Acordamos que el desayuno sería como cada día, a las 7.30am. Nos gusta aprovechar bien el día, y más aquí que a las 7 es noche cerrada y no hay nada que hacer.
Nos levantamos con calma, me relajé en el porche del hotel y desayunamos como campeones.

Una vez con las pilas cargadas fuimos al acceso de playa que hay cercano a nuestro hotel solo con lo justo para entrar al agua: el bañador (yo con pantalón corto de agua y bañador de manga larga), aletas, gafas y GoPro (descalzos, las islas son de arena). Entramos en ese punto (también cerca del Estadio de fútbol) y empezamos a nadar dirección a la Bikini Beach y justo antes de llegar, que hay otra salida, salimos. En este tramo es donde mejor snorkel hay.



** Si os interesa os paso la info más detallada.

Ese tramo tiene un snorkel precioso. Hemos visto otra vez el pez Napoleón hembra, aunque no nos ha dado tiempo a hacerle fotos ni gozar de él como en Rasdhoo; pero sí lo hemos hecho con las tortugas y, sobre todo, con los corales que hay en esta isla. Son los mejores que hemos visto en todo el viaje...

Después de este snorkel matutino fuimos al hotel a darnos una ducha y a cambiarnos el bañador para ir a la Bikini Beach más fresquitos


**Justo en esa esquina, mirando la Bikini Beach a la izquierda, se cae el sol y es precioso.

La Bikini Beach tenía corrientes, pero en este tramo no hay. No las hubo por la mañana ni por la tarde en esta esquina. Está mucho más tranquila el agua y es una gozada.
De ahí, ya con el sol poniéndose, volvimos al hotel para ducha y relax hasta la cena que sería a las siete. El restaurante se llama Alihà Café, por si queréis ir los que no lo tengáis con el alojamiento incluído. Pedimos sopa de primero (muy ricas), pizzas de atún (malísimas) y tuna fried noodles con frutas de postre.

