Como cada día, nos levantamos tranquilamente y tras el desayuno rico de Hasan, nos fuimos al súper a comprar una piña, cuatro maracuyás, patatas y agua grande (130 Rufiyaas) para pasar el día en la playa sin movernos.

Este plan es ideal, se desayuno mucho y bien; y también la cena es pronto, por lo que con un picoteo en la playa a medio día es más que suficiente.
Este día en la playa lo disfrutamos al máximo. El snorkel en Rasdhoo ha sido el mejor de todos. Bueno... es difícil elegir entre nuestras tres top, pero nos quedamos con esta playa para ver peces. Os cuento algo:
Desde nuestro hotel, por la playa, llegas a la Bikini Beach. Ese paseo es precioso y las playas son muy chulas, sin olas ni corrientes. Si no queréis tumbona, podéis elegir un rincón de por aquí para estar casi solos o solos...Nosotros lo que hacíamos era iniciar el snorkel en la Bikini Beach, concretamente entrábamos a la altura del palo que hay como para medir el nivel del agua. Una vez a su altura empezábamos a nadar, bordeando el abismo, dirección a nuestro hotel (de espalda se queda el Resort Kuramathi) hasta llegar a una especie de fábrica de color verde; y más o menos por ahí, ya salíamos para volver paseando por la orilla a nuestra tumbona.
Esto cada día varias veces; y en ese tramo, que era en favor de la corriente, veíamos de todo: morenas (hay una justo al lado del palo del nivel de agua que os comento), peces payaso, unicornios, orientales, mariposas, tiburones punta negra y blanca, tortugas y nuestro favorito el pez Napoleón macho. Vimos hembras y el macho, pero el macho es...la foto sale como sale, pero es una espectáculo de la naturaleza.





El tiempo nos seguía acompañando. Ideal para relajarnos, hacer snorkel, darnos un baño...
Sobre las cuatro de la tarde, casi como cada día, fuimos al hotel por la misma playa caminando y nos dimos una ducha para salir a dar un paseo por el puerto. Allí también podéis ver tiburones y rayas que seguramente van al desperdicio de los pescadores. También el atardecer es bonito verlo allí, por si os interesa.
Volvimos a cenar al Bamboo Hut dos tuna fried noodles, un nasi goreng, dos limonadas y el agua grande con el postre de regalo (220 Rufiyas).
Pronto a la cama y a dormir.