Sueño reparador para afrontar el intenso día que teníamos por delante:
• Tirinto
• Epidauro
• Nauplia
• Mystras
Nos levantamos poco antes de las 8, pues el desayuno se servía a partir de las 8:15 y no queríamos prescindir de él.
Éste fue muy rico y abundante, con fruta fresca de su huerto (melocotón, uva y manzana), yogur con miel, tortilla, ensalada de tomate y lechuga con queso feta, sándwich de york y queso, tostadas y mermelada casera. Y sólo por 6 €.

Como hicimos buenas migas con el personal, charlamos un buen rato y nos hicieron varias recomendaciones que nos resultaron más que interesantes.
La primera de ellas fue un restaurante muy chulo de Mystras, del que ya hablaremos.
Y la segunda, y más inmediata, visitar la antigua ciudad amurallada de Tirinto.
A pesar de ser un importante yacimiento Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1999, junto a Micenas, no lo habíamos incluido en nuestra agenda del día.
Aceptando el consejo dimos un pequeño salto para hacer una breve pero interesante visita a una ciudad que vivió su más importante época coincidiendo con el desarrollo de la civilización micénica, entre el 1400 y el 1200 a.C.
Tirinto/Tiryns
Google Maps: goo.gl/maps/29Lg4TtbxfZNYJuD9
Web oficial: odysseus.culture.gr/ ...bj_id=2382
Horario de verano: 8:30-15:30.
Entrada: 4 € (2 € en invierno). Incluida en la entrada combinada de Micenas.
Tiempo aproximado de visita: 30 minutos.
Recomendaciones: agua, gorra y protección solar.
Dificultad: baja.
Comentarios:
Tranquilo paseo en sentido de las agujas del reloj, sin pérdida, disfrutando de los restos tan bien conservados de su magnífica muralla ciclópea. No hay mucha información que interpretar, de ahí la rápida visita. Estuvimos completamente solos durante el recorrido.
Media hora después estábamos en Epidauro.
Epidauro
Google Maps: goo.gl/maps/TaPyVeCzqHQQzPbD8
Web oficial:
Horario de verano: 8-20
Entrada: 12 €
Tiempo aproximado de visita: 2 horas, museo incluido
Recomendaciones: -
Dificultad: baja.
Comentarios:
Buena señalética e información en general.

Epidauro fue una pequeña ciudad estado independiente que, sin ser tan conocida como Micenas, posee varias joyas arquitectónicas únicas en el país. Es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 1988.
Destacan su colosal teatro (podréis comprobar la gran acústica que tiene) construido en el siglo IV a.C. y con una capacidad de hasta 12.000 espectadores. Está magníficamente conservado, pudiendo subir sus casi 120 escalones hasta llegar al punto más alto del graderío, que nos regalará una hermosa vista.
En él, y en el estadio cercano, se desarrollaban cada cuatro años las fiestas en honor de Asklepio, las Asclepeias, en la que se combinaban pruebas gimnásticas y musicales.
También el Templo de Asklepio y todos sus edificios colindantes (tholos, con andamios y en proceso de restauración, estoa de Abaton, estadio, baños o el templo de Artemisa).
Fue muy enriquecedor conocer de primera mano toda la información sobre este lugar de peregrinaje donde los enfermos se encomendaban al dios Asklepio para buscar la curación a sus males a través de la medicina y su relación con el sueño.
En el museo hay mucha información y objetos que han conseguido que se queden allí, aunque podréis encontrar mucho más en otros museos del país, como el Museo Arqueológico Nacional de Atenas.
Encontraréis objetos médicos, algunas copias de estatuas, capiteles y relieves de las edificaciones y alguna que otra curiosidad (como las recetas propuestas para sanar los males).
NOTA:
Cuando tengamos tiempo añadiremos el resto de información, pero sirva como referencia el recorrido de la visita:
• Teatro
• Katagogion
• Baños griegos
• Hestiatorion
• Santuario de los dioses egipcios
• Templo de Artemisa
• Tholos
• Abaton/Enkoimeterion
• Templo de Asklepio
• Termas
• Propileos
• Epidoteion
• Museo
Teatro
Katagogion
Construido a finales del siglo IV a.C., este edifico hacía funciones de hostal, hospedando a visitantes, peregrinos, pacientes y sus acompañantes.
El edificio cuadrado de 5822 m2 estaba dividido en cuatro partes iguales. Cada una de ellas tenía la misma estructura, consistente en un patio con peristilo dórico rodeado de habitaciones, tanto en la plata baja como en el posible piso superior.
Es curioso que no haya conexión entre las alas este y oeste del edificio. Esto puede ser debido a que buscaran la manera de aislar las estancias cuando el santuario estaba menos ocupado, o bien por razones médicas (como evitar contagios e infecciones).
Baños griegos
Construido hacia el año 300 a.C., este edificio, a tenor de su cercanía del Hestiatorion (salón de banquetes) y el citado Katagogion, daba servicio a los visitantes del santuario durante su apogeo.
Su planta era rectangular, con un gran patio interior. En las zonas norte y oeste había unas estancias alargadas donde se encontraban las duchas, con grandes salas hipóstilas en el centro del edificio y la zona sur.
Se cree que existía una segunda planta.
El agua llegaba a los baños a través de un conducto de piedra, que aún se conserva parcialmente.
En época romana se construyeron en el ala este dos piscinas y un sistema de almacenamiento de agua (o depósito), así como grande pilares cuadrados en el patio.
Hestiatorion
Santuario de los dioses egipcios
Templo de Artemisa
Tholos
Abaton/Enkoimeterion
Templo de Asklepio
Termas
Propileos
Epidoteion
Museo
Nauplia
Google Maps: goo.gl/maps/UyubQnMuUTmjvHqP7
Web oficial: odysseus.culture.gr/ ...bj_id=1604
Horario de verano: 8-20
Entrada: 8 € (4 € en invierno)
Tiempo aproximado de visita: 1 hora
Recomendaciones: agua, gorra y protección solar por el abrasador sol propio de la hora en que realizamos la visita
Dificultad: baja en general, sólo a tener en cuenta algunos momentos de ascenso a pleno sol
Comentarios:

A las 13 horas llegamos a Nauplia y nos fuimos con el coche directamente a la Fortaleza de Palamidis, primera fortificación veneciana durante su segunda ocupación. Tiene 8 bastiones y una iglesia, de San Andrés, dentro de uno de éstos.
La fortificación está perfectamente conservada, siendo una grata experiencia pasear entre sus murallas y bastiones, aunque sea a pleno sol de agosto. Las vistas de la bahía son impresionantes.
Listado de bastiones:
• San Andrés
• Robert
• Temístocles
• Aquiles
• Milcíades
• Leónidas
• Epaminondas
• Fokion
Junto a la iglesia está la Prisión de Kolokotronis, figura destacada de la revolución griega, a la que se accede cruzando un agosto túnel.
Terminando el recorrido de la fortaleza vimos la que fue nuestra primera playa griega, Paralia Arvanitias (goo.gl/maps/LnjqkRuT2qxMBBsf9)q, que nos enamoró.
Dimos un rápido paseo por la ciudad y Acronauplia (goo.gl/maps/8D7CrDVxhzXCFEKi6), ciudad amurallada antigua, usada como cárcel durante 20 años en el pasado siglo, y nos fuimos directamente a la playa.
Fue un primer contacto con la costa y el esnórquel que nos encantó. Nos gustaría haber disfrutado más de Nauplia, pero sabíamos que era una parada rápida y no había tiempo para más.
Nuestra siguiente parada era Mistrá/Mystra (goo.gl/maps/hnZ237iTL1dBdyiX8), una bonita ciudad fortificada construida sobre el Monte Taigeto, a sólo unos minutos de la archiconocida (que no encantadora) Esparta.
Según consejos leídos en el foro la visita nos llevaría bastante tiempo. Así que a las 17:15-30 ya estábamos por allí.
Dejamos el coche estacionado en la puerta norte, para acceder al sitio por la fortaleza (goo.gl/maps/kWUmXUm44jN75ZmH8)
Mistrá/Mystra
Google Maps: goo.gl/maps/hnZ237iTL1dBdyiX8
Web oficial: odysseus.culture.gr/ ...bj_id=2397
Horario de verano: 8-20 (hasta el 31/8)
Entrada: 12 €
Tiempo aproximado de visita: 2,5-3 horas
Recomendaciones: -
Dificultad: baja, sólo se acusa algo el tener que subir con cierta prisa.
Comentarios:
Hicimos el recorrido en sentido descendente, visitando en primer lugar la acrópolis o castillo en unos 30 minutos.

Después volvimos a la puerta de entrada norte para continuar con el recorrido. No hay perdida, ya que todo está perfectamente indicado.
Mystras tiene un ambiente mágico que embelesa y disfrutamos mucho de su especial encanto.

2. Catedral de San Demetrio (Metropolis)
3. Iglesia de Evangelistria (Anunciación)
4. San Teodoro
5. Iglesia de Hodegetria (Aphendiko)
6. Puerta de Monemvasia
7. Iglesia de San Nicolás
8. Palacio de los Déspotas (plaza central)
9. Puerta de Nauplia
10. Entrada superior
11. Iglesia de Santa Sofía
12. Pequeño palacio
13. Castillo
14. Mavroporta
15. Monasterio de Pantanassa
16. Iglesia de Taxiarch (Taxiarques)
17. Casa de Juan Phrangopoulos
18. Monasterio de Santa María Peribleptos
19. Iglesia/capilla de San Jorge
20. Casa (Krevatas)
21. Entrada de Mármara
22. Ai Yannakis
23. Casa (Lascaris)
24. Iglesia de San Cristobal
25. Casa
26. Iglesia de Santa Kyriake
El recorrido fue, aproximadamente: Acrópolis y Castillo, Iglesia Santa Sofía (y sus impresionantes frescos), Iglesia de San Nicolás, Iglesia San Teodoro, Metrópoli (San Demetrio), Monasterio de Pantanassa, Monasterio de Santa María Peribleptos, Capilla de San Jorge, Iglesia de San Cristóbal, Iglesia de San Demetrio, Iglesia de San Teodoro, Monasterio de Brontochion, Iglesia de Nuestra Señora Hodiguitria y museo, por último.
En el Monasterio de Pantanassa, donde un grupo de niños y no tan niños jugaba con una numerosa colonia de gatos, nos paramos a comprar unos recuerdos de tan grata visita en la tienda. Allí nos atendió una monja, que nos ofreció unas golosinas típicas. La mujer no sabía nada de inglés, cosa lógica, pero pudimos entendernos bien en asuntos económicos, jejeje.
Como era de esperar, sólo pagos en metálico.
Seguro que encontraréis productos similares (tablas y pequeños trípticos, entre otros) en multitud de tiendas con precios similares, pero el saber de dónde viene le da un encanto adicional.
El extraordinario Palacio de los Déspotas se encontraba, desgraciadamente, cerrado por reformas. Al parecer lleva así desde el año pasado, como mínimo.
Invertimos unas 2,5 horas en la visita, teniendo en cuenta que teníamos que volver después al estacionamiento norte para recoger el coche.
Teníamos dos opciones, salir por la puerta sur y subir por la carretera, con el peligro que conlleva, o bien hacerlo cruzando rápidamente de nuevo todo el sitio arqueológico.
Optamos por lo segundo, con el único hándicap de que debíamos llegar antes de que cerraran (a las 20 horas). Para ello hay que contar con, al menos, 15-20 minutos, pues la subida es pronunciada y se hace pesada si vais a un ritmo rápido, como fue nuestro caso.

A las 20 horas, clavadas, ya estábamos saliendo por la puerta norte y recogiendo el coche en el aparcamiento para dirigirnos a nuestro alojamiento de esa noche.
Encontramos una especie de camping que estaba bastante cerca de Mystras, y que tenía muy buena pinta y un precio ajustado: Castle View Bungalows (goo.gl/maps/Khy1Maj87njSwEXs7)
Pudiera parecer un camping, pero dispone de unos bungalows modernos, limpios y equipados a la altura de cualquier hotel de 3 ó 4 estrellas. Pagamos 65,00 € en régimen AD.
Aprovechamos para darnos un baño en la amplia y limpia piscina (que cerraba tarde), con el encanto de sus luces y la vista de la ya iluminada Mystras antes de prepararnos para ir a cenar.
Desde el alojamiento se puede ir andando al centro de la ciudad, pues estando junto a la carretera no es mucha la distancia (y hay acerado para mayor seguridad).
En el hotel de Micenas, esa misma mañana, nos aconsejaron el restaurante Chromata (goo.gl/maps/jSJpkSmVizAHLjFg9) como lugar especial y romántico, palabras literales.
Hay que ir en coche (10-15 minutos desde el alojamiento) subiendo por una sinuosa carretera, pues se encuentra escondido en el punto más alto de la zona. A más altitud incluso que el propio sitio arqueológico de Mystras.
Impresionantes vistas de Esparta, a pesar de ser de noche. Excelente servicio, ambiente de relax total, como en pocos sitios en este viaje, y comida muy buena.
Tienen entrantes a base de platos típicos y carnes, ensaladas variadas y como platos principales pastas, risottos y carnes de primera, principalmente.
Tomamos como entrante una exquisita panceta al horno con salsa de naranja y miel, acompañada de maíz. Y como primeros un sabroso chuletón con excelente punto de cocción (y nada de sal, sobran los comentarios) y pappardelle con setas, trufa y queso de la zona (Taygetus)
Es mejor ir de día para disfrutar más las vistas, pero aun así disfrutamos de una especial e inolvidable velada.
En el alojamiento hay una tienda con productos básicos y buenos precios, así que compramos una botella de vino de uva moscatel de la isla de Samos para tomarlo tranquilamente en la terraza antes de irnos a descansar.