Blogs / Diarios 
El día después de Kamakura lo quisimos dedicar a algún barrio más desconocido de Tokyo, y decidimos ir a Kagurazaka por ser un antiguo barrio de geishas y poder ir andando desde nuestro alojamiento.
Bueno, craso error. Estas excursiones fuera de lo turístico pueden ser un acierto o una patata, y en este caso tocó patata.
Es un barrio sin mucho encantó, puramente residencial y con pocos recuerdos de lo que fue en su época, más allá de alguna casa de té muy escondida y poco más.
Visto que no había mucho que hacer, pero ya que habíamos ido hasta allí, pasamos el día por la zona y como no, curioseando tiendas.
Al día siguiente habíamos quedado con dos españoles a través del foro y con los que coincidiamos un par de dias en Tokyo, Yolanda y Javier.
Quedamos en no recuerdo qué estación para ir juntos hasta Odaiba. Nos pareció buena idea cruzar el puente Rainbow a pie, que con ese nombre algo guay debía de tener. Pues no.
Por dentro es un puente con millones de coches por segundo, no hay más.
Si que es verdad que hay un par de miradores con una panorámica muy chula de la bahía, pero en si por los miradores no merece la pena patearse el puente.
Una vez llegamos a la zona de Gundam fuimos a ver el edificio de Fuji TV y de allí al famoso centro comercial que recrea Venecia por dentro. Es curioso de ver, y está muy cerca del Gundam, así que no cuesta nada acercarse.
Allí nos hicimos nuestras primeras purikuras, que para quien no sepa qué es, son fotos que te haces en una especie de fotomaton y puedes decorar, agrandarte los ojos, cambiartelos de color....puedes estar horas.
Tras esto, fuimos hasta Shinjuku y comimos en un sitio de tempura donde N se olvidó el móvil y la señora de la tienda vino corriendo detrás nuestro para devolvérselo, menos mal!
Cuando anocheció,queríamos llevarlos al observatorio del ayuntamiento en Shinjuku, que es gratuito y tiene unas vistas espectaculares.
Nosotras ya habíamos estado, y la primera vez nos llevó un señor hasta la puerta porque no había forma de encontrarlo, esta vez ya íbamos con el camino sabido y nos costó menos.
Para acabar el día habíamos quedado a cenar en Roppongi con más gente, así que nos separamos para cambiarnos y vernos alli. Pero cosas del destino, y cosas maravillosas de Tokyo, cuando cruzabamos por Shinjuku, en todas las pantallas gigantes había un concierto de nuestro grupo favorito, y allí nos quedamos como dos pavas viendo el concierto de principio a fin rodeadas de un montón de japonesas con la misma cara de tontas que nosotras.
Si digo que fue como un sueño igual pensáis que soy una friki, pero de verdad que estar viendo un concierto de tu grupo favorito en mitad de Tokyo es alucinante.
Como nos quedamos sin tiempo para ir al hotel aparecimos de la misma guisa que todo el día donde habíamos quedado con Yolanda y Javier, en Roppongi.
Se suponía que habíamos quedado con más españoles en una salida de metro, pero después de más de una hora de subir y bajar no hubo forma de poder encontrarnos, así que los 4 nos fuimos a cenar a una especie de Izakaya cercano.
Al salir del restaurante, más bien tarde, vimos una parte de Japón diferente, con un montón de japoneses borrachos y con la lengua desatada, nos dijeron más improperios en español de los que me han dicho nunca en España.
Ya había oído de la fama de Roppongi, que la gente va a lo que va etc...pero no nos gustó mucho el ambiente y nos fuimos para casa.
Etapa anterior
Últimos comentarios al diario: 
Tema: 
Ir a tema del foro
