Como habíamos quedado, Frogg me vino a buscar a la enorme estación de kyoto.
Nos encontramos después de varios mensajes de kakaotalk. Es un chico jovencito, de unos 22 años, de Taiwan. Si hay algo que lo define es que habla hasta debajo del agua. En un inglés aprendido con las series y películas, muy acelerado y con un acento rarísimo. La verdad es que me cuesta seguirle bastante. Claro que como es un monólogo casi perpetuo, tampoco pasa gran cosa.
Me lleva primero al último piso de la estación de Kyoto (el 15º) para poder contemplar el sol acostándose en el horizonte. Realmente bonito.
Después ya cogemos un bus para ir a su casa. El viaje dura unos 35 minutos, pero se pasa rápido. Llegar hasta su miniapartamento es un laberinto, así que me pongo un marcador en mi gps, por si acaso.
Me deja ducharme, charlamos un poco sobre los planes, y a descansar toca, que estoy rendido.
Viernes 10 de Julio
La primera sorpresa, esta mañana cuando he localizado en mi mapa de google maps con los marcadores de kyoto y me encuentro que estoy a unos diez minutos andando de algunas atracciones que tenía señalizadas. Concretamente la zona que la lonely llama "Norte de Higashiyama".
Antes de comenzar el día desde el punto de vista turístico, acompaño a Frogg hasta el supermercado próximo a su casa (5 minutillos) para hacer algunas compras, ya que me deja quedarme gratis. Además me da una copia de las llaves para que ande a mis anchas.
He puesto a prueba mi gps y, bueno, he tardado un poquito, pero he sabido encontrar la casa.
Lo dicho, que me he acercado andando hasta un templo muy recomendado Ginkaku-ji. Está a uno de los extremos del llamado Camino de la Filosofía. En el templo no se puede entrar, pero sí se pueden contemplar los bellos jardines, no muy extensos, que lo rodean. Te hace pensar, por un momento, que no estás en una gran ciudad, llena de coches y comercios. Te traslada a otra época. Imagino que en primavera tiene que resultar casi emocionante.
El precio de la entrada creo recordar que era 500Y. A mi parecer un precio moderadamente caro.
Siguiendo el "camino de la filosofía", me he desviado a mitad del mismo para acercarme, en un entorno muy natural, al santurario Honen-in, gratuito y con una sombra que se agradece. Hay que desviarse unos 5-10 minutos del camino.
Ya de vuelta, lo he terminado, llegando hasta el templo llamado Nanzen-ji
Hay que tener en cuenta que en este se paga por separado y por todo, entre 300Y y 500Y. No obstante, se puede deambular por el patio gratis. Desde aquí sale un sendero hacia el monte, que he seguido durante una media hora, pero el calor y, sobre todo, la humedad, me han hecho no arriesgarme y darme la vuelta.
En general, los templos de Japón, por supuesto también los de kyoto, son muchos menos vistosos que los coreanos, que están policromados, lo que los hace más llamativos.
Desde aquí, muerto de calor y sudando lo que no se puede escribir, he optado por acercarme a la zona de la estación con el bus nº5 (mismo bus que me lleva a la casa de Frogg). Han sido unos 30 minutos largos. El billete del bus cuesta 220Y, que hay que pagar en su cantidad exacta (hay una máquina que expede cambios al lado del cajetín donde se mete el dinero. La alternativa es comprar el pase del día, de 500Y. Aunque sólo sea por comodidad, merece la pena en mi opinión.
En la estación hay restaurantes, tanto en los sótanos como en los pisos 10º y 11º. Siguiendo mi adorada LP, he optado por los del piso décimo, dedicados en su mayoría a diferentes tipos de Ramen.
La forma de pedir es un tanto peculiar. Imagino que para hacer más rápido el proceso. En la parte exterior del restaurante hay una máquina (como las de tabaco) en las que tienes fotografías y precio de los diferentes productos. Metes el dinero (da vueltas) y marcas lo que quieres. Te sale un ticket y con eso ya te puedes sentar.
En mi caso, hoy he comido Arauma ramen y las "empanadillas" que comí en Fukuoka, cuyo nombre no recuerdo ahora. (1000Y)
En la zona de la estación no tenía nada marcado para contemplar, pero viniendo en el autobús he visto que había una especie de templo enorme. Era el Higashi Hongan-ji. Por desgracia estaba en obras de restauración
No muy lejos, a unos diez minutos, había otro. Esta vez, sin andamios que lo afearan. El Nishi Hongan-ji. De nuevo, no me llama tanto la atención como los coreanos, pero es el que más me ha gustado de los vistos en Japón hasta la fecha.
Después de tomarme el enésimo café latte frío de máquina, bendito invento (130Y), me he vuelto a la estación, donde sale el tren (varios a la hora, incluidos en JRPass) hacia la otra parte de la ciudad, concretamente, hacia el Oeste: Arashiyama. Me ha parecido lo más bonito hasta la fecha de Kyoto. Estás "lejos" de la ciudad, en medio de la naturaleza y rodeado de montañas verdes.
En esta zona había varios puntos destacados, como el Tenryu-ji, que cuesta 600Y, que he optado por no pagar. Tampoco me parece adecuado saturarme tan pronto de templos y gastar además pasta a lo tonto.
También tenía señalizado el Rakushisha, el Seiryoji, pero al que he entrado (no viene en la LP) ha sido el Daikakuji, gratuito.
Ah, que no se me olvide. En todos los templos tenéis baños limpios. Eso sí, no hay siempre tazas de water. Vamos que se caga "a la turca". Es importante seguir las instrucciones de los letreros, cuando lo necesitéis, pues igual os lleváis alguna sorpresa.
Sin embargo, volviendo al tema, lo que más me ha gustado del día de hoy ha sido el bosque de bambú de Arashiyama. Jodé, me ha encantado. Advierto que es algo personal, pero ha sido caminar por entre los bambúes (que tampoco es que sean árboles bellos) y rememorar la plasticidad de la película "Memorias de una Geisha".
También tendréis una zona de bambúes cerca de nonomiya
Cuando estaba de vuelta me ha mandado Frogg un mensaje para quedar en la estación y venirnos juntos a casa. Genial, así me ducho y me cambio, que el sudor ha sido tal hoy que camino patizambo, pues tengo las ingles al rojo.
Además hay sorpresa, pues vamos a ir a cenar con un compañero de estudios francés, Anthony, que vive cerca nuestro. Así, hacia las ocho (cenan pronto) nos hemos dirigidos a un tugurio próximo a la casa donde ya les conocen. Nos ha tocado esperar fuera, pues es pequeñito y estaba completo.
Siguiendo su consejo he dejado descansar los ramen y ha tocado neri ume katsu teshoku. Vamos, lo que viene siendo un trozo de carne de cerdo empanado. En este caso relleno de una salsa rara roja, acompañado por un perolo de arroz y dos boles más de salsas. (890Y)
Pues, estaba bien bueno. También ha favorecido la propia compañía, muy agradable, la verdad.
Después de un poco de cháchara, para las diez ya estábamos en casa. Monólogo obligado de los de Frogg (de unos 45 minutos... cuando parece que va a callar, vuelve a empezar) y a poner el diario al día. Gabon, que son las 1:09 am.
Mañana creo que iremos juntos a Osaka. Quiere visitar el acuario.