Datos de la etapa:
Altitud ganada: -1479 m
Descenso total del día: 1482 m
Elevación máxima: 3365 m
Distancia recorrida: 7.6 km
Tiempo: 2h 50m
Esa noche pasé algo de frío, y tenía mucha congestión. Había aguantado casi 3 semanas sin ponerme mala pero parecía que finalmente iba a caer con un catarro de último minuto. Dormí bastante mal y a eso de las 4:30 estaba despierta y sin poder volver a dormirme, y decidí salir a hacer alguna foto nocturna. La idea era hacer un par de fotos y volver a la cama pero el paisaje nocturno era increíble y acabé quedándome levantada esperando al amanecer. De verdad, si os gusta la fotografía o ver amaneceres, no hay mejor sitio para dormir que Badal Danda, concretamente los dos hoteles que hay en la parte alta. Toda la fama que tiene es bien merecida. Además, es mucho más tranquilo que High Camp porque la mayoría de gente solo para aquí a comer en ruta a High Camp, pero las vistas son casi tan espectaculares como desde el mirador a 4000 m. Ojalá se me hubiera ocurrido poner a grabar un timelapse del amanecer en el móvil mientras hacía fotos con la cámara… Había un japonés que estaba haciendo precisamente eso (y que estaba ya haciendo fotos cuando salí yo afuera a las 4:30) pero no se me ocurrió hacer lo mismo (y no tenía trípode tampoco porque como no lo había usado durante el AC se lo había dado al porter para que me lo llevara a Kathmandú y quitarme algo de peso).

Machhapuchhre antes del amanecer. Si os fijáis podéis ver las luces de los frontales de quienes subían desde High Camp ese día, como hormiguitas por la montaña

Annapurna South


Uno de los amaneceres más bonitos que he visto



Amanecer desde Badal Danda

El panorama desde Badal Danda es sencillamente espectacular
Después de semejante atracón de fotos tocaba desayunar, y a pesar de llevar casi 3 horas pegada a la cámara, el guía todavía tuvo que llamarme varias veces para que entrara al comedor. Más tibetan bread con queso, tortilla y masala tea; el último desayuno del trek. Por un lado tenía ganas de terminar, darme una ducha y ponerme ropa limpia, pero por otro me daba mucha pena, y me hubiera quedado otra semana más en las montañas. La experiencia del trek había sido increíble, mejor de lo que podía haberme imaginado.
Después de desayunar y recoger mis bártulos por última vez empezamos el largo (larguísimo!) descenso desde Badal Danda a Siddhing. Casi 1500 m de descenso vertical que se hicieron muy pesados, aunque pude disfrutar de las vistas del ridge que no había podido disfrutar dos días antes por las nubes:



Una buena forma de despedirme de Mardi Himal y Machhapuchhre
Finalmente a eso de las 11 llegamos a Siddhing. La bajada es básicamente un millón y medio de escalones por el bosque. En Siddhing nos esperaba un jeep para llevarnos a Pokhara. La primera parte de esa carretera se las trae, y a pesar de ser un jeep, en alguno trozos yo pensaba que no podríamos pasar. Pero lo conseguimos, y en menos de dos horas estaba en mi hotel de Pokhara. Había reservado una habitación en el Middle Path Spa Hotel, que tenía muy buena pinta y un precio asequible ($43 por noche). Además, tenía spa y salón de masaje, y un buen masaje estaba muy alto en mi lista de cosas que hacer en Pokhara. Después de una larga y maravillosa ducha (cualquier ducha después de tres semanas con la mochila a cuestas sienta bien), me fui a comer a un sitio justo al lado del hotel, un diminuto restaurante tibetano llamado Gantavya que descubrí por casualidad en Google maps, y que estaba tan bueno que acabé comiendo y cenando allí ese día, y comiendo allí al día siguiente. Esa tarde me di un “trekkers massage” en el hotel que me dejó como nueva. Tenía el día siguiente para explorar Pokhara en condiciones.