Esta etapa del viaje fue sin duda la que me dio más trabajo a la hora de preparar el viaje. En un primer momento el Mt Robson no entraba en mi itinerario, pero cuando me puse a investigar en la web y empecé a ver fotografías de la ruta y críticas enseguida me convencí de que si íbamos a visitar las rocosas necesariamente debíamos pasar por allí.
En primer lugar me planteé la posibilidad de hacer sólo el recorrido hasta el lago Kinney, pero la verdad por muy bonito que sea el lago el recorrido hasta allí no aporta mucho, la segunda idea fue tratar de hacer los 42 kilómetros que tiene el recorrido hasta el campamento del Berg Lake (ida y vuelta) en un sólo día, para ello debíamos alquilar bicicletas para la primera parte del recorrido, hay un punto en el que te obligan a dejarlas aparcadas y se sigue caminando, al final concluí que era un matadero para un sólo día y lo de alquilar las bicis e ir cargando con ellas en el coche resultaba un tanto engorroso.
Así que al final me dije, ¿y por qué no hacer los 21 km en un día, dormir allí en tienda y volver al día siguiente? Y esa fue la opción que tomé.
Una vez tomada la decisión comenzó la preparación propiamente dicha, lo primero que hice fue reservar la noche en el camping del Lago Berg, lo hice vía web en www.discovercamping.com. Se puede reservar desde tres meses antes del día en que vayas a dormir allí y resulta bastante más cómodo que llamar al famoso teléfono del lago O'hara. Por hacer la reserva te cobran 6 dólares que no te devuelven aunque canceles y 10 dólares por noche y persona, en total al cambio fueron unos 19 euros en total por dos personas.
Lo siguiente fue comprar una tienda de campaña ligerita y que no abultase demasiado, descubrí que son carísimas, te pones en 300 euros con nada y lo mínimo 100 euros por una del decathlon. Un día me pasé por forum sport y vi una tienda de 2 kilos para dos personas con doble capa y 3000 mm de columna de agua por 25 euros. Supongo que los expertos en montaña pondrán el grito en el cielo pero la tienda cumplió su labor, cogía en la maleta, no pesaba mucho y no nos condensó por la noche.
Lo siguiente que llevé desde España fueron los sacos de dormir, tenían que aguantar bien a 0 grados porque de noche en las rocosas aunque sea verano se alcanzan temperaturas bajo 0. Los compré por internet en una web inglesa por 30 euros cada uno (los sacos en general son todavía más caros que las tiendas de campaña). Los sacos comprimidos miden 20 x 22 cm con lo que bien apretaditos los pudimos meter en el equipaje de mano. Cantimplora y esterillas decidí comprarlas en Canadá para no llevar demasiadas cosas.
Las mochilas ya las teníamos, una de 37 y la otra de 40 l, es que solemos ir a la montaña, es lo que tiene vivir en Asturias.
Pues bien, después de tanto preparativo al fin llegó el día. Salimos de nuestra casita antes de las 10 ya con las mochilas hechas, nos dio un poco de pena abandonar el que fuera nuestro hogar durante 3 días. Dejamos la llave en la puerta tal y como me había dicho la dueña de la casa y montamos las cosas en el coche.
Entre Jasper y Mt Robson hay algo más de una hora de viaje por la 16, se coge la misma dirección que si se dirige uno a Vancouver. Teníamos un poco de miedo con el tiempo puesto que durante toda la semana venían anunciando lluvia para este día, sin embargo conforme se iba acercando la fecha las previsiones cambiaron a mejor y aunque daban nubes las posibilidades de lluvia no eran muy altas.
Al poco de salir de Jasper pasamos por el letrero que anuncia que acabas de entrar en British Columbia, era nuestra primera visita a esta provincia, y por cierto, menos mal que no llevábamos ningún horario fijado porque se nos olvidó por completo el tema del cambio horario. Tras recorrer más de 100 por la típica carretera de las rocosas, rectas interminables, montañas que quitan el hipo y casi siempre junto a ríos de un color azul turquesa llegamos al visitors centre del Mt Robson, no tiene pérdida porque es donde la carretera cambia de dirección girando a la izquierda, además hay una gasolinera, una cafetería restaurante y zonas de picnic que rodean la caseta del parque nacional.
Desde aquí hay buenas vistas del monte Robson que con 3.950 metros es la montaña más alta de las rocosas. Se dice que la cima sólo se ve unos 30 días al año puesto que siempre está cubierta por las nubes. Así estaba el día que nosotros llegamos:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nos dirigimos a la caseta con el recibo y nº de reserva que me mandaron por mail. Fuimos hasta el mostrador de reservas y un canadiense muy amable (como casi todos) nos preguntó de dónde éramos, cuánto llevábamos en el país, si nos estaba gustando, ..., ya os digo que era muy majete. Después me pidió los datos del coche de alquiler ya que al pasar allí la noche deben llevar algún control para que no haya robos, y nos explicó las normas del recorrido, además de decirnos que era un recorrido largo y que la gente tardaba normalmente entre 6 y 8 horas. Lo de las normas, sencillito, nos recomendó coger el agua de los rios (llevábamos las típicas pastillas que matan bacterias y tang para quitar el sabor a cloro), no alejarse de los caminos marcados y no guardar comida en la tienda, usar para guardarla unas cajas metálicas que ponen para ello, esto por supuesto es para no atraer a los osos. También nos contó donde estaban las casetas de los rangers por si algo pasaba y nos dio una tarjetita plastificada para poner en el exterior de la tienda de campaña. Por último, nos mandó bajar unas escaleras hasta una sala donde debíamos ver un video explicativo que dura unos 10 minutos, el video decía más de lo mismo, nada que no supieramos ya.
Foto del exterior del centro de visitantes del Mt Robson
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Para ir al parking que da el acceso al trail hay que seguir por una carretera junto al centro de visitantes durante aproximadamente un kilómetro. Aparcamos, cogimos las megamochilas y a eso de las 12 cruzamos el puente que da comienzo al recorrido (en realidad eran las 11 pero nosotros no nos habíamos dado ni cuenta).
Los primeros 4,5 kilómetros que llevan hasta el lago Kinney transcurren por un cómodo camino que va bordeando el río, apenas se sube y el camino es ancho, casi parece una pista de tierra. El río lleva bastante fuerza así que de vez en cuando hace pequeños saltos. Este tramo no tiene mucha más historia y a la ida se lleva pero a la vuelta la verdad es que se nos hizo un tanto monótono.
Ahí van un par de fotos de este tramo del recorrido.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
De repente el rio se ensancha, las aguas se calman y se hace más azules y vimos el primero de los puentes que cruza el río, con ello se llega al Kinney Lake, es precioso, no tiene nada que envidiar al Moraine y al Lake Louise y tiene la ventaja de estar bastante menos masificado. Os pongo unas fotos para que juzgueis vosotros mismos.
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Justo al cruzar el puente hay dos alternativas, da igual la que toméis porque ambas se unen a los pocos metros, la más larga va pegada al lago y esta fue la que escogimos. Llega un punto en que el camino se aleja un poco del lago y se adentra en el bosque encontrándose con la otra bifurcación, aquí hay un tramo con fuerte pendiente pero no muy largo, unos 50 metros y durante unos 2 kilómetros el recorrido transcurre alrededor del lago más o menos cerca afrontando pequeñas subidas y bajadas, hasta llegar a la zona donde se encuentra el camping del lago Kinney y la caseta habilitada para comer.
Aquí hicimos la primera parada técnica del recorrido y como era algo más de la una según horario de Jasper, aprovechamos para comer. La verdad es que con ese paisaje apetecía quedarse allí por más tiempo pero como quedaban las 2 terceras partes del recorrido por hacer, y encima las más duras. Así que tras unos 20 minutos de descanso reanudamos el camino.
El siguiente tramo es el que yo llamo rompepiernas porque de repente hay subidas cortas y fuertes y al momento vuelves a bajar lo bajado, todo ello por el bosque pero bastante cerca del lago hasta que este se termina.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Sobre el kilómetro 8 se pasa por un breve tramo abierto y completamente llano en el que se pueden ver el río y las montañas. Tras esto comienza la primera subida seria del recorrido, lo que nos lleva hasta Whitehorn, camping en el medio del recorrido y por ello de los más visitados del trail. Entre los kilómetros 8 y 10 calculo que se salvarán unos 200 metros de desnivel, todo por un camino de tierra y piedras con fuerte pendiente haciendo continuas revueltas, el cual en su parte final se adentra en el bosque. Pero no os asustéis que no es incómodo de caminar, eso sí, si no estáis acostumbrados al peso de la mochila, se debe tomar con calma.
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Justo al llegar a Whitehorn se cruza el río por un puente colgante que sólo puede pasar una persona cada vez.
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En la caseta del camping hicimos nuestra segunda parada técnica, nos quitamos las mochilas, nos sentamos un poco en los bancos y mesas habilitados y aproveché para rellenar por primera vez la cantimplora cogiendo agua del río. En total supongo que pararíamos unos 15 minutos. Se trata de un buen sitio para tomarse un respiro, uno porque es la mitad del recorrido y dos porque durante los siguientes 5 ó 6 kilómetros se debe afrontar la parte más dura del camino con una subida acumulada de casi 600 metros.
Al salir de Whitehorn da comienzo lo que se conoce formalmente como el "valley of thousand falls", y sin duda aunque sea lo más duro las vistas y lo variado del paisaje merece mucho la pena.
En los primeros metros antes de afrontar la subida se llanea junto al río viendo brotar el agua por las montañas que nos rodean:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Llega un momento en que se cruza el río por un pequeño puente de madera que también se debe pasar de uno en uno (de este tipo hay muchos a lo largo del recorrido) y comienza la fuerte subida casi ininterrupida, de nuevo con continuas revueltas y por un camino estrecho de piedras y tierra.
En este tramo cada kilómetro o kilómetro y algo hay una catarata lo que ameniza el camino, sirviendo además para tomarse un respiro. Desde el pequeño puente ya se ve la primera, aunque se trata más bien de un salto que en el plano aparece como catarata sin nombre.
Tras un kilómetro y algo aparecen las White Falls, preciosas y con muchísima fuerza, como todas las cataratas que se ven en este recorrido.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Seguimos subiendo durante otro kilómetro y pico hasta encontrarnos con las siguientes cataratas, las Falls of the pool, con una impresionante caída:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Aquí hay un mirador donde la gente aprovecha para parar y sentarse un poco, nosotros hicimos un par de fotos y como llevábamos ritmo tiramos hacia arriba.
Tras otros dos kilómetros, donde yo creo que la subida se suaviza un poco comienzan a verse las impresionantes Emperor falls, una de las más bonitas que vimos en las rocosas. Según vas caminando la catarata se va haciendo de mayor tamaño y se ven distintas perspectivas de la misma.
Foto de Emperor desde lejos
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Llega un momento en que el camino tiene un desvío para ir a la catarata, por supuesto nosotros cogimos el desvío, un tramo llano y de no más de 500 metros que te lleva justo hasta el pie de la catarata, aquí aconsejo ponerse el chubasquero porque vaya ducha me pegué para hacer la típica foto junto a la catarata, es muchísimo más grande e impresionante de lo que parecía desde lejos.
Foto Emperor desde cerca
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Pingando por el agua de la catarata deshicimos lo andado hasta el trail principal, desde aquí lo que queda de camino hasta nuestro destino no entraña ningún tipo de dificultad puesto que es prácticamente llano.
Tras unos metros se llega al camping de las Emperor Falls, el cual se supone se encuentra a tan sólo 5 kilómetros de nuestro destino. Aquí hicimos la última parada técnica para beber agua y quitarnos un poco las mochilas, unos 10 minutos. Nos llamó la atención una mujer que estaba cambiando los pañales a su bebé, en una de las zonas habilitadas para poner la tienda de campaña, el niño no creo que tuviera más de 6 meses, hay que tener humor para venir cargando con un bebé hasta allí, sobre todo teniendo en cuenta el tamaño de las mochilas que llevan los canadienses.
Hecho el paréntesis continuamos caminando. No se tarda mucho en llegar a una zona típica glaciar, terreno empedrado y sin apenas vegetación, pero no os preocupéis porque el camino en este tramo es super cómodo. Cuando íbamos por aquí nos encontramos una marmota, hay muchísimas y la verdad es que apenas se asustan de la gente.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
No se tarda mucho en comenzar a ver el principio del Berg Lake y los glaciares, aquí es donde comenzamos a quedarnos sin palabras.
El primer glaciar que se ve es el Mist, bastante sucio o cubierto de tierra, y en paralelo a este un poco más alejado asomaba el Berg Glacier, justo terminando en el lago del mismo nombre. Ambos cayendo del Mt Robson.
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*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Justo donde comienza el lago hay un nuevo camping aunque este es pequeño, no debe tener más de 5 zonas habilitadas para tiendas, aunque la verdad no las conté.
Desde aquí ya sólo queda ir rodeando el lago, en su mayor parte por el bosque hasta llegar al camping del Lago Berg, el más grande del recorrido y escogido por nosotros para pasar la noche.
Y este es un ejemplo del paisaje que teníamos justo delante:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Al llegar echamos un vistazo al plano y buscamos un espacio libre ya que el camping estaba bastante lleno, encontrado un sitio para nuestro gusto nos pusimos a montar la tienda y la verdad que daba el pego para ser una tienda de 25 euros

*** Imagen borrada de Tinypic ***
En total con paradas incluidas tardamos 5 horas y 18 minutos para recorrer los 21 kilómetros y salvando una elevación de 1.000 metros, creo que caminamos como animales.
Como todavía era pronto, tras el merecido descanso y habiendo rellenado de nuevo la cantimplora pensamos en hacer el trail de las Tobbogan falls, sin embargo, comenzó a llover, no con fuerza pero sí que molestaba bastante. Volvimos a la tienda y esperamos un poco a que parase.
Cuando paró optamos por quedarnos junto al lago paseando un poco y descansando, aprovechando para disfrutar de las vistas y esperando por si las nubes de la cima del Mt Robson se iban, pero hoy no tocaba.
Para terminar el día sacamos la comida de las cajas metálicas donde se debe guardar y comimos en los bancos que hay en el exterior de la caseta, en este caso es un poco distinta de las que habíamos visto a lo largo del recorrido puesto que se trata de una casa cubierta y cerrada con puertas, optamos por no entrar ya que estaba repleta de gente con hornillos y demás parafernalia. La verdad es que lo normal en la gente que llega hasta aquí, en su mayor parte canadienses es quedarse para unos cuantos días y aprovechar para hacer los trails que se pueden recorrer desde aquí, ya nos hubiera gustado a nosotros tener más tiempo.
Después de comer estuvimos sentados bastante tiempo en el exterior de la caseta con hermosas vistas del Mt Robson por si despejaba ya que por aquel entonces las nubes parecía que querían marcharse pero no hubo manera. Cuando empezó a oscurecer guardamos la comida de nuevo en la caja metálica y nos metimos en la tienda. A estas alturas la verdad es que hacía muchísimo frío, y eso que íbamos preparados, pero si hubiera tenido unos guantes y un gorro de lana sin duda me los habría puesto.
La verdad es que no dormimos mucho, pero fue más bien por la falta de costumbre y la dureza del suelo (y eso que compramos una buena colchoneta, una Thermarest de esas abatibles que parecen hueveras) pero no oímos ruidos de animales, que es algo que me daba bastante yuyu, ni tampoco pasamos frío. Solo echamos de menos mas tiempo para poder pasar en la zona.