llenas de gente que llevan una imagen de la Virgen, palmeras, globos y flores. Cada persona de la camioneta corre durante unos 20 minutos aproximadamente con la antorcha en alto antes de pasarla a la siguiente persona. Cada grupo elige la ruta que quiere hacer y la meta es llegar a una iglesia en concreto para el día 12 de diciembre, cuando se celebra una misa en la iglesia, hay procesiones, fuegos artificiales y mariachis. En un año normal (sin pandemia) puede ser algo digno de ver. Pese a estar prohibido y todo, vimos por algunas carreteras algún grupo, que supongo que iría a la búsqueda de alguna iglesia que estuviese abierta.
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A un lado de la iglesia hay una pirámide maya de 11 metros de altura con decoración de estilo Puuc el palacio de los estucos. Esta zona arqueológica está temporalmente cerrada.
El siguiente pueblo visitado fue el de Tecoh, donde está la iglesia y el convento dedicados a la Virgen de la Asunción. Está construida sobre una antigua pirámide maya.
La iglesia se podía visitar, pero el horario había sido modificado y para cuando llegamos aún faltaban 45 minutos para que la abriera, así que como nos quedaban 6 pueblos por delante y la visita a Uxmal, decidí acertada o erróneamente que no esperaba a continuar al siguiente pueblo.
El tercer pueblo al que llegamos fue al de Telchaquillo, donde la iglesia del siglo XVI también estaba cerrada.
A continuación fuimos a Tekit, conocido en época prehispánica como “lugar de desparramiento”. Destaca el exconvento de San Antonio de Padua, del siglo XVI, con una espadaña con dos niveles de campanas y unos pináculos. Para variar, estaba cerrada..
El siguiente pueblo fue el de Mama (“Agua del término maternal”), donde se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que se empezó a construir a finales del siglo XVII. En el exterior está pintada de un color rojo y tiene una espadaña con tres campanas.
Vimos que estaba abierta, aunque la verja de acceso estaba cerrada. Preguntamos a un hombre que estaba trabajando en el interior y dijo que el párroco había ordenado que no se abriese debido a los antorchistas. Tras decirle el conductor que no era Antorchista y que había ido para hacer un estudio de las iglesias y unas fotos, me dejó pasar excepcionalmente unos minutos, aunque estaba apurado el hombre pensando en que el párroco le iba a echar una bronca.
En el interior tiene una sola nave y el techo es una bóveda de cañón, con 5 capillas de mampostería a cada lado con retablos de madera.
Más tarde fuimos a Chumayel (“lugar donde el calabazo no arde”), donde se encuentra el Templo de la Purísima Concepción, construida en el siglo XVI. Esta iglesia estaba abierta sin ningún problema. En el exterior está pintada de un amarillo de color claro y tiene una espadaña de tres niveles con seis campanas.
Esta localidad es importante por otra parte por ser cuna de uno de los documentos más importantes de la cultura maya de Yucatán, como es “Los Códices del Chilam Balam” a lo que se le agrega el nombre de la localidad donde se escribió, por ejemplo, Chumayel. Estos libros relatan hechos históricos de la civilización maya que son importantes para el conocimiento de la religión, historia, astronomía y medicina precolombina. Fueron redactados después de la conquista española.
Tras visitar esta localidad el conductor me dio un bocadillo de cerdo asado con alguna salsa que no recuerdo, con lo que con esto ya di por realizado el almuerzo.
Después fuimos a Teabo, que significa “tu aliento”. Aquí se encuentra el exconvento y parroquia en honor a San Pedro y San Pablo, que fue edificada a finales del siglo XVII. Tuvimos que esperar un rato porque no abrían hasta las 10 de la mañana. En el exterior está pintada de rojo y tiene dos espadañas.
La iglesia tiene tres naves y un altar barroco.
La economía del pueblo se basa en la agricultura (maíz, frijol, calabaza, chiles, etc...) y la cría de ganado porcino y bovino.
El último pueblo que visitamos dentro de la ruta de los conventos fue Maní. Fue en este pueblo donde Fray Diego de Landa ordenó la quema de documentos y estatuas mayas durante la decisión franciscana de cristianizar a los indígenas. Luego se arrepintió, pero el daño estaba hecho, así que decidió dedicarse al estudio de la cultura maya y poder recopilar toda la información posible.
Aquí se encuentra el exconvento de San Miguel Arcángel, construido en 1559 con el trabajo de 6000 indígenas. Se ve una antigua capilla abierta o de indios y el actual templo con dos espadañas y una estatua del santo. En el interior tiene una única nave con una bóveda de cañón. El retablo del altar mayor tiene tres cuerpos divididos verticalmente por columnas corintias y en cuyos huecos hay esculturas de santos.
No pude pasar de la puerta de entrada, porque iba a haber una misa y no permitieron el paso.
Con esta visita finalizó la parte de la excursión por los conventos y ahora tocaba el turno de Uxmal.
Uxmal significa en maya “construida tres veces”, que puede hacer referencia a las veces que fue reedificada. Fue fundada sobre el año 600 DC y tuvo tanta importancia que su influencia se extendió sobre las ciudades cercanas como Kabah, Sayil o Labná. Todas estas ciudades siguen el estilo Puuc (cordillera de cerros bajos), que comparten los siguientes rasgos:
Muros lisos verticales en la parte inferior, con frisos decorados en la parte superior rematados con cornisas. Uso de columnas para separar espacios y puertas de acceso, así como escalinatas, bóvedas ovaladas y el triángulo truncado. Los edificios están decorados con mascarones, muchos de ellos con el dios de la lluvia, Chaac, grecas de serpientes onduladas, paneles con jeroglíficos y altas cresterías.
En el caso de Uxmal, muestra influencias de estilo chenes, toltecas (la serpiente emplumada), olmecas o mexicas.
En su mayor apogeo pudo tener hasta 25000 habitantes. La ciudad fue abandonada hacia el siglo X, quizás por una sequía prolongada que obligó a los habitantes emigrar.
La visita a Uxmal se puede llevar a cabo en un par de horas. El recinto está acordonado, por lo que sólo se puede recorrer en un sentido específico.
Nada más entrar destaca la impresionante pirámide de la Casa del Adivino, de 35 metros de altura, que se levanta sobre un zócalo. El edificio contiene cinco templos que se construyeron en diferentes épocas y se fueron superponiendo unos sobre los otros en diferentes alturas:
- Templo I : está prácticamente al nivel del suelo y tiene en la decoración columnas y máscaras de Chaac.
- Templo II: está a 2/3 de la altura actual del edificio y para acceder a él se tuvo que cubrir el Templo I y construir una pirámide.
- Templo III: es un oratorio que fue cubierto posteriormente por un edificio con un trono en forma de Chaac.
- Templo IV: es el mejor conservado, con una decoración muy ornamentada distinta del estilo Puuc.
- Templo V: es el que se observa en la parte superior de la pirámide y que es accesible tras subir 150 escalones con máscaras Chaac a los lados. La decoración es estilo Puuc.
El siguiente lugar que vi fue el correspondiente al Cuadrángulo de las Monjas, el más interesante por su decoración junto con la Casa del Adivino. El Cuadrángulo de las Monjas consta de cuatro edificios que se levantan sobre plataformas a cada uno de los lados de una gran plaza central.
Podía corresponder a un palacio real con funciones administrativas y no residenciales, donde el grupo gobernante (soberano, corte real y consejo de gobierno) debió reunirse para tomar decisiones y dictar sentencias.
La fachada del edificio oeste tiene mosaicos con serpientes emplumadas, que enmarcan símbolos geométricos, guerreros y mascarón de Chaac. La fachada del edificio este tiene decoración trapezoidal con barras de serpientes bicéfalas y escudos con la representación de lechuzas.
A través de un arco en el edificio del lado sur pasé a un juego de pelota y de allí, bordeando la estructura del Palacio del Gobernador por la derecha, llegué hasta la Gran Pirámide, de 32 metros de altura. Subiendo por las escaleras (estaba acordonado) se llegaría a una plataforma que da acceso a un edificio con un mascarón de Chaac.
Desde la Gran Pirámide, subiendo a una plataforma se llega hasta la Casa de las Tortugas. Es un edificio de 30 metros de largo por 10 metros de ancho con siete recintos. La decoración sobria de la parte inferior contrasta con la decoración con columnillas de la parte superior. La cornisa está decorada con tortugas. Probablemente el edificio era utilizado para un culto acuático.
El Palacio del Gobernador está sobre una plataforma de 8 a 12 metros de altura, 197 metros de longitud y 170 metros de anchura. La estructura mide 98 metros de largo por 12 metros de ancho y se dividió en tres partes separadas por bóvedas transversales. La fachada tiene los más bellos ejemplos de escultura maya, con mascarones del dios Chaac en todas sus esquinas así como diagonalmente, formando una moldura serpenteada. En el centro destaca un trono de un soberano sentado y rodeado de serpientes entrelazadas y de mascarones del dios Chaac.
En la gran plaza sobre la que está el Palacio del Gobernador hay una pequeña plataforma cuadrada en cuyo centro hay una escultura de un jaguar bicéfalo, que tenía la función de trono real. En su interior se descubrió una ofrenda de hasta 913 piezas: pectorales, pendientes de jade, vasijas, puntas de lanza, navajas de obsidiana, etc...
Por otro lado, desde esta plaza hay una fenomenal panorámica que abarca el Juego de Pelota, el Cuadrángulo de las Monjas y la Casa del Adivino. Vista desde esta altura, se observan mejor el Templo IV y el Templo V de la Casa del Adivino.
Tras bajar de la plaza por las escaleras, pasé por algún pequeño edificio que no vi que tuviese alguna identificación y con esto llegué al punto de partida del itinerario.
Diría que al Grupo del Cementerio, Templo Sur y El Palomar, no se podía acceder, pero puede ser que me despistase y en algún punto que pensaba que estaba acordonado no lo estuviese realmente.
Tras la visita de Uxmal iniciamos el regreso hacia Mérida. Nos desviamos brevemente del camino para pasar por la hacienda de Yaxcopoil a ver si había suerte. Entramos por una puerta de acceso que estaba abierta y vi alguno de los edificios, pero sin bajarme del coche y sin parar, porque había vigilancia, así que salimos y ya llegamos en poco rato a Mérida.
Tras descansar un rato en el hotel, por la noche fui a comer al restaurante Apoala, que está en el parque de Santa Lucía.
Tiene una carta variada, aunque no sé si en el afán de probar comidas diferentes cada vez hice la mejor elección. Lo que sí sé es que los platos eran contundentes y casi me sale la comida por las orejas al final.
- Chilaquiles con atún sellado, queso fresco, cebolla y cilantro.
- Enmoladas vegetarianas con quinoa, almendras, queso fresco, aceitunas y mole negro.
- Pastel de chocolate.
Con la bebida, la cuenta fue de $535.
apoala.mx/