Vancouver y las Rocosas. La Naturaleza en estado puro y salvaje. ✏️ Blogs de Canada

Amanece el día soleado y claro. Después del nutritivo e hipercalórico desayuno en el Hotel, tomamos el coche rumbo a LAS ROCOSAS CANADIENSES, pasando en primer lugar por el P.N. REVELSTOKE, que ya visitamos ayer, en segundo lugar, y subiendo cada vez más por carreteras perfectas, al P.N. GLACIER, en cuya cima del puerto de montaña está el ROGER PASS (2.500 m.). Paramos en el Centro de Información del P.N., muy recomendable visitar el MUSEO GLACIER, donde se muestra la dura batalla que tuvo lugar para construir la carretera y los túneles serpenteantes de las montañas del ferrocarril para unir la COLUMBIA con la región de ALBERTA a principio del siglo 20, y ver una especie de museo de la fauna y flora autóctona, con animales y plantas a tamaño natural (los animales: osos, malibús, renos, jaguares, bisontes..., ¡disecados!) También se pueden hacer breves excursiones por el P.N. que te indican en español perfecto, los guardias del Parque. Seguimos el camino, y entramos en el pueblo GOLDEN, ya en la región de ALBERTA (ojo: aquí debemos adelantar el reloj 1 hora), pasando por otro increíble P.N. el de YOHO, donde paramos brevemente en el pueblecito de FIELD para comer en un supermercado al aire libre de la gasolinera del pueblo. El P.N. YOHO, lo visitaremos en días posteriores con más calma y tranquilidad. Y llegamos a media tarde a la ciudad de BANFF, capital del P.N. BANFF, quizás el más conocido de Canadá Oeste. Antes de la entrada y en el Centro de Visitantes (VISITORS CENTER) debes acreditar que tienes estancia reservada en el Parque, pues si no es así (en todos los P.N. con un mínimo de 1 día de pernocta) te hacen abonar una tasa de unos 60$ por vehículo a motor. Nos fuimos directamente al Hotel, el BUFALO LODGE, precioso y con habitaciones enormes con vistas a las grandes montañas, todo de madera, a diez minutos andando del centro, en una zona ajardinada y residencial. Decir que BANFF, además de una ciudad preciosa con una arquitectura de postal navideña, es una estación de esquí y el centro de todo tipo de actividades de montaña. Siempre está llena de gente y turísticamente hablando es la principal ciudad de Canadá Oeste. Salimos a pasear por la ciudad super animada y abierta a todas las culturas del mundo, así lo dicen y practican sus habitantes. Paseando, llegamos a CAVE and BASSIN, unas fuentes termales a 1,5 Km. del centro, donde hay un pequeño museo donde muestran la creación y desarrollo del P.N., que fué el primer parque nacional de Canadá (a principios del siglo 20); hay también una Cuevas por donde sale el agua sulfurosa que abastece a los Baños Termales, que probamos para relax de nuestros cansados "bodies" (1 hora 20$ p.p.) que quedaron como nuevos. Así de contentos, volvimos al centro de la ciudad, para cenar (hay para escoger cientos de restaurantes y cafés de todo tipo), en un restaurante típico de carne asada el SALTLIK, realmente recomendable por su calidad y precio ( eso sí, estuvimos esperando más de media hora para tener mesa). Otra vez de paseo por la ciudad, llena de parques y puentes que cruzan el río BOW, para hacer una buena digestión, la luna espléndida iluminaba todo el valle. Caímos en la cama cansados pero felices

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Nos levantamos pronto, y después de desayunar en el Hotel, un buen buffet desayuno americano, cogemos el coche y nos vamos al MONTE SULPHUR, con el telecabina que le llaman GONDOLA, está a unos 10 km. de BANFF. Hay un poco de cola para subir y comprar el billete (30 $ p.p.). Tomamos el telecabina, enorme, caben unas 25 personas, que sube a una velocidad de vértigo, y con vértigo de sus ocupantes, pues el desnivel y la altura es enorme. En la cima del MONTE SULPHUR, hay varios miradores que ofrecen ver las increíbles vistas desde una altura de 2600 m y en todas direcciones. El día que empezó soleado, ahora en la cima de la montaña, empieza a nublarse sin tapar las cotas mas bajas. Observamos alrededor nuestro las maravillosas vistas del Valle "encantado"del río BOW con sus bosques espesos de color negro; la ciudad de BANFF, Los HOODOS, grandes montículos de caliza que están por encima de TÚNELES por donde se puede pasear y llegar al exterior subiendo una buena pendiente que culmina en el Mirador del MONTE PEECHEE; los lagos TWO JACK y MINNEWANKA que parecen manchitas de agua de color azul intenso; en fín una maravilla, compramos los típicos souvenirs y nos tomamos un capuccino bien caliente antes de bajar con el telecabina. Volvemos a coger el coche del parking y nos dirijimos a la zona de los Lagos próximos a BANFF: TWO JACK, que puedes llegar en coche hasta la orilla, de color azulón, rodeado de bosques. Empezaba a chispear y la temperatura a bajar. Seguimos al MINNEWANKA LAKE, el lago más grande de la zona del P.N. BANFF, es realmente enorme, no se divisa donde acaba, el color es verdoso y sus aguas son transparentes. Dimos un paseo por un sendero señalizado de 1/2 hora que atraviesa el bosque por la orilla norte del Lago, es una pasada, pues van saliendo constantemente animalitos del bosque que cruzan tranquilamente delante tuyo, el más grande un caribú que entre las malezas nos miraba desafiante. regresamos y tomamos la carretera central del Parque, dirección norte, la antigua carretera que es la A1 por el margen izquierdo del valle del río BOW, hasta llegar, después de cruzarnos con grandes animales rumiantes sueltos, y algún oso negro con sus crías (paradas obligadas del coche, aunque los letreros lo prohiben), al JOHNSTON CANYON, un maravilloso camino nos conduce a la 1ª y 2ª cascada, impresionantes las dos, atravesando por estrechas angosturas de roca viva con el fondo del río JHONSTON super caudaloso y que en muchos tramos nos va salpicando, más bien mojándonos. Una excursión de alrededor de 1,5 h. ida y vuelta. Seguimos por la A1, hasta llegar al Mirador de CASTLE MOUNTAINS, unas montañas de forma de castillo, de roca pura. Allí, en una gasolinera, compramos nuestro almuerzo, nos sentamos en una mesa, de las cientos que hay en el Parque, de cara a las Montañas. El día ha mejorado y sale el sol. Después de descansar un poco, retomamos la carretera en dirección norte, para llegar al cruce con la carretera general 1 y, llegar primero al pueblecito de LAKE LOUISE y al mismo LAGO LOUISE, una de las maravillas naturales de todo Canadá, y el Lago más fotografiado y famoso de Canadá, situado en un paraje que te deja boquiabierto, a una altitud de 1.730 m. Estamos en el Hotel DEER LODGE, un antiguo hotel renovado de madera con unos jardines que dan a las montañas, precioso y tranquilo. Y lo mejor, justo a 6 minutos andando del LAKE LOUISE. Dejamos el equipaje en el Hotel, y salimos pitando a ver por primera vez el Lago, que será el nuestro favorito de toda la Ruta. Son las 7 h. de la tarde, ya no quedan turistas ni visitantes, casi sin gente, con un sol espléndido, con un silencio casi total, la verdad es que nos emocionamos al ver la pura Naturaleza en todo su esplendor . Un recuerdo que a nadie que ha estado aquí se le olvida en toda su vida. Paseamos alrededor del Lago hasta que el Sol desapareció entre las montañas nevadas, reflejando en las aguas verde esmeralda toda clase de luces y colores, un verdadero espectáculo difícil de olvidar. Volvimos extasiados al Hotel para cenar y, soñar y soñar en todo lo precioso que hoy vimos .

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Hoy nos despertamos pronto, desayunamos en el hotel a las 8 h. y nos vamos directamente caminando al LAGO, y como es pronto, aún no han llegado las manadas de turistas y autocares, por lo que el silencio y el maravilloso paisaje natural penetra en nuestras almas. Hace un buen día con sol intermitente; tomamos el camino circular que rodea el Lago, que se inicia en el famoso HOTEL FAIRMONT CHATEAU, un hotel antiguo espectacular a orilla del Lago, fotografiado en mil y una revistas de turismo. Si no eres cliente del Hotel no te dejan entrar, en todo cado en la terraza exterior que da al Lago para tomarte algo. Nos adentramos por el camino que en 2 horas de caminata nos lleva al Refugio del LAGO AGNES, que está a 500 metros arriba del LOUISE, pasando por un sendero, perfectamente señalizado, entre bosques y nieve helada que empieza a aparecer a medida que vamos subiendo. Pasamos por el LAGO MIRROR, un espejo completamente helado de color verde esmeralda. Empezaba a hacer frio, por lo que nos abrigamos con los anoracs que llevamos, seguimos la subida con cada vez más nieve helada alrededor nuestro, hasta llegar al Refugio del LAGO AGNES, después de cruzarnos con una hilera de caballos enormes que iban bajando a cotas y prados para comer, sin inmutarse de los humanos. El Refugio es una especie de bar cuya especialidad son los tes de todo tipo, muy inglés. Hace realmente frío, miramos el termómetro exterior y marca 0ºC, el paisaje es espectacular, el lago helado y la montaña nevada que nace desde la misma orilla del lago se eleva verticalmente desde nuestras cabezas hasta la cima, haciéndote daño el cuello si tratas de verla. Hay muchos senderos que van a lugares espectaculares; nosotros tomamos el de enfrente que va a salir al final del LAGO LOUISE para después volver al inicio del camino en el FAIRMONT CHATEAU HOTEL, pero por el lado contrario de la salida inicial. La bajada es tremenda y aparecen unos pequeños lagos de colores dispares junto a una vegetación de árboles gigantescos y abetos azules preciosos. Vemos el LAGO LOUISE desde una altura que parece un charquito de color verde . Ya es mediodía cuando llegamos al FAIRMONT, descansamos en la terraza del Hotel, tomándonos un pequeño refrigerio para reponer fuerzas, a un precio acorde con el paisaje: "espectacular". Ya recuperados de todo, cogemos el coche y en 15 minutos nos plantamos en el LAGO MORAINE, más de lo mismo, de color verde esmeralda según la incidencia del sol, rodeado de bosques espesos y con caminitos de madera que lo bordean. Son las 13,30 h y bajamos a comer algo al pueblo de LAKE LOUISE, en una cafetería junto a la gasolinera, en una especie de buffet de productos autóctonos del oeste canadiense. Seguidamente, tomamos el coche y nos vamos al P.N. YOHO, que está a unos 50 kilometros de LAKE LOUISE, así que llegamos sobre las 3 de la tarde. Aquí hay que decir que para ver lo más bonito e imprescindible del parque se necesita como mínimo 1 día y medio, nosotros con medio día y por la tarde (tener en cuenta que el día se alarga hasta las diez de la noche), nos conformamos con visitar lo más espectacular. Las Cascadas TAKAKAW, paseando por los puentes naturales que forman, y el maravilloso ESMERALD LAKE, el LAGO ESMERALDA, que como su nombre indica, es de un color verde esmeralda único y espectacular. Allí tomamos una canoa y nos aventuramos, bien abrigados y avituallados, a dar una vuelta por el Lago, es una verdadera pasada la tranquilidad y el paisaje, también la dificultad que tuvimos para volver, pues se nos acabaron las fuerzas y sufrimos un poco. A las 20 horas, dejamos la canoa y el Lago, y regresamos a nuestro Hotel del LAGO LOUISE. Destrozados y cansados, pero sumamente felices .

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