La idea de venir a Naltar es visitar la zona de los lagos. Para visitarla solo se puede en jeep porque con la moto no se llega y andando sería imposible en el día. Ayer me dijo el chaval del alojamiento que sin problema me reservaba uno por 7000 rupias (20 euros). Los precios están estandarizados según modelo de 4x4. El más barato, el Willy, son 7000.
Esta mañana en el desayuno, el chaval me comenta que desafortunadamente el Willy está ocupado, pero que ha hablado con un grupo de 6 pakistaníes y me dice que me puedo ir con ellos. Pero atentos a la jugada: yo pago la mitad (sentándome en el asiento delantero) y ellos, entre los seis, la otra mitad. Todo esto me lo decía mientras los escuchaba escupir en la habitación de al lado de buena mañana. Al principio no daba crédito: los máquinas quieren que yo pague 10 euros y luego cada uno de ellos 1,5 básicamente. Cuando me he dado cuenta de que ese era el plan, me ha dado hasta la risa. Oficialmente se creen que los occidentales somos idiotas. Tras casi un mes aquí ya no estoy para tonterías, le he dicho al colega que se olvide y que me parece de locos siquiera que me proponga eso. Vamos, comerme toda la mañana con 6 pakistaníes, al ritmo pakistaní, echándose fotos conmigo, y encima timándome por ahorrarme 10 euros? Encima el tío me dice que bueno que pague yo 8 euros y ellos 12. Pecando de mostrarme asqueroso le he dicho que hasta luego y me he ido a la zona del pueblo donde están los jeeps. No hay turistas en todo el valle así que al primero que le he preguntado, me ha hecho el gesto de 7 con las manos y listo. Es que fijo que si regateo lo saco hasta más barato que yendo con los Pakistanies, pero tampoco es Pakistán un país para regatear, por 20€ que este hombre eche toda la mañana conmigo me parece más que justo.
A las 8:30 me he ido con mi nuevo conductor hacia los lagos. El jeep es el mismo que el de Fairy Meadows y el conductor habla el mismo inglés: cero. El camino hasta los lagos no se puede hacer en moto, está claro. Es puro 4x4. Tres vadeos importantes de ríos, en uno hasta le he aplaudido porque me ha parecido espectacular que no nos fuéramos rio abajo. Barro, grava, cantos rodados... Seguro que algún local aún lo hace con la moto, pero lo veo imposible. Son 10 kilómetros que hemos tardado una hora en recorrer.
Con el jeep te vas adentrando por el valle, entre bosque y al lado del río, para terminar en un conjunto de lagos que dan paso a un prado enorme. El primer lago le llaman Arcoíris por los colores que tiene. Luego otro lago que se llama Blue Lake y que es indiscutiblemente blue. Aquí te deja el jeep y se hace una rutilla valle adentro hasta el último lago: Feroza Lake. Es una ruta cómoda y bucólica con sus prados, sus cabritas, burros y vaquitas. Bastante distinta a lo que llevo del viaje. Por momentos me ha llegado a recordar incluso a los lagos de Covadonga. Se supone que esto es algo turístico, pero entre que he salido a las 8:30 y el problema que hay con las carreteras, no me he cruzado un alma en toda la mañana. Merece la pena venir a Naltar. También es cierto que si lo hubiera hecho al principio me hubiera flipado más pero ya llevo el umbral de sorpresa alto.
A la vuelta mi conductor ha ido recogiendo paisanos para llevarlos al pueblo. Supongo que me pedía permiso porque antes de subir a algún lugareño me miraba sonriendo mientras movía la cabeza y yo le decía of course. He llegado al pueblo casi a las 13:00 y antes de poner rumbo a Gilgit me he comido unas patatas fritas con una tortilla mientras hablaba con el chaval raro que a la mañana me intentó timar. No es mal tío aun así. Hemos estado hablando de las inundaciones y luego preguntándome por mi trabajo.
Para las 14:00 he salido hacia Gilgit. Tras las noticias de las lluvias y los deslizamientos, con el cielo poniéndose cada vez más feo, iba un poco mosqueado, aquí el peligro real es lo que llaman "Cloudburst". En españa es lo que viene siendo los reventones. Cae muchísima agua en muy poco tiempo lavando las laderas y produciendose los deslizamientos. Si uno ve que puede producirse uno de estos lo sensato es parar en zonas alejadas de laderas, pero claro en medio de estas carretera es imposible porque son todo laderas. Aun así me ha respetado el camino y en ningún momento a roto a llover. Solo ha sido 1 hora y cuarto. He llegado poco más de las 15. La llegada ha sido un poco mad Max. Se ha levantado un viento fortísimo con una polvareda tremenda. He llegado masticando arena cuando creia que llegaría mojado.
La tarde la he echado matando el tiempo. Por mí hubiera seguido avanzando con la moto, pero el problema es que ya me meto hacia Skardu y no hay hoteles en kilómetros, así que la única opción es hacer noche en Gilgit y mañana salir hacia Skardu, tal como hice el primer día que cogí la moto.
Por lo que leo en las noticias la carretera de Skardu no está cortada, aunque se ve que ayer llovió un disparate y hubo un deslizamientos pero no termino de ver si me afecta o no. La predicción para los siguientes días sigue siendo buena.
En Gilgit me he quedado en un hotel de estándares pakistaníes. De verdad que yo no me explico por qué sistemáticamente todos los hoteles están sucios. Es raro dar con una habitación en la que no haya suciedad en algún lado. Y eso que estoy quedándome en sitios por 15/20 euros, que para ser Pakistán es caro. Parece que el estándar pakistaní es que con que haya agua caliente y electricidad ya es hotel 4 estrellas, independientemente de la limpieza. New Marco Polo Hotel. (Nivel de monstruosidad 6/10).
Para cenar me he cogido la moto y me he ido para el centro del pueblo a un restaurante que tiene buena crítica. Por 10 euros me he comido una especie de dumplings típicos y un plato de trucha, que se ve que es muy típico de Gilgit. A la vuelta ha comenzado a llover y, viendo que no tenía intención de parar, me he tenido que animar. Y con más cuidado que nadie he conseguido volver al hotel calado, sano y salvo.
Mañana día de desplazamiento hasta Skardu. 200 kilómetros que tardaré unas 6 horas en hacer. Espero estén bien las carreteras. Una vez que llegue a Skardu ya está el viaje casi finiquitado. Me voy a quitar un buen peso de encima si consigo esquivar el mal tiempo que ha hecho en la zona.
Me quedarían dos días en Skardu para ver un par de cosillas más y otros dos días en Lahore. Parece que lleve de viaje un año, pero la realidad es que se ha pasado volado.