13 días descubriendo un paraíso natural con descenso por el río Bistraya, ascensión al volcán Avanchynsky, trekkings en volcanes activos, pesca de salmón y observación de osos pardos. Autor:BelluguetFecha creación:⭐ Puntos: 4.8 (19 Votos)
A unos 300 metros del hotel, hay una parada de bus. Las lineas 21, 22 y 24 van al centro. Como no sabemos cuanto vale el billete, le preguntamos a una señora en la parada, pero no habla inglés. Nos contesta unas largas frases en ruso que , obviamente, no sabemos descifrar. Preguntamos de nuevo, esta vez, con el lenguaje universal. Muevo los dedos para para preguntar “cuanto” y dibuja en la palma de su mano, un 25. Bravo! Cuando viene el 22 subimos y pagamos. Al subir, imitamos a la señora. Pagamos al conductor el billete de 50 rublos, y yo me quedo esperando el tíquet pero el hombre coge el dinero, lo guarda en el cajón y continua la marcha. No hay comprobante de pago. Los autobuses urbanos funcionan bastante bien a pesar de su aspecto destartalado, algún que otro asiento roto, las telas de colores imposibles, las asas grasientas y las formas bruscas de los conductores, que a veces parece que olviden que llevan personas en el autobús. Eso sí, tienen con la calefacción encendida. No hace mucho frío, pero sigue lloviznando y ahora la temperatura es de 16 grados.
Unos 20 minutos más tarde llegamos a Theatre Square situada frente al mar. Por intuición hemos llegado aquí. Las paradas no se anuncian y obviamente, no sabemos leer los nombres de las calles en las paradas del bus. En internet habíamos visto muchas fotos de esa plaza, por lo que suponemos que debe ser la Plaza Mayor de PK. Hay poca gente en la calle. Nosotros, los únicos turistas por ahora, y sentados en un banco un grupito de adolescentes jugando con sus móviles y unas mujeres charlando.
En la plaza destaca una enorme escultura de Lenin , y en el otro extremo, más cerca del mar dos monumentos: uno dedicado a los apóstoles Pedro y Pablo y otro dedicado al general ZAKOLVO, que fue el primer gobernador de Kamchatka con un cañón a sus pies que parece de juguete.
La impresión general de la ciudad es que está un poco “destartalada”. Muchas calles sin asfaltar o con una capa de alquitrán tan gastada que van creciendo las malas hierbas por debajo. Los edificios son bastante iguales en altura y en estilo, de una arquitectura muy soviética y parece que llevan años esperando una reforma que no llega: paredes desconchadas, ventanas que parece que no resistirán un nuevo invierno. De vez en cuando algún edificio moderno como si el alcalde de turno hubiera querido dejar su huella con una obra “emblemática. Con lo friolera que soy, no puedo evitar pensar cuán duro debe ser vivir en esta ciudad en invierno, donde la temperatura puede llegar fácilmente a los 30 grados bajo cero.
Por casualidad, entramos en un edificio que resulta ser un mercado. En realidad es una planta baja y la zona más grande es el Fish Market, con muchas variedades de pescados ( la mayoría no los conocemos ) en conserva, ahumados o congelados y sobre todo muchos tipos de caviar de salmón. No recuerdo haber visto pescado fresco. Y puestos con un producto único: el famoso KING CRAB, cuyas dimensiones justifican lo de KING.. Aunque el olor es característico y muy fuerte, todo está bastante limpio y ordenado.
Cogemos el bus de regreso pero nos bajamos a las pocas paradas puesto que hay una zona comercial. No es que lo sepamos a ciencia cierta pero si que al pasar antes nos hemos fijado que subía y bajaba mucha gente del bus, y esas calles estaban muy animadas, así que nos bajamos. Estamos tentados de continuar hasta el hotel. El jet lag lo empezamos a notar, pero si vamos al hotel, seguro que nos dormimos y no nos conviene..
Efectivamente, allí hay dos centros comerciales unidos por un paso elevado y cubierto que cruza la calle principal. Uno, el que está en el lado de la montaña, es un edificio de tres plantas y las tiendas no tienen ninguna gracia ni estilo. Nos vamos al otro centro comercial, que parece más moderno. Hay un poco de todo pero sobre todo muchas tiendas de deporte. En la planta baja, las imitaciones de marcas y en las más altas, los mismos productos, esta vez originales. Que recuerde un Calzedonia o un InterSport. Damos una vuelta y decidimos regresar.
Justo enfrente de la parada del autobús donde esperamos el 24 para regresar al hotel, hay un monumento muy curioso que nos llama la atención. Es un tanque militar de pequeñas dimensiones, sí, si, leeis bien: un tanque militar sobre un pedestal que parece que se vaya a caer en cualquier momento. Es un tanque T-34 y leemos en la guía que fue construido para conmemorar el 30 aniversario de la victoria soviética en la Primera Guerra Mundial, ubicado delante del centro comercial del que no logramos saber el nombre.
La mayoría de monumentos son de dos tipos. Por un lado, de viajeros y exploradores que pasaron por Kamchatka desde su fundación en 1740, y por otro, los de temática militar y hechas, a mi entender, con muy poco gracia. Casi todos tienen una base o pedestal de hormigón, y encima el objeto que sea, a escala : que sí un tanque, un torpedero de la marina o un cañón. Todos tienen su correspondiente inscripción en cirílico. La información que obtuve de los monumentos de la ciudad, la saqué de una pequeña guía en inglés que encontré en el hotel editada por la oficina de turismo.
Regresamos al hotel. A las 7 bajamos al restaurante situado en la planta baja. Hay algunos hombres cenando pero no tienen pinta de ser de nuestro grupo. Hay una mesa grande preparada pero no sabemos si es para nosotros, y la encargada del bar no tiene muchas ganas de hablar. Le preguntamos por el grupo “ big group” y nos manda a esa mesa larga para 14. Nos sentamos. Poco a poco van llegando parejas y se sientan. A las 7’10 ya empiezan a servir. De primero una ensaladilla rusa ( aquí la llaman Olivier), una especie de empanada de carne picada con arroz blanco como acompañamiento y de postre, no una, sinó 3 crepes rellenos de mermelada ¡¡ 3 por persona!!. Es una cena muy correcta. A nosotros nos sienta la mar de bien. Es la primera comida decente desde que salimos de Barcelona ( porque en Moscú fue ligera para no perder tiempo de visitas). Nos llama la atención que no esperan a nadie, y a medida que van llegando, van comiendo. Algunos se conocen y charlan animadamente. No sirven agua. De hecho, no hay vasos en la mesa. Pido agua a la chica pero pasa de mí, así que me levanto y me voy a la recepción donde hay una fuente de agua embotellada, por lo que me sirvo. Regreso al bar y la chica me mira mal. No hablamos con nadie del grupo porque todos hablan ruso, así que no parece que quieran hacer amigos…
Un poco antes de las 8 terminamos la cena. Ahora sí que se nota el cansancio. Estamos muertos de sueño. Teniendo en cuenta que la noche del sábado y de domingo las hemos pasado en aviones, esta será nuestra primera noche durmiendo en horizontal. Qué ilusión!!.
Suena el despertados a las 7. Hemos dormido del tirón 11 horas. Parece que el jet lag no nos ha afectado. El Buffet del desayuno es muy completo: salchichas, embutidos ahumados, queso, cereales, goffres, yogures, mantequilla y mermeladas caseras, porridge, verduras y sopas. Por lo sencillo que es el hotel nos parece un buffet muy abundante. A las 9 nos encontramos con Olga en el Hall quien nos presenta a nuestros guías, Kyril y nuestro traductor Dima. Lo primero que nos preguntan es si llevamos un raincoat y qué número de calzado tenemos. Lo del raincoat nos parece un poco de mal augurio, ¿no?. Igual han visto las previsiones, y saben que lo vamos a necesitar.
En el staff también estarán Sacha, el conductor del camión, Luidvmila la cocinera y Ciber, el perro de Kyril que será nuestro “ángel de la guarda” durante todo el viaje. És el encargado de avisar, ahuyentar y protegernos de los osos. Subimos las maletas en el camión y nos acomodamos. Aunque nadie nos presenta ni se presenta, vemos que la mayoría de los que estaban en la cena ayer noche, siguen con nosotros el viaje. Son 2 parejas de mediana edad, 2 amigas, una madre que viaja con su hijo universitario, y nosotros dos. Para todos ellos, también son sus vacaciones. Además, del perro, habrá 4 personas del staff. Los dos guías,Kyril y Dima, la cocinera Luidmila y el conductor, Sacha.
Salimos sobre las 9’30 y Kyril después de hablar un buen rato en ruso, nos dice en inglés: “first shopping”.
A las afueras de PK en mitad del bosque paramos unos 20 minutos en un supermercado por si necesitamos algo o algún caprichito, tipo galletas o unas chocolatinas. Del resto, algunos llevan muchas cervezas y unas cuantas botellas de vodka. Quiero ir al baño pero al pedirlo a una de los cajeros, me dice que NA. No hay? No me entienden ? O no les da la gana darme la llave?? Decido aprender algunas palabras de supervivencia y una de ellas es precisamente toilet…
Continuamos nuestro trayecto. Según el programa vamos a conducir unos 120 km hasta el río Bystraya. La carretera asfaltada discurre por bosques de un intenso verde hasta que llegamos a una especie de pueblecito (de una sola calle) formado por una docena de casitas que parecen contenedores de obra y con carteles muy llamativos. Es una zona de paso obligado en la carretera así que hay muchos coches parados y bastante gente en esa única calle. Hacemos lo que hace el resto del grupo. Primero vamos a la “toaletas” ( 20 rublos / persona ) y después al bar. Es una caseta donde venden únicamente bebidas frías y calientes y unos bocadillos típicos, que nos recuerdan a los “ bollos preñaos”. Dimma nos explica que son unos panes rellenos que se sirven calientes. Hay tanta variedad ( unos 20 tipos) que vamos a lo seguro : queso y salchicha por 90 Rb y una lata por 50 Rb. Aunque es un poco más de las 11 creemos que esa será nuestra parada para comer, así que no dejamos ni las migas. Y como el resto del grupo ha comprado, nosotros también. Ya sabeis lo de “Allá donde fueres… “
Continuamos nuestro camino. Una hora más tarde entramos en un auténtico barrizal y un recorrido que parece más bien el Dákar. Como estos días ha llovido, el camión tiene que ir sorteando baches y socavones y más de una zona totalmente enfangada. Incluso Sacha tiene que bajar del camión más de una vez para, con la hacha en mano, cortar algunas ramas y abrir camino porqué la vía habitual está impracticable… Finalmente llegamos a una explanada cerca del río. Aquí empezará el rafting de 3 días por el río Bistraya.
Antes de continuar una aclaración. No es un rafting al uso, como los que se hacen en el Pirineo, o los que habíamos hecho en el Noguera Pallaresa unos años atrás. En realidad es una navegación tranquila y solo algunos tramos con rápidos de nivel bajo y sin peligro.
Ayudamos a descargar todo el camión. En principio, todo será un trabajo en equipo. En principio… Los guías y el conductor son Muscle Man. Trepan al camión en dos saltos, se mueven subiendo y bajando todo el material por las ruedas… Y aunque lo habrán hecho muchas veces, todos ellos funcionan como un reloj.: uno infla las zodiacs, el otro lleva el material a la orilla e irá cargando la zodiac, la cocinera organiza sus cajas, vaya que todo parece un tetris. Todo el material va en bolsas de plástico y nuestras maletas en grandes bolsas estancas Madre mía la cantidad de cosas que necesitamos: sillas, mesas, esterillas, palas, tiendas de campaña ( las de dormir y las de uso comunitario), neveras, hornillos, bombonas de gas, cajas - nevera de comida, un saco de patatas y otro de verduras, ollas y cazuelas de medidas XXL..
Mientras tanto, el grupo nos preparamos para el rafting. Nos reparten unas botas de pescar, de esas que te llegan casi a la ingle, los chalecos salvavidas y las bolsas estancas para nuestros equipajes ( en la agencia nos recomendaron llevar mochilas o bolsas grandes pero no maletas, para cargarlas mejor en el camión y también para meterlas con facilidad en esas bolsas estancas. A parte, nos preparamos una mochila para tener algunas cosas más a mano en la barca, como las cámaras, ropa de abrigo y los chubasqueros. Igualmente también va protegido con bolsas.
En un par de horas estamos ya preparados. Nos subimos a las balsas En la nuestra somos 7 y casi no cabemos de tanta carga que llevamos, no tanto de equipaje sinó de enseres del campamento.
El paisaje es muy bonito y por suerte, el clima acompaña. Caen algunas gotas de vez en cuando pero no molesta. No hace frío ni mucho calor. Es una temperatura perfecta… El río tiene algunos rápidos pero los guías son expertos y buscan la manera de pasarlos suavemente y sin peligro alguno. Las dos barcas van muy cercanas por lo que hablan todos con todos ( menos nosotros, porque no pillamos nada… ) pero sobre todo pasamos muchos momentos en silencio, disfrutando del paisaje. Todo es muy agradable. De vez en cuando, Ciber se pone a ladrar. Es buena señal porque sus ladridos anuncian que hay un oso en la orilla. Algunos los vemos de cerca y sacamos muy buenas fotos.
Otros aprovechan para estirarse sobre los bultos que llevamos para tomar el sol, otros cogen las cañas de pescar y prueban suerte. Rafael, por ejemplo, resultará ser todo un experto. Él y su mujer Luisa llevan el “kit” completo de pesca además del traje de camuflaje. Unas horas más tarde, pescará un enorme salmón que será nuestra cena.
Sobre las 3 de la tarde paramos y amarramos las barcas. Es hora montar el campamento de la primera noche. Y entre todos (o casi todos) subimos los bultos a la terraza donde acamparemos. Lo primero que hacen los guías es montar las tiendas que serán la cocina y el comedor y empezar a preparar la comida. Oh, sorpresa, vamos a comer!!.. Y nosotros que creíamos que el bocadillo de la mañana era nuestra comida…No es que tengamos demasiada hambre pero seguimos el ritmo. Comemos carne empanada con queso y embutidos, y bollos y galletas de postre.
Con más o menos pericia, cada uno monta su tienda de campaña. En poco más de una hora, hemos terminado. Mientras los guías encienden el fuego, cortan leña, o montan la letrina, nos acercamos al río para pescar ( los profesionales, claro ) y los demás miramos, aunque nos enseñan la técnica y nos animamos a probar… Como llevamos las botas de pesca, cada vez nos adentramos más en el río pero el agua está bastante fría. Por suerte, la temperatura ha bajado un poco pero con un forro polar es suficiente. Todo el grupo está allí, sentados sobre laos troncos de la orilla. A veces nos quedamos en silencio viendo como baja el río. Es casi un efecto hipnotizador. Un dolce far niente… El único que está on fire és Ciber, siempre atento a los osos que pasan por la orilla opuesta…
Un ratito después, nos llaman para cenar. Por fin probamos la Fish Soup, una sopa de salmón con hinojo, laurel, trocitos de salmón cortados, y verduras. Es una cena ligera que rematamos con todo lo que han comprado en el súper: caviar de salmón, ahumados, dulces y sobre todo y que no falte, vodka y cerveza. Un par de botellas de vodka se consumen en un plis… Después de cenar, nos acercamos al fuego y charlamos. Poco a poco nos vamos soltando. Y aunque nos cuesta comunicarnos, la voluntad, los gestos y google translator hacen el resto. Los dejamos charlando y bebiendo pero nosotros no aguantamos más, y sobre las 8 nos vamos a dormir.
Gracias por hacernos "descubrir" el destino y compartirlo, no hay mucha información. En espera de las nuevas entregas te dejo mis estrellitas. Saludos.
Me he leído vuestro diario de principio a fin. Es fantástico y esta muy bien explicado. Personalmente nunca me hacía una idea clara de que esperar en un viaje a Kamchatka y gracias este diario ....ya la tengo. Gracias por compartirlo!!
Moscú, San Petersburgo y alrededoresMoscu y Sergiev Posad. San Petersburgo, Peterhoff y Palacio de Catalina⭐ Puntos 5.00 (22 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 5
Buenos días. Que excursiones recomendáis para hacer desde Petropabvosk ? Me alojaré en el hotel Avacha, si alguien ha estado ahí, organiza este hotel excursiones. Gracias
Yo estuve ahí, pero fue en el año 2006, así que supongo que habrá cambiado bastante la cosa.
De todas maneras, las excursiones que hicimos fueron.
Subir al volcan Avachinski.
Otra caminata fueron los volcanes Mutnovsky y Goreli-
Un par de días de rafting suave por el rio Bistraya
Una vuelta en barco por toda la bahia de Avacha
Y algo imprescindible. Geysers Valley.
Aunque claro, si vas en Febrero, lo suyo sera hacer esqui de montaña por toda la zona.
Te dejo el enlace al diario de ese viaje... Leer más ...
Buenas. Alguno de vosotros ha estado en la ciudad rusa de Yoshkar-Ola? A parte de los días que pasaré en Kamchatka, quiero estar 2 días en esta ciudad, llegar en tren y a la vuelta empezar ya la aventura volcánica.
Gracias.
Hola, Desma, ¿todavía sigues pensando hacer este viaje? Febrero no es una buena época para ir a Kamchatka, pero si estás decidido a ir te cuento algunas cosas:
Sobre lo que preguntabas de permisos, para Petropávlovsk no hace falta ningún permiso. Hay otros lugares de Kamchatka en los que, según la ley, los extranjeros no pueden estar. La lista es bastante aleatoria, en teoría no puedes estar en la playa, en algunos pueblos, zonas volcánicas… Si vas como turista con una empresa de allí no pasa nada. Si vas por tu cuenta no debería pasar nada, pero si por mala suerte resulta que hay algún... Leer más ...