Temprano me fui de este lugar tan hermoso, decidí no ir a Gaiman porque me tenía que desviar del camino de la costa, quizás vaya otra vez.
Así que empecé mi camino hacia Punta Tombo, son 175 km desde Puerto Madryn que espero transcurran sin contratiempos.
Estoy muy atento. Muchos guanacos y es mejor no tener problemas con ellos. Vi algunos que se peleaban entre ellos. Son muy lindos y graciosos.
También vi algunos ñandúes y sus lindos hijitos que caminaban detrás de sus padres. Un espectáculo.Ya llegué a Punta Tombo.
Es la colonia continental de pingüinos más grande del mundo. Los pingüinos llegan cada año a esta reserva a preparar sus nidos, curiosamente los mismos donde viven cada año. La llegada de cientos de miles de ejemplares se produce desde setiembre hasta abril.

La reserva de Punta Tombo tiene una franja costera de 3 kilómetros a lo largo de 600 metros de ancho. En el verano es cuando hay más ejemplares, puede llegar a tener hasta 400.000 ejemplares. Son considerados aves marinos, si bien tienen alas, no vuelan, ya que están adaptados para nadar. Pasan la mayor parte de su vida en el agua e incluso duermen en ella.

Hay un sendero de unos 3.500 metros a lo largo de la playa, donde pude ver a los pingüinos en su hábitat y también sus nidos cavados en la tierra ( una especie de madriguera con una pequeña cavidad para albergar los huevos) allí los incuban y siempre son dos; los padres incuban los huevos alternativamente durante 40 días. Deben tener cuidado de no dejar los huevos desatendidos en el nido, de lo contrario las gaviotas se los comerían. El macho preparó cuidadosamente el nido en agosto antes de que llegara la hembra. La pareja, que siempre es la misma, utiliza el mismo nido todos los años.
Suelen estar bajo los arbustos de las familias, pero también se mueven mucho entre el mar y los nidos. Es una experiencia encantadora caminar entre estos entrañables animales.

Una señora que caminaba con su familia explicaba a los que íbamos por primera vez que en diciembre a medida que los pichones van creciendo, hay una gran actividad sobre la playa, las gaviotas y otras aves acechan los nidos. En enero los pichones empiezan a salir y a mudar su plumaje e inician sus incursiones al mar. En Febrero los ejemplares juveniles ocupan las playas. Entre Marzo y Abril finaliza la muda de los jóvenes y los adultos comienzan a iniciar la migración hacia el norte del continente.

Desde el sendero y los miradores se pueden ver a los pingüinos muy de cerca, así como sus nidos, sus crías y su comportamiento en etapa reproductiva. Es muy importante mantener la distancia, no intentando tocarlos ni alimentarlos y no cruzarse en su camino.
Ver a estos adorables animales, aves marinas y una costa magnífica es un regalo para este recorrido que estoy haciendo en la costa patagónica argentina.
