![]() ![]() Comunidad de Madrid: pueblos, rutas y lugares, incluyendo senderismo ✏️ Blogs de España
Recorrido por lugares bonitos de la Comunidad de Madrid, con especial atención a la naturaleza y las rutas de senderismo.Autor: Artemisa23 Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (5 Votos) Índice del Diario: Comunidad de Madrid: pueblos, rutas y lugares, incluyendo senderismo
01: Alcalá de Henares, ciudad universitaria Patrimonio de la Humanidad.
02: La Chorrera de Litueros, Somosierra (Madrid). Nacimiento del río Duratón.
03: La Chorrera de San Mamés (Madrid). Parque Nacional Sierra de Guadarrama.
04: Cascada del Hornillo, Sta. Mª de la Alameda (Madrid). Monasterio del Escorial.
05: Caminando por Puebla de la Sierra. Sierra del Rincón (Madrid).
06: Cascadas del Purgatorio. Rascafría. Sierra de Guadarrama (Madrid).
07: Vía Verde del Embalse de Picadas. Pelayos de la Presa-Aldea del Fresno (Madrid).
08: Ruta de los Castaños y del Embalse de los Morales, Rozas de Puerto Real (Madrid)
09: Senda del Yelmo en el Pantano de San Juan (Madrid).
10: Senda Ecológica de los Molinos y Río Perales, Navalagamella (Madrid).
11: Senda de Valmores y Nuevo Baztán. Olmeda de las Fuentes (Madrid).
12: Sendas por la Hiruela, Sierra del Rincón (Madrid).
13: Ruta Navalafuente, Cascada del Cancho, Valdemanco, Navalafuente (Madrid).
14: Senda Arroyo Sestil Maillo y Chorrera Mojonavalle. Abedular Canencia (Madrid).
15: En busca de la Charca Verde. La Pedriza, Sierra de Guadarrama (Madrid).
16: Cascada del Hervidero y Azud del Mesto, San Agustín de Guadalix (Madrid).
17: Circular Pico de Abantos desde Embalse del Romeral, S.Lorenzo Escorial (Madrid).
18: Valle Fuenfría: Miradores de los Poetas, Ducha de los Alemanes y Senda Victory.
19: Valle de la Angostura, Rascafría (Madrid). Un bosque de cuento.
20: Pontón de la Oliva a Presa de la Parra, Patones (Madrid). A orillas del Lozoya.
21: Los Chorros del Manzanares en La Pedriza, Sierra de Guadarrama (Madrid).
22: Subida al Cerro Larda desde Puebla de la Sierra, Sierra del Rincón (Madrid).
23: Ruta Circular por el Sabinar de Lozoya. Puente del Congosto, Lozoya (Madrid).
24: Ruta circular al Elefantito de la Pedriza, Manzanares el Real (Madrid).
25: Senda del Soto de Bayona y los Cortados de Titulcia (Madrid).
26: Lagunas de Peñalara: Laguna Grande y de los Pájaros. P.N.Sierra de Guadarrama.
27: Manzanares el Real (Madrid): Castillo, embalse y Pedriza.
28: Buitrago del Lozoya (Madrid). Y ruta senderista al Palacio del Bosque.
29: Patones de Arriba (Madrid). Ruta senderista al Cancho de la Cabeza.
30: Rascafría (Madrid). Senda de la Presa del Artiñuelo.
31: Mirador de la Naranjera desde Peguerinos: la mejor vista de Cuelgamuros.
32: Senda de las Formas de la Pedriza. Caminando entre figuras de piedra.
33: Machotas Alta (Pico del Fraile) y Baja desde Silla de Felipe II (El Escorial).
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Etapas 4 a 6, total 33
![]() Cascada del Hornillo, Sta. Mª de la Alameda (Madrid). Monasterio del Escorial.Una excursión muy recomendable, con paisajes muy bonitos, sobre todo en otoño. Constituye un complemento perfecto para los amantes del senderismo que visiten San Lorenzo de El Escorial. NOTA: Esta ruta la hicimos en el otoño de 2015. Está incluida entre las Sendas Verdes de la recopilación de Sendas de Madrid de la Comunidad Autónoma, que se puede consultar en su página web sendasdemadrid.es. Contiene mucha información sobre recorridos, con mapas, fichas y folletos descargables, tracks e información de todo tipo. Foto de ficha de la ruta descargada de la página web citada anteriormente con información y recorrido.
![]() SITUACIÓN EN EL MAPA PENINSULAR Y EN EL DE LA COMUNIDAD DE MADRID.
![]() ![]() Desde Madrid, hay varias formas de llegar al aparcamiento del inicio de la ruta. En Google Maps aparecen varias opciones, que suponen normalmente entre 65 y 73 kilómetros y en torno a una hora y diez minutos de viaje en coche. Nosotros seguimos la opción en azul.
Itinerarios desde Madrid hasta el inicio de la ruta según Google Maps según Google Maps.
![]() DATOS DE LA RUTA. - Recorrido circular - Distancia: 5 Km - Duración: entre dos y tres horas - Desnivel: 200/300 metros - Dificultad: baja/media (hay un descenso con mucha pendiente en mitad de la ruta) - Punto de partida (y llegada, ya que es circular): aparcamiento de la senda de la Chorrera del Hornillo, antes de cruzar el puente sobre el río Aceña. Desde Madrid, hay 62 Kilómetros, y la forma más fácil de hacerlos es por la A-6 (Autopista de La Coruña) hasta Las Rozas, donde se toma la M-505 (que pasa por San Lorenzo de El Escorial) hasta Robledondo, donde se toma una desviación hasta el aparcamiento de la Cascada, unos 4 kilómetros después del pueblo. Está perfectamente indicado. En cualquier caso, se puede encontrar la situación exacta del parking en GoogleMaps poniendo “Cascada del Hornillo”. ![]() NUESTRA RUTA. En un día precioso de otoño, decidimos combinar una caminata campestre con una buena comida en San Lorenzo de El Escorial. Al ser día laborable nos libramos de la gran afluencia de público que hay en la sierra madrileña en fines de semana y festivos. Se trata de una ruta muy sencilla pero realmente bonita, que, además, por su situación y poca duración, permite aprovechar perfectamente el día para visitar, por ejemplo, el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Eso sí, hay que disponer de vehículo propio.
Subiendo el puerto de la Cruz Verde hay un excelente mirador de todo el entorno, en el que destaca la mole inmensa del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. La foto la hice sobre la marcha, en el coche, pensando en parar a la vuelta, lo que fue una mala decisión, ya que bajando, hay línea continua y no se puede entrar con el coche al mirador.
Dejamos el coche en el parking que ya he mencionado y, dejando el río a nuestra izquierda, seguimos la dirección que indicaba el panel informativo de la ruta. La mañana de otoño se presentaba perfecta para una excursión pues hacía buena temperatura y lucía el sol. Además, había llovido bastante hacía apenas un par de días, con lo cual el ambiente estaba despejado y el cielo muy claro, lo que proporciona esa fantástica luz propia de la sierra madrileña, que alcanza hasta la capital. Y los colores del otoño no hacían sino poner la guinda en el pastel de un paisaje que lucía precioso.
![]() Los primeros metros son de suave subida, ya en el bosque y acompañados por el rumor del agua del arroyo del Hornillo, que corre alegre formando cascaditas, pequeñitas pero muy bonitas.
A pocos minutos del comienzo, haciendo caso de una nueva indicación, tomamos el camino de la izquierda, que siguiendo el riachuelo, lleva directamente a la chorrera grande. Supongo que el mejor momento para disfrutar de un mayor caudal será en primavera, tras el deshielo, cuando seguramente tendrá una vista espectacular, pero tampoco le faltaba agua esta vez, ni mucho menos; lo cierto es que llevaba bastante más de lo que pueda parecer por las fotos. Descendimos con cuidado por las rocas y estuvimos un rato contemplando el agua deslizarse con su relajante sonido.
![]() ![]() Continuamos la marcha por el sendero, llegando hasta la parte superior de la cascada, desde donde se aprecia la caída del agua. En el mismo lugar se pueden ver otras pequeñas chorreras muy bonitas.
Seguimos paralelos al arroyo, contemplando los bellos colores con que el otoño viste al bosque, alfombrado de hojas moribundas y de setas, cuanto más llamativas menos recomendable cogerlas (como bien se dice, las más hermosas son las más venenosas).
![]() Y en algunos momentos parecía hacerse realidad la vieja leyenda del bosque encantado:
Pasados tres cuartos de hora, llegamos a una pequeña pradera y cruzamos el Hornillo por un rústico puente hecho con troncos, hacia la izquierda. Aquí nos despedimos del arroyo, que quedó a nuestra espalda, y afrontamos el único tramo real de subida de todo el recorrido. Es una cuesta de unos 200 metros, empinada, pero que no presenta ninguna dificultad. Como señal inequívoca de que íbamos por el buen camino según las indicaciones recibidas, a nuestra derecha quedó una cabaña de piedra de pastor. Desde allí divisamos este hermoso panorama de otoño:
Pradera.
Puente de troncos. Camino de subida al mirador. ![]() A la izquierda, la cabaña de piedra de pastor. Coronamos la ascensión, llegando al mirador de la senda del Hornillo, donde hay un papel informativo, del que pongo una fotografía. Al fondo, se ve Peguerinos y el embalse de la Aceña. Abajo, se vislumbra una granja, que era nuestro siguiente objetivo. Estábamos a 1.380 metros de altura.
El sendero que desciende está bien marcado con piedras, pero tiene mucha pendiente y es el único punto complicado de la ruta. Aquí hay que llevar bastante cuidado, especialmente si hay niños pequeños, porque es muy fácil resbalar y darse un buen golpe o, incluso, caer rodando; sin embargo, tampoco puede considerarse peligroso salvo en invierno, con nieve o hielo.
![]() Concluido el descenso, llegamos a una pradera que rodea la granja que habíamos visto desde el mirador. Aquí suele haber vacas y caballos pastando, pero en ese momento no estaban. Enseguida nos encontramos con el río Aceña y ya solamente tuvimos que continuar por la pista que gira a la izquierda, al principio siguiendo su cauce con el río a la derecha.
![]() Como en todo el recorrido, el paisaje era muy bonito y vimos otro precioso salto de agua en el momento de cruzar el río, que a partir de entonces quedó a nuestra izquierda
Casi al final de la ruta rebasamos el edificio de la Escuela de Pesca, ya junto al puente sobre el Aceña, que hay que cruzar para llegar al aparcamiento donde teníamos el coche. Habíamos empleado dos horas y veinte minutos en hacer la ruta completa, incluyendo paradas para fotos.
Acerca de esta ruta, he leído comentarios de que es mejor hacerla en sentido contrario, dejando para el final las chorreras del Hornillo por ser lo más bonito. Después de haber hecho la caminata, no comparto esa opinió. Si bien es cierto que las cascadas aparecen en los primeros minutos del paseo, también es verdad que te las encuentras de frente y las tienes en todo momento delante de tu vista, lo que realmente se agradece. Además, la empinadísima bajada que he comentado, si se hace el al revés, se convertiría en una subida de órdago que haría renegar a más de uno. En fin, a mi modo de ver, sería bastante más dura y no necesariamente más atractiva, pero ya se sabe que sobre gustos…
También es posible, simplemente, acercarse a las cascadas desde el aparcamiento, seguir el sendero hasta la pradera con el puente de troncos sobre el río Hornillo y allí dar la vuelta para regresar por el mismo camino. No creo que se tarde más de una hora en ello y merece la pena, aunque no se haga la ruta completa. MONASTERIO DE SAN LORENZO DE EL ESCORIAL. Cuando acabamos la ruta a pie eran las dos y media, hora perfecta para pensar en el almuerzo. Fuimos hasta San Lorenzo de El Escorial y, sin reserva (privilegios de día laborable), nos presentamos en uno de los restaurantes con más tradición, la Fonda Genara., fundado en 1875. Está en la Plaza de San Lorenzo nº 2, en el primer piso de una galería comercial. No tiene pérdida porque está muy bien indicado, con carteles en el exterior. Si se quiere ir en fin de semana o festivo, mejor reservar con antelación. El local es bonito, pintoresco casi, con mobiliario clásico y multitud de fotos en blanco y negro decorando las paredes. La comida es realmente buena y el precio, más. Tienen un menú de 15 euros, que incluye dos platos y postre, con 11 primeros y 9 segundos para elegir. Eso sí, la bebida va aparte. Nos pusieron un aperitivo de crujiente de morcilla estupendo y pedimos pimientos rellenos de merluza y gamba, ensalada de queso de cabra con pasas y aliño de aceite y miel, codornices estofadas, solomillo ibérico con patata pochada y cebolla caramelizada y postres. Con una cerveza, media botella de vino, una botella de agua y dos cafés, pagamos 48 euros. No sé si este menú se puede tomar también en fin de semana, quizás se sirva con un suplemento. El precio de la carta era bastante más alto, aunque no exagerado, pero los platos no variaban demasiado de los que incluye el menú.
Acabada la comida, dimos un paseo por el Real Sitio, también muy favorecido por los colores del otoño. El interior del Monasterio ya lo habíamos visitado tiempo atrás, así que nos limitamos a dar una vuelta por su contorno, incluyendo los jardines que son de acceso libre.
![]() Y, claro está, aprovechamos para tomar una de las fotos más conocidas del Monasterio, que ilustra muchas guías, y que salió así de bonita:
El Monasterio de San Lorenzo de El Escorial fue mandado edificar por Felipe II, según se cuenta, debido a una promesa que hizo al conocer que durante la Batalla de San Quintín había resultado destruido un convento de monjas y, además, en el día que la Iglesia Católica celebraba a un mártir español, San Lorenzo. Pero también se cree que el rey había decidido con anterioridad la construcción de una obra magna, de proporciones dignas de satisfacer la idea que tenía sobre su propia grandeza. Escogió un estilo clasicista austero y para realizarlo designó al arquitecto Juan Bautista de Toledo, vinculado a la figura de Miguel Ángel. La primera piedra del Monasterio se puso el 23 de abril de 1563. Juan Bautista de Toledo murió en 1567 y fue sustituido, entre otros, por Juan de Herrera, de cuyo apellido deriva su estilo definitivo, conocido como “herreriano”. El 13 de septiembre de 1584 quedaron concluidas las obras, cuyo conjunto incluye un palacio, una basílica, una cripta/panteón (donde están enterrados la mayor parte de los reyes y reinas de España de las casas de Austria y Borbón) y un monasterio, regentado originariamente por la Orden de San Jerónimo, pero que hoy en día está ocupado por la de San Agustín. Además, contiene innumerables obras de arte (pinturas, esculturas, pergaminos, tapices, relicarios, etc) que lo convierten en un importante museo.
El conjunto está catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1984 y forma parte de los bienes de Patrimonio Nacional, que gestiona las visitas. Cierra todos los lunes del año y el horario de martes a domingo es desde octubre a marzo es de 10:00 a 18:00 y desde abril a septiembre de 10:00 a 20:00. La tarifa general de adulto actualmente es de 10 euros.
Desde el Jardín de los Frailes, al que se puede acceder de forma gratuita, se obtienen unas vistas extraordinarias de la fachada del propio Monasterio, de la Sierra de Guadarrama (ya Parque Nacional) e incluso de la capital, destacando el perfil de las Cuatro Torres, los rascacielos más altos de Madrid.
Ya de regreso, como hacía muchos años que no íbamos, saliendo de San Lorenzo de El Escorial nos desviamos por la carretera que en dos kilómetros y medio conduce a la llamada “Silla de Felipe II”, promontorio rocoso desde donde dice la leyenda que el rey contemplaba y dirigía las obras del Monasterio. En el lugar, existe una especie de asientos escavados en la piedra, y un mirador, desde donde se obtienen unas buenas vistas del entorno, aunque ni mucho menos son las mejores. Desde varios puntos de las carreteras adyacentes y, sobre todo, desde el Monte Abantos (que se ve enfrente mirando desde aquí) se tienen perspectivas más llamativas del Monasterio; pero llegar a este lugar apenas lleva unos minutos y constituye una foto obligada para muchos turistas.
En resumen, una bonita jornada que mezcla naturaleza, gastronomía y cultura a una hora en coche de Madrid. Etapas 4 a 6, total 33
![]() Caminando por Puebla de la Sierra. Sierra del Rincón (Madrid).Un bonito paseo por la Sierra Norte de Madrid, una gran desconocida para mucha gente de la capital, que acude sobre todo a la Sierra de Guadarrama. Hay varias rutas. Esta es una combinación personal. Como continuación a la serie de rutas que estoy incluyendo en este diario correspondientes a la Comunidad de Madrid, que estamos recordando de otros tiempos o conociendo por primera vez como consecuencia de estos tiempos de confinamientos perimetrales, hace poco estuvimos en Puebla de la Sierra, uno de los últimas localidades de la zona noreste de la provincia de Madrid, ya muy cerca del límte con la Comunidad de Castilla-La Mancha, provincia de Guadalajara. Pertenece a la Sierra del Rincón, que está integrada por los municipios de La Hiruela, Horcajuelo de la Sierra, Montejo de la Sierra, Puebla de la Sierra y Prádena del Rincón. Confieso que habíamos visitado pocas veces esta zona y, ahora que lo hemos hecho, nos ha sorprendido muy gratamente tanto por su tranquilidad como por su agreste y bella naturaleza, lo que no es de extrañar, puesto que es una zona declarada Reserva de la Biosfera desde el año 2005, catalogación que premia también su modelo de desarrollo sostenible y la buena utilización de los recursos.
![]() Empiezo hoy con nuestro recorrido por la Sierra del Rincón en Puebla de la Sierra y dejo para otra etapa el que hicimos por La Hiruela. Estos paseos están basados en las Sendas Verdes de la Comunidad de Madrid, que pueden consultarse en su página web sendasdemadrid.es, donde se ofrece todo tipo de información imprimible y descargable (mapa interactivo, folletos, tracks, fichas de las diferentes rutas...).
Hoja del folleto de rutas descargado de la web de la Comunidad de Madrid.
![]() SITUACIÓN EN EL MAPA PENINSULAR Y EN EL DE LA COMUNIDAD DE MADRID.
![]() ![]() Itinerario desde Madrid, según Google Maps. ![]() Al ser uno de los pueblos más recónditos de nuestra geografía provincial, llegar hasta Puebla de la Sierra requiere casi una hora y tres cuartos de trayecto en coche desde Madrid capital y unos 114 kilómetros en distancia. Se llega por la A-1 hasta la salida 76, en Buitrago de Lozoya (me encanta este pueblo, le debo una etapa de diario), donde se toma la M-137, que conduce a la Sierra del Rincón, la cual se encuentra anunciada convenientemente en diversos indicadores. Se continúa hasta la Prádena del Rincón, donde se coge el desvío por la M-130, que lleva hasta Puebla de la Sierra por una carretera que asciende un puerto con continuas curvas y unas vistas estupendas, si bien cuando pasamos por allí había niebla, lo que nos impidió hacer fotografías en condiciones. El trayecto desde Buitrago supone una distancia de 30 kilómetros y se tarda unos 40 minutos, más o menos.
Itinerario desde Buitrago de Lozoya en Google Maps.
![]() UNOS DATOS SOBRE PUEBLA DE LA SIERRA. Al hacer esta excursión en un día laborable de enero, con muy buena temperatura, eso sí, apenas nos encontramos a nadie, otro coche con una pareja de senderistas, creo recordar. No sé cómo andará la afluencia de gente por estos lugares en fines de semana o festivos, si bien tengo entendido que está menos concurrido que otros pueblos madrileños, sobre todo los de la Sierra de Guadarrama. ![]() Dejamos el coche en un aparcamiento habilitado poco antes de entrar en el núcleo urbano, donde nos encontramos con unos paneles informativos. En uno de ellos pudimos ver que estábamos en uno de los municipios más extensos de la Comunidad de Madrid, con el pequeño núcleo urbano situado al pie de los Cerros de la Mujer Muerta, los cuales, curiosamente, le dieron nombre desde tiempos medievales. Aunque no hay evidencia documental, se dice que este lugar se llamó Puebla de Alfavor en tiempos de la dominación musulmana. Ya en el siglo XIV, en tiempos de Alfonso XI, aparece como Aldea de la Mujer Muerta, sustituyéndose después “Aldea” por “Puebla”. Y no fue hasta después de la Guerra Civil española que la localidad cambió su nombre por el de Puebla de la Sierra . ![]() Además de varios senderos y la magnífica naturaleza que rodea la población, resulta interesante dar un paseo por el pueblo y sus alrededores, donde se puede ver una Fragua, una Fuente Mora, un Pilón – Abrevadero, la Iglesia Parroquial de la Purísima Concepción del siglo XVII, la Ermita de la Soledad del siglo XVI, el Tormo o conjunto de tinadas y un Molino del siglo XVIII.
![]() RUTAS DE SENDERISMO. Localizamos cuatro incluidas en la recopilación de Sendas Verdes de la Comunidad de Madrid, con sus indicaciones correspondientes:
- Senda del Valle de los Sueños (color amarillo): itinerario escultórico por el pueblo y alrededores con 30 obras al aire libre. Longitud: 2,1 kilómetros. Duración: 1 hora. Dificultad: ninguna, paseo. Circular.
![]() - Paseo de Linares (color azul): bosques de ribera, huertas, mimbreras y linares. Longitud: 2,6 kilómetros. Duración: 50 minutos. Dificultad: baja. Circular.
![]() - Subida al Cerro Larda (color rojo): panorámicas del valle y de la sierra. Longitud: 8,5 Km. Duración: 3 horas 30 minutos. Dificultad: Alta. Circular.
- Senda de los Robles Centenarios (color verde): enormes robles que se utilizaban antaño para la producción de carbón. Longitud: 2,7 kilómetros. Duración: 1 hora 30 minutos. Dificultad: Fácil. Circular.
![]() Como el día había amanecido con niebla, si bien estaba previsto que levantase a partir de la una y media o dos, decidimos tomarnos la jornada con calma, pues lo que queríamos fundamentalmente era estirar las piernas en un entorno natural, algo que se agradece mucho por los confinamientos (estamos teniendo suerte y nos vamos librando de los de las zonas básicas de salud). Por eso, dejamos para otro día la subida al Cerro Larda (mejor acudir un día con buena visibilidad) e hicimos una mezcla de las otras tres rutas, que quedó de la manera que cuento a continuación. En total hicimos unos siete kilómetros caminando y la duración fue de unas tres horas, incluyendo comida y fotos.
![]() NUESTRA RUTA. Ya en el mismo aparcamiento, empezamos a ver las esculturas de la senda amarilla, que nos iríamos encontrando también más adelante. A la izquierda, divisamos el indicador de la ruta azul, que tenía muy buena pinta y que empezamos a seguir.
![]() ![]() Rápidamente nos vimos inmersos en un bosque de ribera, con álamos y sauces, junto a huertas cultivadas de hortalizas y legumbres a nuestra derecha. Se trata de un sendero ancho, que picaba continuamente hacia arriba y que estaba bastante embarrado, pues corría el agua por todas partes. De hecho, nos sorprendió, ya incluso desde el coche, la cantidad de chorreras y canalillos que nos encontramos en la montaña. Quizás se notaba el deshielo de la famosa nevada, aunque por esta zona no quedaba ni un resto blanco y, además, no vimos demasiados árboles afectados, quizás porque abundan las especies de hoja caduca, que han sufrido muchísimo menos los estragos de “Filomena”.
![]() ![]() Aparte de que teníamos que ir mirando al suelo para no meter los pies en el fondo del lodazal, el recorrido nos pareció muy bonito con álamos temblones, mimbreras, cerezos, ciruelos silvestres…
![]() También nos encontramos con numerosos robles, algunos de ellos muy antiguos y de portes espectaculares, que se utilizaban antaño para la producción de carbón, según leímos en algún panel informativo.
![]() ![]() ![]() ![]() A mitad del recorrido (1,5 kilómetros, aproximadamente), enlazamos con la ruta verde, en el Estanque del Cerradillo, que acumula el agua en invierno para poder regar las huertas y los prados durante el verano. La sorpresa fue que, salvo la recogida, que corría bien, nos encontramos el resto del agua… ¡congelada! Las fotos salieron muy chulas con el efecto del hielo.
![]() ![]() ![]() ![]() En el tramo de descenso, caminamos por una pista amplia, entre robles, jaras y brezos. También pasamos junto a los lugares donde antiguamente se cultivaba el lino (linares), muy típico de esta zona durante centenares de años, hasta los 60 del siglo pasado. Un panel informativo relata la historia detalladamente.
![]() Poco después llegamos a un mirador, desde el que pudimos contemplar la pequeña población embebida en la montaña, rodeada de picos, desde “Peña de la Cabra” hasta “El Porrejón”. Nos enteramos de que hay posibilidad de ascender a estos picos. Tendremos que investigar.
![]() ![]() En el antiguo lavadero concluyen las rutas azul y verde, enlazando con la amarilla, la de las esculturas, que a lo largo de un kilómetro y medio presenta una exposición permanente al aire libre de obras de reconocidos escultores, entre las que se exhiben las que logran el primer premio en la Bienal Internacional, que se concede por votación popular.
![]() Cruzamos la carretera y anduvimos unos doscientos metros en dirección contraria al pueblo, viendo entretanto algunas de las obras escultóricas. Entramos en el bosque, siguiendo el indicador hacia el Molino de Arriba, que es el Centro de Educación Ambiental. Una curiosa escultura no dio la bienvenida, no sé si con buenas o malas intenciones, la verdad.
![]() ![]() La senda nos llevó junto al río de la Puebla, que bajaba con una corriente que daba gusto verlo. Llegamos a un puente, a las puertas del Centro Medioambiental, que estaba cerrado.
![]() ![]() ![]() ![]() El río recibía en las inmediaciones las aguas del arroyo Carnicero, formando un espectáculo realmente precioso. Encontramos unas piedras y nos pusimos a tomar nuestros bocatas escuchando el fuerte rumor del agua. No había ni un alma a la vista.
![]() ![]() ![]() ![]() Después, seguimos unos metros por la carretera, puesto que yo había visto un cártel informativo al pasar a la llegada que me llamó la atención y quería comprobar qué había allí. Y, efectivamente, junto al río, encontramos dos árboles centenarios protegidos, con su catalogación de árboles singulares de la Comunidad de Madrid con una placa en la que se detallaba el decreto de reconocimiento. El que vimos más de cerca se llama “Rebollo de las Puentecillas”, tiene un perímetro de 6,35 metros, una altura de 19 metros y una antigüedad aproximada de 400 años. Se encuentra en una finca particular, pero se puede ver bien desde afuera.
![]() De vuelta al pueblo, cumplimos con la tradición en la “Fuente de los Suspiros”. Según la leyenda, en tiempos de los musulmanes, todo aquel que se acercaba a la fuente y oía un suspiro veía cumplido un deseo. Los tiempos han cambiado, y ahora el deseo, al parecer, se cumple si se toca una rana tallada por el escultor Eduardo Mazariegos de una piedra de ónix del Japón y colocada en el fondo de la fuente. En fin, no es cuestión de desdeñar cualquier oportunidad teniendo en cuenta cuál es el deseo de casi todos en los días actuales…
![]() Llegamos hasta la Plaza del Ayuntamiento, desde donde se contempla muy bien la Iglesia de la Purísima Concepción, del siglo XVII. Luego seguimos hasta el lavadero.
![]() ![]() Volvimos al coche y, en lugar de regresar por la carretera que habíamos traído, nos dimos cuenta que la carretera continuaba y que era posible llegar también en esa dirección hasta Buitrago de Lozoya, completando una especie de itinerario circular.
Ruta circular en coche desde Buitrago del Lozoya en Google Maps.
![]() Y, aunque es un poco más largo, mereció la pena porque, aparte de ir por una ruta diferente, nos encontramos un paisaje singular y unas vistas espectaculares, sobre todo desde el Mirador de los Buitres (figura en Google Maps).
![]() ![]() Mirador de los Buitres. Foto de arriba: acceso. Foto de abajo: a la derecha, roca en la que asienta.
![]() ![]() ![]() En resumen, un recorrido poco exigente (salvo el barro en la subida hacia el estanque) y muy bonito, pese a que ya en pleno invierno los árboles estaban desprovistos de hojas. En otoño, debe ser espectacular. Dentro de poco tenemos previsto (si se puede) regresar para hacer la subida al Cerro Larda.
![]() ![]() ![]() Y para terminar, una curiosa inscripción que encontramos en uno de los árboles, de especial importancia en estos tiempos que estamos pasando: VIVE, AMA, RIE...
![]() ![]() . OTRAS RUTAS POR LA SIERRA DEL RINCÓN: LA HIRUELA: ![]() Etapas 4 a 6, total 33
![]() Cascadas del Purgatorio. Rascafría. Sierra de Guadarrama (Madrid).Una de las rutas de senderismo clásicas en la Sierra de Guadarrama. Muy bonita. Hay que prestar atención a la meteorología.
RUTA A LAS CASCADAS DEL PURGATORIO (A PIE).
Esta es una de las rutas más conocidas de las innumerables que se pueden realizar en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Además, se puede aprovechar para visitar Rascafría y el Monasterio del Paular. SITUACIÓN EN EL MAPA PENINSULAR Y EN EL DE LA COMUNIDAD DE MADRID.
![]() ![]() Itinerario en coche desde Madrid hasta el inicio de la ruta en Google Maps. ![]() Hay varias posibilidades y la mejor opción depende de cómo esté el tráfico o del lugar de procedencia. Desde Madrid, la distancia está entre ochenta o noventa kilómetros y se tarda una hora y media, aproximadamente, hasta el aparcamiento de las Presillas, que figura en Google Maps.
Como he mencionado, cuando hay mucha afluencia de gente, lo mejor es dejar el coche en el aparcamiento del área recreativa de las Presillas, pero ese día no había nadie y pudimos aparcarlo más cerca, a unos pocos metros del Puente del Perdón, frente al Monasterio del Paular, donde se inicia la ruta hacia las cascadas, cuyos datos son los siguientes según el panel informativo de la misma.
Longitud: 6 kilómetros. Duración: 2 horas. Dificultad: media/baja. Desnivel: 300 metros. ![]() Iniciamos la caminata en el Puente del Perdón, muy cerca del cual hay un centro de información. Este puente sobre el río Lozoya se encuentra frente al Monasterio, consta de tres arcos de sillería de granito con bóvedas de medio cañón y fue mandado construir por los cartujos en 1738 para sustituir a otro anterior de madera y hacer más cómodo el acceso al molino de papel. La zona es muy agradable porque es peatonal, hay dos plazoletas y bancos de piedra y presenta unas vistas muy bonitas de la sierra y del propio Monasterio. Su nombre se debe a los reos, que desde aquí podían apelar su sentencia por última vez y solicitar la condonación de su pena al Tribunal de Justicia.
![]() Unos pocos minutos después llegamos hasta el cartel del inicio de la ruta, que se puede seguir por una pista asfaltada por la que solo circulan vehículos autorizados o por el acceso peatonal, a la derecha, que conduce al mismo sitio que la pista, pero que es un sendero entre árboles, algo muy importante en verano para ir protegidos del sol.
![]() Al final, salimos muy cerca del área recreativa de las Presillas, cerrada en invierno. Tomamos una pista de tierra que se abre en dos, donde continuamos por la señalada con una marca de colores blanco, rojo y amarillo, ya que esta caminata coincide en sus inicios con las rutas verdes 1 y 6. No tuvimos ningún problema de orientación porque hay carteles que indican la dirección a tomar para ir a la cascada. Una de estas estacas nos guió hacia la izquierda, subiendo por una pista que zigzagueaba entre robledales y pinares. Los árboles desnudos nos permitían contemplar bonitas perspectivas del valle del Lozoya, la sierra madrileña con varios de sus picos nevados, el Monasterio y Rascafría.
![]() ![]() ![]() El grato sol mañanero estaba empezando a ocultarse tras unas nubes de lo más amenazador. Hacía frío, aunque el viento no soplaba demasiado fuerte, así que decidimos continuar la marcha apretando un poco el paso. Llegamos al final de la pista, que desemboca en un pequeño puente de madera sobre el arroyo Aguilón, que bajaba con bastante agua. Después de cruzarlo, hay que seguir hacia la derecha.
![]() ![]() ![]() A partir de aquí, la ruta transcurre por un sendero que cruza el bosque, paralelo al arroyo, que discurría a nuestra derecha formando bonitos saltos y cascaditas.
![]() Esta parte resultó un poco más complicada porque empezó a llover y las piedras se pusieron resbaladizas, pero tampoco era bastante serio como para hacernos desistir.
![]() ![]() Llegamos a una pequeña cascada, que tuvimos que ver desde la orilla con precaución por la lluvia que comenzaba a caer con algo más de fuerza.
![]() ![]() ![]() Unos diez minutos después llegamos hasta la balconada de madera situada a modo de mirador para contemplar la cascada inferior, también llamada Baja y que presentaba un aspecto magnífico.
![]() ![]() ![]() En este punto, si se quiere seguir hasta la cascada Alta, hay que trepar por la piedra grande o dar un rodeo por un terraplén con piedras y bastante pendiente. Lamentablemente, fue algo que no pudimos hacer porque empezó a granizar y el asunto se puso bastante feo, así que lo dejamos pendiente para otra ocasión y decidimos volver lo más rápido posible hasta el coche por el mismo camino que habíamos traído, sin intentar una ruta circular que llevaba descargada de wikiloc, aunque tampoco aportaba ninguna novedad que no fuera volver por un sendero diferente. En cualquier caso, la excursión mereció la pena y resulta muy recomendable. Muchos de los que viven en la Comunidad de Madrid y alrededores sin duda conocen esta ruta, pero seguramente resultará interesante para personas que vienen de otros lugares y que quieran hacer alguna caminata bonita y no muy complicada por nuestra preciosa Sierra de Guadarrama, aunque en esta ocasión, en invierno, estuviera desnuda de hojas.
![]() Etapas 4 a 6, total 33
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