Datos de la etapa:
Altitud ganada: 471 m
Ascenso total del día: 630 m
Elevación máxima: 4611 m
Distancia recorrida: 7.4 km
Tiempo: 3h 30m
Teníamos un día relativamente sencillo y corto por delante. Y no os penséis que todos estos días fáciles son porque somos unos vagos! Lo que pasa es que según vas ascendiendo, llegas a un punto en el que estás limitado por la altitud que ganas, no por la distancia o el tiempo, de forma que hay días que en 3 horas has subido ya los 300-500 m máximo que se recomienda ascender por día.
La zona de Yak Kharka y Letdar es famosa por sus rebaños de yaks, de ahí su nombre. Salimos de Yak Kharka sin prisas a eso de las 9, y tardamos unos 40 minutos en llegar a Letdar, donde nos encontramos con un rebaño de yaks y nos tiramos como 20 minutos haciendo fotos, y aprovechando para ir al baño. Creo que no lo he dicho, pero la altitud y el tener que beber tanta agua hace que tengas que ir al baño constantemente. Ese es uno de los motivos por los que mucha gente no quiere tomar diamox, porque es un diurético y el efecto es todavía más pronunciado.

El puente a la entrada de Letdar

Letdar


Yaks en Letdar

No os olvidéis de mirar hacia atrás de vez en cuando: Letdar con los Annapurnas de fondo
De Letdar a Thorong Pedi hay dos caminos: uno en cada lado del valle. El camino por el lado derecho (este) del río, que va siguiendo los postes de la luz, se construyó hace muchos años porque el otro camino, por el lado oeste, suele tener desprendimientos y es bastante peligroso, pero el problema era que al final, justo antes de cruzar al lado oeste donde está Pedi, había que descender hasta el río por un camino en zigzag muy empinado y que solía tener hielo, con lo que era casi igual o más peligroso que la alternativa. Y además luego había que volver a subir desde el río hasta Pedi. Total, que este camino se acabó cerrando y solo existía la opción del camino oeste. Pero en otoño de 2023 mejoraron el último tramo y en primavera de 2024 construyeron un mega puente colgante que conecta directamente con Pedi, de forma que ya no hay que bajar hasta el río para luego volver a subir. Conclusión: el camino este es más escénico y seguro, aunque es ligeramente más duro (se asciende un pelín más), pero luego tienes que cruzar el mega puente, y hay gente que les tiene bastante respeto así que prefieren evitar este y cruzar por el primer puente (mucho más corto) nada más pasar Letdar. Nosotros elegimos el camino este, desde donde veíamos perfectamente el otro camino al otro lado.


Por el camino este hacia Thorong Pedi
A pesar de ascender más de 600 m (acumulados), el día no fue particularmente duro, ya que la subida es suave y el camino está en muy buenas condiciones. Nos seguíamos encontrando muy bien, y yendo despacito no teníamos ningún problema. La estampa de las montañas que dejábamos atrás era una excusa buenísima para parar, hacer una foto y recuperar el aliento.

Las vistas en el retrovisor
Al cabo de unas 3 horas empezamos a divisar Thorong Pedi en la distancia. Es el último asentamiento del valle, y está rodeado de paredes verticales, metido en el bol que es la cabecera del valle. Pudimos ver claramente el camino en zigzag que sube hacia High Camp, y que tendríamos que recorrer la mañana siguiente. Todos los trekkers que hacen el AC se enfrentan a la misma decisión: ¿es mejor pasar la última noche en High Camp o en Thorong Pedi? Thorong Pedi está a 4540 m de altura, High Camp está 300 metros más arriba. Si sigues la regla del ascenso máximo por día, en teoría no deberías dormir en High Camp si has dormido la noche anterior en Yak Kharka, porque eso supondría un ascenso de casi 800 m (por eso dicen que si vas a ir a High Camp, tienes que dormir en Letdar la noche anterior). La ventaja de dormir en High Camp es que la subida desde Thorong Pedi es una hora (nosotros tardaríamos hora y 10) de zigzags sin tregua, la parte más dura de la subida al Thorong La, y el día siguiente, que ya es largo de por sí, empezar en High Camp te ahorra ese primer tramo que si no seguramente tendrías que hacer a oscuras antes del amanecer, con mucho frío. La desventaja es que duermes a más de 4800 m y entre el frío y la altitud mucha gente no duerme nada esa noche, con lo que el cruce del paso al día siguiente se hace muy duro, a pesar de haber recortado el primer tramo. Los dos alojamientos que hay en High Camp son más básicos, con baños exteriores de letrina que no tienen fama de estar limpios (y que no debe apetecer mucho visitar en mitad de la noche). Y por último, hay mucha gente que cree que se encuentra bien, llega a High Camp y empiezan a notar síntomas de AMS, y en casos extremos tienen que descender hasta Pedi esa misma tarde o en medio de la noche. Con todo esto, nosotros habíamos decidido dormir en Pedi y no arriesgarnos, a pesar de que el día siguiente iba a ser muuuuy largo.

Llegando a Thorong Pedi

Thorong Pedi – High Camp está justo detrás del collado en el extremo izquierdo


Thorong Pedi y el nuevo mega puente
El puente es una maravilla. 359 metros nada menos. La verdad es que cruzarlo se hace largo! En Pedi hay varios alojamientos. Nosotros habíamos elegido el más recomendado, Thorong Base Camp Lodge. Nuestro guía nos consiguió una de las 4 únicas habitaciones con baño propio, que por primera vez en el viaje sería de letrina. Thorong Pedi también fue el primer sitio (y el único del AC) donde no había duchas, ni siquiera de pago. La habitación hacía esquina y recibía mucha luz por la tarde, de modo que era bastante más calentita que la de Yak Kharka la noche anterior. Pasamos la tarde tranquilamente en el comedor (enorme), y había muchísima gente. Este fue posiblemente el alojamiento más lleno de todo el viaje, y luego nos enteramos de que había unas 100 personas pasando la noche allí. La comida estaba bastante bien, pero era más cara de lo normal debido a la altura, y quizás demasiado occidental, con pizza, hamburguesa y moussaka pero no pan tibetano (pero el dueño es americano, así que igual eso lo explica). El té masala estaba buenísimo, de los mejores del viaje.

Thorong Pedi
Esa tarde nos fuimos pronto a la cama, pero yo aproveché para hacer algo que llevaba queriendo hacer todo el viaje pero no había tenido oportunidad: fotos nocturnas. El cielo estrellado era espectacular, había luna llena, y pude hacer alguna foto digna antes de que el frío me obligara a meterme en el saco. Nos esperaba un buen madrugón y un día duro.

La subida que empezaríamos unas horas más tarde, a la luz de la luna