Para descansar de la montaña y ya que la previsión seguía indicando buen tiempo para el resto de la semana, seguimos el plan previsto y lo dedicamos al paseo en barco para ir a Thun.
El embarcadero se encuentra justo al otro lado de la estación de Interlaken West. El primer barco sale a las 11 hrs. y tiene paradas en distintos puntos del lago donde se puede apear y subir las veces que quieras a lo largo del dia. Nosotros optamos por bajar en Spiez, subir al castillito encaramado al lado del puerto a hacer unas cuantas fotos y volver a subir al siguiente barco una hora después. Enlace a horarios: Horarios barcos Thunersee y Brienzersee

Itinerarios de los barcos en los lagos.

Llegada del barco al embarcadero de Interlaken West

Muelle y vista en lo alto de la montaña del mirador de Harder Kulm

Lago de Thunersee

Una de las innumerables playas artificiales salpicadas por toda la orilla del lago. Los suizos aprovecharon las inusuales altas temperaturas de la semana para pasar el día al sol y playa.

Palacio Le Roselier que como su nombre indica tiene en el jardín delantero una colección de rosas, la casa no se visita y forma parte del recinto del castillo de Spiez

Castillo de Spiez

Conjunto de iglesia y castillo de Spiez desde el lago.

Castillo de Oberhofen.
Hay otras opciones de parada como el Schloss Oberhofen pero otra parada supone esperar 2 hrs. al siguiente barco y ya no hicimos esta visita. Tambié es posible bajar en Beatushöhlen Sundlauenen para acercarse a pie por un caminito a las Cuevas de San Beato (St. Beatus-Höhlen, Swiss Caves) tampoco nos decidimos por ver cuevas.

Mapa turístico del centro de Thun, la línea marrón es el trayecto recomendado para recorrerlo.
La siguiente parada era Thun que es una de las ciudades con solera por su enclave estratégico. Como llegamos a la hora de comer buscamos un parque donde poder tomar el bocata y descansar, porque el calor era de agobio total, estaremos sobre los 37 ºC, y al mediodía y domingo casi todo cerrado, menos el Schloss, que fue donde nos dirigimos, a través de un pasillo desde la calle Obere Hauptgasse a un ascensor que lleva al aparcamiento y cerca de la entrada del Castillo. Entramos en él sin mucho convencimiento, 8 CHF/persona, al menos se estaba fresquito por el A.C. y buenas vistas desde las ventanas aunque no hay acceso al exterior. La exposición allí montada es una retrospectiva de la historia de Thun. Al salir de allí fuimos la iglesia Stadtkirche Thun, cerca del castillo e iniciamos el descenso por unas escaleras hasta la bonita plaza de Rathausplatz y después a las esclusas del río Aar donde hay un gran número de bares donde nos hicimos un refrigerio no sin antes mojarnos los pies en el río.
Cenamos temprano en la Pizzeria Il Ponte, una pizzas muy ricas aunque nos pareció rudo el camarero que no nos quiso poner Tap water, que como sabéis es el agua del grifo que siempre se recomienda pedir en estos países que tienen el agua tan buena, me puso de botella. Por no reñir lo dejé estar.

Una de las actividades acuáticas que vimos repetidas en distintas ciudades de Suiza. Aquí aprovechando la fuerza del agua de uno de los azudes de rio Aar. Las limpísimas aguas de los ríos suizos es utilizada para bañarse en cualquiera de ellos cuando el calor aprieta como fue esa semana.

Castillo de Thun desde la plaza del ayuntamiento

Calle comercial en el centro de Thun

El Mühleschleuse, uno de los puentes sobre la exclusa del rio Aar decorado con flores.
La vuelta la hicimos en tren hasta Interlaken.