La siguiente ruta en nuestro periplo nos llevaría a la West Coast, a una cabaña llamada Welcome Flat, dentro del Westland Tai Poutini National Park. La ruta, llamada Copland Track porque básicamente sigue el valle del río Copland, tiene 18 km y se hace en dos días, volviendo por el mismo camino.

Copland Track

Irónicamente, Welcome Flat Hut está muy cerquita del monte Cook, y es que el Copland Pass, un paso de montaña a 2150m, comunica Mt Cook Village con la West Coast. Se empezó a construir en 1901 como una iniciativa del gobierno de entonces para unir el Hermitage (uno de los principales atractivos turísticos de NZ en ese momento) con la costa Oeste, y fue una de las primeras rutas turísticas del país. El paso de montaña se hacía andando, obviamente, y el trozo entre Welcome Flat y la costa se hacía en burro o a caballo, algo difícil de imaginar hoy en día cuando se recorre andando. En este documento del DOC tenéis más datos sobre la historia de la ruta y algunas fotos muy curiosas de la época.
Pero lo más reseñable de esta ruta, y quizás el principal motivo por el que se está volviendo tan popular, es la sorpresa que hay al final, junto a Welcome Flat Hut: unas hot pools naturales donde descansar admirando las montañas que las rodean, con unas vistas maravillosas de Mount Sefton.

Hot pools para músculos cansados
El camino empieza a escasos metros de la carretera principal que recorre la West Coast (SH6), en un parking junto al puente sobre el río Karangarua. La noche anterior la habíamos pasado en Fox Glacier, a una media hora de camino hacia el norte, y esa mañana bien prontito retrocedimos hasta Karangarua y aparcamos el coche en el parking, donde lo recogeríamos al día siguiente. El día había amanecido soleado y parecía que iba a hacer mucho calor… El pronóstico del día siguiente era de nubes y algo de llovizna, pero si algo bueno tiene hacer una ruta no circular, es que sólo necesitas un día de buen tiempo para disfrutarla! La West Coast es una de las zonas más lluviosas de NZ, junto con Fiordland, debido a los vientos cargados de humedad que llegan del oeste y chocan con las montañas, haciendo que esa humedad ascienda y condense. Es una zona dada a lluvias torrenciales, y todos los años hay desprendimientos, cortes de carretera y evacuaciones (justo la semana pasada tuvieron que evacuar Westport 2 veces en cuestión de tres días). El Copland recorre el valle del río y cruza multitud de arroyos que bajan de la montaña y que se inundan muy fácilmente cuando llueve más de la cuenta, de forma que es bastante habitual que el DOC cierre el acceso a la ruta porque puede resultar increíblemente peligrosa si las condiciones no son buenas. Hemos oído historias de gente que ha recorrido los 18 km para llegar a la cabaña, y una vez allí el guarda les ha dicho que se esperaba lluvia intensa esa noche y que si se quedaban a dormir iban a tirarse los siguientes 3 o 4 días sin poder salir, así que tuvieron que volver por donde habían llegado ese mismo día: 36 km y un día muuuy largo. Es importante llamar a la oficina del DOC en Franz Josef el día anterior para asegurarse de que el track está abierto y que no hay pronóstico de lluvia intensa.

Como una especie de prueba de fuego para comprobar que las condiciones son favorables para seguir, el camino empieza con el cruce de Rough Creek. En condiciones normales, Rough Creek se puede cruzar fácilmente, y esto indica que el resto de arroyos no supondrán problema. Pero si Rough Creek baja con mucha agua, el resto de arroyos en el track estarán peor, y lo mejor es darse la vuelta. Hay un puente a unos 3 km río arriba, pero es solo para salir del track en situaciones de emergencia, nunca para entrar. Nosotros nos quitamos las botas para cruzar porque no queríamos empezar con botas mojadas, pero enseguida vimos que llevaba poca agua y no nos cubría más del tobillo.
Rough Creek está junto al parking, y una vez al otro lado empieza el camino en sí. La primera parte es entre árboles paralelos al río Karangarua pero sin llegar a verlo bien, un paseo muy agradable por el bosque donde enseguida se aprecia que el camino va, a ratos, siguiendo el lecho de ríos que se deben formar con la lluvia. Definitivamente, sería muy mala idea recorrer este track si está diluviando!


Empezando el Copland Track
Después de poco más de 4.5 km y hora y media llegamos al view point desde donde se puede ver la confluencia de los ríos Copland y Karangarua. A partir de aquí, el camino sigue el curso del Copland hacia las montañas.

Ríos Copland y Karangarua
El camino sigue paralelo al río y va entrando y saliendo de bosque, con algunos tramos junto al río subiendo y bajando pedruscos, y con unas vistas maravillosas del agua color turquesa tan característica de los ríos en esta zona, y con las montañas de fondo.



Copland River
El camino sigue más o menos llano hasta llegar a Architect hut, una diminuta cabaña (2 camas) que se usa más como refugio de emergencia en caso de mal tiempo. Este punto se considera la mitad del camino en tiempo, pero no en distancia, ya que está a casi 11 km del parking. En realidad, en nuestro caso tampoco fue la mitad en tiempo, ya que tardamos unas 3 horas y media en llegar a Architect hut y unas 2 y media en llegar desde Architect hut hasta Welcome Flat hut. A partir de Architect hut el camino empieza a ascender gradualmente, y se atraviesan varios puentes colgantes, algunos bastante impresionantes.








Copland Track
Finalmente, después de 18.2 km y algo más de 6 horas, llegamos a Welcome Flat hut. Esta cabaña podría parecer una cabaña más del DOC, como tantas otras, pero es bastante especial. Primero por las hot pools que os decía antes, pero también porque se puede reservar la antigua habitación del guarda, que tiene su propia ducha de agua caliente, su propia cocina con todos los utensilios, y donde pueden dormir hasta 4 personas. No es lujosa ni mucho menos, pero es infinitamente mejor que dormir en un cuarto compartido con otras 30 personas. Dio la casualidad que esta habitación estaba disponible justo para nuestra fecha (algo bastante inusual, ya que está muy muy demandada!), y no nos lo pensamos. Dormir en la cabaña general cuesta $20 por persona, y la Sierra Room (así se llama) cuesta $110 para hasta 4 personas. Siendo solo 2, nos salía algo más caro que compartir habitación, pero la comodidad de la ducha y la novedad de probar algo distinto hizo que ni lo dudáramos. Y ya os adelanto que fuimos la envidia de todos en las hot pools esa noche!


Welcome Flat hut y Sierra Room
Después de una interesante charla con el guarda y de tomar posesión de nuestra habitación, nos pusimos el bañador y nos fuimos de cabeza a las hot pools. Tampoco os vayáis a pensar que son piscinas al nivel de Hanmer Springs: tienen poca profundidad y la temperatura del agua la “regulan” manualmente los guardas simplemente moviendo piedras para redirigir el agua que sale de la piscina más caliente hacia las demás. Y como no todo puede ser perfecto, el mayor problema que tienen son las malditas sandflies: si te descuidas, te comen vivo. Bañarse se convierte casi en un ejercicio acrobático, intentando mantener todo el cuerpo sumergido para que no te piquen, y la cabeza fuera (ya que como en todas las piscinas termales del país, existe el riesgo de contraer meningitis amebiana), en agua que solo llega a las rodillas. Pero por otro lado, la posibilidad de tirarte horas a remojo en agua caliente en un entorno natural increíble, con la sensación de habértelo ganado después de recorrer 18 km (y sabiendo que te esperan otros 18 al día siguiente), es difícil de superar.



Hot pools!
Hay varias piscinas, cada una con una temperatura diferente, y puedes ir cambiando y estar el tiempo que quieras (unas chicas que habían estado el día anterior habían batido el record con 6 horas en el agua!). Y como veis, no estaban precisamente masificadas. Nosotros estuvimos una horita, y luego volvimos a la cabaña para la charla del guarda y la cena, pero no pudimos resistir la tentación de volver después de cenar. Disfrutamos de un maravilloso atardecer sobre las montañas, y lo mejor de todo, una vez que se pone el sol, las sandflies desaparecen!
A la mañana siguiente esperábamos lluvia, y amaneció un cielo muy gris pero sin agua. Aprovechamos para asomarnos al puente hay detrás de la cabaña y que cruza el Copland para continuar el camino montaña arriba hacia el Copland Pass. A unos 7 km de Welcome Flat está Douglas hut, la última cabaña antes del paso de montaña. Esta parte superior del valle del Copland es incluso más bonita, y me arrepiento de no haber dado un día más a esta ruta para poder explorarla. El puente en sí data de 1918, y tiene mérito que se mantenga en pie (y en buenas condiciones), considerando lo inclemente que es el tiempo en la zona.



Puente sobre el Copland junto a Welcome Flat, y vistas valle arriba
No queríamos perder mucho tiempo para intentar hacer lo máximo posible del camino de vuelta sin lluvia, así que nos pusimos en marcha. La vuelta fue mucho más rápida que la ida, en parte porque es cuesta abajo, y en parte porque no paramos a hacer casi fotos! Viendo los desprendimientos que hay por el camino y los daños que producen, la verdad es que tenía prisa por salir y no quería que nos pillara la lluvia.

Así queda el camino cuando llueve mucho…
Paramos a comer junto al río, ya que milagrosamente seguía sin llover. En este punto hay una roca bastante popular, ya que dicen que parece la cabeza de un perro. Yo iría más allá y diría que es un cocker o un pointer!

El perro-piedra
En poco más de 5 horas estábamos de vuelta en el parking, milagrosamente secos. Nos había encantado este track: sencillo, poco exigente, con vistas espectaculares y con el añadido de las hot pools y la habitación privada. La próxima vez, dejaré un poco de tiempo para explorar más allá de Welcome Flat.
Bonus
Esa noche volvimos a Fox Glacier a dormir. El día siguiente amaneció soleado y aprovechamos para acercarnos al lago Matheson para dar un paseo hasta los tres miradores que hay en su orilla, con unas vistas maravillosas de los Alpes (incluído Mount Cook). De los tres miradores, las mejores vistas están en View of Views y Reflection Island, aunque en nuestro caso había algo de viento y el reflejo no era perfecto. Aun así, las vistas son espectaculares.

Lake Matheson: Reflection Island

Lake Matheson: View of Views


Mt Cook y Mt Tasman
Para terminar, también nos acercamos al mirador del Fox Glacier que hay en la misma carretera que lleva al lago Matheson. Solo hay que seguir un poco más allá del desvío al lago, y se tiene una vista increíble del glaciar desde el mismo coche.

Fox Glacier