Mi mujer dice de echarse una siestecita y yo me marcho de nuevo, como el día anterior, cámara en ristre, para hacer fotos y vídeos. Ayer hice la zona de proa y hoy toca la zona de popa. Subo y bajo escaleras, me empapo de las cubiertas del barco y echo un rato muy entretenido. Cada uno, sus gustos…. Me he topado con un cuadro, en una de las escaleras de las entreplantas que me ha gustado especialmente. Está hecho con clavos. Curioso….

Llega la hora de la merienda y razono nuestro proceder: preparando el viaje habíamos visto vídeos del Windjammer buffet en el turno de cena en el que ponían alimentos distintos a lo que luego ponen en la cena en restaurante, haciendo, además cenas temáticas. Hasta la fecha, nuestra creencia era que para cenar ponían la misma comida tanto en el buffet como en el restaurante por lo que, para cambiar y estar más cómodos al servirnos, siempre hemos ido al restaurante. Al comprobar que podríamos probar otras cosas dijimos de organizarnos de manera que el almuerzo sería ligero, iríamos a merendar al buffet cuando lo abrieran para cenar a las 18:00 horas para tomar algo que nos apeteciera y de poca cantidad y luego a las 20:00 la cena tradicional. La verdad es que en todas las veces que fuimos encontramos poco de nuestro gusto, pese a ser diferente, y lo que probamos fue en pequeña cantidad y por justificar el paseo. No salió bien la estrategia…..
Una vez merendados pusimos rumbo al Seaplex para probar los coches de choque. Nos pusimos en la cola y, para la ocasión, para hacer la gracia y amenizar las esperas en la fila, me había llevado en el móvil una cancioncilla cuyo letra en su inicio, en endecasílabos asonantes, reza lo siguiente:
Y era un domingo la tarde fui a los coches de choque
Y estaban pinchando el disco que a mi tanto me pone
Fui a sacar 4 fichas y compré un abono
Y estuve ojeando en la pista pa' encontrar un coche rojo
Mientras daba una vuelta de reconocimiento
Mirando si el material de la atracción era bueno
Iba subiendo la rampa hacia la taquilla
y se me encendió el alma, corazón y rodilla.
Si alguien quiere profundizar en el tema, dejo el siguiente enlace:
Pese a que había mucho ruido en las instalaciones y también había música a todo trapo, nos hemos puesto la canción en bucle mientras nos llegaba el turno. Los que estaban a nuestro lado, que la oían, nos miraban con cara de “están locos estos hispanos”. Las risas que nos hemos echado….

Ya nos llegó el turno, nos montamos y la verdad es que se pasa un rato divertido. Cada turno dura unos cinco minutos, los coches tampoco van muy rápido y como casi todos los usuarios ya somos talluditos, la diversión es doble. Como va quedando poca gente, repetimos experiencia varias veces y ya le vamos pillando el tranquillo.
Tras la experiencia subimos a la planta superior del Seaplex donde hay Xbox, mesas de pingpong y otros juegos. Allí me pongo a buscar uno de los “huevos de pascua” que hay en el barco y que es un trampantojo de un impacto de una pelota en un cristal. Damos con él y como está al lado de un futbolín libre pues nos quedamos y echamos unas partidas hasta la hora de prepararse para la cena, ya que hoy el código de vestimenta es formal y hay que acicalarse un poco. Paseando por cubierta el mar empieza a estar ya revuelto y hace falta abrigarse porque la sensación de frío se nota en el ambiente.
Tras la experiencia subimos a la planta superior del Seaplex donde hay Xbox, mesas de pingpong y otros juegos. Allí me pongo a buscar uno de los “huevos de pascua” que hay en el barco y que es un trampantojo de un impacto de una pelota en un cristal. Damos con él y como está al lado de un futbolín libre pues nos quedamos y echamos unas partidas hasta la hora de prepararse para la cena, ya que hoy el código de vestimenta es formal y hay que acicalarse un poco. Paseando por cubierta el mar empieza a estar ya revuelto y hace falta abrigarse porque la sensación de frío se nota en el ambiente.

En la cena hoy está la cosa más tranquila, los camareros están con menos prisa y parece todo más fluido. Comprobamos la laxitud del personal en cuanto al código de vestimenta en la medida en que hay gente arreglada, gente muy arreglada, los menos, y la mayoría de la gente como irá el resto de la semana (casual, casual). Me esperaba más “mamarrachismo”, la verdad. Lejos han quedado los tiempos en los que en la noche de gala todo íbamos de punta en blanco y no había apenas notas discordantes….
Nos vuelven a traer la carta en inglés, nos apañamos y el ayudante de camarero ya se ha quedado con la copla del día anterior y nos trae, además del agua, dos vasos de limonada a cada uno. Reflexión: no sé qué tiene la limonada en Royal Caribbean pero es adictiva. Nos hemos pasado toda la semana a base de limonada y fruit punch y el agua casi que no la hemos probado…..
Nos vuelven a traer la carta en inglés, nos apañamos y el ayudante de camarero ya se ha quedado con la copla del día anterior y nos trae, además del agua, dos vasos de limonada a cada uno. Reflexión: no sé qué tiene la limonada en Royal Caribbean pero es adictiva. Nos hemos pasado toda la semana a base de limonada y fruit punch y el agua casi que no la hemos probado…..

La cena transcurre sin sobresaltos y a continuación nos marchamos al teatro a ver el espectáculo titulado “The Gift”. Como muchos pasajeros que han visto la puesta en escena coinciden en que el argumento es confuso busqué de qué iba y ello nos ha servido para seguir el hilo de la obra, ya que tiene partes habladas en inglés, aunque predomine el cante y el baile: El show trata de una familia y lo que sucede tras el fallecimiento de la madre: el padre pierde el rumbo de su vida y se desliga de sus hijos, la hija se refugia en sus libros y se aparta del resto y el hijo hace lo propio en la mecánica. La madre, que está en el mundo de los espíritus, ve como su familia se desgarra y les envía un regalo (the gift, de ahí el título) en el mundo material para que se encuentren a sí mismos y vuelvan a juntarse de nuevo como familia.

La obra es una maravilla, la verdad. Es emotiva y se hace corta. Los cambios de escenario, atrezzo y vestuario son constantes y los juegos de profundidades son bastante sorprendentes. Si ya, como colofón, la pieza acaba con los acordes finales del “Kyrie” del grupo ochentero Mr. Mister (los del Broken Wings), que hacen levantarse al público del asiento, estamos ante una representación muy, muy buena.
Con el buen sabor de boca del espectáculo decidimos irnos al Boleros para oir (y quizá bailar) música latina. El recinto no está muy lleno y los Monnina Latin Band lo están dando todo. Hay tres parejas bailando y el nivel es lo suficientemente alto como para decidir no unirnos para no dar el cante con nuestros conocimientos de baile de salón nivel usuario. Eso sí, nos quedamos escuchando y disfrutando un rato hasta que decidimos movernos al Music Hall donde había empezado a tocar la Billboard Band música bailable setentera y ochentera, hasta llegar a temas más actuales. En la pista no hay mucha gente por lo que lo damos todo. Tras la Billboard Band es el turno de la Nightclub Experience con la Dj Ruby Yoo, también en el Music Hall. Con el fin de catar los gustos musicales de la Dj para el resto de la semana convenzo a mi mujer para que nos quedemos unas canciones y podemos comprobar que de nightclub experience, nothing de nothing (se supone que vas a pinchar el tipo de música que no se va a oir el resto del día en otros recintos y si vas a poner lo mismo, pues…..). Bajonazo y decisión unánime de recogernos. Como del Music Hall a nuestro camarote no se tarda ni un minuto en llegar…. Ventajas de estar en las catacumbas del barco….
Con el buen sabor de boca del espectáculo decidimos irnos al Boleros para oir (y quizá bailar) música latina. El recinto no está muy lleno y los Monnina Latin Band lo están dando todo. Hay tres parejas bailando y el nivel es lo suficientemente alto como para decidir no unirnos para no dar el cante con nuestros conocimientos de baile de salón nivel usuario. Eso sí, nos quedamos escuchando y disfrutando un rato hasta que decidimos movernos al Music Hall donde había empezado a tocar la Billboard Band música bailable setentera y ochentera, hasta llegar a temas más actuales. En la pista no hay mucha gente por lo que lo damos todo. Tras la Billboard Band es el turno de la Nightclub Experience con la Dj Ruby Yoo, también en el Music Hall. Con el fin de catar los gustos musicales de la Dj para el resto de la semana convenzo a mi mujer para que nos quedemos unas canciones y podemos comprobar que de nightclub experience, nothing de nothing (se supone que vas a pinchar el tipo de música que no se va a oir el resto del día en otros recintos y si vas a poner lo mismo, pues…..). Bajonazo y decisión unánime de recogernos. Como del Music Hall a nuestro camarote no se tarda ni un minuto en llegar…. Ventajas de estar en las catacumbas del barco….

Al llegar al camarote nos encontramos un elefante de toallas y ningún Cruise Compass del día siguiente. Mañana tendré que hablar con MarianoR.
También mañana comienzan ya las escalas en Noruega. Ya tenemos ganas.
Buenas noches y nonanoinononainoná.
Conclusiones que nos deja el día:
. En el buffet Windjammer, junto a la máquina de las aguas de sabores, hay un dispensador de hielo y agua. Para que salga el hielo hay que apretar el borde del vaso hacia arriba contra la boquilla y salen disparados los cubitos. Si pones el vaso debajo sin más o buscas un botón para accionarlo, nada de nada.
. Parece mentira que todavía haya gente sin concienciarse con el tema del desperdicio de comida en lo que al buffet se refiere. Mucha gente se sirve cantidades descomunales y luego se deja comida en el plato. No tiene sentido. Especialmente sangrante fue lo de una chica en la mesa de al lado un día en la comida: traía un plato con una hamburguesa, bien cargada de ingredientes, y como acompañamiento una generosa ración de patatas fritas. Pues bien, le pegó un mordisquito a la hamburguesa, se ve que no le gustó y ahí la dejó prácticamente entera. Pensaba yo que, en su defecto, atacaría a las patatas fritas pero, no, tampoco las tocó y ahí se quedó el plato encima de la mesa, para tirar…..
. En los coches de choque, cuando te pegan un topetazo, muy a menudo el coche se queda bloqueado y parado. Para desbloquearlo hay que girar el volante a izquierda y derecha varias veces y ya se pone de nuevo en marcha. De todas formas, como pasa frecuentemente, los propios empleados, por la megafonía, van dando las instrucciones para el desbloqueo.
. En los espectáculos en el teatro, a la hora de coger asiento con vista óptima, con llegar quince o veinte minutos antes, es suficiente. Sin embargo, en el musical We will rock you hay que ir con media hora de antelación, por lo menos. En nuestro caso, llegamos unos quince-veinte minutos antes, no recuerdo, y nos costó coger sitio en la parte delantera y sin estar juntos. Por lo que he leído a otros viajeros que estuvieron en nuestra semana, ya media hora antes estaba el aforo muy lleno.
. En el barco se toca muchas variedades de música y algo habrá que guste pero va dirigido principalmente al público predominante, el anglosajón. Es decir, mucho brit-pop, algo de rap y canciones de grupos y cantantes ingleses y estadounidenses. Hay música caribeña, música latina y pop-rock, cada una en su espacio, con intérpretes al piano, a la guitarra o banda pura y dura. Lo único diferente lo de un día que pusieron La Macarena, versión bailecito, y el personal se volvía loco… Mi mujer y yo mirándonos desconcertados. ¡Ey, Macarrrena, aay!
También mañana comienzan ya las escalas en Noruega. Ya tenemos ganas.
Buenas noches y nonanoinononainoná.
Conclusiones que nos deja el día:
. En el buffet Windjammer, junto a la máquina de las aguas de sabores, hay un dispensador de hielo y agua. Para que salga el hielo hay que apretar el borde del vaso hacia arriba contra la boquilla y salen disparados los cubitos. Si pones el vaso debajo sin más o buscas un botón para accionarlo, nada de nada.
. Parece mentira que todavía haya gente sin concienciarse con el tema del desperdicio de comida en lo que al buffet se refiere. Mucha gente se sirve cantidades descomunales y luego se deja comida en el plato. No tiene sentido. Especialmente sangrante fue lo de una chica en la mesa de al lado un día en la comida: traía un plato con una hamburguesa, bien cargada de ingredientes, y como acompañamiento una generosa ración de patatas fritas. Pues bien, le pegó un mordisquito a la hamburguesa, se ve que no le gustó y ahí la dejó prácticamente entera. Pensaba yo que, en su defecto, atacaría a las patatas fritas pero, no, tampoco las tocó y ahí se quedó el plato encima de la mesa, para tirar…..
. En los coches de choque, cuando te pegan un topetazo, muy a menudo el coche se queda bloqueado y parado. Para desbloquearlo hay que girar el volante a izquierda y derecha varias veces y ya se pone de nuevo en marcha. De todas formas, como pasa frecuentemente, los propios empleados, por la megafonía, van dando las instrucciones para el desbloqueo.
. En los espectáculos en el teatro, a la hora de coger asiento con vista óptima, con llegar quince o veinte minutos antes, es suficiente. Sin embargo, en el musical We will rock you hay que ir con media hora de antelación, por lo menos. En nuestro caso, llegamos unos quince-veinte minutos antes, no recuerdo, y nos costó coger sitio en la parte delantera y sin estar juntos. Por lo que he leído a otros viajeros que estuvieron en nuestra semana, ya media hora antes estaba el aforo muy lleno.
. En el barco se toca muchas variedades de música y algo habrá que guste pero va dirigido principalmente al público predominante, el anglosajón. Es decir, mucho brit-pop, algo de rap y canciones de grupos y cantantes ingleses y estadounidenses. Hay música caribeña, música latina y pop-rock, cada una en su espacio, con intérpretes al piano, a la guitarra o banda pura y dura. Lo único diferente lo de un día que pusieron La Macarena, versión bailecito, y el personal se volvía loco… Mi mujer y yo mirándonos desconcertados. ¡Ey, Macarrrena, aay!