El Heaphy Track, el más largo de los Great Walks de NZ, consiste en casi 80 km que unen Golden Bay con la West Coast atravesando Kahurangi National Park. Se puede recorrer en los dos sentidos, pero al no ser un loop es necesario organizar el transporte de vuelta. Para ello hay básicamente dos opciones, carretera o avión. Las opciones por carretera (bus/shuttle) son largas porque la distancia es enorme, y funcionan mejor si uno vuelve a Nelson, no a Golden Bay (desde Karamea, donde termina el track, hasta Takaka, donde estaba nuestro coche, hay casi 6 horas de coche). El avión es más caro pero es un vuelo de apenas 15 minutos de vuelta a Takaka, y si hace buen día tiene el plus de poder ver parte del camino desde el aire. Nosotros elegimos volar, y creo que fue muy buena decisión. Después de cuatro días metiéndonos 20 km al día, sin ducharnos y bastante cansados, lo último que me hubiera apetecido era chuparme 6 horas de coche… Reservamos con Golden Bay Air el paquete completo: traslado desde el aeropuerto de Takaka, donde dejamos el coche, hasta Brown Hut, la cabecera del track (que está como a una hora de Takaka) + traslado desde Kohaihai, donde termina el track, hasta Karamea (unos 20 minutos) + vuelo desde Karamea hasta Takaka, por $239 por persona.
Kahurangi desde el aire
Este track tiene varias peculiaridades. Por un lado, se considera el Great Walk más variado en cuanto a paisajes y suele ser el favorito de los neozelandeses. Los turistas internacionales suele preferir los tracks de Fiordland (Milford, Routeburn, Kepler) o el Abel Tasman, pero el Heaphy es un favorito nacional. No tiene paisaje alpino porque la altitud máxima, en Perry’s Saddle, es inferior a 1000 metros, pero sí tiene lo que llaman paisaje subalpino, mucho bosque, ríos con puentes colgantes, palmeras, playas salvajes y fauna única. Y además, mucha menos gente que otros GW más populares, en parte porque no hay opciones de day walk como por ejemplo en Abel Tasman. Son 80 km que se suelen hacer en 4 o 5 días (3 o 4 noches). Hay multitud de cabañas y sitios donde acampar por el camino, y muchas combinaciones posibles, pero quizás lo más habitual es dormir en Perry Saddle Hut, James Mackay Hut, y Heaphy Hut. Estas son las cabañas más nuevas, mejor preparadas y que antes se llenan, y normalmente la gente que duerme en las demás es o porque lo hace en más noches, o porque las otras tres estaban ya llenas y no les quedaba otra. Haciéndolo en 4 días se recorren más o menos 20 km al día (el primer día un poco menos, el segundo día un poco más), y aunque suena mucho, realmente es muchísimo más fácil de lo que nos pensábamos. Sí, terminas cansado, y llevar comida para 4 días (más algo extra por si acaso) si no estás acostumbrado puede resultar en una mochila enorme, pero el camino en sí es sencillo, bien formado y los desniveles no son exagerados. El primer día es todo de subida y se suben casi 900 metros, pero a lo largo de 16 km y con una pendiente suave. De hecho, hasta hace poco era el único GW que se podía hacer en bici, aunque sólo en invierno cuando hay menos gente, así que el camino no puede estar demasiado mal. Ahora, además del Heaphy, también se puede hacer en bici el Paparoa.
Heaphy Track
Nosotros reservamos Perry Saddle, James Mackay y Heaphy Huts con mucho tiempo. El mismo día que abrieron las reservas en junio ya lo teníamos reservado, porque aunque es uno de los tracks menos populares, íbamos en Navidad, y con el añadido de que estando las fronteras cerradas al turismo extranjero, esperábamos más afluencia nacional de lo normal (y así fue). Las cabañas del Heaphy son más baratas que las de los tracks en Fiordland ($34 por persona tanto para nacionales como para extranjeros) y están bastante bien equipadas, con camas con colchoneta, gas, agua fría, y algunas con baño en condiciones (pero no hay duchas). Perry Saddle y James Mackay son muy nuevas, y se nota.
Perry Saddle Hut
¿Qué se lleva uno a un hike de tantos días? Nuestra experiencia en overnight hikes se limitaba al Mt Holdsworth Loop y el Routeburn Track que habíamos hecho el verano anterior, y la visita que acabábamos de hacer a Angelus Hut, pero eso ya nos daba unas pistas sobre qué llevar y qué no. En la lista de imprescindibles está un buen chubasquero, un cubrepantalón impermeable, botas cómodas y por lo menos dos pares de calcetines de hiking, ropa térmica de merino, gorro, guantes, bastones, linterna, gafas de sol, crema de sol, repelente para las dichosas sandflies, saco de dormir, tiritas para rozaduras, bosas de basura, tapones y antifaz (dormir con 8 ó 10 personas más conlleva altas probabilidades de que te toque un roncador cerca…), chanclas, platos y cubiertos, cazo para hervir agua, un juego de ropa puesta y otro de ropa seca para las cabañas, cámara, powerbank (los huts no tienen luz), neceser, navaja suiza, botella para agua, papel higiénico, un steripen para esterilizar el agua (el agua de las cabañas es o bien de lluvia recogida del tejado o bien de algún río cercano y se recomienda hervirla, pero el steripen es infinitamente más cómodo y práctico), una toalla pequeña, un kit básico de primeros auxilios… y la comida. Todo esto en una mochila de 50 o 60 litros que no pese más de 10 kg porque si no te dejas la espalda. Y recomendable llevarlo todo metido en una bolsa impermeable porque en NZ cuando llueve, llueve con ganas, y por mucha funda que tenga tu mochila lo más probable es que cale, así que no está de más llevar un par de capas más de protección (yo uso una bolsa de basura de esas enormes y gordas a modo de forro interno de la mochila, y luego la ropa que tiene que estar seca y toda la electrónica van metidas en bolsas técnicas impermeables). En cuanto a comida, lo más apañado es llevar sobres de comida deshidratada para las cenas, que solo necesitan agua hirviendo y están sorprendentemente ricos. Para el desayuno nosotros solemos llevar leche en polvo, café soluble, cereales o galletas, y para las comidas embutido, queso curado, crackers, frutos secos, barritas, sobres de atún, sobres de puré de fruta para bebés… Y por supuesto chocolate! También se agradece un té o un sopinstant calentito al llegar a la cabaña si hace frío o llegas mojado. Tened en cuenta que toda la basura que generéis os la tenéis que llevar, porque en las cabañas no se puede tirar nada.
Arrancamos…
Día 1
El primer día se recorren los 18 km que hay entre Brown Hut y Perry Saddle Hut, con un desnivel de casi 900 metros. El shuttle nos dejó en Brown Hut pasadas las 11 de la mañana y llegamos a Perry Saddle 5 horas y 20 minutos más tarde. La subida es constante pero relativamente suave y llevadera, aunque es verdad que el primer día es cuando más cargada va la mochila, y eso se nota. Pero no es especialmente dura: por el camino nos cruzamos con un grupo guiado y el más joven debía tener 70 años. Hay que ver cómo le gusta a la tercera edad aquí el tramping (que es como los kiwis llaman a esto de patear).
Subiendo hacia Perry Saddle
No era un día especialmente soleado pero el recorrido es entre árboles así que tampoco nos importaba mucho. Después de unas 4 horas andando se llega al Aorere Shelter, que no es más que un refugio con tres paredes y un tejado, un baño y unas mesas de picnic. Dicen que desde aquí se puede ver el Taranaki en días claros. Un poco más adelante se llega a la parte más alta de todo el Heaphy, Flanagans Corner, a 915 metros de altitud y desde donde sale un camino de unos 5 minutos hasta un mirador. Merece la pena dejar la mochila en el desvío y acercarse, aunque en nuestro caso las vistas fueron mayoritariamente de nubes.
Flanagans Corner
Desde Flanagans Corner solo hay unos 30 minutos hasta Perry’s Saddle. Cuando llegamos a la cabaña elegimos cama (las reserva te garantiza una cama, pero no eliges cuál, por eso es recomendable llegar con tiempo a las cabañas para poder elegir), nos hicimos un café y nos sentamos en el porche. Poco a poco fue saliendo el sol y acabamos disfrutando de unas vistas estupendas. Cerca de la cabaña hay un pequeño río donde los más valientes se atrevieron a darse un chapuzón. Ni que decir tiene que yo de valiente tengo poco.
Perry’s Saddle
La zona entre Perry’s Saddle y James Mackay, por donde pasaríamos al día siguiente, es la mejor para ver la curiosa fauna que habita el Heaphy Track. Si uno tiene suerte puede ver keas (el único loro alpino del mundo), takahe (una especie de gallina azul enorme que no vuela, endémica del país y que se creía extinta hasta 1948), kiwis (el great spotted kiwi o roroa, el más grande de los 5 tipos que hay en NZ), patos azules (o whio, un pato pequeño y muy raro de ver), y hasta un caracol gigante (Powelliphanta, el mayor caracol carnívoro del mundo). Nosotros esta vez no tuvimos suerte, aunque sí pudimos oír la llamada de los kiwis en Perry’s Saddle por la noche.
Día 2
El segundo día hicimos el trayecto entre Perry’s Saddle y James Mackay, que en total fueron unos 25 km. El camino tiene subidas y bajadas y se nos hizo bastante largo, aunque los paisajes son espectaculares. Si volviera a planear este viaje, metería una noche extra en esta zona (en Gouland o Saxon) para hacer este día más llevadero y maximizar las oportunidades de avistar fauna.
Saliendo de Perry’s Saddle
Cerca de Perry’s Saddle hay un desvío hacia Mt Perry, una subida por un camino en peores condiciones que nosotros nos saltamos. Las vistas desde arriba deben estar muy bien, pero teníamos muchos km por delante. Sin duda lo hubiéramos hecho si hubiéramos tenido esa noche extra que os decía antes.
Bajando hacia Gouland Downs
La primera hora del camino transcurre entre árboles, hasta que las vistas se abren y se puede ver Goulands Down, un área abierta, llana y cubierta de matorral, sobre todo manuka (el árbol que produce las pequeñas flores blancas con las que las abejas hacen la famosa miel de manuka). También se ven muchas margaritas de montaña, enormes.
Flora del Heaphy: Manuka y Mountain Daisy
Hay un punto en el camino en el que se divisa a lo lejos la cabaña de Gouland Downs, y justo detrás, una franja de bosque que ha sido bautizada como el bosque encantado por la cantidad de musgo que cubre los árboles y que hace parecer que en cualquier momento te va a salir un hada, o un hobbit, de detrás de alguno. Justo antes de llegar a la cabaña se atraviesa un río con un puente muy fotogénico llamado Cave Brook y donde se suelen ver patos azules, aunque nosotros no tuvimos suerte.
Gouland Downs Hut y el bosque encantado
Cave Brook
Gouland Downs es una zona caliza con multitud de cuevas y pequeñas cascadas que se pueden explorar con una linterna; no hay indicaciones claras pero en la cabaña hay un mapa que explica cómo encontrar las más accesibles. Nosotros dejamos las mochilas en la cabaña y nos fuimos a explorar; luego volveríamos a recorrer el pequeño bosque encantado en nuestro camino pero queríamos verlo con calma y sin cargar con las mochilas.
Bosque encantado
El siguiente tramo, entre Gouland Downs y Saxon Hut, es más o menos llano primero y con una subida de unos 100 metros después. Se cruzan varios ríos que hoy en día tienen puentes en condiciones, aunque vimos gente que prefería darle vidilla al asunto y cruzarlos a pelo.
Las llanuras y ríos de Gouland Downs
Llegamos a Saxon Hut y paramos allí a comer, con tan mala suerte que coincidimos con un grupo enorme de chavales que iban en sentido contrario. Parecía un grupo de un instituto, y es que es bastante habitual que se organicen excursiones de este tipo en los colegios. Digo mala suerte porque resulta que en la zona de Saxon Hut había una pareja de takahe con su cría, pero con tanta gente y tanto ruido era imposible que se acercaran. Ver takahe en libertad es difícil, especialmente crías, y nos hubiera encantado, pero no pudo ser. Aquí es cuando me di cuenta de que teníamos que habernos quedado una noche más en la zona…
Saxon Hut
De Saxon a James Mackay hay otros 12 km que se nos hicieron muy largos porque estábamos ya algo cansados. Se suben unos 130 metros y se bajan casi otros tantos. Se cruzan varios ríos (y riachuelos), se pasa el cartel que indica que entras en la West Coast, y se tiene la primera vista a lo lejos del mar de Tasmania y la desembocadura del río Heaphy. Viéndolo desde tan lejos era difícil hacerse a la idea de que dormiríamos allí al día siguiente… Un poco más adelante se atraviesa Mackay Downs, una zona que tendía a inundarse y llenarse de barro pero que ahora se atraviesa mayoritariamente por una pasarela de madera (gracias, DOC!).
Entre Saxon y James Mackay
Mackay Downs
Llegamos a James Mackay después de 6 horas y 40 minutos con unas ganas locas de soltar la mochila. La cabaña es muy nueva, con la misma distribución de camas que habíamos visto en Perry’s Saddle (habitaciones con 4 literas, 8 camas). Desde el porche se tienen vistas de todo el valle que baja siguiendo el río Lewis hasta su unión con el Heaphy y la desembocadura de este último en el mar de Tasmania; al día siguiente veríamos el mismo valle desde abajo. En esta cabaña también hay un río donde los valientes se pueden dar un baño, pero os podéis imaginar cómo estaba la temperatura del agua. Justo detrás de la cabaña hay una pequeña subida a un mirador pero cuando empezamos a subir se puso a chispear, y como estaba bastante nublado pensamos que las vistas no iban a ser tan buenas y lo dejamos para la mañana siguiente. Craso error.
Día 3
Amaneció medio lloviendo y muy nublado, de lejos el peor tiempo que nos hizo en todo el camino. El ranger nos había dicho que a un par de km de la cabaña solía verse un kiwi rondando el camino, incluso de día. Ni que decir tiene que hicimos ese trozo muy despacio y con mil ojos, buscando al kiwi, pero no hubo suerte, y encima se puso a llover con más fuerza y tuvimos que sacar los chubasqueros y las fundas de las mochilas. Menos mal que íbamos entre árboles y estábamos más o menos resguardados, y la lluvia solo duró media hora. El camino desde James Mackay hasta Heaphy Hut son 21 km, casi todo de bajada y la mayor parte entre árboles. Cuando por fin se abre un poco se tienen vistas del río Lewis y la variedad de árboles que cubren el camino, incluidas las primeras palmeras que se ven y también rātās con sus flores rojas.
Lewis River
La bajada termina en Lewis Hut, una pequeña cabaña bastante antigua y muy básica, donde paramos a comer. Aquí las sanflies ya estaban desbocadas, y tuvimos que comer dentro junto con un pequeño grupo que habíamos visto la noche anterior en James Mackay. Resulta que una de las chicas había salido muy pronto y se había encontrado al kiwi en medio del camino. Y no solo al kiwi sino que también había visto uno de los caracoles gigantes. Menuda envidia… aunque un mes más tarde nos desquitaríamos con creces en Stewart Island.
Black fantail en Lewis Hut
A unos 100 metros de Lewis Hut está el Heaphy River Bridge, que con sus casi 150 metros es el puente más largo construido por el DOC. Y a partir de aquí el camino es llano hasta llegar a Heaphy Hut, recorriendo la rivera del río hasta su desembocadura. El paisaje aquí me pareció de lo más bonito de todo el recorrido: palmeras, rimu, rātā… todo increíblemente verde y tropical. Se atraviesan otro par de puentes colgantes más, alguno muy fotogénico con los rātā en flor justo detrás.
Heaphy River Bridge
Entre Lewis Hut y Heaphy Hut
Desembocadura del Heaphy
Después de 21 km y 5 horas en total, llegamos a Heaphy Hut, una cabaña muy nueva metida entre palmeras en un entorno que sería totalmente idílico si no fuera por las malditas sandflies, que aquí son incansables y están sedientas de sangre. Llegamos bastante pronto y elegimos camas, y nos acercamos a la playa a dar un paseo porque parecía que finalmente había salido el sol (tapados hasta las orejas y cubiertos de repelente). Las playas de la West Coast son bastante salvajes, y no es recomendable bañarse en ellas, pero sí hubo valientes que se bañaron en un recodo tranquilo del río.
Heaphy Hut
Heaphy Beach
Después de cenar volvimos a acercarnos a la playa para ver el atardecer. Había viento, y sandflies, pero fue todo un espectáculo. Incluso pudimos ver, a lo lejos y gracias al reflejo del sol en los cristales, la cabaña donde habíamos pasado la noche anterior, al fondo del valle, en la montaña.
Desembocadura del Heaphy, con James Mackay Hut al fondo, muy al fondo…
Heaphy sunset
Día 4
El último día teníamos por delante 17 km, todo llano excepto una pequeña subida al final, y teníamos que estar en Kohaihai, al final del camino, antes de las 12.45 porque el shuttle nos recogía allí a la 1. Pensábamos que no tendríamos problema, pero por si acaso salimos con mucho tiempo y a las 7.20 ya estábamos andando. Este es quizás el día más espectacular del Heaphy, si te gustan las playas salvajes. También puede ser una auténtica pesadilla si te pilla lloviendo, porque las lluvias en la West Coast pueden ser torrenciales y prácticamente todo el camino está expuesto. Hay muchos carteles avisando de que si hay mal tiempo y marea alta lo mejor es esperar y no seguir, porque las olas pueden llegar hasta el camino y son peligrosas. Se atraviesan varios ríos, algunos con puente y otros a pelo, y varias playas. El camino va paralelo a las playas pero en algunos casos es posible caminar por la arena.
La primera playa que se atraviesa es Heaphy Beach, que el día anterior habíamos visto desde la cabaña. Después se llega a Twenty Minute Beach (suponemos que se llama así porque se tardan 20 minutos en recorrerla de un extremo a otro), Nettle Beach y Katipo Shelter (donde también hay un camping). Como era pronto e íbamos bien de tiempo seguimos andado un poco más para parar más adelante, aunque el shelter es un buen sitio para descansar y comer algo. Por el camino se atraviesan multitud de puentes colgantes y se tienen vistas de la playa, a veces con focas incluidas.
Playas y puentes en la West Coast
Pero la playa más espectacular de todas es Scotts Beach, aproximadamente a una hora del final. Es una playa larga y dorada bordeada de palmeras, y en el extremo sur, cerca de Kohaihai, hay un pequeño montículo con un mirador en lo alto que ofrece vistas de la playa y toda la costa. Esa sería nuestra única subida del día, y la última del Heaphy. Estábamos muy cerca ya del final y decidimos llegar a Kohaihai a comer, pero paramos un rato en el mirador sobre Scotts Beach, donde pudimos ver una mamá weka con sus crías (el weka es otro de los pájaros endémicos de NZ que no vuela).
Scotts Beach desde el norte…
…y desde el sur
Mamá weka
Antes de llegar a Kohaihai se cruza un último puente y finalmente, 17 km y 4 horas y cuarto más tarde, llegamos a la desembocadura del río Kohaihai y al final del Heaphy Track. Era bastante pronto y teníamos tiempo de sobra para comer antes de que nos recogiera el shuttle.
Y por fin llegamos a Kohaihai!
Habíamos tenido mucha suerte con el tiempo: solo media hora de lluvia en un track de 4 días, y sobre todo, buen tiempo el último día que era el que más nos preocupaba. El vuelo de vuelta fue bastante espectacular, aunque no recorre exactamente el mismo camino que habíamos hecho por tierra. En realidad solo se sobrevuela la zona de Gouland Downs, y se ve perfectamente cómo el camino ondula por el suelo, y se ve la Perry Saddle Hut metida en la montaña. Es muy curioso verla desde arriba. Se pasa por el otro lado de Mt Perry y se recorre el Aorere Valley hasta llegar a Brown Hut, que también se ve muy bien. Lo mejor es comprobar lo enorme que es Kahurangi National Park, del que el Heaphy es solo una pequeña parte. Y para rematar, el descenso en Golden Bay, con el Spit al fondo y las playas turquesas, es precioso. Para mí fue un dinero muy bien invertido! La comodidad de llegar a tu coche apenas 30 minutos después de que te recoja el shuttle, sabiendo que la distancia por carretera son 450 km, no tiene precio.
¿Veis la cabaña justo en el claro? Es Perry Saddle
Farewell Spit y Golden Bay
Recogimos el coche y pusimos rumbo a Motueka, donde nos esperaba una ducha caliente (muy necesaria a estas alturas) y una buena cama en un airbnb. Esa noche nos metimos una buena hamburguesa en el Smoking Barrel, nos la habíamos ganado. A la mañana siguiente no pudimos resistirnos y volvimos a por unos donuts para llevar. También paramos en una granja a recoger frambuesas y boysenberries de camino a Picton, donde cogimos el ferry de vuelta a Wellington. Habían sido unas vacaciones muy bien aprovechadas, tuvimos mucha suerte con el tiempo, y lo disfrutamos todo mucho. Personalmente creo que el Heaphy es un track interesante, algo largo pero no difícil, con paisajes muy variados. Si tienes suerte y ves fauna seguro que se disfruta más. Yo soy más de paisaje alpino y diría que la Routeburn me impresionó más, y si lo pienso en “número de fotos espectaculares por km”, la Routeburn definitivamente gana. Pero el Heaphy es muy variado, con poca gente, tranquilo, buenas cabañas, playas increíbles, fauna… y puedo entender por qué es el favorito de muchos kiwis.