Nuevo día que se levanta totalmente despejado. Tras el desayuno y conectarnos en el Visitor Center de Lake Louise nos dirigimos al destino de hoy: Yoho National Park.
La excursión es mezclar los senderos Iceline, Little Yoho Valley, Whaleback y Yoho Valley. Una extensa excursión circular de unos 30 kms.
La ruta comienza saliendo del aparcamiento de Takakkaw Falls y girando a la derecha, siguiendo el río a la izquierda como si fueras a ver las cataratas. Se ignora el puente que va a la catarata y continuamos hacia delante. Pronto el sendero se dirigirá a cruzar la carretera, aquí es donde están aparcados todos los coches del albergue Whiskey Jack y es el inicio oficial del sendero.
Aquí empieza la cuesta arriba, que no se detiene en casi cuatro kilómetros. El sendero es sinuoso y está en buenas condiciones. De vez en cuando habrá algún hueco entre los árboles para ver la cascada y comprobar lo rápido que subes. Este es el tramo más duro de todo el recorrido en cuanto a pendiente. Hay un par de senderos más que se bifurcan en el bosque, el conocido Highline que te lleva a Yoho Lake, así que seguimos las señales que indican el sendero Iceline, siempre a la derecha.
Al cabo de algo menos de una hora se pierde el bosque y se entra en un paisaje rocoso. Este es el comienzo del tramo más espectacular del sendero Iceline.
El comienzo del sendero más allá del bosque es muy bonito, pero aún no es realmente de otro mundo. Sin embargo, la vista de Takakkaw Falls es increíble y, de repente, esa inmensa cascada parece diminuta desde tu nueva perspectiva.
Takakkaw Falls y el glaciar Daly del que viene las aguas
La subida aún no ha terminado, pero es más gradual de lo que se ha hecho hasta ahora. El sendero continúa por un camino lunar hasta llegar a un paisaje realmente sobrecogedor: ¡estamos caminando justo al lado Emerald Glacier!
La ruta sigue el glaciar y su morrena, que surge de la cordillera del Presidente, durante un kilómetro más o menos, cruzando ríos y llegando a un par de lagos del glaciar. En este tramo la marcha es fácil y casi toda llana. Durante este trayecto nos desviamos ligeramente para ver desde lo alto Yoho Valley.
Cuando llevamos 6.5 kms está la intersección con el sendero que te lleva a Celeste Lake y acortar la ruta si quieres hacerla circular pero más llevadera. Ahí mismo tenemos un nuevo lago y vistas a diferentes montañas y glaciares.
Mt. Rhondda y Yoho Glacier. Mt McArthur y su glaciar. Más lagos glaciares por el camino
Seguimos otro kilómetro y medio por este terreno. El número de senderistas se ha reducido a nosotros: la mayoría o vuelve por Celeste o se da la vuelta por donde hemos venido. Nuevas pocetas del glaciar aparecen.
Empezamos a descender ligeramente y cruzamos los últimos escombros glaciares para entrar en el bosque alpino de Little Yoho Valley. Los picos de las montañas Presidente y Vicepresidente se alzan al sur del sendero y, al norte, Isolated Peak y la cresta de Whaleback Mt.
Una vez alcanzado el bosque, descendemos gradualmente algo más de dos kilómetros para llegar al río Little Yoho, el cual cruzamos por un puente, llegando a Stanley Mitchell Hut y al cruce con el sendero Little Yoho Valley.
Ahí nos tomamos un merecido descanso en la cabaña de los guardas forestales.
Los siguientes tres kilómetros son en continuo descenso siguiendo el río por un sendero claro, metido en el bosque con vistas más abiertas de vez en cuando.
Llegamos a la intersección con Whaleback Trail y lo tomamos. Aquí algo más de un kilómetro y medio de continuo y duro ascenso por la ladera haciendo eses y que se me hizo más duro que la subida del comienzo, principalmente por el calor que hacía.
Cuando llegamos a todo lo alto se me quitan las penas. Las vistas a Mt. des Poilus y su glaciar, Yoho Peak y su glaciar, con Mt. Collie asomando atrás y, a la derecha, Mt. Rhondda y Mt. Gordon son increíbles.
Detalles de Mt. Des Poilus (pico de la izquierda) y su glaciar con Yoho Peak (montaña de la derecha). Detalle de Fairy Glacier, de Mt. Balfour, expulsando agua
A partir de ahí, algo más de un kilómetro y medio en descenso con vistas por todos lados que nos lleva a conectar con Twin Falls Creek, un arroyo que baja con abundante agua procedente del glaciar dus Poilus. De hecho, si sigues el arroyo unos 5 kms aguas arriba llegarás a la inmensa lengua glaciar. Nos planteamos hacerla, pero se nos iría la excursión a 40 kms y realmente no hay sendero oficial, pero he visto fotos por internet y es increíble.
Cruzamos el arroyo por un puente y justo pasado el mismo paramos a comer. Estamos en lo alto de las famosas cascadas. Una cascada doble que cae unos 120 metros por un acantilado.
Tras la comida empezamos el descenso que nos llevará a la base de la cascada, aunque el camino en el primer km nos sorprende subiendo más que bajando. Llegamos a la base de la cascada, tras una fuerte bajada en zigzag, donde hay unos miradores, pero parece ser que estamos en la peor hora posible ya que tenemos el sol justo enfrente. En un banco esperamos un rato ya que vemos unas nubes que con suerte lo taparan, pero tras esperar un cuarto de hora nos quedamos con las ganas.
Decir que en la zona se encuentra el histórico Twin Falls Chalet, construido hace más de 100 años por la Canadian Pacific Railway.
Un kilómetro y medio más de bajada por el bosque acompañando al caudaloso arroyo, nos lleva hasta la zona de acampada para mochileros de Twin Falls y la intersección al sendero Yoho Glacier.
Nosotros seguimos por el sendero principal, ahora denominado Yoho Valley. En un par de kilómetros de ligera bajada llegamos a otro campamento de mochileros, el de Laughing Falls, ya que al lado se encuentra otra cascada, no tan impresionante como la de Twin Falls, pero con una caída de unos treinta metros.
Con tantos aportes de agua no es de extrañar la cantidad que tiene Yoho River, que se caracteriza por el tono lechoso de sus aguas. En determinados momentos pasan por una pequeña garganta que hace más estruendoso su viaje.
Poco después está el desvío al lago Duchesnay, que está bastante cerca, pero los kilómetros empiezan a hacer mella y hay pocas ganas de hacer más, por lo que no nos apartamos del sendero principal. Nos metemos en unos 500 metros de bajada más pronunciada y cuando se nivela el sendero hay otra intersección que nos llevaría a un par de cascadas más. No me sonaban y no le hicimos caso. Luego, viendo fotos de las mismas y que no estaban ni a 200 metros, creo que hubieran merecido un vistazo. Son las Point Lace Falls.
Los restantes algo más de dos kilómetros que nos faltan para llegar al aparcamiento van por un bonito bosque y luego por una rocosa zona aluvial. Por aquí ya iba con uno de los pies tocado. Me pasaba algo parecido a lo de mi sobrino hace un par de días, notaba como un pinchazo en la planta del pie, como si se me clavara una piedrecita en cada paso.
Ya que estábamos al lado de las Takakkaw Falls veía un pecado no seguir el caminito que te pone a sus pies. Eso hicimos. Y nos pusimos de agua hasta arriba entre el viento que había y la niebla acuosa que crea la cascada en su caída.
Tras verla de cerca nos volvimos para el aparcamiento y acabar así la travesía. Otros 30.5 kms para el cuerpo. Yo el pie lo tenía que no me lo sentía.
Allí mismo hablamos con unos estadounidenses que mañana partían para Glacier National Park y que por lo visto habían comenzado la ruta esta mañana a la misma vez que nosotros, para ver qué habíamos hecho. Ellos hicieron una mezcla de la Highline y la Iceberg.
Una vez en el coche le comenté a mi sobrino si quería ver Emerald Lake, ya que estábamos en Yoho y no está lejos y tenía un bonito recuerdo del lago. Le pareció bien. La sorpresa nos vino cuando a poco menos de un kilómetro de llegar al aparcamiento del lago se cruzó un oso negro por la carretera. Lástima que se perdiera por la maleza rápidamente.
Aparcamos, vimos un poco el lago y de nuevo para el coche. Tengo los pies molidos y me costaba caminar.
Y de vuelta al coche. Podríamos haber parado en Natural Bridge, que pasamos al lado, pero recordaba que ahí sí que había que caminar un poco y yo no estaba para más trotes. Además, hoy pensábamos en el campamento hacer un fueguecillo y comer tortillas de maíz con bacon y queso y ya eran casi las 8 de la tarde.
Así que nos fuimos para el campamento, nos duchamos y el resto fue hacer el fuego y meternos entre pecho y espalda la cena que nos sentó de escándalo.
Ruta