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Hoy me ha tocado a mí ser el primero. Aunque parezca mentira, al agua caliente le ha costado salir hoy, pero ha acudido a la cita. Para las 9:15 ya estábamos abajo en el bar desayunando. Casualmente, teníamos al lado a unas chicas con las que coincidimos comiendo en la gasolinera de Borgarnes. El desayuno muy bien, tipo buffet incluidas salchichas y beans. Mientras desayunábamos hemos decidido que pasaremos aquí las dos noches que nos quedan, aunque en la última tengamos que madrugar, igual que han hecho los compis hoy, a las 4 de la mañana. Nos acostamos prontito mañana y a intentar descansar un poco.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Iglesia en Reykjavik
Vamos al coche y vemos que está entero y sin multa. La verdad que estaba de miedo pues no sabía si debía poner alguna tarjeta de OTA. Por lo visto hemos acertado. Son las 10:05 y vamos directamente a la zona de Þingvellir. La semana pasada sólo tuvimos 20 minutos para hacer la visita; hoy, sin prisas, hemos estado más de una hora y hemos visto zonas que el otro día nos fue imposible visitar, por ejemplo donde se reunía el parlamento o AlÞingi, la cascada y el Drekkingarhylur (piscina de los ahogamientos). El tiempo además nos ha acompañado, no como el otro día.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
AlÞingi
Hemos dado un buen paseo, y desde Þingvellir nos hemos dirigido a Geysir, pero por una carretera sin asfaltar por la que no habíamos ido la otra vez. Llegamos y directos a comer, por lo visto el paseo de Þingvellir nos ha dado hambre. Aquí ya sabíamos cómo iba la cosa pues comimos con María la otra vez. Hoy ha tocado arroz con albóndigas y media pizza con pastel de chocolate de postre. Lo malo que había un par de excursiones de colegiales y no había sitio donde sentarse…excepto al lado de la puerta, que con tanto abrir y cerrar nos entraba el fresco hasta el tuétano. Aprovechamos la coyuntura y procedemos a comprar un par de recuerdos. Los dejamos en el coche y vamos a ver qué tal está Strokkur hoy. Está en forma; sigue soltando el chorro con regularidad. Hoy pega viento, como casi siempre, y si te pones en mal sitio te cala. Nos hemos despedido de los géiseres hasta otra vez y hemos decidido que no vamos a ir a las cascadas y que camino de Selfoss vamos a buscar el dichoso Kerið, que se nos escapó el otro día. Miraremos bien esta vez…
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Kerið
…y casi nos pasamos de largo. Menos mal que Iraitz ha estado al loro. Había una señal, pequeña. El cráter estaba ahí, al lado mismo de la carretera. Hemos estado un rato, disfrutando de los diferentes colores del cráter, y padeciendo el dichoso viento hasta que hemos levado anclas y hemos regresado a Reykiavik. La verdad que había bastante tráfico, ¿será que al ser festivo hoy la gente ha salido y vuelve después del puente?
Hoy ya hemos dejado el coche en el parking del hotel; mejor, así menos preocupaciones. De todas formas es pronto aún…
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Iglesia en Reykjavik
Vamos al coche y vemos que está entero y sin multa. La verdad que estaba de miedo pues no sabía si debía poner alguna tarjeta de OTA. Por lo visto hemos acertado. Son las 10:05 y vamos directamente a la zona de Þingvellir. La semana pasada sólo tuvimos 20 minutos para hacer la visita; hoy, sin prisas, hemos estado más de una hora y hemos visto zonas que el otro día nos fue imposible visitar, por ejemplo donde se reunía el parlamento o AlÞingi, la cascada y el Drekkingarhylur (piscina de los ahogamientos). El tiempo además nos ha acompañado, no como el otro día.
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AlÞingi
Hemos dado un buen paseo, y desde Þingvellir nos hemos dirigido a Geysir, pero por una carretera sin asfaltar por la que no habíamos ido la otra vez. Llegamos y directos a comer, por lo visto el paseo de Þingvellir nos ha dado hambre. Aquí ya sabíamos cómo iba la cosa pues comimos con María la otra vez. Hoy ha tocado arroz con albóndigas y media pizza con pastel de chocolate de postre. Lo malo que había un par de excursiones de colegiales y no había sitio donde sentarse…excepto al lado de la puerta, que con tanto abrir y cerrar nos entraba el fresco hasta el tuétano. Aprovechamos la coyuntura y procedemos a comprar un par de recuerdos. Los dejamos en el coche y vamos a ver qué tal está Strokkur hoy. Está en forma; sigue soltando el chorro con regularidad. Hoy pega viento, como casi siempre, y si te pones en mal sitio te cala. Nos hemos despedido de los géiseres hasta otra vez y hemos decidido que no vamos a ir a las cascadas y que camino de Selfoss vamos a buscar el dichoso Kerið, que se nos escapó el otro día. Miraremos bien esta vez…
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Kerið
…y casi nos pasamos de largo. Menos mal que Iraitz ha estado al loro. Había una señal, pequeña. El cráter estaba ahí, al lado mismo de la carretera. Hemos estado un rato, disfrutando de los diferentes colores del cráter, y padeciendo el dichoso viento hasta que hemos levado anclas y hemos regresado a Reykiavik. La verdad que había bastante tráfico, ¿será que al ser festivo hoy la gente ha salido y vuelve después del puente?
Hoy ya hemos dejado el coche en el parking del hotel; mejor, así menos preocupaciones. De todas formas es pronto aún…
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