Una Aventura Sin Mochilas, ¡Qué Lujo!
¡Buenos días, Glacier! A las 7 estamos en pie, listos para una ruta matutina de ida y vuelta desde el campamento. Hoy, sin mochilas, ¡qué maravilla! Nuestro objetivo: el mirador de Grinnell Glacier, tomando el desvío desde el Highline Trail.
El día se ha levantado encapotado y más fresco. Tras días de tanto calor, no nos quejamos. ¡Por fin podremos caminar sin derretirnos!
De camino al chalet, desde el cual conectaríamos con el Highline Trail, una cierva se nos acerca sin miedo alguno. Posiblemente sea la misma que anoche me hizo dar un respingo. ¡Parece que se ha hecho amiga de la casa! O tal vez está planeando mudarse a nuestra tienda, quien sabe.
La sospechosa habitual
Conectamos con el sendero Highline y nos dirigimos a la intersección. Se nota que es temprano, porque unas horas más tarde esto será un hervidero de personas. Cogemos el desvío (que creo que pone Garden Wall Trail) y empezamos a ascender casi 300 metros en menos de 1,5 km. ¡Vaya manera de empezar el día!
En el Highline Trail (en la derecha de la foto se ve un sendero que asciende: ese es el que nos lleva al mirador
Mientras subimos, vemos gente llegando desde el Highline Trail y una mountain goat en la cresta de la montaña, mirándonos como diciendo "¿Qué hacéis aquí, novatos?".
Al llegar a la cima, el viento descomunal nos recibe como un viejo amigo borracho, y casi nos arrastra ladera abajo. Me agarro como puedo a una roca para hacer unas fotos, aunque el resultado es más "arte abstracto" que paisaje.
En el mirador
Decidimos que es hora de volver; el cielo se pone cada vez más gris y no parece que vaya a mejorar. En el descenso, nos cruzamos con los primeros excursionistas, que llegan en masa como si regalaran algo arriba.
Descendiendo Garden Wall Trail (no lo quiero ver haciéndolo con el suelo mojado)
De vuelta en el campamento, desayunamos y empaquetamos todo para comenzar el regreso de esta aventura épica que iniciamos hace cinco días. ¡Ya se nos hace larga la travesía!
El día se ha levantado encapotado y más fresco. Tras días de tanto calor, no nos quejamos. ¡Por fin podremos caminar sin derretirnos!
De camino al chalet, desde el cual conectaríamos con el Highline Trail, una cierva se nos acerca sin miedo alguno. Posiblemente sea la misma que anoche me hizo dar un respingo. ¡Parece que se ha hecho amiga de la casa! O tal vez está planeando mudarse a nuestra tienda, quien sabe.

Conectamos con el sendero Highline y nos dirigimos a la intersección. Se nota que es temprano, porque unas horas más tarde esto será un hervidero de personas. Cogemos el desvío (que creo que pone Garden Wall Trail) y empezamos a ascender casi 300 metros en menos de 1,5 km. ¡Vaya manera de empezar el día!

Mientras subimos, vemos gente llegando desde el Highline Trail y una mountain goat en la cresta de la montaña, mirándonos como diciendo "¿Qué hacéis aquí, novatos?".
Al llegar a la cima, el viento descomunal nos recibe como un viejo amigo borracho, y casi nos arrastra ladera abajo. Me agarro como puedo a una roca para hacer unas fotos, aunque el resultado es más "arte abstracto" que paisaje.

Decidimos que es hora de volver; el cielo se pone cada vez más gris y no parece que vaya a mejorar. En el descenso, nos cruzamos con los primeros excursionistas, que llegan en masa como si regalaran algo arriba.

De vuelta en el campamento, desayunamos y empaquetamos todo para comenzar el regreso de esta aventura épica que iniciamos hace cinco días. ¡Ya se nos hace larga la travesía!
La Última Subida: Swiftcurrent Pass o Cómo Volar Sin Alas
Subimos de nuevo hasta la altura del chalet y buscamos la señal que indica Swiftcurrent Pass, ¡la última subida del trekking! Con buenas piernas, avanzamos rápidamente, aunque el viento parece empeñado en mandarnos de vuelta a casa.
Última subida del trekking. La montaña del fondo con una pequeña construcción es Swiftcurrent Mt.
Llegamos a una intersección. A la izquierda, podríamos seguir subiendo hasta la cima de Swiftcurrent Mt., pero con este viento, sería como intentar escalar un ventilador gigante.
Finalmente, alcanzamos el pase y un mojón de piedras marca la Divisoria Continental. Comenzamos al principio a descender a través de alerces y abetos cubiertos de musgo y luego llegamos a la zona peligrosa de los acantilados. Tenemos a la vista todo el valle de Many Glacier con todos sus lagos encadenados uno detrás de otro.
Valle de Many Glacier
Comenzamos a descender con rachas de viento que nos hacen temer por nuestra seguridad. El sendero, hermoso como el solo, se vuelve estrecho y expuesto, y yo ya estoy planeando mi estrategia de supervivencia.
El camino cada vez más bello, más estrecho y más expuesto
Caminamos pegados a la roca, como si fuéramos lagartijas. En la primera curva de zigzag, el viento casi nos tira y nos llueve una miríada de piedrecitas. Las cascadas parecen ir hacia arriba por la fuerza de Éolo ¡Es como caminar en un mundo al revés! La verdad es que estoy asustado, dada la estrechez del camino que nos toca pasar.
En modo lagartija para vencer a las rachas de viento
Pero al final pasamos la parte más peligrosa y ya, más cerca del valle y a pesar de que el viento sigue rugiendo, nos tranquilizamos.
Por fin, llegamos al valle. Cruzamos un par de plataformas sobre el Swiftcurrent Creek y llegamos a la cabecera de Bullhead Lake. El sendero ahora es tan suave que casi echamos de menos el peligro de antes. Casi.
Empezamos a ver más gente y ya con ganas de llegar a nuestro destino, vamos a un ritmo vivo a través de arboledas de sauces, praderas con arbustos y bosques abiertos. Ni nos acercamos a las próximas Redrock Falls. Pasamos al lado de Redrock Lake, bordeando también su parte izquierda durante más de 1,5 kms y también cerca de Fishercap Lake.
Al final, llegamos a Swiftcurrent Motor Inn al mediodía, sucios, cansados y algo doloridos. Lo primero que hacemos es trincarnos un Gatorade como si fuera el elixir de la vida.

Llegamos a una intersección. A la izquierda, podríamos seguir subiendo hasta la cima de Swiftcurrent Mt., pero con este viento, sería como intentar escalar un ventilador gigante.
Finalmente, alcanzamos el pase y un mojón de piedras marca la Divisoria Continental. Comenzamos al principio a descender a través de alerces y abetos cubiertos de musgo y luego llegamos a la zona peligrosa de los acantilados. Tenemos a la vista todo el valle de Many Glacier con todos sus lagos encadenados uno detrás de otro.

Comenzamos a descender con rachas de viento que nos hacen temer por nuestra seguridad. El sendero, hermoso como el solo, se vuelve estrecho y expuesto, y yo ya estoy planeando mi estrategia de supervivencia.



Caminamos pegados a la roca, como si fuéramos lagartijas. En la primera curva de zigzag, el viento casi nos tira y nos llueve una miríada de piedrecitas. Las cascadas parecen ir hacia arriba por la fuerza de Éolo ¡Es como caminar en un mundo al revés! La verdad es que estoy asustado, dada la estrechez del camino que nos toca pasar.

Pero al final pasamos la parte más peligrosa y ya, más cerca del valle y a pesar de que el viento sigue rugiendo, nos tranquilizamos.
Por fin, llegamos al valle. Cruzamos un par de plataformas sobre el Swiftcurrent Creek y llegamos a la cabecera de Bullhead Lake. El sendero ahora es tan suave que casi echamos de menos el peligro de antes. Casi.
Empezamos a ver más gente y ya con ganas de llegar a nuestro destino, vamos a un ritmo vivo a través de arboledas de sauces, praderas con arbustos y bosques abiertos. Ni nos acercamos a las próximas Redrock Falls. Pasamos al lado de Redrock Lake, bordeando también su parte izquierda durante más de 1,5 kms y también cerca de Fishercap Lake.
Al final, llegamos a Swiftcurrent Motor Inn al mediodía, sucios, cansados y algo doloridos. Lo primero que hacemos es trincarnos un Gatorade como si fuera el elixir de la vida.
Ducha, Comida y Lavandería: Los Pequeños Placeres
Nos damos una ducha que parece devolvernos a la vida. Luego, comemos en el Swiftcurrent Motor Inn. La comida no ganaría concursos, pero tras días de comida liofilizada, sabe a gloria. El helado de la tienda, eso sí, merece una mención de honor.
Road Trip a Two Medicine: Fotos y Dulces
Tras una hora de coche, llegamos a Two Medicine Campground. En el camino, paramos para la foto obligatoria en Many Glacier Hotel y para probar un Bearclaw en Kyiyo Mercantile & Bakery. ¡Delicioso! La tienda, con sus fotos antiguas, parece un túnel del tiempo.
El adiós a Many Glacier. Bearclaw ¡yum!


El Nuevo Campamento y la Noche Larga
Llegamos al nuevo campamento, grande y abierto. Mientras buscamos nuestra parcela, vemos unas bighorn sheep paseando como si estuvieran en su salón.
Montamos la tienda con las últimas luces del día y cenamos ya de noche. La noche se me hace larga por problemas gastrointestinales. Menos mal que esto no me pasó en mitad del trekking, o habría tenido que hacer mi propio sendero en el bosque.
Y así termina otro día en nuestra aventura en Glacier National Park. ¿Qué nos traerá el día siguiente? ¡La aventura continúa!
Por cierto, aún no lo sabíamos, pero se registraron rachas de más de 100 kms hora en la zona, para que os hagáis la idea a lo que tuvimos que enfrentarnos.
Montamos la tienda con las últimas luces del día y cenamos ya de noche. La noche se me hace larga por problemas gastrointestinales. Menos mal que esto no me pasó en mitad del trekking, o habría tenido que hacer mi propio sendero en el bosque.
Y así termina otro día en nuestra aventura en Glacier National Park. ¿Qué nos traerá el día siguiente? ¡La aventura continúa!
Por cierto, aún no lo sabíamos, pero se registraron rachas de más de 100 kms hora en la zona, para que os hagáis la idea a lo que tuvimos que enfrentarnos.
Enlace al trekking en alltrails