Ya tocaba....era inevitable...hoy el día amanece fresco y completamente nublado, amenaza lluvia continuamente. Además hay niebla así que queda descartada la opción montaña.
Nos decantamos por visitar el CASTILLO DE CHILLON, a los pies del Lago Leman y cerca de la frontera con Francia.
Es uno de los castillos medievales mejor conservados de Europa y está edificado sobre una especie de isla rocosa, lo que hace que te transportes en un viaje al pasado.
Yo iba un poco escéptica con la visita, pensé que nuestro peque se aburriría pero me equivocaba y bien...amenizando la visita con un toque de princesas, caballeros, mazmorras y reyes malvados salió alucinado, lo disfrutó tanto o más que nosotros.
El parking se supone que es gratuíto durante 3 horas creo que era con un reloj de cartón en el que pones la hora de estacionaminto. Ese reloj en los coches de alquiler va incluído, y los suizos y alemanes lo tienen. Nosotros viajábamos con nuestro coche y tras preguntar en gasolineras y oficinas de turismo no conseguimos hacernos con uno, así que papel y boli y allí que dejamos apuntada la hora.
Una de las caras del castillo está en reformas y está llena de andamios, pero no afecta a la visita, solo a las fotos exteriores, que no es poco....

La entrada al castillo fueron 25 Chf.- y te dan un mapa con el recorrido y las explicaciones en español, muy completo la verdad. Había bastante gente pero es tan grande que en ningún momento notamos agobio. Si bien es cierto que fuimos pronto, a la salida había una cola...
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y una última del castillo en su totalidad (el otro lado es el que estaba en obras):
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Como estábamos muy cerca de la frontera con Francia buscamos en internet (en el castillo hay wifi gratis) una gasolinera low cost cercana y allá que nos fuimos. Ya aprovechamos para comer en un merendero a orillas del lago Leman y pasar allí un rato.
Nuestro siguiente objetivo fue la FABRICA DE CHOCOLATE CAILLER. Pero entre que nos perdimos un par de veces, el atasco que había por un camión atravesado y las horas que eran, cuando llegamos las visitas habían terminado, así que solo pudimos entrar a la tienda y llenar el maletero de chocolate (bastante asequible en comparación con el resto de Suiza). No es un chocolate cualquiera...es chocolate suizo, delicioso, y un dato a tener en cuenta: cada suizo consume una media de 12kg. de chocolate al año...ahí lo dejo...
De aquí nos fuimos a GRUYERES, un bonito pueblo famoso por su queso, por su patrimonio arquitectónico y por su bar de Alien. Está situado a la orilla del río Saane y sobre una pequeña colina. Dimos un corto paseo porque llovizneaba continuamente, pero bueno, la verdad es que si no visitas su castillo ves rápido lo más turístico. Nosotros ya teníamos prisa. Al día siguiente dejábamos la casa para dirigirnos a la zona de Lugano y teníamos que recoger casa, maletas, y demás.
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Terminamos el día dando un corto paseo por Thun y a hacer maletas...empezaba la segunda parte del viaje...