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Hoy nos despertamos pronto, desayunamos en el hotel a las 8 h. y nos vamos directamente caminando al LAGO, y como es pronto, aún no han llegado las manadas de turistas y autocares, por lo que el silencio y el maravilloso paisaje natural penetra en nuestras almas. Hace un buen día con sol intermitente; tomamos el camino circular que rodea el Lago, que se inicia en el famoso HOTEL FAIRMONT CHATEAU, un hotel antiguo espectacular a orilla del Lago, fotografiado en mil y una revistas de turismo. Si no eres cliente del Hotel no te dejan entrar, en todo cado en la terraza exterior que da al Lago para tomarte algo. Nos adentramos por el camino que en 2 horas de caminata nos lleva al Refugio del LAGO AGNES, que está a 500 metros arriba del LOUISE, pasando por un sendero, perfectamente señalizado, entre bosques y nieve helada que empieza a aparecer a medida que vamos subiendo. Pasamos por el LAGO MIRROR, un espejo completamente helado de color verde esmeralda. Empezaba a hacer frio, por lo que nos abrigamos con los anoracs que llevamos, seguimos la subida con cada vez más nieve helada alrededor nuestro, hasta llegar al Refugio del LAGO AGNES, después de cruzarnos con una hilera de caballos enormes que iban bajando a cotas y prados para comer, sin inmutarse de los humanos. El Refugio es una especie de bar cuya especialidad son los tes de todo tipo, muy inglés. Hace realmente frío, miramos el termómetro exterior y marca 0ºC, el paisaje es espectacular, el lago helado y la montaña nevada que nace desde la misma orilla del lago se eleva verticalmente desde nuestras cabezas hasta la cima, haciéndote daño el cuello si tratas de verla. Hay muchos senderos que van a lugares espectaculares; nosotros tomamos el de enfrente que va a salir al final del LAGO LOUISE para después volver al inicio del camino en el FAIRMONT CHATEAU HOTEL, pero por el lado contrario de la salida inicial. La bajada es tremenda y aparecen unos pequeños lagos de colores dispares junto a una vegetación de árboles gigantescos y abetos azules preciosos. Vemos el LAGO LOUISE desde una altura que parece un charquito de color verde
. Ya es mediodía cuando llegamos al FAIRMONT, descansamos en la terraza del Hotel, tomándonos un pequeño refrigerio para reponer fuerzas, a un precio acorde con el paisaje: "espectacular". Ya recuperados de todo, cogemos el coche y en 15 minutos nos plantamos en el LAGO MORAINE, más de lo mismo, de color verde esmeralda según la incidencia del sol, rodeado de bosques espesos y con caminitos de madera que lo bordean. Son las 13,30 h y bajamos a comer algo al pueblo de LAKE LOUISE, en una cafetería junto a la gasolinera, en una especie de buffet de productos autóctonos del oeste canadiense. Seguidamente, tomamos el coche y nos vamos al P.N. YOHO, que está a unos 50 kilometros de LAKE LOUISE, así que llegamos sobre las 3 de la tarde. Aquí hay que decir que para ver lo más bonito e imprescindible del parque se necesita como mínimo 1 día y medio, nosotros con medio día y por la tarde (tener en cuenta que el día se alarga hasta las diez de la noche), nos conformamos con visitar lo más espectacular. Las Cascadas TAKAKAW, paseando por los puentes naturales que forman, y el maravilloso ESMERALD LAKE, el LAGO ESMERALDA, que como su nombre indica, es de un color verde esmeralda único y espectacular. Allí tomamos una canoa y nos aventuramos, bien abrigados y avituallados, a dar una vuelta por el Lago, es una verdadera pasada la tranquilidad y el paisaje, también la dificultad que tuvimos para volver, pues se nos acabaron las fuerzas y sufrimos un poco. A las 20 horas, dejamos la canoa y el Lago, y regresamos a nuestro Hotel del LAGO LOUISE. Destrozados y cansados, pero sumamente felices 
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