MOSCÚ- BARCELONA ✏️ Diarios de Viajes de Rusia

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MOSCÚ- BARCELONA

No, no, no os creais que ya está... Empieza una odisea de aeropuertos, trenes, metros y taxi...


Llegamos a Moscú Vnukovo a las 3’30 de la tarde, pero siguiendo con el horario de Kamchatka ( 9 horas más) para nosotros es más de medianoche. Estamos cansados pero aún nos queda un buen rato hasta llegar al hotel. La escala de 10 horas de la ida, se repite a la vuelta pero dormiremos en un hotel cercano al aeropuerto de Domedovo, de donde salimos temprano al día siguiente.

De nuevo, la operativa AeroExpress hasta Kievskaya. Al llegar a la estación de metro hay que hacer las largas colas para comprar el billete en una taquilla donde la señora que vende no tiene ni ganas ni prisas, cargar el equipaje a peso ( no hay un solo ascensor ) y esquivar las cientos de personas que se mueven por los pasillos de la estación un viernes a las 5 de la tarde, o sea, hora punta. La linea 4 es la circular, y en 4 paradas llegamos desde Kievskaya hasta Moska Paveleckaia, y desde allí el AeroExpress hasta Domodedovo. Llevar el billete comprado desde casa, nos ahorra una vez más, colas. Y alas 7 ya estamos en el aeropuerto. Muy cansados y con hambre, vamos a lo rápido. Encontramos un Burger King, con wifi y sin restricciones.

El hotel más comodo sería el Radisson, dentro de la terminal pero la habitación costaba 135 euros la noche, así que optamos por uno más económico: Hotel Avidador situado a 7 km del Aeropuerto, por solo 35 euros. La pega es que no tiene shuttle en horario fijo de recogida sinó que hay que llamarlos pero no encontramos el número en la zona de los shuttle. Estamos tan cansados que nos cuesta hasta tomar decisiones. Con el wifi que de cuando en cuando tenemos, optamos por el servicio de Uber, y por 7 euros nos lleva al hotel. A pesar del GPS del conductor, nos cuesta un poco encontrarlo. El check-in es lento. No encuentra nuestra ficha y los trámites se alargan. Son poco más de las 8 en Moscú pero en horario de Kamchatka son las 4 de la mañana, así que noq queremos perder más tiempo. Una ducha rápida y a dormir.

A las 4’30 suena el despertador. A las 5 sale el shuttle gratuito y en 15 minutos llegamos a los mostradores de Aeroflot en Domodedovo. Hay mucha cola pero unos 20 mostradores, así que es relativamente rápido. Vamos bien de tiempo y además, hay como una treintena de mostradores. Los controles de pasaportes y seguridad son relativamente rápidos. Desayunamos en la cafetería de la zona de embarque. Como curiosidad, pagamos 20 euros por un café, un zumo, y dos pastas, que es más que lo que comprábamos en el super cada vez que nos íbamos con Kyril de excursión. Los pagamos con gusto, después de tantos días, apetece un croissant y un capuccino delicioso…

Una vez más, mientras aterrizamos en Barcelona empezamos a pensar en el próximo destino. Como en Kamchatka no pudimos volar en helicóptero, guardaremos el importe para otro viaje..


Si hacemos otro diario, seguro que lo contaremos en estas páginas…


Saludos a tod@s y gracias por leer el diario.

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